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Office of the Press Secretary
5 de diciembre de 2002
DECLARACIONES DEL PRESIDENTE EN EID AL-FITR
The Islamic Center of Washington, D.C.
Washington, D.C.
2:25 P.M. EST
EL PRESIDENTE: Muchísimas gracias, señor. Es un gusto estar
nuevamente con usted. Y es un honor para mí visitar el Islamic Center of
Washington (Centro Islámico de Washington) una vez más.
Durante medio siglo, esta bella mezquita ha fungido como el centro de
culto para los musulmanes y ha ayudado a fomentar el entendimiento entre
los pueblos de distintas religiones. Millones de nuestros conciudadanos
profesan la religión musulmana. Llevan vidas marcadas por la honestidad y
justicia y compasión.
Me complace acompañarlos hoy en la celebración de Eid, la culminación
del Mes Sagrado de Ramadán. Le agradezco muchísimo al Dr. Khouj y quiero
darle las gracias al otro distinguido imán de la zona de Washington, D.C.
Gracias a todos por estar aquí. Disfruté de nuestro encuentro. También
agradezco a los escolares musulmanes que están aquí contándome cuentos y
leyéndome poemas y mostrándome obras de arte. Por favor agradézcanles
nuevamente por su hospitalidad.
El Islam encuentra sus raíces en el llamado de Dios a Abrahán. Y el
Ramadán conmemora la revelación de la palabra de Dios al profeta Mahoma en
el Sagrado Corán; palabra que leen y recitan con particular atención y
reverencia los musulmanes durante esta época.
Durante el pasado mes, los musulmanes guardaron ayuno, sin comer
alimentos ni tomar agua durante el día, para nuevamente concentrar su
pensamiento en la fe y dirigir sus corazones hacia la caridad. Los
musulmanes en todo el mundo han tendido una mano misericordiosa a los
necesitados. Las mesas de caridad ante las cuales los pobres pueden romper
su ayuno alinean las calles de las ciudades y los pueblos. Y se
distribuyen donaciones de alimentos y ropa y dinero para garantizar que
todos compartan en la abundancia de Dios. A menudo, los musulmanes invitan
a miembros de otras familias a sus cenas nocturnas de iftar, demostrando su
espíritu de tolerancia.
Durante Eid al-Fitr los musulmanes celebran el término de su ayuno y
las bendiciones de la fe renovada que lo acompañan. Las costumbres varían
de país a país, desde el encender faroles en Egipto hasta el prender fuegos
artificiales en Pakistán e invitar a los ancianos a fiestas tradicionales
en Níger. En todo el mundo, las familias y los vecinos y amigos se reúnen
para compartir comidas tradicionales y felicitarse unos a los otros por
cumplir con la prueba del Ramadán.
El ambiente de estas fiestas nos recuerda que el Islam trae esperanza
y consuelo a más de mil millones de personas en todo el mundo. Islam
confirma la justicia de Dios e insiste en la responsabilidad moral del
hombre. Estas fiestas también constituyen una ocasión para recordar que el
Islam dio origen a una civilización rica en conocimientos que ha
beneficiado a la humanidad.
Acá en los Estados Unidos nuestros ciudadanos musulmanes están
aportando mucho al comercio, las ciencias y el derecho, la medicina y
educación, y otros campos. Los musulmanes miembros de nuestras Fuerzas
Armadas y de mi administración están prestando servicios a sus
conciudadanos con distinción, defendiendo los ideales de la nación:
libertad y justicia en un mundo en paz. Y en la capital de nuestro país,
este centro contribuye muchísimo a nuestra vida espiritual y cultural.
En nombre de Laura y nuestra familia y el pueblo estadounidense, les
deseo a todos los presentes en este lugar de culto y a los musulmanes de
todo el mundo un Eid gozoso, como también salud y felicidad y prosperidad
durante el próximo año.
Eid Mubarak. Que Dios los bendiga.
END 2:30 P.M. EST
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