Información general sobre el cáncer del seno (mama) y el embarazo
Puntos importantes de esta sección
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El cáncer del seno (mama) es una afección en la cual se forman células malignas
(cancerosas) en los tejidos de la mama.
La mama está compuesta por lóbulos y
conductos. Cada mama comprende 15 a 20 secciones llamadas lóbulos, las cuales
tienen secciones más pequeñas denominadas lobulillos. Los lóbulos y los
lobulillos están conectados por tubos delgados denominados conductos.
Cada mama contiene también vasos sanguíneos y vasos linfáticos. Los vasos
linfáticos transportan un líquido prácticamente incoloro llamado linfa. Los vasos
linfáticos conducen a órganos pequeños con forma de frijol llamados ganglios
linfáticos que ayudan al cuerpo a defenderse contra infecciones y enfermedades.
Los ganglios linfáticos se encuentran en todo el cuerpo. Grupos de ganglios
linfáticos se encuentran cerca de la mama en la axila (bajo el brazo), sobre la
clavícula y en el pecho.
En algunas ocasiones se detecta (encuentra) cáncer del seno (mama) en mujeres embarazadas
o que acaba de dar a luz.
En estas mujeres,
el cáncer de mama se presenta con mayor frecuencia entre los 32 y los 38 años de
edad. El cáncer de mama se presenta en uno de cada 3,000 embarazos.
Puede ser difícil detectar (encontrar) el cáncer del seno (mama) al comienzo del embarazo
o en mujeres lactantes.
Las mujeres embarazadas, lactantes o que acaban de dar a
luz generalmente presentan mamas sensibles, inflamadas. Esto puede dificultar la
detección de masas anormales pequeñas, con lo cual se incurre en retrasos en el
diagnóstico del cáncer de mama. Debido a estas demoras, los cánceres en
general se detectan en una etapa más avanzada en estas mujeres.
El examen de mamas debe formar parte de la atención prenatal y postnatal.
A fin de detectar
el cáncer de mama, mujeres embarazadas y lactantes deben examinar ellas mismas
sus senos. Deben someterse también a un examen clínico de mamas como parte de su
examen prenatal y postnatal de rutina.
Pruebas que examinan las mamas se utilizan para detectar y diagnosticar el cáncer
de mama.
En caso de que se detecte una anormalidad, una de las siguientes
pruebas, o todas ellas, pueden llevarse a cabo:
- Ecografía: Procedimiento en el cual se hacen rebotar ondas de sonido de alta energía (ultrasónicas) en tejidos u órganos internos y crean ecos. Los ecos forman una fotografía de los tejidos corporales denominada sonografía.
- Mamografía: Radiografía del seno.
El riesgo para el feto es bajo. Las
mamografías en mujeres embarazadas pueden tener resultado negativo a pesar de que
haya cáncer.
- Biopsia: La remoción de células o tejidos para estudio bajo un microscopio a fin de determinar la presencia de signos de cáncer.
Ciertos factores repercuten en el pronóstico (posibilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento.
El pronóstico (posibilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento dependen de lo siguiente:
- La etapa del cáncer (si está localizado
en la mama solamente o si se ha diseminado a otras partes del cuerpo).
- El tamaño
del tumor.
- El tipo de cáncer de mama.
- La edad del feto.
- Si se presentan síntomas.
- La salud general de la paciente.
Las tasas de supervivencia para mujeres embarazadas con cáncer de mama pueden ser
inferiores a las de mujeres no embarazadas.
Las mujeres embarazadas con cáncer de
mama pueden tener menos probabilidades de sobrevivir porque a menudo el
diagnóstico de su cáncer se demora y los cánceres están más avanzados cuando se
detectan. Los cánceres detectados en etapas posteriores son más difíciles de
tratar satisfactoriamente.
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