Desde 1996, el gobierno ha estado añadiendo avanzadas características de seguridad a nuestro papel moneda, el primer cambio importante en el diseño desde 1928. Se han desarrollado avanzadas técnicas de copiado desde la amenaza de la falsificación. Impresoras de inyección de tinta, copiadoras a color y escáner son sólo algunas de las herramientas que emplean los criminales para crear billetes falsos.
El 5 de julio de 1865, se creó dentro del Departamento del Tesoro de Estados Unidos un Servicio Secreto con la única misión de combatir la falsificación de moneda. El Servicio Secreto tiene la exclusiva jurisdicción de las investigaciones relacionadas con la falsificación de obligaciones y títulos de valores de Estados Unidos, como son monedas y billetes, cheques del Tesoro, cupones de alimentos del Departamento de Agricultura y sellos postales. El Servicio Secreto continúa comprometido con la lucha contra la falsificación trabajando estrechamente con agencias locales, estatales y extranjeras de seguridad. Para cumplir con este trabajo, constantemente revisa las últimas tecnologías reprográficas y litográficas para adelantarse a los falsificadores. El Servicio Secreto colabora, por lo tanto, con la Oficina de Grabado e Impresión y el Sistema de la Reserva Federal para asegurar la integridad de nuestra moneda.
