Receptores de Antígenos
Tanto las células B como las células
T llevan consigo moléculas receptoras diseñadas para
reconocer y responder a sus blancos específicos.
El receptor de antígeno específico
de la célula B representa una muestra del anticuerpo que
está preparada para producir y reconoce al antígeno
en su estado natural.
El sistema receptor de la célula T es
más complejo. Una célula T puede reconocer un antígeno
solamente después de que el antígeno es procesado
y presentado a ésta por una célula conocida como célula
presentadora de antígeno, en combinación con un tipo
especial de marcador de célula.
El receptor T4 de la célula T busca un
antígeno que ha sido separado por una célula del sistema
inmunológico, tal como un macrófago o una célula
B y combinado con un marcador, conocido como una proteína
clase II, el cual es portado por las células inmunes. El
receptor T8 de la célula T reconoce un fragmento del antígeno
producido dentro de la célula, combinado con una proteína
clase I; las proteínas clase I se encuentran virtualmente
en todas las células del cuerpo.
Este arreglo complicado asegura que las células
T actúen solamente sobre los blancos precisos y de cerca.
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