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Office of the Press Secretary
29 de julio de 2002
DECLARACIONES DEL PRESIDENTE SOBRE REFORMAS A LA ASISTENCIA PÚBLICA
West Ashley High School
Charleston, Carolina del Sur
THE WHITE HOUSE
Oficina del Secretario de Prensa
(Charleston, Carolina del Sur)
Para su publicación inmediata
29 de julio de 2002
DECLARACIONES DEL PRESIDENTE
SOBRE REFORMAS A LA ASISTENCIA PÚBLICA
West Ashley High School
Charleston, Carolina del Sur
11:00 A.M. EDT
EL PRESIDENTE: Muchísimas gracias a todos. Es maravilloso regresar a
Charleston. Quiero agradecerles por darse el tiempo de venir y saludarme.
Es un gusto volver al lugar de donde mi madre se graduó de la escuela
secundaria. Debe haber aprendido allí que si uno llega a ser madre, debe
asegurarse de decirle a su hijo mayor qué hacer todo el tiempo. (Risas.)
Aún estoy escuchando.
Es un honor para mí que Tommy viajara acá conmigo. Saben, Tommy y yo
fuimos gobernadores juntos. Sabía que tenía buenos antecedentes como el
gobernador de Wisconsin
en ayudar a pasar a la gente de la asistencia pública al trabajo.
Entonces, cuando -- uno, le pedí a Tommy que se nos uniera como el
Secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos del Gabinete,
porque conozco, conozco su pasión por ayudar a la gente necesitada y
conozco su filosofía. Y quiero agradecerle a Tommy por acceder a dejar la
vida que tenía allá en Wisconsin y trasladarse a Washington, D.C. y servir
a nuestra nación con tanta clase y tanta distinción. Le agradezco, Sr.
Secretario. (Aplauso.)
Quiero agradecerles a algunos miembros de la grandiosa delegación de
Carolina del Sur al Congreso que nos acompañan hoy, (aplauso) los
Congresistas Brown, Wilson, Graham y DeMint, quienes representan a su
estado con tanta clase. Y agradezco que todos ustedes hayan venido.
(Aplauso.) Y es bueno ver que mi amigo, el Vicegobernador Bob Peeler,
también está acá con nosotros. Gracias, Bob. Agradezco que haya venido.
(Aplauso.)
Y quiero especialmente darle las gracias a Bob Olson, el director de
esta escuela secundaria. (Aplauso.) Sé que no es fácil ser el anfitrión
de una visita presidencial. Los séquitos son bastante grandes. Pero todos
están realizando una labor fabulosa. Es un honor tan grande estar acá en
esta escuela secundaria. Quiero darles las gracias, a Bob, usted y los
profesores, todas las personas que trabajan acá, por estar involucrados en
la educación. No existe nada tan importante como asegurarse que todos los
niños de los Estados Unidos reciban una educación de calidad. (Aplauso.)
Acabo de tener lo que denominan una conversación de mesa redonda sobre
algunos de los programas que están teniendo lugar acá en Carolina del Sur,
todos destinados a ayudar a la gente a ayudarse a sí misma. No tengo
tiempo para contar todos los relatos, pero algunas personas admirables que
nos acompañaron hoy, aquellos quienes se han esforzado mucho para dejar de
recibir la asistencia pública para tener éxito, y aquellas almas
bondadosas, compasivas que los están ayudando. Y quiero agradecerles a los
participantes por venir hoy. Realmente aprecio sus conversaciones.
También me reuní con Steve Riggs, quien es un voluntario acá en
Carolina del Sur. Vino a Air Force One. El trabajo de Steve como
voluntario es trabajar con el departamento militar de Carolina del Sur, el
cual hace presentaciones sobre algún momento de la historia estadounidense.
Steve considera que es importante enseñar historia, historia en vivo o
historia a través de personas que visten uniformes, para que puedan ver a
la historia cobrar vida. Considera que es importante enseñar a nuestros
jóvenes valores que pueden respetar durante el resto de sus vidas. Steve
decidió hacer esto él sólo. No fue necesario ningún edicto del gobierno ni
ninguna proclama. Se ofrece de voluntario para hacer de Carolina del Sur
el mejor estado que puede ser. Y es un honor para mí que esté con nosotros
hoy, Steve. Gracias por venir. (Aplauso.)
La razón por la cual me gusta hablar sobre personas como Steve y
muchas de las personas con las cuales me reuní esta mañana, es que
comparten el mismo concepto que una persona puede hacer algo por ayudar a
cambiar a Estados Unidos, y cada uno de nosotros tiene que ser una persona
que ayuda a cambiar a Estados Unidos. Si usted quiere combatir el mal, si
usted quiere sumarse a la guerra contra el terrorismo, haga algo de bien en
su sociedad. Si quiere enviar un mensaje a los malvados que nos atacaron,
una manera de hacerlo es amar a su prójimo como le gustaría ser amado. Y
eso es lo que está pasando por todos los Estados Unidos. (Aplauso.)
No puedo imaginarme qué se cruzó por la mente del enemigo cuando nos
atacaron. Deben haber pensado que Estados Unidos y los estadounidenses son
gente completamente superficiales, tan materialistas que cuando se trataba
de defender algo que respetaban, simplemente entablarían una demanda o,
saben, nos estrujaríamos las manos, nos asustaríamos de nuestra sombra.
Pero no entendían a los Estados Unidos, ven. Y están aprendiendo una
lección bastante dura sobre este país: cuando se trata de la defensa de
nuestra libertad, cuando se trata de defender lo que respetamos, somos
bastante recios y estamos determinados y tendremos éxito. (Aplauso.)
Ahora, estamos logrando adelantos en la guerra contra el terrorismo.
Es un tipo de guerra distinto. Steve representa las batallas cuando solían
haber infanterías que atacaban a infanterías y artillerías que atacaban
artillerías y vuelos de aeronaves por todas - este es un tipo de guerra
distinto. Estas personas no son otra cosa que un montón de homicidas
crueles que envían a sus jóvenes a sus muertes y se esconden.
Y entonces, este país, para proteger a los Estados Unidos, va a
acorralarlos uno por uno, sin importar cuánto tiempo se demore, una persona
a la vez. (Aplauso.)
Sé que este en una gran población militar y quiero agradecerles a
todos ustedes que tienen a seres amados en las fuerzas armadas de los
Estados Unidos. Sírvanse comunicarles de parte del Comandante en Jefe que
estamos orgullosos; estamos orgullosos por sus servicios y estamos
orgullosos por sus sacrificios. (Aplauso.)
Estamos logrando adelantos en nuestra economía. La base para el
crecimiento es fuerte en Estados Unidos. Las tasas de interés son bajas,
la inflación es baja, la política monetaria es sólida, la política fiscal
es sólida y la productividad ha subido. Y mañana voy a firmar un proyecto
de ley que dice tan claramente como lo podemos decir en Washington, D.C. --
de paso, un proyecto de ley respaldado tanto por republicanos como
demócratas - que si usted es un funcionario ejecutivo principal y piensa
que puede falsificar los libros para hacer que luzca mejor, lo vamos a
encontrar, vamos a arrestarlo y vamos a hacer que rinda cuentas.
(Aplauso.)
Y como Tommy mencionó, estamos logrando adelantos en ayudar a la gente
a ayudarse a sí misma para que no dependa de nuestro gobierno. Estamos
ayudando a la gente a convertirse en personas independientes, para que
puedan realizar su pleno potencial humano.
Las reformas a la asistencia pública son una verdadera historia de
éxito. Desde la aprobación del proyecto de ley en 1996, el número de casos
de asistencia pública ha disminuido en más de 50 por ciento. Es un logro
notable: 50 por ciento menos personas reciben asistencia pública.
Actualmente, 5.4 millones personas menos viven en condiciones de pobreza
que en 1996; 2.8 millones niños menos viven en condiciones de pobreza. Y
eso es positivo para los Estados Unidos. (Aplauso.)
Y una estadística increíblemente vital es que el porcentaje de niños
africano-americanos en condiciones de pobreza es el más bajo jamás.
(Aplauso.) El éxito de las reformas a la asistencia pública no se
encuentra en las cifras, sin embargo. El éxito de las reformas a la
asistencia pública no se encuentra en el número de casos recortados. El
éxito de las reformas a la asistencia pública es el número de personas
cuyas vidas han cambiado de manera positiva. Ese es el éxito.
Y tenemos muchos relatos exitosos en Carolina del Sur y por todo el
país. Estoy seguro que hay algunos acá quienes no he tenido una
oportunidad de conocer. Hoy, sí conocí a Lushanda Bright. Habló sobre su
vida y su caso. Primero que nada, tenía el trabajo más difícil en los
Estados Unidos, que es ser madre soltera. Ese es el trabajo más difícil en
este país, de paso, tratar de criar a sus hijos por sí misma.
Y eso es lo que estaba haciendo. Tenía entonces 24 años de edad,
tenía dos niños pequeños. Estaba recibiendo beneficios de desempleo y
estaban a punto de concluir en agosto. Pero no quería simplemente un
puesto de trabajo, quería hacer algo para mejorar, por sí misma y por sus
hijos. Y entonces, se puso en contacto con un grupo acá, todo con el
objetivo de ayudar a la gente a pasar de la asistencia pública al trabajo;
un grupo que se creó después de la ley de 1996, porque el gobierno federal
dijo sabiamente, debemos confiar en que la gente local ayude, la gente
local conciba los programas que funcionan mejor en Carolina del Sur, la
gente que estamos tratando de ayudar; que toda la sabiduría no radica en
Washington, D.C. De hecho, mientras más confiemos en la gente local,
mayores las probabilidades que surjan programas buenos para ayudar a las
Lushandas Bright del mundo.
Y dicho programa se llama Moving Up. Y ayudaron a Lushanda. Le
preguntaron qué quería, le preguntaron qué podían hacer para ayudar. Se
matriculó en Northeastern Technical College. Terminó varios cursos en
seguros y facturación médica, mientras, de paso, trabajaba en una tienda
de servicio rápido y era madre de dos. Hoy tiene un puesto a tiempo
completo en Marlboro Park Hospital. En el otoño regresará a la universidad
para continuar sus estudios. Y esto es lo que tenía que decir: "Muchísimo
ha cambiado para mí. Mi vida ha dado un giro. Fue difícil, pero pasé de
tener nada a tener un puesto que me encanta".
Lushanda, gracias por venir. Gracias por compartirlo con nosotros.
(Aplauso.) Aprecio que esté acá. (Aplauso.)
Estos son los relatos humanos. Estos son los relatos que se repiten
una y otra vez por todos los Estados Unidos, debido a una filosofía
inherente en el proyecto de ley de 1996 de las reformas a la asistencia
pública que dice que la gente puede tener éxito; simplemente deles una
oportunidad. Ayude a la gente a ayudarse a sí misma y pasarán cosas
asombrosas en los Estados Unidos.
Entiendo que dejar detrás la asistencia pública no es fácil. Pero es
un paso esencial hacia la independencia del gobierno. El trabajo es el
camino a la dignidad y la libertad y el amor propio. Los relatos que
escuchan por todos los Estados Unidos son un tributo a las organizaciones
que los ayudan; y son un tributo a los negocios que emplean a personas que
desean ayuda. Son un tributo al mundo corporativo de Estados Unidos que
entiende que existe la responsabilidad de no sólo ser honesto sobre los
libros, sino una responsabilidad de ayudar en las comunidades en las que
existen al ayudar a la gente que quiere ayudarse a sí misma.
Y entonces, el proyecto de ley de las reformas a la asistencia pública
que fue aprobado en 1996 es un verdadero éxito. Y entonces, la cuestión
fundamental que enfrenta el país y enfrentan los miembros del Congreso es,
qué hacemos cuando sea momento de reautorizar el proyecto de ley. En otras
palabras, la manera en que funcionan las cosas en Washington es, si uno
aprueba una ley, a veces no existe para siempre. En este caso, requiere de
reautorización. Y el Congreso tiene que decidir si continúa o no
reformando para ayudar a la gente o si la ley menoscabará el éxito evidente
que ha habido desde 1996. Esa es la decisión fundamental que enfrentan sus
representantes electos.
Considero que las reformas compasivas a la asistencia pública deben
seguir adelante, para solidificar el trabajo, para insistir en el trabajo
como una de las señales del éxito, porque considero que el trabajo aumenta
el amor propio y la dignidad de alguien.
Sé que el proyecto de ley de asistencia pública, la reautorización,
necesita fomentar el matrimonio y la familia. (Aplauso.) Para ayudar a la
gente, también necesitamos comenzar con nuestros jóvenes temprano y el
esfuerzo de las reformas a la asistencia pública, la reautorización, debe
apoyar los programas eficaces de abstinencia entre los adolescentes.
(Aplauso.) Insto al Congreso a que se me sume sobre estos principios,
estas maneras prácticas de ayudar a hacer de Estados Unidos un lugar mejor.
El Congreso siempre debe recordar que cuando redacta leyes, debe
confiar en las personas locales, también; que la uniformidad no es
apropiada para todos cuando se trata de ayudar a la gente a ayudarse a s
misma, que mientras más flexibilidad exista para la gente a nivel local
para concebir programas que funcionen, mayores las probabilidades que
logremos los objetivos nacionales, que son menos personas que reciben
asistencia pública, más personas que trabajan; menos personas desanimadas,
más personas esperanzadas; menos personas adictas, más personas libres,
libres de realizar el gran potencial acá en los Estados Unidos.
Y entonces, hicimos que algunos trabajaran, logramos ciertos avances.
La Cámara de Representantes, estos miembros acá, permanecieron con nosotros
sobre un proyecto de ley muy importante, el proyecto de ley de
reautorización que apoya requisitos más estrictos de trabajo.
Hoy, por ejemplo, en promedio en el estado, el estado requiere el
trabajo de sólo aproximadamente 5 por ciento de los adultos que reciben
asistencia pública. En otras palabras, el objetivo es increíblemente bajo.
Si uno requiere el trabajo de sólo 5 por ciento de los adultos que reciben
asistencia pública, probablemente logre ese objetivo. Eso quiere decir que
muchas personas no están trabajando. Y eso no es correcto. Se debe
requerir de todos los estados que hagan que 70 por ciento de las personas
que reciben asistencia pública trabajen dentro de cinco años. (Aplauso.)
Esa no es sólo una estadística, sin embargo. Inherente en el número
70 por ciento está que tenemos que ayudar a la gente al mismo tiempo; que
tenemos que proporcionar los recursos, la flexibilidad, y la flexibilidad
para que podamos ayudar a la gente a encontrar trabajo. Los programas
tales como Moving Up funcionan y tenemos que fomentar programas tales ese,
no censurarlos sino fomentarlos.
Y eso es lo quiero decir por trabajo: eso quiere decir 40 horas a la
semana. Ahora, entiendo plenamente que algunas personas necesitan ayuda.
Y entonces como parte de la semana de trabajo de 40 horas semanales, 16 de
esas horas pueden ser horas dedicadas a la capacitación laboral o la
educación, a aptitudes, a ir a clases que pueden ayudarlos con aptitudes
distintas. Es tan importante que tengamos altos estándares, flexibilidad,
pero también reconocer que la gente necesita ayuda. Las personas quieren
trabajar y al recibir asistencia pública, muchas veces no saben siquiera
cómo comenzar. Muchas veces aún ni se han graduado de la escuela
secundaria. Y es por eso que la propuesta también reconoce que una madre
adolescente, por ejemplo, puede cumplir con sus requisitos de trabajo y aún
así ser ayudada, al asistir a clases.
Hay algunos en nuestra sociedad que son adictos. Quizá quieran
trabajar, pero primero tienen que afrontar su adicción. Y entonces, parte
de los requisitos de trabajo pueden ser tres meses en programas a tiempo
completo de rehabilitación para drogadictos.
El asunto es, es que tenemos que darles a las personas las
herramientas necesarias para mejorar sus vidas y a la vez entender cuán
importante es el trabajo en liberar a la gente de las garras de nuestro
gobierno. Y el Congreso debe oír ese mensaje cuando se trata de trabajar.
(Aplauso.)
También es importante entender que una sociedad más esperanzada es una
en la cual fomentamos los matrimonios y las familias sólidas. (Aplauso.)
Entiendo que formar y preservar una familia no es siempre posible; lo sé.
Pero debería ser un objetivo nacional. Debemos aspirar a lo que es mejor.
Y lo que es mejor para nuestras familias es permanecer intactas. Todo lo
que tienen que oír es a un hombre que conocí hoy, Patrick. Ni qué decir de
iniciativa de paternidad. Habló con palabras convincentes sobre qué tal es
tener padres que quieren ser padres; y cuando el padre se vuelve a juntar
con su familia, cuán importante y cuán real se vuelve la vida de esa
persona y, lo más importante, cuán optimista se vuelve la vida para los
niños.
Trabaja con la Sisters of Charity Foundation en la iniciativa de
paternidad. Existen tales iniciativas por toda nuestra sociedad, muchas en
la comunidad de la fe, de paso, iniciativas que deben ser respaldadas por
el gobierno federal. Y entonces, por lo tanto, el proyecto de ley que
aprobó la Cámara de Representantes, que yo propuse -- en mi presupuesto,
tengo $300 millones anuales para respaldar los programas educativos y
programas de asesoría - de la comunidad de la fe y de la comunidad de las
organizaciones benéficas y de la comunidad gubernamental, todos orientados
a fomentar el matrimonio; todos orientados a ayudar a las parejas a crear y
mantener matrimonios en nuestra sociedad. (Aplauso.)
Las familias son importantes para nuestros hijos. Las familias son
importantes para los Estados Unidos. (Aplauso.) Para ayudar a la gente a
ayudarse a sí misma, creo firmemente que debemos promover los programas de
abstinencia entre los adolescentes. (Aplauso.) Tenemos que ayudar a la
gente que entienda que, primero, está bien abstenerse. Y en segundo lugar,
tener un bebé fuera del matrimonio temprano en la vida va a hacer que sea
muy difícil, muy difícil para el niño, muy difícil para la mamá. Tenemos
que dejar en claro que tenemos un problema de salud cuando se trata de
enfermedades venéreas y que tenemos que afrontarlos de una manera abierta
con nuestros jóvenes.
Saben, he oído todo lo que se dice sobre los programas de abstinencia
y esto y lo otro. Pero déjenme ser perfectamente franco. Si les preocupan
los embarazos entre las adolescentes o si les preocupan las enfermedades
venéreas, la abstinencia siempre funciona. (Aplauso.)
Los ciudadanos de este estado entienden, que es lo que dije,
ciudadanos, de paso, de todos los estilos de vida, entienden lo que acabo
de decir. Tienen uno de los mejores programas del país de educación para
los adolescentes sobre la abstinencia. Muchos estados les están pidiendo
consejos. ¿Saben esto? Que cuando sus hijos enfrentan una decisión entre
ejercer auto-control y participar en comportamientos dañinos, el gobierno
no debería ser neutral. (Aplauso.)
La gente dice, cuando tengan suficiente dinero para cumplir con su
objetivo -- bueno, el presupuesto que presenté y el que la Cámara de
Representantes aprobó, dedica $17 mil millones al año a la asistencia
pública en 2003. Ahora, esa es la misma cantidad que se gastó en 1996,
pero la diferencia es, el número de casos se ha reducido en mitad. Por lo
que tenemos la misma cantidad de dinero con la mitad de la clientela, lo
cual significa que hay - como, por ejemplo, en promedio, se gastará $16,000
por familia en ayudar a la gente a ayudarse a sí misma, en vez de $7,000 en
1996. Acá en el estado de Carolina del Sur, la cantidad de dinero por
familia se duplicaría entre 1996 y ahora de $4,200 a $10,700 por familia
para la ayuda.
No, existe suficiente dinero en el presupuesto debido a los éxitos del
pasado, porque hay menos gente que ayudar. Si uno mantiene los fondos
constantes, tiene más dinero para ayudar. Y entonces, eso no debería ser
una excusa para que la gente no prosiga con un conjunto de reformas que
funciona.
Ahora, el Senado está redactando un proyecto de ley y quiero compartir
con algunos de ustedes mis pensamientos sobre el proyecto de ley que está
redactando. En primer lugar, considero que el proyecto de ley es una
retirada del éxito. Considero que no están marchando hacia adelante.
Considero que si se aprueba un proyecto de ley de la manera en que lo han
redactado, va a regresar, vamos a retroceder acá en los Estados Unidos. Y
el proyecto de ley perjudicaría a la propia gente que estamos tratando de
ayudar.
Por ejemplo, el proyecto de ley que fue aprobado por el Comité de
Finanzas del Senado tiene tantas excepciones de trabajo que va a resultar
en que muchas menas personas que reciben asistencia pública pasarán de la
asistencia pública al trabajo. Existen tantas excepciones, tantas
escapatorias, tantas maneras de evitar que la gente cumpla con estándares
altos, que menos personas pasarían efectivamente de la asistencia pública
al trabajo. Y eso no está bien. Eso perjudica a nuestros conciudadanos.
Existen tantas escapatorias que un estado podría satisfacer sus requisitos
de trabajo sin que siguiera trabaje una persona.
Ahora, déjenme darles un ejemplo. Bajo la manera en que más o menos
lo están escribiendo, en el Comité de Finanzas del Senado, algunas personas
podrían pasar todos los cinco años - existe un requisito de cinco años de
trabajo - que reciben asistencia pública, yendo a la universidad. Ahora,
esa no es mi opinión sobre cómo se ayuda a la gente a que se haga
independiente. Y ciertamente no es mi opinión sobre entender la
importancia del trabajo y ayudar a la gente a lograr la dignidad necesaria
para que puedan vivir una vida más libre, libre del control gubernamental.
(Aplauso.)
Además, no estoy contento con el hecho que han reducido en un tercio
la cantidad de dinero disponible para promover los matrimonios saludables.
Para mí, eso no tiene sentido. De hecho, parte del dinero que consideran
que deben gastar en lo que se llama forjar familias irá a programas que no
tienen nada que ver con promover el matrimonio.
Encima, el proyecto de ley del Senado tiene una debilidad
presupuestal. En otras palabras, están diciendo que tenemos que gastar
mucho más dinero para hacernos sentir mejor y hacer que mejoren las cosas.
No necesitamos eso. Lo que necesitamos hacer es concentrarnos en lo que
funciona. Concentrarnos en las reformas. Concentrarnos en la
flexibilidad. Concentrarnos en mejorar los programas que se ha comprobado
a través de los años que ayudan a la gente. Necesitamos un proyecto de ley
sobre asistencia pública que es fuerte sobre el trabajo, no débil sobre el
trabajo; fuerte sobre el matrimonio; y un proyecto de ley de asistencia
pública que es bueno para los contribuyentes. Y el Senado necesita hacer
lo correcto para ayudar con estas reformas. (Aplauso.)
Y, finalmente, fomentar el trabajo y apoyar a las familias y un
programa efectivo de abstinencia para los adolescentes no es suficiente.
No es suficiente, no son suficientes. Necesitamos más. Una niña
abandonada necesita algo más grande y más importante que las reformas a la
asistencia pública. Necesita un guía. Necesita alguien que está dispuesto
a poner su brazo alrededor de la niña y decir, "Te amo. ¿Qué puedo hacer
para ayudarte?"
Las personas que combaten las adiciones o que son víctima del abuso
necesitan más que un cheque. Necesitan apoyo personal e interés y cuidado
y compasión.
Esta ciudad es conocida como la Ciudad Santa debido a sus muchas
iglesias. También es conocida como la Ciudad Santa debido a las muchas
buenas obras por los ciudadanos de acá, los grupos benéficos y los basados
en la fe. (Aplauso.) Lo que debemos entender en nuestra sociedad, los
programas basados en la fe y los grupos benéficos satisfacen necesidades
que ningún sistema de asistencia pública puede satisfacer, satisfacen las
necesidades sin importar -- (aplauso.) Los programas satisfacen
necesidades que ningún programa cuidadosamente concebido en Washington,
D.C. puede satisfacer. El gobierno puede entregar mucho dinero, pero no
puede poner esperanza en los corazones de las personas. No puede poner fe
en la vida de las personas. (Aplauso.)
Soy un gran defensor de los grupos basados en la fe en los Estados
Unidos, porque están reivindicando a Estados Unidos una cuadra a la vez.
Están ayudando a salvar una vida a la vez. Entienden que el poder de
cambiar el corazón de una persona es un camino a la libertad y a la
independencia y al mejor comportamiento. No, nuestro gobierno no debe
temer los programas basados en la fe en Estados Unidos, debemos acogerlos.
(Aplauso.)
Los programas basados en la fe deben ser tratados de igual manera que
los programas que no están basados en la fe. No deberíamos preguntar,
"¿Quién"? Deberíamos preguntar, "¿Qué funciona"? Si su programa es un
programa basado en la fe y cambia las vidas de las personas, y se vuelven
menos adictas, debemos darle las gracias y puede tener igual acceso al
dinero y ni siquiera tiene la necesidad de cambiar su misión. Entendemos
el poder de la fe en nuestra sociedad y debemos acogerlo. (Aplauso.)
Entiendo la fuerza de los Estados Unidos. La fuerza de los Estados
Unidos es nuestra gente; no es nuestro gobierno, es la gente. Y nuestra
nación es compasiva y decente. Saben, dije más adelante, de la maldad que
se nos hizo saldrá algo de bien. La gente en Estados Unidos entiende que
estamos en una era distinta, estamos camino a una cultura distinta. Es una
que dice que servir algo más grande que uno mismo es un aspecto importante
de ser estadounidense. Es una lección que se hizo evidente en el Vuelo
93. La gente estrelló un avión contra el suelo para salvar las vidas de
otros.
Ese ejemplo es uno que pienso va a servir como un faro para que las
generaciones futuras entiendan lo que significa ser estadounidense.
Significa, por supuesto, que uno se gana el pan para su familia. Pero
también significa que cuando uno encuentra a un vecino necesitado, uno ama
a esa persona. También significa que mientras que uno de nosotros no puede
hacerlo todo, cada uno de nosotros puede hacer algo por cambiar a Estados
Unidos una alma a la vez.
De la maldad que se le hizo a Estados Unidos saldrá un bien increíble,
porque nuestros conciudadanos han dado un paso hacia atrás, han hecho una
evaluación de lo que es importante en la vida y se han dado cuenta que
servir a nuestra nación significa ayudar a alguien necesitado. La vieja
cultura solía decir, si lo hace sentir bien, prosiga y hágalo, y si tiene
un problema, échele la culpa a alguien más. Noto un nuevo cambio en los
Estados Unidos
bajo el cual cada uno de nosotros entiende que somos responsables por las
decisiones que tomamos en la vida. Cada uno de nosotros es responsable por
amar a nuestros hijos, si tenemos la dicha de ser mamá o papá, amar a
nuestros hijos con todo nuestro corazón y toda nuestra alma. Y cada uno de
nosotros entiende que para ser un estadounidense patriota, necesitamos amar
a nuestro prójimo como nos gustaría ser amados nosotros mismos, ayudar a un
conciudadano necesitado.
Y eso es lo que está pasando por todo el país. Quiero darles las
gracias a todos ustedes por hacer precisamente eso. Quiero darles las
gracias por oír el llamado. Quiero darles las gracias por sentar un
ejemplo. Quiero darles las gracias por ser parte del país más grande en la
faz de la tierra.
Que Dios los bendiga a todos y que Dios bendiga a los Estados Unidos.
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A.M. EDT
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