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Huracán:
guía
preventiva
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Antes, un Poco de Historia |
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Acerca de los huracanes |
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Preparación para el huracán |
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Los huracanes y su salud y seguridad |
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Precauciones cuando regrese a su casa |
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Resumen |
Antes,
un Poco de Historia
Los huracanes Andrew e Iniki en 1992 y Hugo
en 1989 afectaron las vidas de miles de personas. Aunque no se puede hacer nada para
detener a los huracanes, hay medidas que usted puede tomar para conservar su salud y
seguridad durante y después de un huracán.
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Este folleto brinda información que le
ayudará a prepararse para, reaccionar a y recuperarse de los impactos de un huracán,
así como a conservar su salud física y mental después del vendaval.
Esta información
la provee el CDC mediante los departamentos de salud estatales y
locales. Contiene información general sobre la prevención de
enfermedades y lesiones. Sin embargo, algunas de las recomendaciones
variarán de un estado a otro. Por favor comuníquese con los
departamentos de salud de su localidad o estado, acerca de las
precauciones pertinentes o recomendaciones que son específicas para
las condiciones locales. |
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Desastres
ocasionados por huracanes
A medida que la
población sigue creciendo a lo largo de las zonas costeras
vulnerables a huracanes en los Estados Unidos, más y más personas
se enfrentan a los peligros potenciales que resultan de un huracán.
Hoy en día, aproximadamente 75 millones de personas viven dentro de
las 50 millas (80 kilómetros) consideradas de alto riesgo para
huracanes cerca de las costas.
Algunos
especialistas en el clima están preocupados de que la actividad de
los huracanes que afectan a las zonas costeras de Estados Unidos
podría estar aumentando debido a los cambios climáticos que están
ocurriendo ahora en África occidental. De 1940 a 1950 hubo cambios
climáticos similares. Durante ese período, hubo tres huracanes que
azotaron directamente el área metropolitana de Miami, uno en la
región de Tampa, uno cerca de Nueva Orleáns y uno en la costa del
Golfo de México en Texas.
El mayor desastre
natural en la historia de EE.UU. sucedió el 8 de septiembre de 1900
cuando un huracán azotó a Galveston, Texas, matando a más de
6,000 personas. Afortunadamente, a medida que han mejorado en este
siglo los pronósticos de huracanes, los planes de respuesta en caso
de emergencia, los procedimientos de evacuación y el entrenamiento
del personal de salud pública, la pérdida de vidas humanas se ha
reducido enormemente. En 1992, mientras que el Huracán Andrew
causó un estimado de 20 mil millones de dólares en pérdidas de
propiedades en Florida y Luisiana, el número de muertes humanas fue
41. La única forma de reducir la tragedia humana producida por un
huracán es prepararse adecuadamente.
Este folleto
brinda información para ayudarle a conservar su salud y seguridad,
y para prevenir lesiones en caso de que un huracán azote a su
región. |
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Acerca de los huracanes |
Los huracanes son tormentas fuertes que se
forman en el mar y tienen vientos con velocidades de 74 millas por hora (119
km/h) y más.
Los huracanes son detectados por satélites desde el momento en que comienzan a formarse y
por ello generalmente hay una advertencia 3 ó 4 días antes de que empiece la tormenta.
Un huracán cubre un área circular de entre 200 y 480 millas de diámetro (320 y 770 km.)
En la tormenta hay vientos fuertes y lluvias que rodean al "ojo" central, que
tiene unas 15 millas (24 km) de diámetro. Los vientos de un huracán a veces pueden
llegar a 200 millas por hora (320 km/h.) Sin embargo, el mayor daño a la vida y a la
propiedad no es resultado del viento, sino de la subida de las mareas y las crecidas
torrenciales.
Dada la fuerza destructora de un huracán,
nunca se debe ignorar una orden de evacuar. Muchas de las víctimas del Huracán Andrew
que ignoraron las órdenes de evacuar perdieron la vida o se dieron cuenta de que no
podían hacer nada para proteger sus bienes contra la tormenta.
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Preparación
para el huracán |
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Los
preparativos para un huracán deben comenzar mucho antes de que
éste se produzca. Si usted vive en una zona susceptible a
huracanes, puede prepararse con mucha anticipación para los
posibles peligros para su salud y seguridad de la siguiente manera:
enterándose
de los planes para casos de emergencia de su comunidad, las
señales de advertencia, las rutas para la evacuación y las
ubicaciones de los albergues de emergencia; y
tomando
un curso sobre primeros auxilios y resucitación cardiopulmonar
También debe
prepararse para una emergencia meteorológica tomando las siguientes
medidas:
-
identificar en la
casa los peligros potenciales que podrían presentarse durante un
huracán, tales como los que implican el gas, la electricidad,
sustancias químicas y daños estructurales;
-
instalar un detector
de humo y revisarlo mensualmente;
-
comprar un extintor
de incendios y asegurarse de que su familia sepa dónde encontrarlo y
cómo usarlo;
-
realizar un simulacro
de evacuación para un mínimo de dos salidas de su casa;
-
proporcionar
escaleras de escape para estructuras de varios pisos;
-
establecer un punto
donde su familia se reunirá en caso de incendio o si sucede un desastre
cuando la familia no está junta en casa;
-
dar a sus parientes y
amistades el nombre de una persona con quien comunicarse, que sabrá
dónde y cómo está usted;
-
saber dónde se
encuentran sus documentos importantes, tales como pólizas de seguro,
testamentos, licencias, acciones bursátiles, etc.;
-
enseñar a la familia
cómo desconectar la tubería principal del gas y el agua y el conductor
principal de la electricidad;
-
poner números de
teléfono para emergencia en cada teléfono;
informar a
las autoridades locales acerca de necesidades especiales que
tenga; por ejemplo, personas postradas en cama o incapacitadas;
y
desechar
debidamente todas las sustancias químicas, pesticidas y
disolventes que no se usan.
Usted debe abastecer
su casa con provisiones que sean necesarias durante el período de la
emergencia. Estas provisiones deben incluir:
-
varios recipientes
limpios para agua, lo suficientemente grandes para tener un
abastecimiento de agua para 3 a 5 días (aproximadamente cinco galones o
19 litros por persona);
-
un abastecimiento de
alimentos no perecederos para 3-5 días;
un
botiquín y manual de primeros auxilios;
una radio
de pilas, linternas de pilas y pilas adicionales;
sacos de
dormir o mantas adicionales;
un buen
abastecimiento de cucharas, tenedores, cuchillos, tazas, platos,
etc., irrompibles;
suministros
para purificar el agua, tales como tabletas de cloro o yodo o
lejía de cloro casera común, inodora;
medicamentos
dispensados por receta y necesidades médicas especiales;
comida para
bebés y/o fórmula preparada, pañales y otras provisiones para
bebés;
paños de
limpieza desechables, tales como toallitas húmedas para bebés
que usaría toda la familia en caso de que no hubiera
instalaciones para bañarse;
un inodoro
portátil y papel higiénico;
suministros
para la higiene personal, tales como jabón, pasta dental,
toallas higiénicas, etc.;
fuentes
alternas para calentar y cocinar, tales como un calentador de
keroseno y una estufa para acampar -- úselos solamente en
lugares bien ventilados;
palas y
herramientas de mano;
velas y
fósforos;
un mapa, un
cubo y toallas;
uno o más
rollos de láminas de plástico, una pistola grapadora con
grapas y cinta adhesiva para conductos;
bolsas
plásticas de basura con ataduras;
un estuche
de emergencia para su auto con alimentos, bengalas, cables de
batería, mapas, herramientas, un botiquín de primeros
auxilios, un extintor de incendios, sacos para dormir, etc.;
una radio
de banda ciudadana (en inglés CB) o un teléfono celular, si es
posible;
juegos y
juguetes predilectos, etc.;
dinero
extra;
comida para
los animales domésticos;
repelente
de insectos; y
botas de
caucho/guantes de caucho.
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Antes
de la tormenta |
El Servicio
Meteorológico Nacional expedirá un aviso de alerta de huracán cuando
haya condiciones de huracán que amenacen a las zonas costeras en 24-36
horas. Cuando se expida el aviso de alerta de huracán usted debe:
-
PREPARARSE PARA
SEGUIR LAS INSTRUCCIONES DE EVACUACIÓN;
-
llenar el tanque de
combustible de su auto;
-
si no tiene
vehículo, concertar arreglos de transporte con amistades o familiares;
-
llenar sus
recipientes de agua limpia;
-
repasar sus planes y
abastecimientos de emergencia, revisando si hacen falta artículos;
-
sintonizar la radio o
televisión para oír los boletines meteorológicos;
-
estar atento a las
sirenas de desastres y señales de alerta;
-
si tiene que evacuar
su casa, empaque solamente lo esencial, tal como ropa, ropa de cama,
alimentos, agua, medicinas, necesidades del bebé, documentos esenciales
para la familia y dinero extra;
-
afuera, sujete todo
lo que pudiera causar daños a la propiedad durante la tormenta, como
bicicletas, parrillas, tanques de gas propano, etc.;
-
si es posible, cubra
las ventanas y las puertas con madera contrachapada o tablas. De no ser
posible, coloque tiras grandes de cinta adhesiva en los cristales de las
ventanas para reducir el riesgo de roturas y vidrios lanzados al aire;
-
si es posible, lleve
al ganado y a los animales domésticos a un lugar seguro. Debido a los
requisitos de alimentos y sanidad, los albergues de emergencia no pueden
aceptar animales;
-
si es posible coloque
los vehículos bajo cubierta;
-
ponga el termostato
de los refrigeradores y congeladores a la temperatura más baja posible.
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Evacuación |
Anticipe la necesidad
de evacuar y prepárese para ello. Lo más probable es que las
autoridades le ordenen irse si usted se encuentra en una zona baja o
dentro de la vía de paso de la tormenta. El Servicio Meteorológico
Nacional expedirá un aviso de alerta de huracán cuando se anticipen
condiciones de huracán en una zona costera determinada dentro de las 24
horas o menos. Si se da un aviso de alerta de huracán para su zona o si
las autoridades le ordenan evacuar la zona:
-
lleve consigo sólo
lo esencial;
-
deje a los animales
domésticos adentro, en un lugar seguro, y cubierto con mucha comida y
agua;
-
si tiene tiempo,
desconecte el gas, la electricidad y el agua;
-
desconecte los
aparatos eléctricos para reducir la probabilidad de choque eléctrico
cuando se restaure la energía;
-
cerciórese de que
esté listo el estuche de emergencia de su auto;
-
siga las rutas de
evacuación señaladas -- es posible que las otras estén bloqueadas --
y prepárese ante la posibilidad de mucho tráfico; y
-
escuche la radio para
oír boletines de emergencia.
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Durante
la tormenta |
Para pasar la
tormenta de la forma menos peligrosa posible:
-
si es posible escuche
la radio o la televisión para oír las condiciones meteorológicas;
-
quédese adentro
hasta que las autoridades declaren que terminó la tormenta;
-
no salga, inclusive
si todo parece haberse calmado -- el "ojo" de la tormenta
podría pasar rápidamente, dejándole a usted afuera cuando se reanuden
los vientos fuertes;
-
sepa que posiblemente
no habrá electricidad, gas o agua;
-
aléjese de las
ventanas y puertas exteriores, y busque albergue en un baño o sótano.
Las tinas de baño proveen cierta protección si usted se cubre con
madera contrachapada u otros materiales;
-
prepárese para salir
a buscar refugio a un albergue o a la casa de un vecino si su casa sufre
danos o si se lo ordena el personal de emergencia; y
-
si se queda sin
energía eléctrica, coma primero los alimentos perecederos.
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Los
huracanes y su salud y seguridad |
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La gran mayoría de
las lesiones durante un huracán son cortaduras causadas por vidrio
lanzado al aire u otros escombros. Las otras lesiones incluyen heridas
punzantes causadas por clavos, metal o vidrios expuestos, y huesos
fracturados.
Los departamentos de
salud municipales o estatales emitirán anuncios de precaución
sobre la salud o recomendaciones específicas para las condiciones
locales. Si tiene alguna duda comuníquese con el departamento de salud
de su localidad o estado.
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Calidad
del agua |
Los huracanes,
especialmente si están acompañados por subidas de mareas o
inundaciones, pueden contaminar el abastecimiento de agua potable. El
beber agua contaminada podría causar enfermedades. No debe suponer que
no hay peligro al beber el agua de la zona afectada por el huracán.
Es posible que en la
zona azotada por el huracán las plantas de tratamiento de agua no
estén funcionando, e inclusive si lo están, los daños de la tormenta
y la inundación pueden contaminar las tuberías del acueducto. Escuche
los avisos públicos acerca de la seguridad del abastecimiento del agua
municipal.
Si su pozo está
inundado, después de que pase la tormenta y bajen las aguas de la
inundación habrá que hacer pruebas de calidad del agua y
desinfectarla. Las preguntas referentes a las pruebas se deben remitir a
los departamentos de salud de su localidad o estado. En las páginas 7 y
8 de este folleto hay información sobre la desinfección de pozos.
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Agua
para beber y cocinar |
El agua que se puede
beber sin peligro incluye la embotellada, hervida o tratada. El
departamento de salud de su estado o localidad podrá hacer
recomendaciones específicas para hervir o tratar el agua potable en su
zona. A continuación presentamos algunas reglas generales referentes al
agua para beber y cocinar: Recuerde:
-
no use agua
contaminada para lavar platos, cepillarse los dientes, lavar y preparar
alimentos ni hacer hielo.
-
si usa agua
embotellada, sepa de dónde proviene. De no saberlo, el agua se debe
hervir o tratar antes de consumirla. Hasta que no se haya analizado y
declarado seguro su abastecimiento, beba solamente agua embotellada,
hervida o tratada.
-
el hervir el agua
mata las bacterias dañinas y los parásitos. Si se deja hervir el agua
por 1 minuto, se mata a la mayoría de los organismos.
-
el agua se puede
tratar con tabletas de cloro o yodo, o mezclando seis gotas (1/8 de
cucharadita) de cloro común (5.25 por ciento de hipoclorito sódico),
por galón de agua. Mezcle bien la solución y déjela reposar durante
aproximadamente 30 minutos. Sin embargo, este tratamiento no matará a
los parásitos.
Antes de volverlos a
usar, los recipientes de agua se deben enjuagar con una solución de
cloro. Use con precaución los tanques de agua y otros tipos de
recipientes. Por ejemplo, los tanques de los camiones de bomberos, así
como las latas o frascos utilizados antes podrían estar contaminados
con microbios o sustancias químicas. Para desinfectar el agua no
confíe en métodos no comprobados.
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Desinfección
de pozos |
Si
usted sospecha que su pozo de agua está contaminado, comuníquese
con el departamento de salud o agencia de extensión agrícola de su
localidad o estado para pedir consejos específicos. A continuación
presentamos algunas instrucciones generales para la desinfección de
pozos. |
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Para
desinfectar pozos barrenados o excavados |
Use la Tabla 1 para calcular
cuánto cloro (líquido o en granos) debe usar.
Para determinar la cantidad
precisa que debe usar, multiplique la cantidad de desinfectante necesaria por la
profundidad del pozo (de acuerdo con el diámetro del pozo.) Por ejemplo, un pozo de 5
pies de diámetro necesita 4-1/2 tazas de cloro por pie de agua. Si el pozo tiene 30 pies
de profundidad, multiplique 4-1/2 por 30 para así determinar la cantidad total de tazas
de cloro necesario (4-1/2 X 30 = 135 tazas.) En cada galón de cloro líquido hay
dieciséis tazas.
Agregue esta cantidad total
de desinfectante a aproximadamente 10 galones de agua. Rocíe la mezcla por la pared
interior del pozo. Asegúrese de que la solución desinfectante haga contacto con todas
las partes del pozo.
Selle la parte superior del
pozo.
Abra todos los grifos y
bombee agua hasta que en cada grifo se sienta el fuerte olor a cloro. Entonces detenga la
bomba y deje que la solución quede en el pozo toda la noche.
Al día siguiente, haga
funcionar la bomba abriendo todos los grifos, dejándolos así hasta que desaparezca el
olor a cloro. Baje la corriente de agua de los grifos o instalaciones que descargan a los
sistemas sépticos para evitar la sobrecarga del sistema de desecho.
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Tabla 1. Cloro para un pozo barrenado o excavado |
Diámetro del
pozo (en pies) |
Cantidad de cloro común al
5.25% por pie de agua |
Cantidad de granos de cloro
al 70% por pie de agua |
3 |
1 1/2 tazas |
1 onza |
4 |
3 tazas |
2 onzas |
5 |
41/2 tazas |
3 onzas |
6 |
6 tazas |
4 onzas |
7 |
9 tazas |
6 onzas |
8 |
12 tazas |
8 onzas |
10 |
18 tazas |
12 onzas |
Fuente: Departamento de
Salud Pública de Illinois. Las recomendaciones variarán de un estado a otro. |
Para
desinfectar pozos perforados |
Determine la cantidad de
agua que hay en el pozo multiplicando los galones por pie por la profundidad del pozo en
pies. Por ejemplo, un pozo con 6 pulgadas de diámetro contiene 1.5 galones de agua por
pie. Si el pozo tiene 120 pies de profundidad, multiplique 1.5 por 120 (1.5 X 120 = 180.)
Por cada 100 galones de agua
que haya en el pozo, use la cantidad de cloro (líquido o en granos) indicada en la Tabla
2. Mezcle la cantidad total de líquido o granos con aproximadamente 10 galones de agua.
Eche la solución en la
parte superior del pozo antes de instalar el sello.
Conecte una manguera desde
un grifo en el tanque de presión hasta la parte superior del entubado del pozo. Active la
bomba. Rocíe el agua dentro del pozo y lave los lados del entubado durante un mínimo de
15 minutos.
Abra todos los grifos del
sistema y deje correr el agua hasta que se pueda detectar el olor a cloro. Entonces cierre
todos los grifos y selle la parte superior del pozo.
Déjelo reposar durante
varias horas, preferiblemente toda la noche.
Después de haber dejado
reposar el agua, active la bomba abriendo todos los grifos, continuando hasta que
desaparezca todo el olor a cloro. Baje la corriente de agua de los grifos o instalaciones
que descargan a los sistemas sépticos para evitar la sobrecarga del sistema de desecho.
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Tabla 2. Cloro para un pozo perforado |
Diámetro del pozo
(en pulgadas) |
Galones por
pie de agua |
3 |
0.37 |
4 |
0.65 |
5 |
1.0 |
6 |
1.5 |
8 |
2.6 |
10 |
4.1 |
12 |
6.0 |
Cantidad de desinfectante necesaria por cada 100 galones de agua: |
Cloro común (5.25% de cloro) |
3 tazas * |
Granos de hipoclorito (70% de cloro) |
2 onzas** |
*1 taza = taza para medir, de
8 onzas
**1 onza = 2 cucharadas llenas al máximo de granos Fuente: Departamento de Salud Pública de Illinois.
Las recomendaciones variarán de un estado a otro. |
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Seguridad de los alimentos
No coma alimentos que puedan haber tenido
contacto con las aguas de la inundación. Deseche todo alimento que no esté en un
recipiente hermético si existe cualquier posibilidad de que haya tenido contacto con las
aguas de la inundación. Los alimentos comercialmente enlatados que estén intactos se
pueden conservar si usted les quita las etiquetas, lava muy bien las latas y luego las
desinfecta con una solución que consiste de una taza de cloro en cinco galones de agua.
Con un marcador, escriba lo que contienen las latas, inclusive con la fecha de
expiración. Los recipientes de alimentos con tapas enroscables, tapas
arrancables, tapas
enroscables endentadas (botellas de refrescos), tapas que se tuercen al abrirlas, tapas
con sellos que saltan y los alimentos conservados en casa se deben desechar si han tenido
contacto con las aguas de la inundación ya que no se les puede desinfectar. Para los
bebés use solamente la leche enlatada que se vende preparada y que no necesita agua. No
use leche en polvo preparada con agua tratada.
Alimentos congelados y refrigerados
Si su refrigerador o congelador se quedara
sin energía durante un tiempo largo:
pida a sus amigos que le
guarden los alimentos congelados en sus congeladores, si es que ellos tienen electricidad;
busque espacio en los
congeladores de una tienda, iglesia, escuela o en un congelador comercial que cuente con
el servicio eléctrico;
use hielo seco, de haberlo.
Veinticinco libras de hielo seco mantendrán a un congelador de 10 pies cúbicos por
debajo de la temperatura de congelación durante 3-4 días. (Tenga cuidado al manipular el
hielo seco ya que congela todo lo que toca. Para evitar lesiones use guantes secos y
gruesos.)
Si no se le abre, su refrigerador
mantendrá fríos los alimentos durante aproximadamente cuatro horas. Si no va a haber
electricidad por más de cuatro horas, agregue a su refrigerador hielo en bloque o hielo
seco.
Los alimentos descongelados por lo general
se pueden comer o volver a congelar si aún están "tan fríos como en el
refrigerador" o si aún contienen cristales de hielo. Para mayor seguridad, no
olvide: "si hay duda, deseche". Deseche todo alimento que haya estado a la
temperatura ambiente por dos horas o más, así como todo alimento que tenga un olor,
color o textura fuera de lo normal.
Sanidad e higiene
Es muy importante que usted recuerde las
reglas de higiene básica durante el período de la emergencia. Siempre lávese las manos
con jabón y agua que haya sido hervida o desinfectada:
antes de preparar o comer
alimentos;
después de usar el inodoro;
después de participar en
actividades de limpieza de la inundación; y
después de tocar artículos
contaminados con aguas de la inundación o aguas del alcantarillado.
Si junto con el huracán hubo inundaciones
es posible que las aguas de la inundación contengan materia fecal de los sistemas de
aguas residuales desbordados, así como subproductos agrícolas e industriales. Aunque el
contacto que la piel tenga con las aguas de la inundación no presenta un riesgo grave
para la salud, sí hay cierto riesgo de enfermedad al comer o beber cualquier cosa
contaminada con las aguas de la inundación. Si tiene cortaduras o llagas abiertas que
estarán expuestas a las aguas de la inundación, manténgalas lo más limpias posible,
lavándolas bien con jabón para así controlar infecciones. Si una herida presenta
enrojecimiento, inflamación o supuración, busque atención médica inmediatamente.
No deje que los niños jueguen en lugares
donde haya aguas de la inundación, lave frecuentemente las manos de los niños (siempre
antes de comer), y no deje que los niños jueguen con juguetes contaminados por aguas de
la inundación, que no hayan sido desinfectados. Puede desinfectar los juguetes con una
solución de una taza de cloro en cinco galones de agua.
Vacunas
Después de un huracán no son comunes las
epidemias de enfermedades transmisibles. Sin embargo, la incidencia de enfermedades
existentes podría aumentar debido a la sanidad inadecuada o al hacinamiento en los
albergues. Por lo general el aumento de las enfermedades infecciosas después del huracán
no es un problema serio, y por ello no son necesarios los programas de vacunación masiva.
Si sufre heridas, se le debe evaluar en
cuanto a una vacuna contra tétanos, tal como se haría en cualquier otra ocasión. Si
sufre una herida punzante o una herida contaminada con materia fecal, suciedad o saliva,
pida a un médico o alguien del departamento de salud que determine si necesita reforzar
la vacuna contra el tétanos, en base a su expediente.
Las recomendaciones específicas para las
vacunas se deben hacer caso por caso, o conforme las determinen los departamentos de salud
de la localidad y del estado.
Mosquitos
Las lluvias e inundaciones en la zona del
huracán provocarán en un aumento de mosquitos. Los mosquitos tienen su mayor actividad
cuando sale y se pone el sol. La mayoría de estos mosquitos serán una molestia, pero no
transmitirán enfermedades. Las autoridades de salud locales, estatales y federales
trabajarán activamente para controlar la propagación de las enfermedades transmitidas
por los mosquitos.
Para protegerse contra los mosquitos, use
redes metálicas en las ventanas de su residencia y use pantalones y camisas de manga
larga. Los repelentes de insectos que contienen DEET (n, n-diethyl-m-toluamide) son
sumamente eficaces. Antes de usar DEET no olvide leer todas las instrucciones. Se debe
tener cuidado cuando se usa DEET cerca de niños pequeños. Los productos que contienen
DEET se pueden obtener en las tiendas y mediante los departamentos de salud locales y
estatales.
Para controlar el aumento en el número de
mosquitos, vacíe toda el agua estancada que quede en los recipientes cerca de su casa.
Salud mental
Los días y las semanas después del
huracán van a ser difíciles. Además de pensar en su salud física, tendrá que tomarse
el tiempo para pensar en su salud mental. Es normal que sufra un poco de insomnio,
ansiedad, ira, hiperactividad, depresión leve o letargo y que muy posiblemente
desaparecerán con el tiempo. Si siente de forma aguda cualquiera de estos síntomas,
trate de conseguir ayuda profesional. No olvide que antes, durante y después de la
tormenta los niños necesitan una atención especial. Para mantenerles su sentido de
seguridad, antes de que llegue la tormenta asegúrese de que tengan a mano su juguete
predilecto. Los departamentos de salud de su estado y su localidad le ayudarán a buscar
los recursos locales que necesite, inclusive hospitales o proveedores de servicios de
salud.
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Precauciones cuando regrese a su casa |
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Si su zona está bajo toque de queda, tome
tiempo extra para viajar hasta y desde su casa. Aunque no es común, también podría
aumentar el crimen después de un huracán. Si su zona está bajo ley marcial, obedezca
todas las órdenes de las autoridades, pues estarán armadas.
No sólo durante el huracán sino también
durante el periodo de limpieza usted puede resultar lesionado. Para evitarlo, use el
sentido común y vístase adecuadamente, lo que incluye pantalones y camisas de mangas
largas, así como zapatos o botas de seguridad.
Cuando regrese a su casa después de un
huracán:
averigüe si las autoridades
han declarado la zona fuera de peligro;
al conducir, tenga cuidado
con los escombros en la carretera;
regrese a su punto de
reunión predeterminado y/o comuníquese con la persona preestablecida como contacto que
se encuentra fuera del área. Asegúrese de que estén todos los miembros de la familia y
avise a otras personas de su situación;
antes de regresar a su
hogar, asegúrese de que el interruptor eléctrico maestro de su casa esté apagado;
tenga cuidado al entrar en
una estructura que haya sufrido daños;
si sospecha que hay un
escape de gas, aléjese inmediatamente y avise a la compañía de gas;
si es posible, antes de
abrir el agua o usar el inodoro escuche la radio o comuníquese con las autoridades para
saber si la tubería del alcantarillado está intacta;
avise a las autoridades
apropiadas si hay daños en los servicios públicos;
constantemente escuche en la
radio o televisión los informes de emergencia de última hora.
Inspección de los daños
Al regresar a las viviendas evacuadas,
tenga cuidado con los posibles peligros estructurales, eléctricos o de fugas de gas. A
fin de evitar incendios, electrocuciones o explosiones se deben desconectar la energía y
los tanques de gas natural o gas propano. Trate de regresar a su casa durante el día para
así no tener que prender las luces. En vez de velas, lámparas de gasolina o antorchas
use linternas y lámparas de pilas.
Escapes de gas
Si huele gas o si sospecha que hay algún
escape, cierre la válvula maestra del gas, abra todas las ventanas y salga de la casa
inmediatamente. Avise a la compañía de gas o al departamento de policía o de bomberos o
a la oficina del Inspector de Incendios del Estado y no apague las luces ni haga nada que
pueda crear una chispa. No regrese a la casa hasta que le digan que no hay peligro.
Daños eléctricos
También es posible que se le haya dañado
el sistema eléctrico. Si ve cables raídos o chispas, o si hay olor a quemado sin que
haya un incendio visible, debe desconectar inmediatamente el sistema eléctrico en el
cortacircuitos principal.
Debe consultar con la compañía de
energía en cuanto al uso de equipos eléctricos, inclusive los generadores de potencia.
Tenga en cuenta que es ilegal y una violación a los códigos de electricidad conectar
generadores a los circuitos eléctricos de su casa sin los dispositivos de interrupción
automática aprobados. Si el generador está en línea cuando se restaura el servicio de
electricidad, puede haber gran peligro de incendio. Además, la conexión inapropiada del
generador a los circuitos eléctricos de su casa podría poner en peligro a los
trabajadores que están en las líneas ayudando a restaurar la energía en su zona.
Antes de volver a poner en funcionamiento
todos los equipos y aparatos eléctricos éstos deben estar completamente secos. Si hay
alguna duda, es aconsejable que un electricista profesional revise estos aparatos.
POR FAVOR TENGA EN CUENTA: en los
huracanes recientes hubo varias muertes debidas a incendios. En muchos de los casos los
incendios fueron causados por el uso inadecuado de velas para iluminar viviendas que no
tenían energía eléctrica. Si es posible, en vez de velas use linternas de pilas. Si usa
velas, asegúrese de que estén dentro de porta-velas que no presenten peligro y alejadas
de cortinas, papel, madera y otros objetos inflamables. Nunca deje una vela prendida
cuando salga de una habitación.
Otras medidas para prevenir lesiones
Para evitar lesiones relacionadas con los
huracanes, usted debe:
conocer los debidos
procedimientos de seguridad y las instrucciones de operación antes de hacer funcionar una
sierra de gasolina o eléctrica;
si usa una sierra
eléctrica, tenga sumo cuidado para evitar un choque eléctrico;
al usar equipos
automáticos, use siempre una máscara o gafas de seguridad, y guantes;
aléjese de las líneas de
energía caídas, especialmente las que estén dentro del agua.
evite caminar en el agua ya
que es posible que contenga vidrios rotos, fragmentos de metal u otros escombros; y
al remover las tablas que
cubren las ventanas tenga cuidado con los clavos y los vidrios rotos.
Si necesita mayor información sobre la
seguridad, comuníquese con el departamento de salud o compañía de servicio público de
su localidad.
Limpieza
Cuando haya establecido que en su casa no
hay peligros estructurales, eléctricos ni relacionados con el gas, seque y desinfecte
todo lo que haya dentro de la casa para prevenir el moho y los hongos.
Las paredes, los pisos y muchas otras
superficies de la casa se deben limpiar con agua y jabón y desinfectar con una solución
de 1 taza de cloro por cada cinco galones de agua. Tenga sumo cuidado en desinfectar muy
bien las superficies que puedan tener contacto con alimentos, tales como la parte superior
de los mostradores, los anaqueles de la despensa, los refrigeradores, etc. También se
deben limpiar con cuidado los lugares donde juegan los niños pequeños. Lave con agua
caliente toda su ropa y las telas para la cama. Los artículos que no se pueden lavar,
como colchones y muebles tapizados, deben ser secados al aire bajo el Sol y rociados
completamente con un desinfectante. Limpie a vapor todo el alfombrado. Si ha habido un
retroceso de aguas negras dentro de la casa, use botas y guantes de goma impermeables
cuando haga la limpieza. Saque y deseche todos los materiales caseros contaminados que no
se puedan desinfectar, como el empapelado, telas, tapetes y las paredes de yeso
prefabricadas.
Otros peligros
Líneas de energía caídas
Si hay líneas de energía en el suelo o si
cuelgan cerca del suelo, no las toque. Avise lo antes posible a la compañía de
electricidad que las líneas sufrieron daños o que están caídas. No intente mover ni
reparar las líneas de energía.
No maneje en agua estancada si en el agua
hay líneas de energía caídas. Si una línea de energía cae cerca del auto mientras
usted maneja, siga manejando apartándose de la línea. Si el motor se para, no apague el
auto. Quédese en el auto y espere a que llegue el personal de emergencia. No permita que
se acerque al vehículo nadie que no sea personal de emergencia.
Animales
Durante o después de un huracán podrían
ser peligrosos los animales salvajes o perdidos. No olvide, la mayoría de los animales
también están desorientados y desplazados. No arrincone a un animal. Si hay que remover
a un animal, comuníquese con las autoridades locales de control de animales.
Si le muerde un animal, procure atención
médica inmediatamente. Si le muerde una serpiente, primero trate de identificar con
precisión el tipo de serpiente para que así, si es venenosa, se pueda administrar el
antídoto correcto. No corte la herida ni intente chupar el veneno.
Es posible que ciertos animales tengan
rabia. Aunque el virus es poco común, se debe tener cuidado y evitar el contacto con
animales perdidos y roedores. Los departamentos de salud podrán darle información acerca
de los tipos de animales salvajes que tienen rabia en su zona.
Durante y después de un huracán las ratas
podrían ser un problema. Asegúrese de proteger todos los alimentos y de remover los
restos de animales muertos que haya en la vecindad, comunicándose con las autoridades
locales de control de animales.
Ahogos
Aunque los vientos del huracán pueden
causar daños enormes, no es el viento lo que más muertes causa. Nueve de cada diez
fatalidades son personas ahogadas en aguas que se mueven con rapidez. Las personas que se
adentran en las aguas en movimiento dentro de sus autos o que abordan botes en lagos o
bahías cuando el huracán azota esa zona, corren gran riesgo de ahogarse,
independientemente de su habilidad para nadar. Inclusive el agua poco profunda que fluye
con rapidez puede ser fatal. Ni los automóviles ni otros vehículos brindan protección
adecuada. Los autos pueden ser arrastrados o averiarse en el agua en movimiento. Esté
alerta y obedezca las advertencias de peligro en los caminos y las emitidas por los medios
noticiosos. Para obtener información actualizada acerca de vías que no presentan
peligro, comuníquese con los departamentos de policía y obras públicas.
Peligros químicos
Tenga en cuenta los posibles peligros
químicos que podría encontrar al regresar a su casa, especialmente si el huracán estuvo
acompañado de inundaciones. Es posible que las aguas de inundación y los fuertes vientos
hayan movido o enterrado recipientes de químicos peligrosos como disolventes u otros
químicos industriales. Comuníquese con el departamento de bomberos de la localidad en
cuanto a la inspección y remoción de recipientes de químicos peligrosos. Evite inhalar
vapores químicos.
Si descubre tanques de gas propano (ya sea
tanques de 20 libras de una parrilla de gas o tanques de gas propano-doméstico) no
intente moverlos por su cuenta. Presentan un peligro de incendio y explosión muy real y,
si encuentra alguno, comuníquese inmediatamente con el departamento de policía o de
bomberos de su localidad o con el Inspector de Incendios del Estado.
Es posible que las baterías de los autos,
inclusive las que están bajo el agua, aún tengan una carga eléctrica y se deben remover
con suma precaución usando guantes aislantes. Evite hacer contacto con cualquier ácido
que se haya derramado de una batería de auto dañada.
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Resumen |
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Los huracanes son tormentas fuertes que se
forman en el mar y consisten de vientos fuertes y lluvias. Puesto que la tecnología
moderna nos permite detectar el avance del huracán, las comunidades que se encuentran en
la ruta del huracán por lo general serán alertadas en cuanto a la potencia del mismo.
Dada la fuerza de un huracán determinado, es posible que haya que evacuar la zona. Al
tomar ciertas precauciones básicas, usted estará preparado y listo para ayudar a
prevenir muchas lesiones, así como la posibilidad de algunas enfermedades.
Antes del huracán, conozca los
procedimientos de emergencia establecidos por su comunidad y prepare un plan de acción
para su familia. Tenga a mano suministros de emergencia tales como alimentos, agua y
radios y linternas de pilas. Si las autoridades dan la orden de evacuar, siga la ruta que
sugieren.
Después de la tormenta escuche los avisos
públicos referentes a la seguridad de su vecindario y regrese solamente cuando se
considere que la zona está fuera de peligro. Aléjese de los cables de energía caídos y
avise a las compañías apropiadas en cuanto a problemas con los servicios públicos.
Esté alerta a los posibles peligros estructurales, eléctricos o de escapes de gas.
Si el agua potable está contaminada, trate
el agua antes de usarla. Deseche los alimentos que hayan tenido contacto con el agua
contaminada. No olvide la regla general para los alimentos: "si hay duda,
deseche".
Las semanas después del huracán serán
física y emocionalmente agotadoras. Para controlar el estrés, descanse frecuentemente
durante la limpieza y descanse cuanto le sea posible. Aunque es normal que padezca algo de
insomnio, ansiedad, ira, hiperactividad, depresión leve o letargo, los síntomas muy
intensos o prolongados deben ser evaluados por un profesional de salud mental.
Además de la información brindada en este
folleto, es posible que los departamentos de salud locales o estatales o las agencias de
control de emergencias hagan advertencias específicas para su localidad. Si desea mayor
información, comuníquese con los departamentos de salud de su localidad o estado.
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