Información general
Nota: El PDQ también pone a su disposición sumarios adicionales que contienen
información por separado sobre el tratamiento del Sarcoma Uterino, los Exámenes para la detección del cáncer del endometrio y la Prevención del
cáncer del endometrio. Nota: Los dos últimos sumarios solo están disponibles en inglés.
El cáncer del endometrio es la malignidad ginecológica más común y representa el
6% de todos los cánceres que se presentan en la mujer. Es un tumor sumamente
curable. Para detectar el cáncer del endometrio, es necesario utilizar una
técnica que obtenga una muestra de tejido directamente del endometrio. La prueba
de Papanicolaou no resulta confiable para la detección selectiva del cáncer del
endometrio, aunque un estudio retrospectivo observó suficiente correlación entre
la citología cervical positiva y la enfermedad de alto riesgo (es decir, tumor
de alto grado e invasión profunda del miometrio) [1] y el riesgo elevado de
enfermedad ganglionar.[2] El grado de diferenciación tumoral juega un papel
vital en la historia natural de esta enfermedad y en la selección de
tratamientos. Se ha encontrado que la exposición prolongada al estrógeno sin
oposición aumenta la incidencia de cáncer del endometrio.[3,4] En contraste, la
terapia de progesterona y estrógeno combinados evita que aumente el riesgo de
contraer cáncer del endometrio, que se asocia con el uso de estrógenos sin
oposición.[5,6] En algunas pacientes se puede mostrar antecedentes de
hiperplasia compleja con atipia. Se ha observado también un incremento en la
incidencia de cáncer endometrial concomitante al tratamiento de tamoxifeno para
el cáncer de la mama, incremento que pudiera estar relacionado con el efecto
estrogénico del tamoxifeno en el endometrio.[7,8] Por este motivo, la paciente
que recibe tamoxifeno debe someterse a exámenes pélvicos de seguimiento y
después de cualquier sangrado uterino anormal, a reconocimiento médico.
Las características de propagación de la enfermedad dependen en parte del grado
de diferenciación celular. Los tumores bien diferenciados tienden a limitar su
propagación a la superficie del endometrio; la diseminación al miometrio es menos
común. En la paciente con tumor poco diferenciado, la invasión del miometrio
ocurre con mayor frecuencia. A menudo, la invasión del miometrio es una
indicación precursora de complicación de los ganglios linfáticos y de metástasis
distales y, por lo general, es independiente del grado de diferenciación.[9,10]
La propagación metastática se manifiesta con características definidas. La
propagación a los ganglios pélvicos y paraaórticos es común. Puede metastatizar
a puntos distales, afectando más comúnmente los pulmones, los ganglios inguinales
y supraclaviculares, el hígado, los huesos, el cerebro y la vagina.
Otro factor que se correlaciona con la propagación tumoral extrauterina y
ganglionar es la complicación del espacio linfáticocapilar descubierta en el
examen histopatológico.[11] Mediante la clasificación quirúrgica concienzuda, es
posible categorizar la enfermedad en etapa I en 3 grupos de pronóstico. La
paciente con tumor de grado 1, complicación sólo del endometrio y sin evidencia
de enfermedad intraperitoneal (es decir, propagación a los anexos o lavados
positivos), corre poco riesgo (< 5%) de presentar complicación ganglionar.[12]
En la paciente con tumor de grado 2 ó 3, invasión de menos de la mitad del
miometrio y sin enfermedad intraperitoneal, la incidencia de complicación de los
ganglios pélvicos es de 5% a 9% y la de tener ganglios paraaórticos positivos es
de 4%. Hay una gran probabilidad de que la paciente con invasión muscular
profunda, tumor de grado alto y enfermedad intraperitoneal, o sin ella, padezca
de propagación ganglionar: a los ganglios pélvicos, de 20% a 60% y a los ganglios
paraaórticos, de 10% a 30%. En un estudio orientado específicamente a los
carcinomas en etapa I, grado 1, de tipo histológico favorable, se identificaron 4
factores pronósticos adversos de significación estadística: invasión miometrial,
invasión vascular, 8 mitosis o más por 10 campos de alta energía y ausencia de
receptores de progesterona.[13]
Otro grupo identificó la aneuploidía y la fracción elevada de fase S como
indicadores de un pronóstico precario.[14] Un estudio del Grupo de Oncología Ginecológica (GOG, por sus siglas en inglés) asoció los parámetros quirúrgicos patológicos y el tratamiento
postoperatorio al intervalo libre de recurrencia y al sitio de recurrencia. Para
la paciente que no presenta propagación extrauterina, los principales
determinantes de recidiva fueron la histología de grado 3 y la invasión profunda
del miometrio. En este estudio, la frecuencia de recidiva se incrementó mucho
con ganglios pélvicos positivos, metástasis a los anexos, citología peritoneal
positiva, complicación del espacio capilar, complicación del istmo o del cuello
uterino y, en particular, ganglios paraaórticos positivos (incluye todos los
grados y toda profundidad de invasión). El noventa y ocho por ciento de los
casos con metástasis ganglionar aórtica se observó en pacientes con ganglios
pélvicos positivos, metástasis intraabdominal o invasión tumoral del tercio
exterior del miometrio.[15,16]
Cuando la única evidencia de propagación extrauterina es la citología peritoneal
positiva, no se sabe con certeza cómo influirá en el resultado. El valor de la
terapia dirigida hacia este hallazgo citológico no está bien fundamentado.[17-22]
La preponderancia de la evidencia, sin embargo, indicaría que la presencia de
otra enfermedad extrauterina es necesaria antes de que se considere la
posibilidad de administrar terapia postoperatoria adicional.
Un informe encontró que el nivel de los receptores de progesterona es el
indicador pronóstico de más importancia, por sí solo, de la supervivencia de 3
años en la enfermedad en etapas clínicas I y II. El 93% de las pacientes con
nivel de receptor de progesterona mayor de 100 sobrevivieron sin enfermedad 3
años en comparación con el 36% de aquellas con nivel menor de 100. Solamente la
complicación cervical y la citología peritoneal resultaron ser variables
pronósticas significativas después de ajustar para el nivel de los receptores de
progesterona.[23] Otros informes confirman la importancia del estado de los
receptores hormonales como factor independiente de pronóstico.[24] Además, se ha
mostrado que la coloración inmunoquímica del tejido preparado en parafina de los
receptores de estrógeno y de los receptores de progesterona se correlaciona con
el grado de la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO, por sus siglas en inglés)
así como con la
supervivencia.[25-27] Basándose en estos datos, se debe incluir cuando sea
posible los receptores de progesterona y de estrógeno, evaluados ya sea por
métodos bioquímicos o inmunohistoquímicos, en la evaluación de los pacientes en
etapas I y II. Se ha observado que la expresión del oncogene, la ploidía del ADN
y la fracción de células en fase-S también son indicadores pronósticos del
resultado clínico.[27] Por ejemplo, la sobreexpresión del oncogene HER-2/neu ha
sido relacionada con un pronóstico global precario.[28] Se ha publicado una
revisión general de los factores de pronóstico.[29]
Bibliografía
- DuBeshter B, Warshal DP, Angel C, et al.: Endometrial carcinoma: the relevance of cervical cytology. Obstet Gynecol 77 (3): 458-62, 1991.
[PUBMED Abstract]
- Larson DM, Johnson KK, Reyes CN Jr, et al.: Prognostic significance of malignant cervical cytology in patients with endometrial cancer. Obstet Gynecol 84 (3): 399-403, 1994.
[PUBMED Abstract]
- Ziel HK, Finkle WD: Increased risk of endometrial carcinoma among users of conjugated estrogens. N Engl J Med 293 (23): 1167-70, 1975.
[PUBMED Abstract]
- Jick SS, Walker AM, Jick H: Estrogens, progesterone, and endometrial cancer. Epidemiology 4 (1): 20-4, 1993.
[PUBMED Abstract]
- Jick SS: Combined estrogen and progesterone use and endometrial cancer. Epidemiology 4 (4): 384, 1993.
[PUBMED Abstract]
- Bilezikian JP: Major issues regarding estrogen replacement therapy in postmenopausal women. J Womens Health 3(4): 273-282, 1994.
- van Leeuwen FE, Benraadt J, Coebergh JW, et al.: Risk of endometrial cancer after tamoxifen treatment of breast cancer. Lancet 343 (8895): 448-52, 1994.
[PUBMED Abstract]
- Fisher B, Costantino JP, Redmond CK, et al.: Endometrial cancer in tamoxifen-treated breast cancer patients: findings from the National Surgical Adjuvant Breast and Bowel Project (NSABP) B-14. J Natl Cancer Inst 86 (7): 527-37, 1994.
[PUBMED Abstract]
- Hendrickson M, Ross J, Eifel PJ, et al.: Adenocarcinoma of the endometrium: analysis of 256 cases with carcinoma limited to the uterine corpus. Pathology review and analysis of prognostic variables. Gynecol Oncol 13 (3): 373-92, 1982.
[PUBMED Abstract]
- Nori D, Hilaris BS, Tome M, et al.: Combined surgery and radiation in endometrial carcinoma: an analysis of prognostic factors. Int J Radiat Oncol Biol Phys 13 (4): 489-97, 1987.
[PUBMED Abstract]
- Hanson MB, van Nagell JR Jr, Powell DE, et al.: The prognostic significance of lymph-vascular space invasion in stage I endometrial cancer. Cancer 55 (8): 1753-7, 1985.
[PUBMED Abstract]
- Takeshima N, Hirai Y, Tanaka N, et al.: Pelvic lymph node metastasis in endometrial cancer with no myometrial invasion. Obstet Gynecol 88 (2): 280-2, 1996.
[PUBMED Abstract]
- Tornos C, Silva EG, el-Naggar A, et al.: Aggressive stage I grade 1 endometrial carcinoma. Cancer 70 (4): 790-8, 1992.
[PUBMED Abstract]
- Friberg LG, Norén H, Delle U: Prognostic value of DNA ploidy and S-phase fraction in endometrial cancer stage I and II: a prospective 5-year survival study. Gynecol Oncol 53 (1): 64-9, 1994.
[PUBMED Abstract]
- Morrow CP, Bundy BN, Kurman RJ, et al.: Relationship between surgical-pathological risk factors and outcome in clinical stage I and II carcinoma of the endometrium: a Gynecologic Oncology Group study. Gynecol Oncol 40 (1): 55-65, 1991.
[PUBMED Abstract]
- Lanciano RM, Corn BW, Schultz DJ, et al.: The justification for a surgical staging system in endometrial carcinoma. Radiother Oncol 28 (3): 189-96, 1993.
[PUBMED Abstract]
- Ambros RA, Kurman RJ: Combined assessment of vascular and myometrial invasion as a model to predict prognosis in stage I endometrioid adenocarcinoma of the uterine corpus. Cancer 69 (6): 1424-31, 1992.
[PUBMED Abstract]
- Turner DA, Gershenson DM, Atkinson N, et al.: The prognostic significance of peritoneal cytology for stage I endometrial cancer. Obstet Gynecol 74 (5): 775-80, 1989.
[PUBMED Abstract]
- Piver MS, Recio FO, Baker TR, et al.: A prospective trial of progesterone therapy for malignant peritoneal cytology in patients with endometrial carcinoma. Gynecol Oncol 47 (3): 373-6, 1992.
[PUBMED Abstract]
- Kadar N, Homesley HD, Malfetano JH: Positive peritoneal cytology is an adverse factor in endometrial carcinoma only if there is other evidence of extrauterine disease. Gynecol Oncol 46 (2): 145-9, 1992.
[PUBMED Abstract]
- Lurain JR: The significance of positive peritoneal cytology in endometrial cancer. Gynecol Oncol 46 (2): 143-4, 1992.
[PUBMED Abstract]
- Lurain JR, Rice BL, Rademaker AW, et al.: Prognostic factors associated with recurrence in clinical stage I adenocarcinoma of the endometrium. Obstet Gynecol 78 (1): 63-9, 1991.
[PUBMED Abstract]
- Ingram SS, Rosenman J, Heath R, et al.: The predictive value of progesterone receptor levels in endometrial cancer. Int J Radiat Oncol Biol Phys 17 (1): 21-7, 1989.
[PUBMED Abstract]
- Creasman WT: Prognostic significance of hormone receptors in endometrial cancer. Cancer 71 (4 Suppl): 1467-70, 1993.
[PUBMED Abstract]
- Carcangiu ML, Chambers JT, Voynick IM, et al.: Immunohistochemical evaluation of estrogen and progesterone receptor content in 183 patients with endometrial carcinoma. Part I: Clinical and histologic correlations. Am J Clin Pathol 94 (3): 247-54, 1990.
[PUBMED Abstract]
- Chambers JT, Carcangiu ML, Voynick IM, et al.: Immunohistochemical evaluation of estrogen and progesterone receptor content in 183 patients with endometrial carcinoma. Part II: Correlation between biochemical and immunohistochemical methods and survival. Am J Clin Pathol 94 (3): 255-60, 1990.
[PUBMED Abstract]
- Gurpide E: Endometrial cancer: biochemical and clinical correlates. J Natl Cancer Inst 83 (6): 405-16, 1991.
[PUBMED Abstract]
- Hetzel DJ, Wilson TO, Keeney GL, et al.: HER-2/neu expression: a major prognostic factor in endometrial cancer. Gynecol Oncol 47 (2): 179-85, 1992.
[PUBMED Abstract]
- Homesley HD, Zaino R: Endometrial cancer: prognostic factors. Semin Oncol 21 (1): 71-8, 1994.
[PUBMED Abstract]
Volver Arriba
Siguiente Sección > |