Información general
El diagnóstico de un tumor primario oculto sólo se hace si, después de una
búsqueda cuidadosa, no se detecta un tumor primario y no aparece durante la
terapia. Se excluyen los pacientes con metástasis de los ganglios linfáticos
cervicales histológicamente relacionada a un tumor primario que se había tratado
previamente y a los pacientes con linfomas y adenocarcinomas. Si la
biopsia es un carcinoma indiferenciado (particularmente un linfoepitelioma), el
sitio primario más probable es en el anillo de Waldeyer; por ejemplo, la
nasofaringe, base de la lengua, o la amígdala. La mayoría de los carcinomas
epidermoides metastásicos a los ganglios linfáticos de la mitad superior del
cuello se originarán de un sitio primario en la cabeza y en el cuello. Los
carcinomas escamocelulares metastásicos en la parte inferior del cuello pueden
representar un sitio primario en la cabeza y el cuello, en el tracto esofágico,
pulmonar o genitourinario. Debe efectuarse una búsqueda de tumores primarios en
estas áreas antes de asumir que el tumor primario está oculto. Los tumores
primarios que brotan en la nasofaringe pueden ser secundarios
a la infección del Virus de Epstein-Barr (EBV), y material genómico EBV puede ser
detectable en el tejido ganglionar del cuello después de amplificación de ADN
usando la reacción de cadena de polimerasa. Dicho hallazgo debe conducir a una
búsqueda profunda del tumor primario en la nasofaringe.[1]
Debe individualizarse
el grado de investigación y el tipo de tratamiento para cada paciente,
dependiendo de la edad, sitio y grado de compromiso metastásico de los ganglios
linfáticos, su histología y los deseos del paciente. Cuando se determina que el
paciente tiene carcinoma escamoso del cuello con tumor primario oculto, el
profesional debe estar seguro de que no existe ninguna otra enfermedad
metastática obvia, como por ejemplo, al pulmón, hígado, o a las regiones
óseas, ya que esto afectaría la estrategia locoregional de terapia.[2] Las tasas de supervivencia de tres años sin enfermedad después de cirugía,
radioterapia o ambos en el caso de tumores primarios escamosos ocultos varía de
40% - 50% en pacientes con enfermedad N1 a 38% y 26% en pacientes con N2 y N3, respectivamente.
Los pacientes que posteriormente desarrollan lesiones primarias tienen tasas de
supervivencia bajas comparadas a las de aquellos pacientes cuyo tumor primario
sigue siendo oculto, por ejemplo 30% versus 60%.
A los pacientes con metástasis del cuello de un tumor primario que no puede
detectarse, se les debe otorgar el beneficio de
recibir tratamiento definitivo. A pesar de la situación ominosa del tumor
primario oculto, un número significativo de pacientes logran curación tanto por
cirugía como por radioterapia. En algunos pacientes, la repetición a largo plazo
de exámenes con el tiempo revelará el tumor primario, en una etapa tratable.
Bibliografía
- Feinmesser R, Miyazaki I, Cheung R, et al.: Diagnosis of nasopharyngeal carcinoma by DNA amplification of tissue obtained by fine-needle aspiration. N Engl J Med 326 (1): 17-21, 1992.
[PUBMED Abstract]
- de Braud F, al-Sarraf M: Diagnosis and management of squamous cell carcinoma of unknown primary tumor site of the neck. Semin Oncol 20 (3): 273-8, 1993.
[PUBMED Abstract]
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