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PALABRAS DEL EMBAJADOR DE LOS ESTADOS UNIDOS

HANS H. HERTELL

CEREMONIA DE DESPEDIDA DE

BECARIOS FULBRIGHT

21 de junio de 2002

Excelentísimo Señor Presidente de la República

Ingeniero Hipólito Mejía

Honorable Doctora Milagros Ortiz Bosch

Vicepresidenta de la República y

Secretaria de Estado de Educación

Doctor Andrés Reyes

Secretario de Estado de Educación Superior Ciencia y Tecnología

Distinguidos Miembros del Consejo de la Alianza por la Excelencia/Fulbright

Rectores

Estimados Becarios

Amigos de la educación

Amigos todos:

Es realmente un honor para mí estar hoy aquí con el Presidente Mejía para despedir a este grupo de 15 emprendedores jóvenes dominicanos, quienes este verano viajarán a los Estados Unidos para iniciar dos años de estudios para obtener su Maestría en diversas áreas de especialización.

Estos jóvenes son los nuevos becarios Fulbright, recipientes de los honores y oportunidades con que una vez soñó el gran estadounidense Senador William Fulbright.  Hace más de 50 años él propuso un programa de intercambios para fomentar la comprensión mutua y la paz entre todos las naciones del mundo.

Aquí en la República Dominicana más de 250 jóvenes se han beneficiado de este Programa, entre ellos muchos profesionales destacados como Frank Moya Pons, actual Secretario de Medio Ambiente, Rafael Acevedo, Presidente de Gallup Dominicana, Flavio Darío Espinal, ex Embajador de la República Dominicana ante la Organización de Estados Americanos y Julio Cross Frias, Superintendente de Electricidad, por nombrar sólo cuatro dominicanos que desde el año 1962 han participado en este prestigioso Programa de Becas.

Hasta hace tres años el Gobierno de los Estados Unidos aportaba todos los fondos del Programa.  Sin embargo, los fondos estadounidenses no eran en ninguna manera suficientes para becar a tantos jóvenes capacitados dominicanos  que buscaban esta ayuda.

Por esta razón iniciamos con el Goierno de la República Dominicana un tratado de cooperación conocido hoy como la Alianza por la Excelencia.  Esta Alianza está formada por empresarios dominicanos y por el Gobierno dominicano.  Este trabajo conjunto aseguró una contrapartida de un 20 por ciento a los fondos que recaudara el sector privado para aumentar el número de becas.  Como parte de esta Alianza el Gobierno de los Estados Unidos continúa proporcionando ocho becas por año, al mismo tiempo que tramita la colocación de los estudiantes en prestigiosas universidades y negocia la exención de pago de la matrícula para todos los becarios. También administra con gran esmero todo lo relacionado con el Programa.

El éxito de nuestra Alianza muestra lo que nuestros dos gobiernos, conjuntamente con el sector privado, han podido lograr.  Hasta la fecha la Alianza ha recaudado unos 1.24 millones de dólares, provenientes del sector privado.  Con este esfuerzo hemos podido más que duplicar el número de becas Fulbright disponibles para dominicanos y, más importante aún, hemos podido iniciar un fondo patrimonial que asegurará un número importante de becas para las futuras generaciones.

Me dicen en el Departamento de Estado que el Programa Fulbright en la República Dominicana se ha convertido en el programa de mayor crecimiento en el mundo y que, en la actualidad, es un verdadero modelo para muchos países.  Estos logros no hubieran sido posibles sin el compromiso que han tenido los líderes de la clase empresarial dominicana en pro de la educación y el desarrollo de su país.

La República Dominicana tiene la fortuna de ser la patria de un grupo de empresarios que están convencidos que el sendero de la excelencia, de la competitividad y de que un sólido servicio de clase mundial sólo se logra a través del sendero de la educación de calidad.  Este sendero, definitivamente, es el único que puede asegurar la clave para un futuro próspero para todos sus compatriotas.

Quiero aprovechar este momento para mencionar a los siguientes:

Luis Alvarez Renta

Ramón Báez Figueroa

Miguel Barletta

Roberto Bonetti

Vivian del Castillo

Angel Rosario

Manuel Alejandro Grullón

José León Ascensio

Arturo Pellerano

Jose Miguel Bonetti

José Clase

y

Fernando Capellán

Estos dominicanos no sólo son personas visionarias, sino verdaderos patriotas.  Nuestra esperanza es que el año que viene, cuando nos volvamos a encontrar aquí para celebrar una nueva ceremonia de despedida de becarios Fulbright, tengamos aún más visionarios agregados a nuestra lista.

Hoy los invito a que me acompañen a brindarles un caluroso y emotivo aplauso a estos hombres y mujeres que, con sus aportes, contribuyen a enaltecer su patria.

Con los aportes realizados por estas admirables personas y nuestros dos gobiernos, hemos podido dar óptimos oportunidades educacionales a muchos jóvenes dominicanos cuyos méritos son realmente sorprendentes. Les explicaré por qué.  Por ejemplo, la nota promedio de los jóvenes estadounidenses en el examen de admisión a los programas de postgrado es más o menos 550.  Sin embargo, el promedio de los candidatos dominicanos a las becas Fulbright es 670.  Las universidades estadounidenses reconocen esta calidad.  Es por eso que en la actualidad nuestros becarios Fulbright se encuentran estudiando en universidades como Harvard, Duke, Columbia, Tulane, la Universidad de Nueva York (NYU), Carnegie-Mellon, así como en muchas otras excelentes universidades.

Otro gran logro es el de un Fulbright dominicano, quien acaba de completar sus estudios en la Escuela de Políticas Públicas de la Universidad de Duke.  Este joven pasó sus vacaciones pasadas como asesor de asuntos gerenciales de una gran amiga del Presidente Mejía , y mía también:  la Gobernadora de Puerto Rico, Sila María Calderón, y de todo su gabinete.

Pero eso no es todo.  Este año nuestro programa Fulbright ha recibido una gran noticia, un verdadero honor.  Hay una universidad estadounidense de la cual es casi imposible conseguir una exención del pago de la matrícula.  Es más, en la sede central del Programa Fulbright, en Washington, ya ni siquiera se hace el intento de tratar de conseguir estas exenciones.  Sin embargo, nuestra Alianza no se dio por vencida.  Por eso este año tengo el gran orgullo de anunciar que Indhira Santos Echavarría  ha sido otorgada una exención de pago de matrícula para estudiar Administración Pública y Desarrollo Internacional en la Escuela Kennedy de Gobierno de la Universidad  de Harvard.  Yo les pido un aplauso, por favor, para Indhira Santos.  Más adelante ella tendrá la oportunidad de dirigirse a ustedes, a nombre de todos sus compañeros becarios.

Como siempre le he dicho a mis propios hijos, los hijos de una familia, así como los hijos de una nación, son los logros más importantes.  Son, realmente, los únicos logros que a final de cuenta importan.  Aquí, con el esfuerzo de todos los presentes, le estamos demostrando nuestra confianza a nuestros hijos e hijas, confianza que con nuestro apoyo y sus empeños tendrá, este querido país, este mundo querido, el futuro de promesa que todos deseamos.

Muchas gracias.

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