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Servicio noticioso desde Washington

8 de enero de 2004

Bush propone importante reforma sistema inmigración E.U.

(Daría condición legal temporal a trabajadores indocumentados)

El presidente Bush le ha propuesto al Congreso un nuevo programa que permitiría a millones de trabajadores indocumentados en Estados Unidos, y a personas de otros países que tengan una oferta de empleo en Estados Unidos, trabajar legalmente en Estados Unidos durante tres años, con la posibilidad de una prórroga si no se encuentran ciudadanos norteamericanos que desempeñen el empleo.

"Como nación que aprecia la inmigración y que depende de ella debemos contar con leyes de inmigración que funcionen y nos hagan sentir orgullosos; todavía no las tenemos", dijo Bush en un discurso que pronunció el 7 de enero en el Salón Este de la Casa Blanca, en presencia de unas 200 personas que incluyeron a miembros de su gabinete, el Congreso y el cuerpo diplomático, y líderes de organizaciones dedicadas a asuntos de interés para la comunidad hispánica e inmigrante.

Hoy, agregó, "vemos que muchos empleadores recurren al mercado del trabajo ilegal. Vemos millones de hombres y mujeres, trabajadores empeñosos, condenados al temor y la inseguridad en una economía masiva e indocumentada. La entrada ilegal a través de nuestras fronteras hace más difícil la urgente tarea de asegurar el territorio nacional. El sistema no funciona. Nuestra nación necesita un sistema de inmigración que sirva a la economía norteamericana y refleje el Ideal Norteamericano.

"La reforma debe comenzar por encarar un hecho básico de la vida y la economía: algunos de los empleos que se crean en la creciente economía de Norteamérica son empleos que los ciudadanos norteamericanos no ocupan. Pero estos empleos representan una oportunidad tremenda para los trabajadores del extranjero que quieren trabajar y cumplir con sus obligaciones como esposo o esposa, como hijo o hija".

Dijo Bush que el programa que ha propuesto, de ser aprobado por el Congreso, "ofrecería una condición legal, como trabajadores temporales, a los millones de hombres y mujeres indocumentados que ahora están empleados en Estados Unidos, y a aquellos en países extranjeros que buscan participar en el programa y a quienes se les ha ofrecido empleo aquí". Se estima que alrededor de ocho millones de indocumentados viven actualmente en Estados Unidos.

Señaló Bush que la condición legal que concede el nuevo programa duraría tres años y sería renovable, pero tendría un término.

El nuevo programa, explicó, "espera que los trabajadores temporales vuelvan permanentemente a sus países de origen luego de que expire su período de trabajo en Estados Unidos, y habría incentivos financieros para que lo hagan así".

Añadió que colaborará con otros gobiernos en torno "a un plan para darles a los trabajadores temporales, cuando ingresen en el sistema de retiro de su propia nación, crédito por el tiempo que han trabajado en Norteamérica".

Dijo Bush que apoyará también facilitar a los trabajadores temporales contribuir con una porción de sus ingresos a cuentas de ahorro de preferencia impositiva, dinero que pueden cobrar al regresar a sus países natales.

Afirmó que se opone a una amnistía para los trabajadores temporales en Estados Unidos. Si los trabajadores temporales quieren convertirse en ciudadanos estadounidenses, agregó, deberán solicitarlo de la manera normal, pero "no se les dará una ventaja injusta sobre gente que ha seguido desde el comienzo los procedimientos legales".

"Norteamérica es una nación acogedora, pero la ciudadanía no debe ser una recompensa automática por violar las leyes de Norteamérica", declaró.

Pero indicó que los actuales límites a la inmigración legal en Estados Unidos "son demasiado bajos", y dijo que su administración colaborará con el Congreso para aumentar la cantidad anual de tarjetas de residente permanente que pueden llevar hasta la ciudadanía.

Dijo Bush que los empleadores "no deben contratar extranjeros indocumentados o trabajadores temporales cuya condición legal haya expirado. Deben informar al gobierno los trabajadores temporales que contratan y que dejan su empleo, de modo que podamos rastrear a la gente en el programa y aplicar mejor nuestras leyes de inmigración".

"Debe haber una firme ejecución de las leyes en el lugar de trabajo, con sanciones severas para cualquier empleador que viole estas leyes", afirmó.

A los trabajadores indocumentados que están ahora en Estados Unidos, añadió, "se les requerirá pagar un derecho, por una sola vez, para inscribirse en el programa de trabajadores temporales. Aquellos que quieran unirse al programa desde el extranjero y hayan cumplido con nuestras leyes de inmigración no tendrán que pagar ningún derecho".

Dijo Bush que el nuevo programa de trabajadores temporales aportará a Estados Unidos algo más que beneficios económicos.

"Nuestro territorio nacional será más seguro cuando podamos llevar mejor la cuenta de aquellos que entran en nuestro país, en lugar de la situación actual, en la que millones de personas son desconocidas, desconocidas para la ley. La ejecución de la ley encarará menos problemas con los trabajadores indocumentados, y podrá concentrarse mejor en las verdaderas amenazas que terroristas y criminales plantean a nuestra nación".

Hoja Informativa de la Casa Blanca sobre la propuesta

Texto completo del discurso del presidente, tal como fue publicado por la Casa Blanca.

(El Servicio Noticioso desde Washington es un producto de la Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos. Sitio en la Web: http//usinfo.state.gov/espanol/)



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