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  Actualizada: 06/XI/02

La Primera Dama destaca importancia de la educación

Palabras de la Sra. Laura Bush, Primera Dama de los EE.UU.
en la XI Conferencia de Primeras Damas y Esposas de Jefes de Estado
y de Gobierno de las Américas

English version

Muchas gracias.

Mis queridas primeras damas y amigas, me complace formar parte de la Conferencia de Primeras Damas y Esposas de Jefes de Estado y de Gobierno de las Américas. Agradezco la oportunidad de escuchar sus perspectivas sobre las actividades que ustedes realizan en sus países. Espero aprender más sobre el progreso que alcancen los proyectos que abordemos hoy aquí. Traigo un mensaje especial a nombre del Presidente Bush y del mío propio. Cuando nuestros vecinos sufren alguna pérdida, pero en particular la pérdida de vidas y propiedades, nosotros compartimos ese pesar. Queremos hacerles saber que nuestros pensamientos y nuestras oraciones están con el pueblo de México y del Caribe, cuyas vidas se han visto afectadas por el huracán Isidore.

Señora Marta Sahagún de Fox, Primera Dama de México, gracias. Gracias por ser la anfitriona de esta conferencia tan importante y por hacernos sentir bienvenidas a su país. Estados Unidos y México comparten una frontera y una historia plena. Nuestro futuro surge en el mismo horizonte, y nuestros objetivos para nuestros pueblos son los mismos. Compartimos un gran optimismo sobre el futuro de nuestros países, y el de los niños de nuestras naciones.

Amigas y distinguidas invitadas, independientemente del país al cual llamemos hogar, independientemente de las costumbres, credos, culturas que tengamos, existe un valor que trasciende cualquier frontera: todas las madres y padres alrededor del mundo aman a sus hijos y quieren lo mejor para ellos.

Como declarara el Presidente Bush a principios de año en su informe de gobierno ante el Congreso de la Unión: "Todos los padres y las madres, en todas las sociedades, quieren que sus hijos reciban educación y vivan libres de pobreza y violencia. Ninguna nación es dueña absoluta de estas aspiraciones, y ninguna nación está exenta de ellas".

Hace apenas dos días, la Oficina de Censos de Estados Unidos dio a conocer los datos del año 2001 sobre pobreza e ingresos en nuestro país. La tasa de pobreza para niños afro-americanos en Estados Unidos se encuentra en el nivel más bajo de los últimos 20 años.

Otro informe reciente, dado a conocer hace pocos meses, mostró una disminución en la tasa de pobreza para los niños que viven en hogares donde la cabeza del hogar es una mujer. En 1980, el 51% de los niños en dichas familias vivían en pobreza. Hacia el año 2000, esta cifra había disminuido al 40%. Este informe también indica que los niños de Estados Unidos están menos propensos a morir en la infancia, que las adolescentes están menos propensas a quedar embarazadas, y que la gente joven está menos propensa al consumo del tabaco que en el pasado. El número de niños hispanos ha aumentado con mayor rapidez que cualquier otro grupo étnico en los años recientes. Asimismo, el 19% de los niños de Estados Unidos viven con sus padres, y al menos uno de éstos nació en el extranjero. Nuestro país cuenta con gran diversidad, y como estadounidenses, estamos orgullosos de nuestra diversidad.

Aunque nos sentimos orgullosos de estas mejorías, no podemos sentirnos satisfechos; tenemos mucho más que hacer. Los niños no son meras cifras. Los niños son nuestro futuro, y la promesa del futuro yace en la calidad de la educación que les brindemos hoy.

  • La educación es la llave a una vida plena y productiva.

  • La educación invita a la equidad, ya que les da a nuestros niños las herramientas que requieren para triunfar en la economía mundial actual.

  • La educación impulsa la economía, ya que libera la creatividad y brinda la fuerza laboral esencial para el crecimiento y el desarrollo.

A través de la Agencia Internacional para el Desarrollo de los Estados Unidos (USAID), nuestro gobierno invierte más de US$850 millones anualmente en el Hemisferio Occidental, incluyendo unos US$38 millones para reducir la tasa de mortalidad infantil y aumentar la salud de las madres en 11 países de las Américas. Estos programas se centran en las enfermedades de la niñez y en vacunas, desnutrición, acceso al agua potable y condiciones sanitarias, así como prevención y tratamiento del paludismo.

En toda Latinoamérica y el Caribe, la USAID también administra un programa de US$52 millones para fomentar la educación y la capacitación.

Este año el Presidente Bush lanzó una iniciativa quinquenal de docencia de gran envergadura: los Centros para excelencia en la capacitación del magisterio, para mejorar el nivel de lectura y elevar los conocimientos y destrezas de los profesores, especialmente en las comunidades más pobres.

La clave para romper el ciclo de la pobreza es contar con trabajadores capacitados. Y los trabajadores capacitados comienzan siendo niños dispuestos a aprender. Los primeros cinco años de vida de los niños son de importancia crítica para el desarrollo físico, emocional, social y de habilidades cognoscitivas, cosas que necesitarán para el resto de sus vidas. Los infantes y los niños pequeños necesitan padres y personas quienes los cuidan que comprendan la importancia de esos primeros años.

Si nos tomamos el tiempo para hablar y escuchar a nuestros niños; para leer con ellos, compartir libros con ellos y enseñarles a identificar los objetos que los rodean, entonces les estaremos brindando las destrezas, el conocimiento, y la confianza para triunfar en la vida. Los niños no aprenden a leer de manera automática; primero necesitan desarrollar habilidades de prelectura y de vocabulario.

Como ex maestra de escuela pública y bibliotecaria, sabía que quería ayudar. Así que cuando me convertí en Primera Dama el año pasado, lancé una iniciativa llamada Listos para leer, listos para aprender. Esta iniciativa comparte con los padres y las personas que cuidan a los niños información importante sobre cómo motivar las habilidades que sus niños necesitarán cuando ingresen a la escuela. Una forma como se comparte esta información es a través de una serie de folletos llamados Buen comienzo, buen futuro. Estos folletos, fáciles de leer y llenos de color, dan consejos cada mes para los nuevos padres. Cada mes, durante el primer año de vida del bebé, los padres y madres pueden confiar en esta información real en tiempo real. Los folletos contienen información útil sobre el desarrollo del cerebro infantil, la salud, la seguridad y la nutrición; están disponibles tanto en inglés como en español. Tengo algunos conmigo hoy y me complace compartirlos con ustedes.

Asimismo, hemos elaborado folletos para padres de niños mayores: se llaman Guía para leer. La Guía menciona formas específicas en las cuales los padres pueden ayudar a sus hijos a estar listos para leer y listos para aprender. Estas Guías están disponibles tanto en inglés como en español a través del Departamento de Educación.

Desde la cuna hasta el aula, desde el aula hasta el lugar de trabajo, nuestros niños merecen realizar sus sueños, ilusiones, y aspiraciones. Esto sólo se puede lograr a través de una educación de calidad.

Me enorgullece unirme al Presidente Bush en su misión para lograr que las escuelas de Estados Unidos sean las mejores posibles y para que los niños de Estados Unidos sean los mejores estudiantes posibles.

Nuestra mayor responsabilidad como líderes y ciudadanos de las Américas es darles a los niños del mundo esperanza para el futuro y ayudarles a sentir que tienen un puente hacia ese futuro. A través del compromiso, los recursos y el liderazgo enérgico, podremos llegar a los niños del mundo y enseñarles.

Hoy estamos reorientando nuestros esfuerzos como naciones (y como personas) para proteger, educar y brindar oportunidades que permitirán a nuestros niños construir los cimientos que perdurarán durante toda su vida y que serán de utilidad para las generaciones futuras.

Este es un patrimonio que todas podremos compartir con orgullo.

Muchísimas gracias.



México, D.F.
26 de septiembre de 2002