Soy Unica HomepageSoy Unica! Soy Latina!Soy Unica! Soy Latina!
English Translation ButtonSpanish Translation Buttonspacer
Saltar navegacion Busqueda
white circleTemas Interesantes
white circleInvitadas
white circleArtículos más Leídos
spacer
Contenido Principal
Versión imprimible Envía esta página Guardar esta página

Porque soy Mexicana…

Escrito por Reporterita Sonia Prusaitis

Sonia PrusaitisCuando me gradué de la secundaria y fui a la universidad conocí a una joven de Oregon que se llamaba Mia. Ella fue mi compañera de cuarto y era mitad Mexicana y mitad Anglo como yo. ¡Hablar con una persona tan parecida a mí fue muy divertido! Saltábamos de emoción cuando descubrimos que teníamos el mismo amor por las tortillas hechas en casa, o por mariachis, o cuando nuestras madres nos gritaban en español, lo cual quería decir que estaban muy enfadadas. ¡Fue maravilloso! Comparamos notas y nos dimos cuenta que tuvimos muchas experiencias similares en el colegio y mientras crecimos. Durante una de nuestras charlas, descubrimos que hubo un tiempo en el cual las dos encontramos muy difícil aceptar que éramos diferentes.

Aquí esta mi historia…

Todo comenzó una noche cuando estuve en el octavo grado. Mi mejor amiga Jen y yo estábamos hablando por teléfono. Acostada en mi cama en la oscuridad, me sentí como si fuera la perdedora más grande en todo mi colegio, o por lo menos la chica más fea ahí. Ninguno de los muchachos se interesó por mí. Con esa terrible idea que me estaba molestando, le pregunte a Jen porque ninguno de los chicos gustaba de mí. Después de una breve pausa me dijo la verdad. “Sonia, honestamente, no les gustas porque eres Mexicana.” Gracias a Dios que Jen no me podía ver en ese instante porque comencé a llorar. Ella me pudo haber acuchillado y eso me hubiera dolido menos.

Me tomó mucho tiempo para sobrepasar todo eso. O sea, ¿cómo pudiera? No le podía decir que estaba equivocada. No era porque fuese fea. Yo sabía eso. Todos los chicos pensaban que era popular, entonces sabía que no era porque tenía una mala personalidad. Jugaba deportes y era amiga de los chicos populares del colegio. El hecho de que era mexicana era el problema. No podía pensar de otra razón para la cual no les gustaba.

Bueno, mi madre es hispana y mi padre Norteamericano. Entonces, ¿qué era la cosa más lógica que yo pudiera hacer? Rechacé toda la herencia hispana que tenia en mi misma, y me adopte a la manera de vivir Norteamericana. Desde ese momento en adelante le corregí a todos aquellos que no se referían a mi como blanca, o por lo menos les dije que era mitad blanca. Nunca fui solo mexicana. Aunque fui a una escuela donde la mayoría era blanca había también algunos estudiantes que eran hispanos pero ninguno de ellos estuvo en el “grupo popular.” Fui la única que era un poco de “étnica” en el círculo popular y odiaba esto. Pero así eran las cosas y no iba a causar problemas en lo que llegó a ser un grupo social cómodo, admirado y privilegiado. Estaba feliz donde estaba.

Pero las cosas cambiaron cuando la otra gente y yo crecimos. Ahora cuando regreso de la Universidad y veo a la gente de preparatoria, casi todos han crecido y han salido del miedo de ser diferentes y ahora nos entendemos muy bien. Todavía soy amiga de algunas personas del colegio, los que me ayudaron con todo esto. Ellos no se dieron cuenta que era diferente, y si es que si nunca dijeron nada. Y en cuanto a Jen, todavía le veo de vez en cuando, es muy linda conmigo pero ya no somos amigas. Nunca logré decirle cuanto significo esa pequeña oración en toda mi vida, pero me imagino que no hubiera hecho una gran diferencia. Ya la perdoné hace mucho tiempo, y dejé que ella saliera ganando, pensando que ella no sabía lo que estaba diciendo o el dolor que me causó en ese entonces.

En cuanto a los jóvenes, me han contado historias de muchos de ellos, aunque han pasado muchos años que no les veo. Resulta que a algunos de ellos yo les gustaba pero, se sentían intimidados de hablar conmigo. Uno hasta dijo que lo que más le gustaban eran mis ojos exóticos; eso y el hecho de que no me parecía a ninguna de mis compañeras rubias. ¿Quién se lo hubiera imaginado?

Mia y yo estamos por terminar los estudios universitarios. Hemos sido compañeras de cuarto ya por 3 años y medio, y compartir el cuarto con ella es lo mejor que pudo haberme sucedido. En nuestro círculo de amigos hay gente de todas las nacionalidades. Disfrutamos nuestra diversidad y hacemos cenas tradicionales por lo menos 2 veces a la semana. De todo esto se desprende algo bien positivo; el hecho de que hemos aprendido a querernos y aceptarnos por lo que somos y porque ¡somos únicas!

Artículos Relacionados

Este artículo fue escrito por una jóven latina
y no representa la opinión de SAMHSA.

Celebraciones Sobre Nosotros Contacto Recursos Adultos premios

Por favor envía tus comentarios y sugerencias a
webmaster@soyunica.gov

Póliza de Privacidad | Accesibilidad

U.S. Department of Health and Human Services