Informe Anual 2004 del Departamento de Estado de los Estados Unidos sobre la Trata de Seres Humanos

Informe Anual 2004 del Departamento de Estado de los Estados Unidos sobre la Trata de Seres Humanos

República Dominicana (Categoría II Listado de Observación)

La República Dominicana es un país originario de tránsito y destino de tráfico de hombres, mujeres y niños para fines de explotación sexual y trabajos forzosos. Las mujeres y niñas dominicanas son enviadas a países de Europa Occidental, América Central, el Caribe, América del Sur y América del Norte para fines de explotación sexual. Los estimados varían, pero los expertos creen que hay 50,000 dominicanas involucradas en la prostitución en el extranjero, muchas de las cuales han sufrido algún tipo de explotación. La República Dominicana es también un país de destino – fundamentalmente, para los haitianos, quienes son víctimas de la trata ilícita de personas para trabajos forzados y explotación sexual. Muchos haitianos que trabajan en la agricultura, particularmente en la zafra de la caña de azúcar, son víctimas de la trata ilícita de personas. Los expertos estiman que anualmente, alrededor de 2,500 a 3,000 niños haitianos son ilegalmente conducidos a través de la frontera terrestre compartida. Los observadores estiman que en la República Dominicana hay entre 25,000 y 30,000 menores dedicados a la prostitución, la mayoría de los cuales son dominicanos aunque hay algunos haitianos. Muchos de estos niños son víctimas de la industria del turismo sexual. La República Dominicana es un importante país de transito para muchos inmigrantes ilegales, incluyendo chinos, la mayoría de ellos con destino a Estados Unidos. Algunos se convierten en victimas de los traficantes al verse obligados a volver a pagar grandes sumas de dinero por el viaje clandestino. El Gobierno de la República Dominicana no cumple a cabalidad con los estándares mínimos para la eliminación de la trata de personas; sin embargo, está haciendo esfuerzos significativos para lograrlo. La República Dominicana fue reclasificada de la categoría III a la categoría II en septiembre del 2003, como resultado de varias iniciativas gubernamentales, incluyendo la promulgación de una nueva ley, el procesamiento de un miembro del Congreso por trata de personas, el arresto de un importante traficante y el compromiso público del gobierno del Presidente Mejía de arrestar y someter a la justicia a los traficantes. El seguimiento de dichas medidas ha sido irregular. Su aplicación por parte de las autoridades policiales sigue siendo inadecuada; la Policía ha realizado muy pocos arrestos y no ha habido ninguna sentencia judicial en contra de traficantes. El gobierno ha cesado a varios oficiales de altos puestos en los que estos se habían beneficiado del contrabando y trata de personas, pero ni los ha cancelado, ni los ha sometido ante los tribunales. Se necesita hacer más. Un punto fuerte es la Secretaría de Relaciones Exteriores, que ha interconectado de manera agresiva sus embajadas para recoger información sobre los patrones de la trata de personas, para ayudar a las victimas. Debido a la falta de aplicación de la ley y a la magnitud del problema de la trata de personas, la República Dominicana se coloca en el Listado de Observación de la categoría II.

Enjuiciamiento

A pesar de que el Gobierno de la República Dominicana ha establecido una policía para la lucha contra la trata de personas así como otras unidades en la Procuraduría Fiscal, le falta aplicar la ley. La información disponible es incompleta, pero los oficiales realizaron dos nuevos arrestos durante el periodo en revisión: una supuesta contrabandista de niños (Aracelis Sánchez Mora) y un traficante fueron arrestados en octubre del 2003. Hasta el momento, ninguno de los dos casos ha ido a juicio. El caso por corrupción relativa a la trata de personas contra el contrabandista y también congresista Guillermo Rhadamés Ramos García, se encuentra todavía en los tribunales. Maria Trinidad Núñez, acusada de tráfico de menores se encuentra todavía encarcelada en la cárcel de Najayo en espera de juicio. Los militares y el Servicio de Migración detuvieron a más de 50 sospechosos por infracciones a la ley de migración, aunque no está claro cuantos de éstos eran traficantes. La mayoría aparenta haber sido sólo multados y dejados en libertad. Otros esfuerzos incluyen el cierre de siete destinos en Sosua donde habían menores explotados sexualmente por turistas. La Secretaría de Relaciones Exteriores retiró o destituyó a varios funcionarios diplomáticos dominicanos de cierto nivel por complicidad en las actividades de contrabando y trata de personas. Ninguno ha sido procesado.

Protección

Por la situación de enfrentar constreñimiento de recursos, la República Dominicana no tiene una política integral de protección a las víctimas de trata de personas. Las víctimas extranjeras son sujetas a la inmediata deportación. La mayor parte de la asistencia provista a las victimas es realizada por organizaciones no gubernamentales. El único centro de acogida perteneciente al gobierno todavía no está operando. Un cierto numero de funcionarios ha asistido a programas de entrenamientos ofrecidos por las ONG en el último año para mejorar su comprensión de la nueva ley, que requiere la oferta de asistencia a las victimas. La Secretaría de Relaciones Exteriores entrena a los oficiales consulares para asistir a las víctimas de la trata de personas en el extranjero.

Prevención

El gobierno no tiene una política comprensiva para prevenir la trata de seres humanos, pero cada vez más los oficiales están mejorando su desempeño. La Secretaría de Relaciones Exteriores ha apoderado a varias redes de oficiales consulares en el exterior, los cuales se encuentran recopilando y compartiendo informaciones con respecto a patrones de tráfico. El Procurador General de la República está hablando públicamente sobre la trata de personas. El mismo afirma que su oficina ha recuperado a más de 2,000 niñas de casas de citas, pero no ofreció ninguna información adicional sobre estos casos. El equipo de trabajo gubernamental sobre trata de personas ha trabajado estrechamente con las ONG y ha lanzado una campana de vallas publicitarias, programas de radio y diferentes sesiones de entrenamiento. El control de la frontera y las costas continua requiriendo mayor atención.