Las visas de no inmigrante se conceden a los que residen permanentemente fuera de los EE.UU.y que desean visitar temporalmente los EE.UU. por razones de turismo, tratamiento médico, negocios, trabajo temporal o estudios.
Las leyes estadounidenses exigen que los solicitantes de visas de no inmigrante demuestren que no tienen la intención de emigrar a los Estados Unidos. Los funcionarios consulares en las embajadas y consulados de los EE.UU. toman el caso de cada persona por separado y deciden quién reúne las condiciones de entrada en el país.
La presentación de los documentos requeridos no garantiza que se le concederá una visa. No existe el derecho a una visa.
Puesto que la situación de cada persona es diferente, a los que solicitan el mismo tipo de visa se les puede hacer preguntas diferentes y exigir la presentación de documentos diferentes. Conforme a las leyes de los EE.UU., los consulados en el extranjero son los únicos autorizados para emitir o negar visas. Los funcionarios consulares están autorizados para decidir si las pruebas presentadas en apoyo de una solicitud son suficientes para determinar si un solicitante reúne los requisitos para recibir la visa. Los funcionarios consulares pueden solicitar documentos o información adicionales según la evaluación que hagan de la situación de cada persona.
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Departamento de Estado de los EE.UU.
Departamento de Seguridad Nacional de los EE.UU.
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