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Servicio noticioso desde Washington

9 de septiembre de 2004

El terrorismo apunta a toda la civilización, dice Powell

(Los terroristas amenazan la santidad de la vida humana)

Luego de los recientes ataques terroristas en Rusia y otros lugares, que mataron a miles de personas, no puede haber duda de que el terrorismo apunta a toda la civilización y no sólo a Estados Unidos, sus aliados y sus intereses en el extranjero, dice el secretario de Estado Colin Powell.

"El terrorismo amenaza la civilización misma, porque ataca el más precioso de todos los principios civilizados: la santidad de la vida humana. El terrorismo no hace distingos entre soldados y civiles, incluso niños", dijo.

Los terrroristas no reconocen límites, ningún principio de proporcionalidad, y buscan echar atrás los esfuerzos de milenios para limitar el carácter destructivo del conflicto humano, declaró.

Si bien Estados Unidos no invitó a esta lucha y no disfruta con ella, no hay más alternativa que encarar el reto del terrorismo y derrotarlo, señaló.

En un discurso de amplio contenido que pronunció el 10 de septiembre en la Universidad de Georgetown en Washington, Powell analizó la respuesta de Estados Unidos al terrorismo, el papel que desempeña su relación de larga data con sus socios de la OTAN, las luchas en Afganistán e Iraq y la continua fortaleza de la alianza transatlántica.

Los motivos de los grupos terroristas varían, dijo. Mientras algunos, como al-Qaida, tienen ambiciones mundiales y motivos apocalípticos, otros están más concentrados geográficamente, con objetivos políticos estrechamente definidos. "Pero el asesinato de inocentes que define al terrorismo moderno es común a todos ellos", afirmó.

No hay justificación política para el asesinato deliberado de personas inocentes, dijo, y Estados Unidos se opone a él incondicionalmente.

Explicó que es difícil medir el éxito en una guerra al terrorismo, algo que es diferente de cualquiera que los hombres civilizados hayan librado antes, aunque hay varias cosas ciertas.

Al-Qaida disfrutaba hace tres años de un refugio seguro en Afganistán, donde complotaba, entrenaba y despachaba terroristas por todo el mundo, pero hoy ese refugio seguro ha desaparecido y al-Qaida está en fuga.

Hace tres años, Saddam Hussein gobernaba Iraq con un régimen que había fabricado y usado armas de destrucción masiva, había cavado fosas comunes para su propio pueblo y se había asociado durante muchos años con terroristas conocidos. Pero gracias al sacrificio de muchos, ese régimen ha desaparecido hoy.

Señaló Powell que el éxito en la derrota de estas amenazas dependió de una estrategia que combinó el uso juicioso de la fuerza con una diplomacia hábil. Le atribuyó a la hábil diplomacia anglonorteamericana haber ayudado a persuadir al gobierno libio de que abandonara sus armas de destrucción en masa y optara por un nuevo futuro.

Aunque Estados Unidos ya no ve el mundo, como lo hacía durante la Guerra Fría, a través del prisma de una alianza centroeuropea, y aunque los europeos participan en un experimento revolucionario en el federalismo de alcance continental, añadió, ninguno de esos acontecimientos impide que Estados Unidos y las naciones europeas sean socios.

Finalmente, dijo Powell que considera la asociación transatlántica de tres maneras: la necesidad de garantizar una Europa segura, la continua cooperación diaria contra el terrorismo, y la expansión de la asociación para operar de un modo más extenso, más allá de Europa.

(El Servicio Noticioso desde Washington es un producto de la Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos. Sitio en la Web: http://usinfo.state.gov/espanol/)



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