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  Actualizada: 07/X/04

El Embajador William B. Wood aplaude los resultados obtenidos por el gobierno colombiano en Urabá

Palabras del Embajador William B. Wood
Apartadó, Urabá
jueves, 7 de octubre de 2004


English version

Señor Luis Guillermo Vélez, Honorable Senador de la República; señor Luis Alfredo Ramos, Honorable Senador de la República; señor Enrique Gómez Hurtado, Honorable Senador de la República; doctor Jorge Humberto Botero, Ministro de Comercio, Industria y Turismo; doctor Carlos Gustavo Cano, Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural; doctor Andrés Uriel Gallego, Ministro de Transporte; doctor José Phidalgo Banguero, Alcalde de Apartadó; doctor Guillermo Montoya, delegado del Gobernador de Antioquia; doctor Gabriel Ceballos, Director de Corpourabá; doctor Roberto Hoyos, presidente Augura; señoras y señores.

Buenos días. Me complace estar con ustedes hoy aquí en Apartadó. Me alegra tener la oportunidad de visitar la región de Urabá.

Tenemos una relación bilateral altamente desarrollada con Colombia. Nuestras dos economías maduras enfrentan muchos peligros similares y se unen para combatirlos. Me enorgullece el hecho de que los programas de asistencia estadounidense le han ayudado a la administración de Uribe a crear una Colombia en paz, con una democracia vibrante, en un camino de crecimiento económico sostenido.

Este año, por primera vez en la historia moderna colombiana, el Estado está presente en todos los municipios de Colombia. La Policía está presente en fuerza en estaciones reforzadas.

Por segundo año consecutivo la Fuerza Pública, con la ayuda de Estados Unidos, estableció un hito histórico para la erradicación e interdicción de drogas: un total de 300 toneladas en los últimos 12 meses no llegarán a los destinos de los narcotraficantes, al igual que los niveles históricos en los arrestos y la extradición de los que participan en o se benefician de la industria del tráfico ilícito de drogas.

En todo el país se puede sentir un incremento en la seguridad a nivel personal. La gente se siente más segura en sus hogares, en sus trabajos y en las carreteras. Este es el resultado de un respeto mayor, aunque aún imperfecto, por los derechos humanos, de un esfuerzo mayor por parte de la Fuerza Pública, y de una firme estrategia política de nunca más volver a negociar con grupos armados al margen de la ley desde una posición de debilidad.

La región de Urabá en particular se ha beneficiado de la atención que el Estado le ha prestado a la seguridad. Por ejemplo, en febrero de este año, la Policía Nacional restableció una presencia permanente en el municipio de Murindó que no contaba con la presencia del Estado desde que las FARC lo invadió en 1998. El cambio en Murindó es símbolico del cambio de Urabá en general. Las FARC y el ELN, quienes solían representar una grave amenaza para la seguridad física y económica de la región, huyen y se esconden en las montañas. Naturalmente no se han ido, pero están huyendo.

Las fuerzas de seguridad también combaten los esfuerzos insidiosos de los paramilitares para ejercer un control clandestino y establecer una influencia casi mafiosa en la economía de la región. Los paramilitares son terroristas y narcotraficantes al igual que las FARC; entonces, aunque combatan a las FARC, en el caso de los paramilitares, el enemigo de nuestro enemigo no es nuestro amigo. Respaldamos los esfuerzos del Estado para reducir la violencia paramilitar contra la población civil a través de las conversaciones de paz. Pero ese respaldo depende completamente de que los paramilitares cumplan a cabalidad con sus obligaciones de poner fin a la violencia y al narcotráfico, y que acepten la justicia, incluyendo el encarcelamiento de los culpables de delitos de lesa humanidad y la extradición para los que hayan quebrantado las leyes estadounidenses y lastimado a los ciudadanos estadounidenses.

La seguridad aporta libertad y oportunidad para los adelantos económicos, en Urabá y en el resto del país. La administración de Uribe ha optimizado los mecanismos del mercado libre y mejorado el clima para los inversionistas nacionales y extranjeros. Se han resuelto las principales diputas comerciales, existe una nueva confianza en los medios legales y reguladores para los negocios, y las perspectivas comerciales para un crecimi nto sostenido más estable son buenas.

La administración de Uribe también ha realizado reformas importantes: se aprobaron las reformas tributaria, laboral y de seguridad social y una segunda ronda de reformas está en camino. Estos cambios no son fáciles ni indoloros. Pero ayudan a balancear el presupuesto que está bajo una fuerte presión debido a la urgente necesidad de responder a la amenaza del narcoterrorismo y al mismo tiempo incrementar el empleo y asegurar los beneficios justos de los trabajadores colombianos.

Quizás la más novedosa de estas reformas ya está en marcha: Estados Unidos y Colombia, junto con Perú y Ecuador, trabajan por un acuerdo de libre comercio para principios de 2005. A diferencia de la ley de ATPDEA y otros acuerdos de ley de promoción comercial, un acuerdo de libre comercio asegura el acceso al mercado estadounidense sin vigencia, junto con los incentivos de inversión, incluyendo reducciones predecibles en las tasas arancelarias, mecanismos de resolución de disputas más certeros y un medio judicial más estable.

El libre comercio ofrece oportunidades para que los productores obtengan sus materias primas a precios más bajos y suban su posición en la curva tecnológica para lograr mayores ganancias, mayores ingresos, mayores oportunidades de avance para los trabajadores, y precios más bajos para los clientes. Aún más importante, crea nuevas empresas, generando más ganancias y empleo, y mejorando el nivel de vida de todos los colombianos.

La decisión de Estados Unidos para negociar un tratado de libre comercio con Colombia, Perú y Ecuador demuestra nuestro compromiso político. Una relación comercial bilateral, madura, desarrollada y en beneficio mutuo es una extensión lógica de ese compromiso.

Estados Unidos desea un tratado de libre comercio con Colombia y sus socios andinos, y firmaremos un acuerdo con quien esté listo. Colombia necesita evitar nuevas disputas comerciales o de inversión con inversionistas extranjeros que no estén siendo resueltas. Estados Unidos será flexible, pero este acuerdo debe ser consistente con los demás acuerdos de libre comercio que Estados Unidos ya firmó. Ya hemos negociado o estamos en el proceso de negociar tratados de libre comercio con el 90% de nuestros socios comerciales en las Américas. Las naciones que permanezcan fuera de este inmenso bloque comercial libre, para después decidir ingresar en él, enfrentarán grandes obstáculos.

Estados Unidos es el socio comercial más grande de Colombia. Recibimos el 44% de todas las exportaciones colombianas y proporcionamos casi el 40% de las importaciones de Colombia. Tan solo el año pasado nuestro comercio bilateral creció más de mil millones de dólares. Estas nuevas exportaciones significan empleos mejor pagados en nuestros dos países. El incremento en el comercio bajo la ley de ATPDEA es un ejemplo excelente de cómo el incremento comercial beneficia a ambas partes. Confío en que con la conclusión de un tratado de libre comercio, el comercio incrementará y generará aún más empleo en nuestros dos países.

El excelente equipo de negociadores de Colombia se ha desempeñado con habilidad en las cuatro rondas sobre acuerdos de libre comercio. Estamos donde deberíamos estar en este tipo de negociaciones: ambas partes han puesto sus cartas sobre la mesa y ahora empieza lo divertido. A algunos les preocupa dar demasiado o recibir muy poco. La mejor respuesta para estas personas es que no se preocupen. Ningún acuerdo será inicializado por los negociadores, ni firmado por sus gobiernos, ni aprobado por sus congresos, hasta que todos no estén convencidos de que es lo mejor para sus respectivos intereses.

Sé que hay cosas que preocupan en esta región. Como la principal región productora y exportadora de bananos en Colombia, muchos de ustedes saben de primera mano lo que se necesita para exportar productos con éxito. En la actualidad los bananos están exentos de aranceles en Estados Unidos, por lo que puede parecer que no está muy claro cómo es que los bananeros se beneficiarán de un TLC.


  • Primero, disfrutarán de inversiones más bajas para lograr que su producción sea más competitiva; sus bananos serán más baratos de producir.

  • Segundo, costos más bajos para todos los productos en Colombia crearán un mayor consumo de todos los productos, en especial bienes de consumo como los alimentos; más personas querrán sus bananos.

  • Tercero, una mayor inversión y seguridad judicial estimularán una nueva producción en las viejas industrias; mientras más dinero se mueva en forma productiva en Colombia, más personas querrán sus bananos.

  • Y cuarto, todas los puntos anteriores abrirán las puertas de la producción en las nuevas industrias; o sea que si se aburren de sembrar bananos, será más fácil producir otra cosa aquí en Urabá. Los programas de Estados Unidos ya están trabajando en la región para crear una silvicultura sostenible y preparar el camino para las futuras exportaciones de papaya de la región de Urabá.

    Y Naturalmente, para los que producen productos que enfrentan aranceles al ingresar a Estados Unidos, el acuerdo reducirá directamente sus costos y les permitirá bajar sus precios o incrementar sus márgenes de ganancia sobre las ventas estadounidenses.


  • Urabá es una región de mega-diversidad que se beneficiará de la inclusión en el tratado de libre comercio los temas ambientales. Los programas conjuntos que podrían resultar del acuerdo ayudarán a preservar la biodiversidad de la región.

    Estamos trabajando en ideas nuevas. A través de su Proyecto Colombia Forestal, el gobierno de Estados Unidos apoya la iniciativa de guardabosques del gobierno de Colombia y otras actividades de silvicultura en Urabá. Este programa innovador trabaja con las comunidades para mejorar las empresas, el manejo forestal, y los planes y operaciones de la agro-silvicultura. El programa está diseñado para establecer aproximadamente 500 hectáreas de bosques y desarrollar vínculos de mercados sostenibles para productos forestales, fortaleciendo así las economías locales y familiares, y ofreciendo nuevas fuentes de ingresos. Una característica importante del programa es su habilidad para movilizar las inversiones del sector privado en la producción y conservación de las actividades forestales. Este tipo de inversiones incrementa el impacto y estimulan la muy necesaria participación del sector privado que lleva a una sostenibilidad a largo plazo. Se estima que en Urabá el programa de desarrollo forestal beneficiará a más de 3.000 familias y generará inversiones financiadas cercanas a los tres millones de dólares.

    Algunos de los temas relevantes al tratado de libre comercio han provocado controversia, y quisiera discutirlos ahora:


    La propiedad intelectual

    Ante todo, éste es un tema que va mucho más allá del debate de las drogas y las compañías farmacéuticas. Los colombianos, con su ingenio y creatividad, son productores netos de la propiedad intelectual. Ustedes tienen artistas de talla mundial, desde García Márquez hasta Botero y Carlos Vives. Colombia también ha sido líder mundial en el campo de la medicina, en especial la cirugía láser de ojos. Ustedes necesitan proteger sus creaciones y conocimientos. Eso es lo que la protección de la propiedad intelectual les ofrecerá. Al enfocarnos solo en una área pequeña, nos perdemos la imagen principal.

    Respecto a los medicamentos, Estados Unidos no restringe el acceso a los medicamentos esenciales ni abusa de las formas tradicionales de conocimiento.

    Reconocemos los derechos de los países de la OMC a suministrar medicinas a su pueblo. Los medicamentos más eficientes contra las enfermedades que matan al mayor número de personas en los países en desarrollo, por lo general son los que ya no están bajo patente. Las patentes en los medicamentos nuevos son las que suministran los fondos y los incentivos para la investigación y el desarrollo, permitiendo a los científicos compartir información con otros científicos sin temor a perder los beneficios de sus descubrimientos.

    Sin las patentes, no estaríamos hablando sobre la distribución de nuevos medicamentos; no habría nuevos medicamentos.

    · La agricultura El tratado de libre comercio ofrecerá oportunidades a muchos productos agrícolas con los que Colombia tiene una ventaja comparativa, incluyendo frutas y hortalizas frescas. Esta región ya se ha beneficiado de la exportación de un producto sin aranceles: el banano. Urabá es una región fértil y otros productos que están siendo cultivados acá, como el cacao, o nuevas frutas y hortalizas, podrían aprovechar la expansión planeada de las instalaciones portuarias en Turbo para tener un acceso más rápido al mercado estadounidense. Con frecuencia esos productos emplean a más gente por hectárea que los cultivos tradicionales, como los granos. Esta región también es importante en ganadería, y al estar libre de AFTOSA, esta región podría contar con ventajas importantes para ingresar en el mercado estadounidense bajo un tratado de libre comercio.

    Estados Unidos busca limitar los subsidios y apoyos agrícolas a gran escala dentro de la OMC. A finales de 2003, presentamos una oferta agresiva para disminuir nuestros subsidios y apoyos a cambio de reducciones similares de otros miembros de la OMC. Robert Zoellick, representante comercial de EE.UU., pasó varias semanas este año viajando a varios países miembros de la OMC para reiniciar las negociaciones de Doha. Esperamos llegar muy pronto a un acuerdo que resuelva eficazmente el tema de los subsidios agrícolas.

    Pero hasta que no se encuentre una solución multilateral para que las reducciones beneficien a los consumidores en vez de a los productores no reformados, continuaremos respaldando nuestros programas agrícolas.


  • Una infraestructura competitiva. No es suficiente elaborar posiciones para las negociaciones de libre comercio. Colombia también debe prepararse para el día en que el acuerdo entre en vigencia.

  • La financiación, por ejemplo, especialmente para las pequeñas y medianas empresas, es más fácil de obtener en Estados Unidos que en Colombia. Esto es fácil de corregir y debe corregirse ahora. Colombia también debe mejorar la transparencia y la participación en sus mercados capitales para estimular la inversión en los bienes productivos de todos los tamaños. Colombia puede aprovechar sus comunidades locales e identificar las mejores empresas con las mejores posibilidades, que podrían ser merecedoras de una financiación.

  • La ampliación de la base imponible para fortalecer la macro-economía. Un segmento más grande del sector productivo de Estados Unidos participa en la base imponible, de forma más amplia, que en Colombia. En Colombia también existen beneficios tributarios para proteger los sectores tradicionales de la economía que crean un incentivo contra la innovación y la modernización.

  • El mito de los conflictos en la administración laboral debe ser resuelto. La disposición del sector privado de Estados Unidos para compartir las ganancias de la producción con todos los sectores que contribuyan a la producción ha creado un mercado estable y rentable para todos los accionistas estadounidenses.

  • Un acuerdo de libre comercio no es más que la codificación de la oportunidad.

    Las implicaciones de todo esto son inmensas. Los que madrugan pueden quedarse con las ganancias de las inversiones inteligentes en el país; ya estamos viendo algo de eso. Los inversionistas nacionales y extranjeros están invirtiendo dinero de nuevo en Colombia, demostrando que estas políticas están funcionado. La confianza del consumidor crece con mayor rapidez. Los colombianos demuestran que confían en su futuro invirtiendo en él. El resultado... un crecimiento robusto del PIB y el empleo.

    Estoy seguro que la estrecha relación bilateral que existe entre nuestros países continuará durante muchos años. Somos socios naturales no sólo en el comercio, sino también en los esfuerzos democráticos para combatir el narcoterrorismo. Comparto su optimismo por el futuro. Los sacrificios realizados hoy, y las oportunidades que se están generando, serán vistos en el futuro como un punto dramático para Colombia.

    Gracias.



    Apartadó, Urabá
    7 de octubre de 2004