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A pesar de los avances, el lupus sigue siendo un enemigo implacable

Por Amanda Gardner
Reportera de HealthDay

JUEVES 13 de mayo (HealthDayNews/HispaniCare) -- Las muertes causadas por lupus aumentaron en un 44 por ciento en los Estados Unidos entre 1998 y 2001, mientras que las hospitalizaciones se dispararon en un 128 por ciento.

Estos datos fueron la prolongación de un aumento de entre el 60 y el 70 por ciento de muertes entre 1979 y 1989 debido a esta enfermedad autoinmune e incurable, según los U.S. Centers for Disease Control and Prevention.

Y mientras los científicos continúan haciendo progresos cada vez mayores, el lupus sigue siendo una de las enfermedades más difíciles de diagnosticar y no ha habido avances en su tratamiento desde hace más de treinta años.

A pesar de este panorama tan desalentador, una conferencia realizada el miércoles en el marco del Congreso Internacional sobre el Lupus 2004 celebrado en Nueva York intentó arrojar algunas luces sobre los esfuerzos para tratar y manejar esta enfermedad.

El lupus es una enfermedad autoinmune que afecta principalmente a las mujeres entre 15 y 44 años de edad. Provoca ataques del sistema inmunológico a los órganos y tejidos del propio cuerpo, como articulaciones, riñones, corazón, pulmones, cerebro, sangre y piel. La enfermedad puede terminar ocasionando daños en los tejidos, insuficiencia de órganos, discapacidad e incluso la muerte.

Se estima que alrededor de 1.5 millones de estadounidenses padecen alguna variante de esta enfermedad. Las mujeres de raza negra tienen tres veces más posibilidades de adquirir la enfermedad que las mujeres de raza blanca; las mujeres hispanas y asiáticas también conforman un grupo de mayor riesgo.

Uno de los principales retos para el diagnóstico del lupus y su tratamiento ha sido la falta de "marcadores biológicos", o indicadores físicos, para determinar quién padece la enfermedad y cómo está progresando.

"Hay una necesidad urgente de marcadores biológicos", comentó el Dr. Joseph Ahearn, autor principal de uno de los estudios presentados durante la conferencia y codirector del Centro de Excelencia de Lupus de la Universidad de Pittsburgh. "Necesitamos métodos mejorados para diagnosticar el lupus y así poder estar seguros de que cuando estamos evaluando y tratando a los pacientes sepamos que es lupus y no alguna otra enfermedad".

Los síntomas del lupus puede ser parecidos a los de otras enfermedades y van desde moderados hasta mortales. Entre los síntomas se encuentran, entre otros, dolor en las articulaciones, fiebres frecuentes de más de 100 grados Fahrenheit (unos 38 grados centígrados), artritis, fatiga extrema o prolongada y supuraciones en la piel. Según la Lupus Foundation of America, en algunas fases, la enfermedad es asintomática pero de pronto los síntomas pueden recrudecerse.

Los médicos también necesitan exámenes de sangre para poder monitorear la actividad de la enfermedad, añadió Ahearn. "Sería bueno poder monitorear la actividad de la enfermedad con mayor precisión e incluso poder predecir la aparición de los síntomas, lo que nos permitiría administrar terapia institucional anticipadamente, prevenir hospitalizaciones y reducir el tiempo de aparición de los síntomas", dijo.

Los marcadores biológicos correctos también pueden ofrecer incentivos para que las empresas farmacéuticas puedan desarrollar medicamentos para tratar el lupus. Como están las cosas, los laboratorios farmacéuticos no tienen manera de saber si un medicamento en particular funciona, así que se han mostrado reacios a participar en pruebas clínicas, sostuvo Ahearn.

Ahearn y sus colegas de Pittsburgh han establecido que al medir fragmentos de dos proteínas diferentes se pueden obtener las pistas adecuadas para saber qué le está haciendo la enfermedad al cuerpo. Luego de revisar cientos de pacientes, descubrieron que los fragmentos se adhieren a los glóbulos rojos. "Los fragmentos no están sólo anormalmente elevados en los glóbulos rojos, sino que sus niveles fluctúan a medida que el nivel de las actividad de la enfermedad fluctúa", sostuvo Ahearn.

Los investigadores de Pittsburgh también encontraron los fragmentos en plaquetas, lo que significa que podrían estar relacionados con la coagulación. "Creemos que esta es una ruta muy prometedora", afirmó Ahearn, que indicó que el equipo está trabajando con la U.S. Food and Drug Administration para llevar a buen término esta investigación.

Otro estudio presentado el miércoles descubrió que el índice de derrames y ataques al corazón se eleva en mujeres que padecen de lupus. El origen étnico, sin embargo, no apareció como un factor de riesgo separado, señaló el Dr. Sergio M.A. Toloza de la Universidad de Alabama en Birmingham, coautor del estudio.

Un tercer estudió halló que los daños causados por el lupus, más que los daños causados por los esteroides que se utilizan para tratar la enfermedad, eran muy posiblemente los responsables de la baja densidad mineral ósea en las mujeres que padecen la enfermedad.

"Uno de los problemas ha sido distinguir qué parte de la pérdida de la densidad mineral ósea está relacionada con los corticoesteroides y qué parte con la enfermedad en sí", agregó el Dr. Chin Lee de la Universidad Northwestern, coautor del estudio. "Podemos mostrar que la tendencia a una densidad mineral ósea más baja parece estar relacionada con el daño causado por la enfermedad, independientemente de la exposición a los esteroides". Los investigadores dijeron que puede haber maneras de compensar este daño tan pronto como se haga el diagnóstico.

Por último, un estudio examinó una parte de la carga social del lupus. Edward Yelin, de la Universidad de California en San Francisco examinó a casi 900 pacientes de lupus y encontró que aunque el 71 por ciento se encontraba trabajando en el momento del diagnóstico, apenas el 46 por ciento seguía haciéndolo 12 años después, lo que significa una caída del 48 por ciento. Entre los que continuaron trabajando, hubo reducción en el número de horas trabajadas por semana y en el número de semanas trabajadas por año.

"La incapacidad laboral por lupus tiene lugar mucho antes en la vida y a tasas mucho más altas [que con otras enfermedades]", continuó Yelin. "Si usted adquiere una enfermedad como el lupus, deja de trabajar más pronto y también pierde su estabilidad financiera a largo plazo".

Además, debido a la gravedad de la enfermedad (los ataques fueron una de las principales razones de incapacidad para trabajar citadas), hubo pocas oportunidades para acomodar el ambiente de trabajo lo suficiente para permitirle a los pacientes continuar trabajando", dijo Yelin.

Más Información

Para saber más acerca del lupus, visite la Lupus Foundation of America o el National Women's Health Information Center.

(FUENTES: May 12, 2004, news conference, 2004 International Congress on Lupus, New York City, with Joseph Ahearn, M.D., co-director, Lupus Center of Excellence, University of Pittsburgh Schools of the Health Sciences; Sergio M.A. Toloza, M.D., the University of Alabama at Birmingham; Chin Lee, M.D., division of rheumatology, Northwestern University, Chicago; Edward Yelin, Ph.D., division of rheumatology and Institute for Health Policy Studies, University of California, San Francisco)

Derecho de Autor © 2004 ScoutNews, LLC. Todos los derechos reservados.


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