- Expresa su frustración al volante. Esto puede conducir a un choque o a un acto de violencia.
- Se distrae al manejar. Leer, comer o hablar por teléfono pueden ser la causa de serios choques.
- No mantiene su distancia. Conducir demasiado cerca del auto que tiene delante es una de las principales causas de muchos choques.
- Cambiar de carril frecuentemente. Culebrear dentro del tráfico para rebasar a otros vehículos puede ser muy peligroso.
- Se pasa la luz roja. No cruce intersecciones si la luz ya cambió a amarillo. Recuerde que las luces rojas intermitentes se consideran como luz roja.
- Excede el límite de velocidad. Ir demasiado rápido durante condiciones climáticas críticas también constituye una violación de tránsito.
- Planifique. Dése más tiempo del estrictamente necesario.
- Concéntrese. No se distraiga hablando por teléfono, comiendo o poniéndose maquillaje.
- Relájese. Ponga música suave y relajante en la radio. La música puede ayudarlo a calmar sus nervios y a disfrutar el viaje.
- Maneje a la velocidad indicada. Menos choques ocurren cuando los vehículos van a más o menos la misma velocidad.
- Busque rutas alternas. A veces la ruta que parece más larga en el mapa puede ser la más rápida.
- Use el transporte público. Olvídese temporalmente de las tensiones de conducir.
- Simplemente, llegue tarde. Recuerde: Más vale tarde que nunca.
- Sálgase de su camino. Primero y antes que nada, retírese de su camino.
- Ponga su orgullo de lado. No lo desafíe compitiendo con él o tratando de mantenerse en su carril.
- Evite el contacto visual. Mirar a un conductor agresivo a los ojos puede enfurecerlo aún más.
- Ignórelo. Ignore sus gestos y rehúse devolverlos.
- Denuncie a los conductores agresivos. Usted o un pasajero puede llamar a la policía. Pero, si usa un teléfono celular, deténgase en un lugar seguro antes de llamar.