Sí,
las mujeres embarazadas pueden infectarse con las mismas enfermedades
de transmisión sexual (ETS) que las mujeres que no lo están.
El embarazo no ofrece a las mujeres ni a sus bebés ninguna
protección contra las ETS. De hecho, si una mujer contrae
una ETS mientras está embarazada, las consecuencias para ella
y su bebé son significativamente más graves y hasta
pueden ser mortales. Es importante que las mujeres se den cuenta
de los efectos dañinos de las ETS y que sepan cómo
protegerse y proteger a sus niños contra la infección.
Ciertas
ETS, como el herpes genital y la vaginosis bacteriana, son bastante
frecuentes en las mujeres embarazadas en los Estados Unidos. Otras
ETS, en especial el VIH y la sífilis, son mucho menos comunes
en las mujeres embarazadas. La siguiente tabla muestra las cifras
estimadas de mujeres embarazadas en los Estados Unidos que resultan
infectadas con una enfermedad de transmisión sexual cada año.
ETS |
|
Cifra
estimada de mujeres embarazadas |
Vaginosis
bacteriana |
|
800,000 |
Herpes simple |
|
800,000 |
Clamidia |
|
200,000 |
Tricomoniasis |
|
80,000 |
Gonorrea |
|
40,000 |
Hepatitis B |
|
40,000 |
VIH |
|
8,000 |
Sífilis |
|
8,000 |
Las
mujeres embarazadas pueden sufrir muchas de las mismas consecuencias
de las ETS que las mujeres que no lo están. Las ETS pueden
causar cáncer cervical y otros tipos de cáncer, hepatitis
crónica, enfermedad inflamatoria pélvica, infertilidad
y otras complicaciones. Muchas ETS que afectan a las mujeres son
silenciosas, es decir, que se presentan sin mostrar signos o síntomas.
Una mujer embarazada que tiene una enfermedad de transmisión
sexual puede también presentar un parto anticipado, ruptura
prematura de las membranas que rodean al bebé en el útero
e infección uterina después del parto.
Las ETS pueden ser transmitidas de una mujer embarazada a su
bebé antes,
durante o después del nacimiento del bebé. Ciertas
ETS (como la sífilis) cruzan la placenta e infectan al bebé mientras
está en el útero (matriz). Otras ETS (como gonorrea,
clamida, hepatitis B y herpes genital) pueden ser transmitidas de
la madre a su bebé cuando el bebé pasa por la vía
del parto durante el nacimiento. El VIH puede cruzar la placenta
durante el embarazo, infectar al bebé durante el parto y,
a diferencia de la mayoría de las otras ETS, puede infectar
al bebé a través de la lactancia.
Los
efectos dañinos de las ETS pueden incluir el nacimiento
de bebés muertos, bebés con
bajo peso al nacer (menos de cinco libras), conjuntivitis (infección
de los ojos), neumonía, sepsis neonatal (infección
en la sangre circulante del bebé), daño neurológico
(como daño cerebral o falta de coordinación en los
movimientos del cuerpo), ceguera, sordera, hepatitis aguda, meningitis,
enfermedad hepática crónica y cirrosis. Algunos de
estos problemas pueden prevenirse si la madre recibe cuidado prenatal
de rutina, que incluye la realización de pruebas de detección
de ETS temprano en el embarazo y la repetición de las pruebas
cerca del final del embarazo, si es necesario. Otros problemas pueden
ser atendidos si la infección se detecta al momento del parto.
Las
enfermedades de transmisión sexual afectan a mujeres de todos
los niveles socioeconómicos y educacionales, de cualquier edad,
raza, grupo étnico y religión. En su publicación
del año 2002 sobre tratamientos de enfermedades de transmisión
sexual (2002 Sexually Transmitted Diseases Treatment Guidelines), los
CDC recomiendan que, durante su primera visita prenatal, las mujeres
embarazadas se hagan pruebas de detección que incluyan:
- Clamidia
- Gonorrea
- Hepatitis B
- Hepatitis C
- VIH
- Sífilis
Asimismo,
algunos expertos recomiendan que las mujeres que han tenido un parto
prematuro en el pasado sean examinadas y reciban tratamiento contra
la vaginosis bacteriana durante su primera visita prenatal.
Las mujeres embarazadas también deberían pedirle al médico
que les hagan pruebas para detectar estas ETS porque algunos médicos
no realizan estas pruebas de manera habitual. Cada vez hay más
pruebas nuevas y de mayor precisión. Aunque una mujer se haya
hecho las pruebas en el pasado, debería volvérselas a
hacer si queda embarazada.
Enfermedades
como clamidia, gonorrea, sífilis, tricomoniasis y vaginosis
bacteriana (VB) pueden ser tratadas y curadas con antibióticos
durante el embarazo. No hay cura para las ETS virales como el herpes
genital y el VIH, pero el uso de medicamentos antivirales para el
herpes y el VIH puede reducir los síntomas en las mujeres
embarazadas. Si la mujer tiene lesiones activas del herpes genital
al momento del parto, se puede realizar un parto por cesárea
para proteger al recién nacido contra la infección.
La cesárea también puede ser una opción para
algunas mujeres infectadas con el VIH. Las mujeres cuyas pruebas
de detección para la hepatitis B arrojaron resultados negativos,
pueden recibir la vacuna contra la hepatitis B durante el embarazo.
La manera
más segura de evitar el contagio de enfermedades de transmisión
sexual es absteniéndose del contacto sexual o tener una relación
duradera, mutuamente monógama, con una pareja a quien se le
han hecho las pruebas y se sabe que no está infectada.
Los
condones de látex, cuando se usan de manera habitual y correcta,
son altamente eficaces para prevenir la transmisión del VIH,
el virus que causa el SIDA. Los condones de látex, cuando
se usan de manera habitual y correcta, pueden reducir el riesgo de
transmisión
de gonorrea, clamidia y tricomoniasis. Las úlceras genitales
y las infecciones por el virus del papiloma humano (VPH) pueden aparecer
tanto en las áreas genitales masculinas como las femeninas,
estén o no cubiertas o protegidas con un condón de
látex.
El uso correcto y habitual de los condones de látex puede
reducir el riesgo de contraer herpes genital, sífilis y chancros
solamente si el área infectada o el área de posible
contacto está protegida.
Aunque se desconoce el efecto de los condones en la prevención
de la infección por el virus del papiloma humano, se ha asociado
el uso del condón a una tasa más baja de cáncer
cervical, el cual es una enfermedad relacionada con el VPH.
División
para la Prevención de ETS (DSTDP, por sus siglas en inglés)
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades
www.cdc.gov/std
Para
preguntas personales sobre salud y solicitud de información
acerca de las ETS:
Líneas
nacionales gratuitas de información de los CDC sobre
ETS y SIDA
(800) 227-8922 ó (800) 342-2437
En español: (800) 344-7432
TTY para sordos y personas con limitaciones auditivas: (800) 243-7889
National Herpes Hotline
(919) 361-8488
National Herpes Resource Center
http://www.ashastd.org/hrc
herpesnet@ashastd.org
Recursos:
Red
nacional de información sobre la prevención de
los CDC (CDC National Prevention Information Network, NPIN)
P.O. P.O. Box 6003
Rockville, MD 20849-6003
1-800-458-5231
1-888-282-7681 Fax
1-800-243-7012 TTY
Correo electrónico: info@cdcnpin.org
www.cdcnpin.org
Asociación
Americana de Salud Social
(American Social Health Association, ASHA)
P.O. Box 13827
Research Triangle Park, NC 27709-3827
1-800-783-9877
www.ashastd.org
Preguntas sobre ETS: std-hivnet@ashastd.org
Fuentes:
Centers
for Disease Control and Prevention. Sexually transmitted diseases
treatment guidelines 2002. MMWR 2002;51(no. RR-6).
Goldenberg RL, Andrews WW, Yuan, AC, MacKay HT, St. Louis ME. 1997. Sexually transmitted diseases and adverse outcomes of pregnancy. In: Clinics in Perinatology: Infections in Perinatology 24(1): 23-41.
Institute of Medicine. 1997. The Hidden Epidemic: Confronting
Sexually Transmitted Diseases. Eng TR, Butler WT, eds. Washington:
National Academy Press.
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