Efectos secundarios del tratamiento de cáncer
Cirugía
Radioterapia
Terapia hormonal
Espera vigilante
Ya que el tratamiento del cáncer puede dañar células y
tejidos sanos, los efectos secundarios indeseados son frecuentes. Estos efectos
secundarios dependen de muchos factores, incluyendo el tipo y extensión
del tratamiento. Los efectos secundarios pueden no ser los mismos para cada
persona y pueden aun cambiar de una sesión de tratamiento a la otra.
Antes de empezar el tratamiento, el equipo de cuidados para la salud
explicará los efectos secundarios posibles y sugerirá la forma de
ayudar al paciente a controlarlos.
El Instituto Nacional del Cáncer proporciona folletos útiles e
informativos acerca de los tratamientos del cáncer y para salir adelante
de los efectos secundarios. Folletos tales como La radioterapia y usted y
Consejos de alimentación para pacientes con cáncer
se pueden ver, bajar y pedir en
http://cancer.gov/publications. Estos materiales pueden también
pedirse llamando al Servicio de Información sobre el Cáncer al
1-800-4-CANCER.
Se lleva tiempo para sanar después de la cirugía, y el tiempo
necesario para recuperarse es diferente para cada hombre. Es común
sentirse cansado o débil por un tiempo, y con frecuencia está uno
incómodo durante los primeros días. Sin embargo, la medicina
puede generalmente controlar el dolor. Antes de la cirugía, los
pacientes deberán discutir con el médico o con la enfermera el
plan para aliviar el dolor. El médico puede ajustar el plan si es
necesario aliviar más el dolor.
Después de la cirugía, la uretra necesita tiempo para sanar. El
paciente tendrá un
catéter
(un tubo insertado en la vejiga por la
uretra) para drenar la orina de 10 días a 3 semanas. El personal de
enfermería o el médico mostrarán al enfermo cómo
cuidar del catéter.
La cirugía para extirpar la próstata puede causar problemas a
largo plazo, incluso
incontinencia.
Después de la cirugía,
algunos hombres son incapaces de controlar el flujo de orina de la vejiga
(incontinencia urinaria).
Si se lesiona el recto, el paciente puede ser incapaz
de impedir la fuga de heces del cuerpo
(incontinencia fecal).
Algunos hombres pueden hacerse
impotentes.
La cirugía conservadora de
nervios tiene el propósito de evitar el problema de la
impotencia.
Cuando el médico puede usar cirugía conservadora de nervios y la
operación es completamente satisfactoria, la impotencia puede ser
sólo temporal. En algunos casos, sin embargo, aun hombres que tienen
este procedimiento quedan impotentes en forma permanente. Los pacientes pueden
hablar con su médico sobre medicamentos y otras formas de ayudar a
controlar los efectos sexuales del tratamiento del cáncer.
Los hombres a quienes se hizo una prostatectomía ya no producen semen,
por lo que ellos tienen
orgasmos secos.
Si desean tener hijos, pueden pensar en
un
banco de esperma o
en un procedimiento de
recolección de esperma.
Es probable que los pacientes estén muy cansados durante la radioterapia,
especialmente en las últimas semanas de tratamiento. El descanso es
importante, pero los médicos generalmente aconsejan a sus pacientes que
traten de ser tan activos como puedan.
Algunos hombres pueden tener diarrea o deseos frecuentes e incómodos de
orinar.
Cuando los hombres con cáncer de próstata reciben radioterapia
externa, es posible que la piel en el área tratada se ponga roja, seca y
sensible. La radioterapia externa puede también causar la caída
del pelo en el área tratada. La caída de pelo puede ser temporal
o permanente, dependiendo de la dosis de radiación.
Tanto la radioterapia interna como la externa pueden causar daño a los
nervios que resulte en impotencia. Sin embargo, no es probable que la
radioterapia interna tenga este efecto.
La radioterapia interna puede causar incontinencia temporal. No son comunes los
efectos secundarios a largo plazo debidos a la radioterapia interna.
La orquiectomía y los agonistas de la hormona liberadora de hormona
luteinizante pueden probablemente afectar la calidad de vida del paciente. Con
frecuencia causan efectos secundarios tales como impotencia, bochornos o
sofocos, pérdida del deseo sexual y debilidad en los huesos. Cuando se
toma por primera vez, un agonista de la hormona liberadora de hormona
luteinizante puede hacer que empeoren por un corto tiempo los síntomas
del paciente. Durante este problema temporal, los síntomas pueden
avivarse. Gradualmente, sin embargo, el tratamiento causa que baje el nivel de
la testosterona del hombre. Sin testosterona, el crecimiento del tumor se hace
más lento y mejora el estado del paciente. (Para evitar este
período en el que los síntomas se avivan, el médico puede
dar al paciente un antiandrógeno por un tiempo junto con el agonista de
la hormona liberadora de hormona luteinizante).
Los antiandrógenos (como la nilutamida) pueden causar náuseas,
diarrea o crecimiento o sensibilidad de los senos. Raramente pueden causar
dolor en el abdomen, ojos amarillentos u orina oscura por problemas de
hígado. Algunos pacientes que toman nilutamida pueden tener dificultad
para respirar. La nilutamida puede también hacer más lento el
tiempo que se llevan los ojos en ajustarse a la luz. Puede ser más
difícil ir de la luz brillante a la oscuridad o de la oscuridad a la
luz.
Si se usa por largo tiempo, el ketoconazol puede causar problemas de
hígado y la aminoglutetimida puede causar erupciones de la piel. Los
hombres a los que se les hace un bloqueo total de andrógenos pueden
experimentar más efectos secundarios que los hombres que reciben un tipo
único de terapia hormonal.
Cualquier método de terapia hormonal que baja los niveles
hormonales puede contribuir a debilitar los huesos. El médico
puede sugerir medicamentos o
suplementos dietéticos
que pueden reducir
el riesgo de fracturas de huesos.
Aunque los hombres que escogen la espera vigilante evitan o retrasan los efectos
secundarios de la cirugía y radiación, puede haber algunos
aspectos negativos en esta elección. La espera vigilante puede reducir
la oportunidad de controlar la enfermedad antes de que se disemine.
También, hombres de más edad deberán tener en cuenta que
puede ser más difícil soportar la cirugía y la
radioterapia al hacerse más viejos y desarrollar otros problemas de
salud.
Algunos hombres pueden decidirse contra la espera vigilante porque sienten que
estarían incómodos viviendo con un cáncer sin tratar, aun
cuando sea un cáncer que parece que crece lentamente o que no crece del
todo. El hombre que escoge la espera vigilante pero que más tarde tiene
preocupación o ansiedad deberá hablar con su médico sobre
estos sentimientos. Casi siempre hay disponible un enfoque diferente.
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