Revisión: 12/7/1999 Preguntas y respuestas acerca del cáncer temprano de la próstata
La próstata es una glándula sexual masculina que forma parte del sistema reproductivo del hombre. La próstata tiene aproximadamente el tamaño de una nuez. Está localizada debajo de la vejiga y en frente del recto.
Con la excepción del cáncer de la piel, el cáncer de la próstata es la enfermedad maligna más común entre los hombres norteamericanos. Se estima que en 1999 en los Estados Unidos, cerca de 179.300 hombres serán diagnosticados con cáncer de la próstata. En la mayoría de los hombres con cáncer de la próstata, el cáncer es de crecimiento lento y muchos, sino la mayoría, de estos hombres no morirán debido al cáncer de la próstata sino vivirán con el cáncer hasta que finalmente mueren por otra causa. El cáncer temprano de la próstata está localizado (encapsulado) dentro de la glándula y la mayoría de los pacientes con cáncer de la próstata localizado tienen una larga supervivencia después del diagnóstico.
Todos los hombres corren riesgo. El factor de riesgo más común es la edad. Más del 75 por ciento de los hombres diagnosticados cada año con cáncer de la próstata son mayores de 65 años de edad. Los hombres afroamericanos corren un riesgo mayor que los hombres norteamericanos blancos de contraer cáncer de la próstata. Se observan diferencias drásticas en la incidencia del cáncer de la próstata en diferentes países y existe evidencia que una dieta alta en grasa animal puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de la próstata. Los factores genéticos también parecen jugar un papel, en particular entre las familias cuyo diagnóstico se hace en los hombres menores de 60 años de edad. El riesgo de desarrollar cáncer de la próstata aumenta en relación al número de familiares cercanos que tienen la enfermedad.
El cáncer de la próstata por lo general no presenta síntomas por varios años. Cuando éstos se presentan, la enfermedad puede haberse diseminado más allá de la próstata. Los síntomas podrían consistir en:
Los síntomas mencionados anteriormente pueden ser causados por diferentes trastornos. A medida que el hombre envejece, la próstata puede agrandarse y bloquear el flujo de orina o interferir con la función sexual. Este trastorno común, conocido como hiperplasia prostática benigna (BPH, por sus siglas en inglés), no es cáncer, pero puede causar síntomas similares a los que causa el cáncer de la próstata. Aun cuando la hiperplasia prostática benigna no constituye una enfermedad grave, puede requerir de tratamiento con medicinas o cirugía para aliviar los síntomas. De nuevo, es importante consultar con el médico.
Si. Comúnmente se utilizan dos pruebas para detectar el cáncer de la próstata en ausencia de cualquier síntoma. Una de ellas es la prueba rectal digital, en la cual el médico palpa la próstata a través del recto con el fin de encontrar áreas duras o abultadas. La otra es una prueba de sangre que se utiliza para detectar una sustancia producida por la próstata llamada antígeno prostático específico (PSA, por siglas en inglés). En conjunto, estas pruebas pueden detectar varios cánceres de la próstata silenciosos, aquéllos que no han causado síntomas. En la actualidad, El Instituto Nacional del Cáncer está financiando investigaciones para conocer más acerca de las pruebas de detección del cáncer de la próstata. Por medio de estas investigaciones se tratará de determinar si la prueba de sangre del PSA junto con la prueba rectal digital pueden ayudar a reducir el índice de mortalidad por esta enfermedad. También se evaluarán los riesgos y los beneficios de las pruebas de detección. En este momento, no está claro si las pruebas rutinarias de detección entre los hombres que no corren un alto riesgo, demostrarán que pueden salvar vidas y resultar más beneficiosas cuando se le compara con la cirugía, las radiaciones y las complicaciones terapéuticas adicionales, para un gran número de pacientes, muchos de los cuales no tienen tumores agresivos o potencialmente mortales.
Ninguna de las pruebas para la detección del cáncer de la próstata es perfecta. La mayoría de los hombres con niveles moderadamente elevados de PSA no tienen cáncer de la próstata y varios hombres con cáncer de la próstata tienen niveles normales de PSA. Además, la prueba rectal digital no siempre detecta el cáncer de la próstata.
El diagnóstico del cáncer de la próstata puede ser confirmado tan sólo por medio de una prueba microscópica para la identificación de tejido prostático canceroso. Este procedimiento se realiza, en el consultorio médico, a través de una biopsia. El cáncer de la próstata se caracteriza tanto por el grado como por la etapa. El grado es un término utilizado para describir qué tanto se asemeja el tumor al tejido normal. Basándose en la apariencia microscópica de un tumor, los patólogos (los médicos que identifican las enfermedades a través del estudio de tejidos bajo el microscopio) pueden describirlo como cáncer de grado bajo, medio o alto. En uno de los métodos para establecer el grado del cáncer de la próstata, llamado el sistema de Gleason, se utilizan marcadores del 2 al 10. En otro sistema se utilizan marcadores del G1 al G4. Entre más alto el marcador, mayor el grado del tumor. Los tumores de grado alto crecen más rápido y tienen una mayor probabilidad de diseminarse que los tumores de grado bajo. La clasificación por etapas del cáncer de la próstata significa la determinación del sitio y la localización de la enfermedad. El cáncer temprano de la próstata, etapas 1 y 2, está localizado (encapsulado) dentro de la glándula de la próstata. El cáncer de la próstata en etapa 3 está avanzado localmente fuera de la glándula. El cáncer de la próstata en etapa 4 se ha diseminado a otros órganos o tejidos.
Existen tres opciones generalmente aceptadas para el tratamiento de los pacientes con cáncer localizado de la próstata: prostatectomía radical, radioterapia y observación o vigilancia. La prostatectomía radical es un procedimiento quirúrgico en el que se extraen la glándula prostática entera y los tejidos de alrededor. Algunas veces, se extraen también los nódulos linfáticos del área pélvica (parte inferior del abdomen, localizada entre los huesos de la cadera). Este tratamiento puede realizarse utilizando una técnica llamada cirugía preservadora del nervio, que puede evitar que se atrofien los nervios necesarios para la erección, así como daños al orificio de la vejiga. La radioterapia involucra la administración de energía de radiación a la próstata. La energía por lo general se administra de manera ambulatoria utilizando un haz de radiación externo. La energía también puede administrarse colocando implantes radioactivos en la próstata durante un procedimiento quirúrgico. La tercera opción, observación, es recomendada por los médicos para algunos pacientes, en particular para aquéllos que son mayores o sufren de otras enfermedades que podrían comprometer su salud. Estos pacientes son examinados regularmente. Si hay evidencia de crecimiento de cáncer, se podría recomendar un tratamiento activo.
El escoger una opción de tratamiento es tarea del paciente, sus familiares y su médico. Entre las consideraciones a tomar se encuentran el grado y la etapa del cáncer, la edad y salud del paciente y las preferencias individuales de cada paciente en cuanto a los beneficios y los riesgos de cada opción de tratamiento. Debido a que existen varias opciones de tratamiento razonables para la mayoría de los pacientes, la decisión puede ser difícil. Los pacientes deben escuchar diferentes opiniones y recomendaciones y deben tratar de obtener la mayor información posible. Son muy raros los casos en que se necesite tomar una decisión sin contar con el tiempo necesario para entender los pros y los contras de las diferentes opciones.
Esta hoja informativa ha sido traducida al español por NOAH (New York Online Access to Health), un lugar en el Internet donde se obtiene información bilingüe acerca de la salud. NOAH y el Instituto Nacional del Cáncer colaboran para aumentar las fuentes de información sobre el cáncer en español, para los pacientes, sus familiares y el público en general.
Fuentes de información del Instituto Nacional del Cáncer
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