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Servicio noticioso desde Washington

29 de abril de 2004

Mejor cooperación de algunos estados contra terrorismo

(Sección del informe relativa al terrorismo patrocinado por los estados)

Libia y Sudán han tomado medidas considerables para cooperar en la lucha mundial contra el terrorismo, pero países como Cuba, Irán, Corea del Norte y Siria no han hecho lo necesario para desvincularse por completo de sus nexos con los terroristas, según el informe anual del Departamento de Estado sobre terrorismo internacional.

A continuación una traducción extraoficial de la sección del informe relativa al terrorismo patrocinado por los estados:

(comienza el texto)

Departamento de Estado de Estados Unidos Washington, D.C. 29 de abril de 2004

Tendencias del Terrorismo Mundial en 2003

Reseña del terrorismo patrocinado por estados

Varios de los siete designados patrocinadores estatales de terrorismo - más notablemente Libia y Sudán - adoptaron medidas importantes para cooperar en la guerra mundial contra el terrorismo - y la liberación de Iraq eliminó un régimen que desde hacía mucho tiempo sostenía a grupos terroristas. Sin embargo, otros patrocinadores estatales - Cuba, Irán, Corea del Norte y Siria - no dieron todos los pasos necesarios para desligarse plenamente de sus vínculos con el terrorismo en 2003. Si bien algunos de los incluidos en este último grupo han mejorado su desempeño en algunas áreas, la mayoría continuó también con el desempeño que los llevó a ser declarados patrocinadores estatales.

El derrocamiento del régimen de Saddam Hussein por fuerzas de la coalición eliminó a un patrocinador de larga data del terrorismo en la región del Oriente Medio. El presidente, por lo tanto, suspendió el 7 de mayo de 2003 todas las sanciones vigentes contra Iraq aplicables a los patrocinadores estatales de terrorismo, lo que tuvo el efecto práctico de colocar a Iraq a la par con los estados no terroristas. Sin embargo, Iraq se convirtió en un frente central en la guerra mundial contra el terrorismo al enfrentar las autoridades iraquíes y de la coalición numerosos ataques por una mezcla dispar de elementos del régimen anterior, criminales y algunos combatientes del exterior - entre ellos extremistas islámicos vinculados a Ansar al-Islam, Al-Qaida y Abu Musab Al-Zarqawi. La línea que divide la insurgencia y el terrorismo se ha hecho más y más borrosa con los ataques contra la coalición, entre los que figuraron vehículos cargados de bombas suicidas contra comisarías, una base de policía militar italiana y la sede de la Cruz Roja Internacional. Miembros del grupo terrorista externo Mujahedine-Khalq (MEK) mantuvieron una presencia activa en Iraq pero hacia el final del año se hallaban en custodia estadounidense. El Congreso de Libertad y Democracia de Kurdistán (KADEK, llamado ahora Congreso Popular de Kurdistán) siguió atacando objetivos turcos a pesar de afirmar su compromiso con la no violencia.

En 2003, el gobierno de Libia reiteró ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) garantías de su renuncia al terrorismo, se comprometió a compartir inteligencia sobre organizaciones terroristas con los servicios de inteligencia occidentales y dio pasos para resolver asuntos relacionados con su apoyo previo al terrorismo. En septiembre de 2003, Libia cumplió los requerimientos de las Naciones Unidas pertinentes al ataque dinamitero contra el Vuelo 103 de PanAm y aceptó responsabilidad por el desempeño de sus funcionarios y aceptó un programa de compensación para las familias de las víctimas. Como resultado, las sanciones de la ONU, suspendidas a partir de 1999, fueron levantadas. Libia también parecía tratando de resolver varias otras reclamaciones pendientes por los ataques patrocinados por Trípoli en la década de 1980. El 19 de diciembre de 2003 el coronel Qadhafi tomó la decisión histórica de eliminar en Libia los programas de armas de destrucción masiva, contemplados en el Régimen del Control de la Tecnología de Misiles (MTRC) y dio pasos importantes para poner en efecto este compromiso público con la ayuda de Estados Unidos, el Reino Unido y las organizaciones internacionales pertinentes.

La cooperación y el intercambio de información de parte de Sudán mejoró notablemente, aunque persisten áreas de preocupación. Jartún procuró disuadir a los terroristas de operar desde Sudán y tomó medidas para reforzar sus medios legales para combatir el terrorismo.

El comportamiento de Cuba, Irán, Corea del Norte y Siria demostró poco cambio en relación a los años pasados. Cuba sigue opuesta a que la coalición encabezada por Estados Unidos prosiga la guerra mundial contra el terrorismo y siguió apoyando a organizaciones extranjeras designadas como terroristas, y fue anfitrión de varios terroristas y docenas de fugitivos de la justicia estatal y federal de Estados Unidos. Cuba permitió a miembros de Patria y Libertad Vasca (ETA) residir en el país y dio apoyo y refugio a miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN), de Colombia. Irán siguió siendo el más activo de los estados patrocinadores del terrorismo en 2003: la Guardia Revolucionaria Islámica y personal del ministerio de Inteligencia y Seguridad estuvieron involucrados en la planificación y apoyo de atentados terroristas. Si bien en 2003 Irán detuvo a operativos de Al-Qaida, rehusó identificar a los miembros principales detenidos. Teherán continuó alentando actividades contra Israel, tanto a nivel operativo como retórico, y proporcionó apoyo logístico y entrenamiento al Hezbola libanés y a una variedad de grupos --- palestinos. Corea del Norte anunció que planeaba firmar varias convenciones antiterroristas pero no dio ningún paso sustancial para cooperar con los esfuerzos para combatir el terrorismo. Siria siguió apoyando a grupos negacionistas palestinos y les permitió operar desde su territorio, si bien con un perfil más bajo después de mayo de 2003. Siria fue también lugar de trasbordo de abastecimientos iraníes para Hezbola en Líbano y, aunque funcionarios sirios han condenado públicamente el terrorismo, siguen haciendo distinciones entre terrorismo y lo que ellos consideran resistencia legítima contra Israel. Sin embargo, Siria ha cooperado con Estados Unidos contra Al-Qaida y otros grupos terroristas islámicos extremistas y ha hecho esfuerzos para limitar la entrada de combatientes anticoalición a Iraq.

Los patrocinadores estatales del terrorismo obstaculizan los esfuerzos de Estados Unidos y de la comunidad internacional en combatir el terrorismo. Estos países permiten una base de importancia crítica a los grupos terroristas. Sin los patrocinadores estatales, les sería mucho más difícil a los grupos terroristas obtener fondos, armas, materiales y las zonas seguras que necesitan para planear y llevar a cabo sus operaciones. Estados Unidos seguirá insistiendo en que estos países cesen de apoyar a los grupos terroristas.

Patrocinio estatal: implicaciones

Al señalar a los países que repetidamente patrocinan el terrorismo internacional (es decir cuando se los incluye en la "lista del terrorismo"), el gobierno de Estados Unidos les impone cuatro conjuntos principales de sanciones:

1. Prohibición de exportaciones y ventas relacionadas con armas.

2. Control de las exportaciones de artículos de uso doble, lo que requiere una notificación de 30 días al Congreso para los artículos o servicios que tienen la posibilidad de acrecentar significativamente la capacidad militar o la capacidad de apoyar el terrorismo del país incluido en la lista del terrorismo.

3. Prohibición de asistencia económica

4. Imposición de varias restricciones financieras y de otro tipo, incluyendo:

-- Requerir que Estados Unido se oponga a la concesión de préstamos por parte del Banco Mundial y otras instituciones financieras internacionales;

-- Retirar la inmunidad diplomática para que las familias de las víctimas del terrorismo puedan entablar juicio en los tribunales estadounidenses;

-- Negar a compañías y e individuos crédito tributario sobre el ingreso obtenido en los países incluidos en la lista del terrorismo;

-- Negar el régimen de exención de derechos de aduana para los productos exportados a Estados Unidos;

-- Facultad de prohibir a todo ciudadano estadounidense la participación en transacciones financieras con gobiernos incluidos en la lista del terrorismo, sin previa licencia del Departamento de Hacienda;

-- Prohibir que las compañías controladas por los estados incluidos en la lista del terrorismo reciban contratos del Departamento de Defensa que superen la suma de 100.000 dólares.

Cuba

Cuba siguió opuesta a que la coalición encabezada por Estados Unidos prosiga la guerra mundial contra el terrorismo y condenó activamente en 2003 muchas de las políticas y acciones estadounidenses asociadas con la misma. La prensa controlada por el gobierno, al informar acerca de las operaciones militares dirigidas por Estados Unidos en Iraq y Afganistán, criticó constantemente a Estados Unidos y frecuentemente y sin fundamento alegó que Estados Unidos estaba involucrado en violaciones de derechos humanos. La propaganda gubernamental afirmó que quienes combatían en favor de la autodeterminación o contra la ocupación extranjera lo hacían ejerciendo derechos reconocidos internacionalmente y que no podían ser acusados de terrorismo. El delegado de Cuba a la ONU afirmó que no se puede definir el terrorismo como tal cuando incluye actos realizados por legítimos movimientos de liberación nacional - aunque muchos de estos grupos claramente emplean tácticas que intencionalmente atacan a civiles inocentes para promover sus programas políticos, religiosos o sociales. Refiriéndose a la política estadounidense hacia Cuba, el delegado afirmó que los "atentados de parte de los estados para desestabilizar a otros estados es una forma de terrorismo".

El gobierno de Cuba no extraditó ni reclamó la extradición de presuntos terroristas en 2003. Cuba continuó apoyando a organizaciones extranjeras designadas como terroristas y fue anfitrión de varios terroristas y de docenas de fugitivos de la justicia estadounidense. El gobierno se niega a extraditar a presuntos terroristas alegando que el gobierno receptor no puede garantizar un juicio justo dado que los cargos contra el acusado son "políticos". Cuba ha utilizado públicamente este argumento con respecto a varios fugitivos de la justicia estadounidense, entre ellos Joanne Chesimard, requerida por el asesinato de un policía del estado de Nueva Jersey en 1973. La Habana permitió a veinte miembros de ETA residir en Cuba y proporcionó un cierto grado de refugio y apoyo a miembros del FARC y del ELN. Bogotá estuvo enterado del arreglo y aparentemente lo aceptó; indicó públicamente que buscaba la continua mediación de Cuba con los agentes del ELN en Cuba. Una declaración emitida por el ministerio de Relaciones Exteriores cubano en mayo de 2003 sostuvo que la presencia de miembros de ETA en Cuba surgió de una solicitud de ayuda hecha por España y Panamá y que el asunto era una cuestión bilateral entre Cuba y España. La declaración defendió también la ayuda a las FARC y al ELN como una contribución a una solución negociada en Colombia.

Docenas de fugitivos de la justicia estadounidense han encontrado refugio en la isla. En algunos casos, el gobierno cubano ha entregado a las autoridades norteamericanas fugitivos de la justicia estadounidense. La característica sobresaliente del comportamiento de Cuba en este terreno es, sin embargo, su negativa de entregar a la justicia estadounidense cualquier fugitivo cuyo crimen a juicio de Cuba es "político".

Con respecto al terrorismo interno, el gobierno ejecutó en abril de 2003 a tres cubanos que habían intentado secuestrar una barcaza y llevarla hacia Estados Unidos. Los tres fueron ejecutados según la "Ley contra atentados de terrorismo" promulgada por Cuba en 2001.

Cuba se adhirió en 2001 a las doce convenciones y protocolos internacionales relacionados con el terrorismo.

Terrorismo químico, biológico, radiológico, nuclear (CBRN)

La producción de armas de destrucción masiva (ADM) y sus sistemas de transporte constituye una grave amenaza a la paz y la seguridad internacional. La amenaza es agravada por el interés de los terroristas en conseguir las ADM. Esto socavaría los cimientos del orden internacional. Nos comprometemos a usar todos los medios a nuestro alcance para evitar la proliferación de ADM y las calamidades que causarían.

Declaración conjunta hecha por el presidente George W. Bush, el presidente del Consejo Europeo Konstandinos Simitis y el presidente de la Comisión Europea Romano Prodi.

Los ataques del 11 de septiembre de 2001 confirmaron que los terroristas procuran causar víctimas masivas cuando estiman que ello les es conveniente. Si bien los terroristas probablemente seguirán usando las tácticas terroristas tradicionales, varios grupos - entre ellos Al-Qaida - consideran en forma creciente a los materiales químicos, biológicos, radiológicos o nucleares (CBRN) como medios para causar víctimas masivas iguales o que exceden a las del 11 de septiembre. Una inquietante cantidad de material peligroso, e información sobre cómo crear y transportar armas CBRN todavía está a disposición de los terroristas.

Osama bin Laden ha dicho que considera la adquisición de ADM un "deber religioso" y ha amenazado con utilizar esas armas. Esta retórica fue subrayada por informes sobre el hallazgo de documentos en instalaciones de Al-Qaida en Afganistán, con información sobre materiales CBRN.

Sin embargo, la amenaza no se limita a Bin Laden y a Al-Qaida. Existe información que indica que un número pequeño pero creciente de otros grupos terroristas también busca los materiales CBRN. En Europa, la policía francesa confiscó en diciembre de 2002 un traje contra la contaminación química y arrestó una célula terrorista que presuntamente planeaba un ataque con agentes químicos. Por lo menos un grupo relacionado producía al mismo tiempo en Londres toxina de ricino para un ataque terrorista futuro.

Hasta el momento el terrorismo con CBRN generalmente incluyó medios de transporte rústicos e improvisados que fueron marginalmente efectivos. Con la excepción de los ataques con ántrax en Estados Unidos, los materiales empleados en estos incidentes fueron también fabricados en forma rústica. Otros incidentes incluyeron materiales de uso doble que tienen aplicación civil legítima, como los productos químicos, venenos y pesticidas industriales y los materiales de origen radiológico incluidos en instrumentos legítimos de medición. Aunque los incidentes terroristas que incluyen estos materiales y sistemas de transporte mejorados pueden causar víctimas, daños y trastornos considerables, esos incidentes son insignificantes cuando se los compara con las víctimas y los daños que pueden provocar si los terroristas consiguen las ADM y logran la habilidad de transportarlas eficazmente.

Prevenir la proliferación de las ADM, de sus sistemas de transporte y los materiales y tecnologías relacionados ha sido desde hace mucho tiempo un pilar de la seguridad nacional. Después del 11 de septiembre, la prevención de las ADM se ha convertido en una prioridad mundial más urgente aún. El presidente Bush explicó esta urgencia en su Estrategia Nacional para Combatir las Armas de Destrucción Masiva, propuesta en 2002, al plantear una estrategia completa para prevenir la proliferación de las ADM, incluyendo para los terroristas.

En mayo de 2003, el presidente Bush anunció la Iniciativa de Seguridad contra la Proliferación (PSI), una medida multilateral mundial para confiscar cargamentos que podrían estar en tránsito hacia o desde participantes estatales o no estatales en la proliferación. La PSI es un programa de interdicción. Los participantes en la PSI explorarán la mejor manera de usar las herramientas contra la proliferación - diplomáticas, inteligencia y operativas - para frenar la proliferación por mar, aire y tierra.

Estados Unidos actúa dentro de los regímenes multilaterales de no proliferación y en otros foros internacionales. A nivel bilateral, Estados Unidos favorece políticas y programas de no proliferación más estrictos; controles de exportación más severos y una mayor seguridad fronteriza para impedir que los terroristas o sus estados patrocinadores adquieran las ADM, sus sistemas de transporte y los materiales o tecnologías relacionados. Pero, como lo señala la estrategia nacional del presidente, de fracasar nuestros esfuerzos diplomáticos, estaremos preparados para la disuasión y la defensa contra toda la gama de hipotéticas armas de destrucción masiva.

Irán

Irán siguió siendo el estado patrocinador de terrorismo más activo en 2003. El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica y el ministerio de Inteligencia y Seguridad participaron en la planificación y apoyo a atentados terroristas y siguieron exhortando a varios grupos terroristas a que cumplan sus objetivos.

El desempeño de Irán contra Al-Qaida sigue siendo mixto. Tras la caída del régimen Talibán en Afganistán, algunos miembros de Al-Qaida huyeron a Irán donde han encontrado un virtual refugio. Las autoridades iraníes han reconocido que Teherán detuvo a agentes de Al-Qaida en 2003, incluso miembros importantes. La presentación de Irán a las Naciones Unidas de una lista de deportados fue acompañada, sin embargo, de una negativa a identificar públicamente a miembros importantes detenidos en Irán aduciendo razones de "seguridad". Irán ha resistido los llamados a transferir la custodia de sus detenidos de Al-Qaida a sus países de origen o a terceros países para que sean interrogados y juzgados.

Durante 2003, Irán tuvo un papel destacado en alentar la actividad contra Israel, tanto retórica como operativa. El líder supremo Jamenei elogió las operaciones de la resistencia palestina y el presidente Jatami reiteró el apoyo de Irán al "maltratado pueblo palestino" y a sus luchas. Acompañando su retórica con acciones, Irán dio al Hezbola libanés y a los grupos palestinos negacionistas --notablemente HAMAS, la Jihad Islámica Palestina y el Frente Popular para la Liberación de Palestina-- Comando General, financiamiento, refugio, entrenamiento y armas. Irán fue anfitrión de una conferencia sobre la Intifada palestina en agosto de 2003, en la que un funcionario iraní sugirió que el éxito continuo de la resistencia palestina dependía de las operaciones suicidas.

Irán prosiguió una variedad de políticas en relación con Iraq dirigidas a asegurar los intereses que Teherán percibe allí, algunos de las cuales son contrarios a los de la Coalición. Irán ha dado su apoyo al Consejo de Gobierno iraquí y prometió ayudar en la reconstrucción iraquí.

Poco después de la caída de Saddam Hussein, individuos vinculados a la Guardia Revolucionaria pudieron haberse infiltrado en el sur de Iraq y elementos del gobierno iraní han ayudado a miembros de Ansar al-Islam a transitar y encontrar refugio en Irán. En mayo, en un sermón durante las plegarias del viernes en Teherán, el ayatola Ahmad Jannati, miembro del Consejo Guardián, alentó públicamente a los iraquíes a seguir el modelo palestino y participar en operaciones suicidas contra las fuerzas de la Coalición.

Irán es partícipe de cinco de las 12 convenciones y protocolos internacionales referidos al terrorismo.

Iraq

Nota

La mayoría de los atentados ocurridos durante la Operación Libertad Iraquí y la Operación Libertad Duradera no responden a la definición estadounidense de terrorismo internacional, puesto que los ataques eran contra combatientes, es decir, fuerzas militares de Estados Unidos y de la Coalición de servicio en el frente. Los atentados contra no combatientes, es decir, contra civiles y personal militar que en el momento del incidente no estan de servicio o se encuentran desarmados, o ambas cosas, se consideran atentados terroristas.

El 7 de mayo de 2003 el presidente Bush suspendió, con respecto a Iraq, todas las sanciones aplicables a los estados patrocinadores de terrorismo, lo cual tuvo el efecto práctico de poner a Iraq a la par con los estados no terroristas. Aunque técnicamente Iraq todavía es un estado designado patrocinador de terrorismo, su nombre puede ser eliminado de la lista de estados patrocinadores cuando el Secretario de Estado determine que ha cumplido con los requisitos legales aplicables, que incluyen tener en vigencia un gobierno que se compromete a no apoyar atentados de terrorismo en el futuro.

En 2003 la Operación Libertad Iraquí sacó del poder a Saddam Hussein y a su régimen baazista liberó a Iraq. Desde entonces, sin embargo, Iraq se ha tornado en un campo de batalla central en la guerra mundial contra el terrorismo. Elementos del antiguo régimen, que han realizado ataques insurgentes contra las fuerzas de la Coalición, se han aliado táctica y operativamente cada vez más con combatientes extranjeros y extremistas islámicos, entre ellos algunos vinculados con Ansar al-Islam, Al-Qaida, y Abu Mus'ab Al-Zarqawi. La línea entre insurgencia y terrorismo se ha hecho cada vez más tenue a medida que los ataques contra objetivos civiles son más comunes. Para fines del año las fuerzas de la Coalición habían detenido a más de 300 sospechosos de ser combatientes extranjeros.

Extremistas asociados con Al-Qaida se atribuyeron varios ataques con vehículos cargados de bombas, incluidos los ataques en octubre contra la sede de la Comisión Internacional de la Cruz Roja y las tres estaciones de policía de Bagdad y el ataque en noviembre contra la base de la policía militar italiana en Nasiriyah. El asociado de Al-Qaida Abu Mus'ab Al-Zarqawi, acusado de trabajar con Ansar al-Islam, surgió como el principal sospechoso en el mortífero atentado contra la embajada de Jordania en Bagdad en agosto.

Después que los ataques de la Coalición destruyeron la base de Ansar Al-Islam, en el norte de Iraq a fines de marzo, los miembros de Ansar Al-Islam huyeron por la frontera y se reagruparon en Irán y están activos en acciones contra la Coalición. En septiembre se arrestó en Kirkuk a varios sospechosos de ser miembros de Ansar Al-Islam, que portaban 1.200 kilogramos de TNT.

En noviembre, las fuerzas de la Coalición mataron a dos miembros de alto rango no identificados de Ansar Al-Islam, durante un allanamiento a una guarida terrorista en Bagdad.

Otros grupos terroristas tuvieron presencia en Iraq. Miembros de la organización terrorista extranjera Mujahedin-e-Khalq --que había recibido apoyo militar del régimen de Saddam Hussein-- fueron despojados de sus armas y quedaron bajo arresto militar de Estados Unidos. El grupo terrorista KADEK --renombrado Congreso Popular del Kurdistán (KHK) en el otoño-- siguió proclamando su dedicación a la no violencia, mientras lanzaba varios ataques contra objetivos turcos dentro de Turquía. La presencia de varios miles de miembros del KHK en el norte de Iraq destaca la capacidad del grupo para hacer operaciones terroristas. El KHK amenaza periódicamente con aumentar sus ataques contra Turquía.

Iraq ha firmado ocho de las 12 convenciones y protocolos referidos al terrorismo y es parte de cinco de ellos.

Libia

En 2003 Libia mantuvo su práctica de años recientes de reducir el apoyo al terrorismo internacional, aunque Trípoli mantiene contacto con algunos de sus clientes terroristas del pasado. El líder libio Muammar Qadhafi y otros funcionarios libios continuaron sus esfuerzos para identificar a Trípoli con la comunidad internacional en la guerra contra el terrorismo. Durante una entrevista en enero, Qadhafi declaró que la inteligencia libia había estado compartiendo información sobre Al-Qaida y sobre otros extremistas islámicos con servicios de inteligencia occidentales, caracterizando esa cooperación como "irrevocable". En un discurso con motivo del 34to. aniversario de su revolución, declaró que Libia y Estados Unidos tienen un interés común en combatir a Al-Qaida y al extremismo islámico.

Con respecto a su pasado terrorista, Libia tomó en 2003 medidas que se esperaban desde hace mucho tiempo para satisfacer las exigencias de las Naciones Unidas resultantes del atentado contra el Vuelo 103 de PanAm pero permaneció envuelta en los esfuerzos para resolver las disputas internacionales políticas y legales derivadas de otros atentados terroristas que Trípoli llevó a cabo durante la década de 1980.

En agosto, como lo había requerido el Consejo de Seguridad de la ONU, el gobierno libio notificó oficialmente al Consejo de Seguridad que aceptaba la responsabilidad por las acciones de sus funcionarios en conexión con el Vuelo 103 de PanAm (el agente de inteligencia libio Abdel Basset Ali Al-Meghrahi fue declarado culpable por un tribunal escocés en 2001 por su participación en el atentado). Libia además confirmó haber hecho arreglos para el pago de compensación apropiada a las familias de las víctimas: un total de 2.700 millones de dólares o 10 millones de dólares por cada víctima. Más aún, Libia renunció al terrorismo y afirmó su adhesión a varias declaraciones de la ONU y de convenciones y protocolos internacionales que el gobierno libio había firmado en el pasado. Libia también se comprometió a cooperar de buena fe con toda solicitud posterior de información en relación con la investigación del atentado contra el Vuelo 103 de PanAm. En respuesta, el Consejo de Seguridad votó el 12 de septiembre levantar permanentemente las sanciones que le impuso a Libia en 1992 y suspendido en 1999.

En agosto, la Fundación Qadhafi se comprometió a compensar a las víctimas heridas en el atentado con bomba de 1986 contra La Belle Discotheque, un club nocturno de Berlín, después que un tribunal alemán emitió su decisión escrita determinando que el servicio de inteligencia libio había organizado el ataque. El juicio original había concluido en 2001 con la declaración de culpabilidad de cuatro individuos el ataque, en el cual murieron dos soldados estadounidenses y una mujer turca y otras 229 personas resultaron heridas. Los dirigentes de la Fundación Qadhafi declararon sin embargo que su compensación era un gesto humanitario pero que no constituía una aceptación de responsabilidad por parte de Libia. En septiembre, el gobierno alemán indicó que estaba celebrando conversaciones con representantes libios, pero a fines del año no se había hecho aún un anuncio sobre un arreglo final de compensación.

El 19 de diciembre el coronel Qadhafi anunció que Libia eliminaría sus programas de armas de destrucción masiva y misiles de la clase MTCR y tomó medidas inmediatas para aplicar este compromiso público con ayuda de Estados Unidos, Gran Bretaña y las organizaciones internacionales pertinentes. La decisión libia de revelar sus programas ante la comunidad internacional permitió una importante luz sobre la red internacional de proliferadores empeñados en subvertir los regímenes legales contra la proliferación.

Libia es parte de las 12 convenciones en total y protocolos internacionales referidos al terrorismo.

Corea del Norte

Se ignora si la República Popular Democrática de Corea (RPDC) haya patrocinado atentados de terrorismo desde el atentado con bomba contra un avión de Korean Airlines en 1987.

Tras los ataques del 11 de septiembre, Pyongyang comenzó a preparar las bases para dar una nueva posición sobre terrorismo al enmarcarlo como una cuestión de "protección del pueblo" y repitiendo el lenguaje de la Declaración Conjunta E.U.-RPDC sobre Terrorismo Internacional, de octubre de 2000. También anunció a una delegación visitante de la Unión Europea que planeaba firmar las convenciones internacionales contra financiamiento del terrorismo y la toma de rehenes y que consideraba adherir a otros acuerdos contra el terrorismo.

En una cumbre con el primer ministro japonés Koizumi en Pyongyang en septiembre de 2002, el presidente de la Comisión Nacional de Defensa Kim Jong Il reconoció la participación de "instituciones especiales" de la RPDC en el secuestro de ciudadanos japoneses y dijo que los responsables ya habían sido castigados. Pyongyang ha permitido el retorno a Tokio de cinco de los secuestrados sobrevivientes y negocia con Tokio la repatriación de los miembros de sus familias que permanecen en Corea del Norte. La RPDC también trata de resolver la cuestión del refugio a miembros del Ejército Rojo Japonés involucrados en el secuestro de un avión de pasajeros en 1970, permitiendo la repatriación de varios de los miembros de las familias de los secuestradores a Japón.

Aunque es parte de seis convenciones y protocolos internacionales referidos al terrorismo, Pyongyang no ha tomado medidas sustanciales para cooperar en los esfuerzos para combatir el terrorismo internacional.

Sudán

Sudán profundizó en 2003 su cooperación con el gobierno de Estados Unidos para investigar y capturar a extremistas sospechosos de participar en actividades terroristas. En general, la cooperación y suministro de información de Sudán ha mejorado mucho, con un progreso importante en la lucha contra la actividad terrorista, aunque quedan áreas de preocupación.

Jartún ha intensificado las acciones internamente para cortar las actividades extremistas y disuadir a los terroristas de operar desde Sudán. En mayo las autoridades sudanesas allanaron un probable campamento de entrenamiento terrorista en el estado de Kurdufan, arrestando a más de una docena de extremistas y confiscando armas ilegales. La mayoría de los reclutas capturados era ciudadanos árabes sauditas y fueron extraditados a Arabia Saudita para ser acusados conforme a un acuerdo bilateral. El gobierno sudanés detuvo en junio a varios individuos vinculados con la publicación de una supuesta "lista de víctimas marcadas" atribuida al grupo terrorista Al-Takfir Wa Al-Hijra. La lista contemplaba el asesinato de 11 prominentes políticos cristianos e izquierdistas, juristas, periodistas y otros. En septiembre, un tribunal sudanés declaró a un ingeniero sirio y a dos ciudadanos sudaneses culpables de entrenar a un grupo de árabes sauditas, palestinos y otros para efectuar ataques en Iraq, Eritrea, Sudán e Israel. Una declaración de la corte expresó que el sirio estaba entrenando a otros para llevar a cabo ataques contra las fuerzas estadounidenses en Iraq.

No hubo ataques terroristas internacionales en Sudán durante 2003. A lo largo del año Jartún dio alta prioridad a la protección de ciudadanos e instalaciones estadounidenses en Sudán. En noviembre las autoridades intensificaron sus esfuerzos para proteger la embajada de Estados Unidos, que suspendió temporalmente las operaciones en respuesta a una amenaza terrorista creíble. Antes ese año, las autoridades sudanesas cerraron una calle principal de Jartún para aumentar la seguridad de la embajada y mejorar las medidas de seguridad durante la Operación Libertad Iraquí.

El gobierno sudanés también tomó medidas en 2003 para fortalecer sus instrumentos legislativos y burocráticos para combatir el terrorismo mediante la ratificación de la Convención Internacional para Supresión del Financiamiento del Terrorismo. Sudán también ratificó la Convención de la Unión Africana sobre Prevención y Combate al Terrorismo y la Convención de la Organización de la Conferencia Islámica sobre Combate al Terrorismo. El ministro de Justicia sudanés Ali Mohamed Osman Yassin emitió en junio un decreto creando una oficina para combatir el terrorismo. En 2003 Sudán firmó un acuerdo de cooperación antiterrorista con el gobierno argelino, el cual durante la década de 1990 acusó a Sudán de dar refugio a terroristas argelinos buscados. Sudán también firmó un acuerdo antiterrorista con Yemen y Etiopía.

En respuesta a la constante preocupación estadounidense por la presencia en Sudán del Movimiento de Resistencia Islámica (HAMAS) y de la Jihad Islámica Palestina (PIJ), el ministro de Relaciones Exteriores Mustafa Osman Ismail declaró en junio que el gobierno sudanés haría que HAMAS se limite actividades políticas. Al visitar las conversaciones sudanesas de paz en Kenya en octubre, el secretario Powell dijo que Sudán todavía tiene que cerrar las oficinas de HAMAS y de la PIJ en Jartún.

El presidente Umar Al-Bashir sostuvo en una entrevista con la cadena de televisión Al-Arabiyah que el gobierno sudanés no podía expulsar a HAMAS porque tiene una relación política con el grupo y declaró que no hay oficina de la PIJ en Sudán.

En respuesta a informes de prensa, de que se había cerrado su oficina en Sudán, funcionarios de HAMAS en Jartún y Gaza expresaron en noviembre que la oficina seguía abierta, pero que se había reemplazado al representante principal.

Sudán también ha participado en los esfuerzos regionales para terminar su guerra civil de antigua data, una prioridad de política estadounidense que complementa la meta de Estados Unidos de negárseles refugio a los terroristas en Sudán.

Sudán es parte de la totalidad de las 12 convenciones y protocolos internacionales referidos al terrorismo.

Siria

El gobierno sirio continuó dando apoyo político y material en 2003 a los grupos palestinos negacionistas. HAMAS, PIJ, Frente Popular para la Liberación de Palestina-Comando General y el Frente Popular para la Liberación de Palestina operan desde Siria, aunque han reducido su presencia pública desde mayo, cuando Damasco anunció que los grupos habían cerrado sus oficinas voluntariamente. Muchos de estos grupos se atribuyeron responsabilidad por los atentados terroristas contra Israel en 2003; el gobierno sirio insiste en que sus oficinas en Damasco están dedicadas sólo a actividades políticas e informativas. Siria también siguió permitiendo que Irán usara a Damasco como punto de trasbordo del reabastecimiento de Hezbola en el Líbano.

Las autoridades sirias han condenado públicamente el terrorismo internacional pero siguen haciendo una distinción entre el terrorismo y lo que consideran resistencia armada legítima de los palestinos en los territorios palestinos y del Hezbola libanés. El gobierno sirio no ha sido implicado directamente en un acto de terrorismo desde 1986.

Durante los últimos cinco años no se han registrado atentados de terrorismo contra ciudadanos de Estados Unidos en Siria. A pesar de la tensión entre Estados Unidos y Siria por la guerra en Iraq y el apoyo sirio al terrorismo, Damasco ha asegurado repetidamente a Estados Unidos que tomará todas las medidas posibles para proteger a los ciudadanos e instalaciones estadounidenses. Damasco ha cooperado con Estados Unidos y otros gobiernos extranjeros contra Al-Qaida, el Talibán y otras organizaciones e individuos terroristas; también ha desalentado muestras de apoyo público a Al-Qaida, incluso en la prensa y en las mezquitas.

En 2003 Siria desempeñó un papel importante en el retorno a la custodia estadounidense de un planificador terrorista muy buscado. desde el fin de la guerra en Iraq, Siria se ha esforzado por controlar más estrechamente sus fronteras para limitar el ingreso a Iraq de combatientes extranjeros contra la Coalición, una acción que no ha tenido un éxito completo.

Siria es participante de siete de las 12 convenciones y protocolos internacionales referidos al terrorismo.

(termina el texto)

Lea también:

• Reseña del año
• Depto. Estado informa sobre amenaza terrorista en las Américas
• Depto. Estado identifica 37 organizaciones terroristas extranjeras

(Distribuido por la Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos. Sitio en la Web: http://usinfo.state.gov/espanol)



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