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  Actualizada: 14/VIII/03

EE.UU. subraya importancia de educación en las Américas

English version

Rod Paige, Secretario de Educación de EE.UU.
Tercera Reunión Ministerial Interamericana de Educación
Ciudad de México, México
martes, 12 de agosto del 2003

Gracias señor presidente. Colegas ministros, distinguidos delegados e invitados.

Es un gran placer para mí estar de regreso en la ciudad de México. El año pasado hice mi primer viaje internacional como secretario de Educación a esta ciudad, y estoy encantado de tener la oportunidad de regresar. Agradezco al presidente Fox y a los habitantes de esta gran metrópoli su generosa hospitalidad.

Esta es mi primera oportunidad de conocer a muchos de ustedes dado que la última reunión ministerial se realizó poco después de los ataques del 11 de septiembre contra Estados Unidos. Así que aprovecharé esta oportunidad para conocer a muchos de ustedes y compartir nuestro trabajo y noticias sobre nuestros progresos.

Como lo dijo el secretario Tamez en su discurso de ayer, tenemos mucho de qué hablar.

Nuestras naciones comparten desafíos en este nuevo siglo. Debido a que estamos en un hemisferio que no sólo es rico en diversidad sino también en ideas, todos estamos enfrentándonos a esos retos.

El presidente Fox dijo ayer que está poniendo énfasis en la equidad, la calidad, y la evaluación. Proporcionar una verdadera educación de calidad a todos los niños del Hemisferio es uno de nuestros desafíos más grandes.

Y esa es una enorme tarea. Pero se va a lograr. Y debe hacerse por un futuro más brillante para nuestros niños y las generaciones venideras.

Los presidentes de nuestros países reconocieron la importancia de nuestro trabajo durante la Cumbre de las Américas en Quebec en 2001. El Plan de Acción que ellos suscribieron dice: "Reconocemos que la educación es crucial para el fortalecimiento de las instituciones democráticas, para promover el desarrollo del potencial humano, la igualdad y el entendimiento entre nuestros pueblos... es esencial que la educación de calidad esté disponible para todos".

Esto también ha sido reforzado en la Carta Democrática Interamericana.

Como dije, esta no es una tarea pequeña. En los Estados Unidos estamos también luchando con este asunto. Afortunadamente, nuestro líder, el presidente Bush, llegó a la presidencia con un plan. Lo ha convertido en nuestra meta principal: asegurar que todos los niños de nuestras escuelas sean educados, sin ningún niño ignorado. No sólo algunos sino todos los niños - sin importar su ingreso familiar, etnia, lengua o discapacidad. Todos los niños.

En la Cumbre de Quebec el presidente Bush dijo: "Estamos comprometidos con hacer de la educación la pieza central de nuestra agenda porque el aprendizaje y el alfabetismo son fundamentales para el desarrollo y la democracia."

Queremos que todas nuestras escuelas sean lugares que despierten grandes expectativas y mantengan los más altos estándares. Por ello me gustaría tomar algunos minutos y hablarles un poco de lo que estamos haciendo para alcanzar esta meta.

Cuando el presidente Bush llegó a la presidencia, él sabía que Estados Unidos enfrentaba un reto urgente en la educación: a pesar de un incremento en los presupuestos para la educación en décadas recientes, el nivel de rendimiento académico de los estudiantes no ha mejorado.

Aún más importante, había una enorme brecha en cuanto al nivel de rendimiento académico entre los estudiantes en desventaja socioeconómica y sus compañeros más aventajados.

Nuestra Evaluación Nacional del Progreso Educativo, realizado en 2000, mostró que dos tercios de nuestros alumnos de cuarto año no podían leer a un nivel adecuado. Lamentablemente, la mayoría de estos niños pertenecían a grupos minoritarios y familias viviendo en pobreza.

También en 2000, nuestra evaluación nacional sobre la matemática mostró que el 75% de nuestros estudiantes de cuarto y octavo año no alcanzó un nivel de desempeño satisfactorio.

Cuando el presidente Bush comenzó su mandato dijo que esto era inaceptable. La educación es un derecho ciudadano, como el derecho a votar o ser tratado en forma igualitaria. Así que propuso (y nuestro Congreso aprobó) la Ley Ningún Niño se Quede Atrás, en 2001. Estas reformas históricas están trasformando la educación en los Estados Unidos.

El objetivo principal de la ley es cerrar la brecha del aprendizaje. Está escrito en la carátula de la ley.

Y la manera en que se está logrando es insistir en la rendición de cuentas con respecto a resultados académicos.

Insistimos en que los profesores deben de conocer con mayor profundidad los temas que enseñan. Desafortunadamente, hoy en día, muchos docentes en nuestro país están impartiendo clases sobre temas para los cuales no están calificados. Un profesor de educación física podría estar enseñando matemática. Un profesor de educación física podría estar enseñando ciencias sociales. Eso no quiere decir que no respeto a los profesores de educación física. De hecho, yo mismo he entrenado equipos y enseñado educación física en la universidad. Pero un profesor de deportes no debería estar enseñando historia, a menos de que conociese el contenido de la materia con profundidad.

Nuestra nueva ley de educación insiste en que los padres tengan opciones si sus niños no están aprendiendo. Cuando una escuela no está cumpliendo, la ayudamos. Pero si las escuelas no mejoran, entonces los padres tienen otras opciones. Pueden escoger tutorías personales, asistencia después de las horas de escuela o pueden inscribir a sus hijos en una escuela de más alto desempeño.

Las nuevas reformas en nuestra educación requieren de un enfoque realmente novedoso. Todo se centra en lo que será mejor para el niño y en aquello que le ayudará a aprender; no se trata del sistema.

Por esa razón la ley antes mencionada insiste en que las escuelas usen métodos de instrucción que funcionen. Por primera vez en los Estados Unidos estamos aplicando las mismas normas estrictas para la investigación educativa que las que se utilizan en la ciencia médica y en otros campos donde las vidas de las personas están en riesgo.

Estamos insistiendo también en que los niños de nuestras escuelas aprendan a temprana edad la habilidad fundamental de la cual todas las demás dependen: la lectura. El presidente Bush ha establecido la meta de que todos los niños aprendan a leer antes de que terminen el tercer grado. Sin excusas. Y se está asegurando de que tengamos el financiamiento y apoyo necesario para hacer este trabajo. Él sabe lo que ustedes y yo también sabemos: la lectura es el fundamento de todo el aprendizaje. Así que estamos trabajando para garantizar que todos los niños de nuestras escuelas aprendan a leer a temprana edad.

Ahora tenemos excelentes investigaciones que nos muestran cómo aprenden los niños a leer y qué métodos de enseñanza funcionan mejor. Insistimos en que los programas que reciben financiamiento federal utilicen esos métodos.

Estamos pidiéndoles a nuestras escuelas y a los estados un enorme esfuerzo. Todos ellos están trabajando duro para poner en marcha estas nuevas reformas en la educación. Pero el presidente Bush está asegurando de que exista el apoyo y los recursos para poder lograrlo.

A pesar de todas las propuestas que compiten por el dinero de los contribuyentes, el presidente Bush ha continuado invirtiendo, en niveles históricos, en la educación, orientando esos recursos a las áreas de mayor necesidad. El nivel de financiamiento para la educación contemplado en el proyecto presupuestario 2004 representa un aumento de más de 25 por ciento comparado al inicio de su mandato.

Sin embargo, sabemos que el dinero no es la única solución.

Estamos pendientes del resultado de esta inversión. En la educación, los resultados que importan se reflejan en lo que ha aprendido el estudiante. Esta ley insiste en conocer los resultados a través de una evaluación frecuente. Por primera vez en la historia de nuestro país, los cincuenta estados tienen planes en marcha para mostrar cómo pueden rendir cuentas acerca del desempeño escolar.

Los estados examinarán a los estudiantes cada año, entre el tercer y el octavo grado, a fin de que sepamos si nuestros estudiantes están progresando. Y esperamos que la mejoría sea general y no sólo en algunos grupos.

Exámenes con estándares muy altos, objetivos claros y programas de estudio rigurosos son nuestras mejores herramientas para identificar en dónde están teniendo éxito los estudiantes y las escuelas. Los exámenes también son el mejor medio para identificar quiénes necesitan ayuda y en dónde necesitamos destinar mayores recursos.

También nosotros enfrentamos el reto de atender estudiantes que viven en regiones donde hay pocas escuelas y están muy alejadas. El 43% de nuestras escuelas públicas, es decir, donde se educa una tercera parte de todos los niños en edad escolar en nuestro país, se encuentran en zonas rurales.

Conforme nos enfocamos en abordar estos desafíos localmente, también buscamos aprender de, y trabajar con, nuestros socios en el hemisferio y alrededor del mundo.

Como ustedes saben, en septiembre del año pasado el presidente Bush anunció la intención de los Estados Unidos de volver a ser miembro de la UNESCO y ayudar en su misión de avanzar en el respeto de los derechos humanos, la tolerancia y el aprendizaje.

Desde entonces, el Departamento de Educación ha asumido un papel más activo en el plano internacional, trabajando con socios de otras naciones sobre iniciativas de beneficio común y aportando ideas sobre asuntos relacionados con la educación en los foros internacionales apropiados.

Estamos esforzándonos para mejorar en lo que se refiere a la enseñanza de lenguas y ayudar a los niños en las escuelas primaria y secundaria a aprender acerca de otras culturas y tradiciones, más allá de nuestras fronteras. En el mundo de hoy, hablar con fluidez otros idiomas además del nuestro es más importante que nunca.

Hay muchísimas cosas que podemos hacer juntos para mejorar la educación en el continente americano.

Con el propósito de ayudar a aumentar el número de profesores bien calificados a lo largo de todo el hemisferio, el presidente Bush lanzó una iniciativa de inversión pública y privada de 20 millones de dólares. La intención es establecer Centros de Excelencia para la Capacitación de Profesores a nivel regional. Los primeros tres centros, ubicados en Perú, Jamaica y Honduras, ya están abiertos. Se espera que hacia fines de 2004 estos centros habrán preparado a cuatro mil profesores.

Estados Unidos participa en actividades de intercambio de profesores con países en la región, y nuestro país se beneficia de los profesores que recibe. A menudo, ellos enseñan en nuestros programas bilingües de inmersión para estudiantes de la lengua inglesa, así como en las aulas donde se enseñan regularmente lenguas extranjeras.

Los profesores de otros países traen consigo no sólo la riqueza de su lengua y su cultura, sino también un conocimiento valioso de métodos que fortalece la manera en que cinco millones de niños, cuya lengua materna no es el idioma inglés, se educan en nuestras escuelas públicas.

También reconocemos la importancia que tiene el aula escolar al moldear la conducta de los niños de hoy para convertirlos en los ciudadanos del mañana. Tan importante es saber leer bien, dominar las matemáticas y las ciencias como conocerse a uno mismo. Los estudiantes necesitan conocer los valores humanos que nos convierten en buenos ciudadanos del mundo, principios como el de "aprecia y trata a tu vecino como quisieras que te estimaran y trataran a ti". No mientas, no engañes, no robes. Trabajar de manera honesta la jornada entera y recibir un pago justo por ello. Respetar la integridad y las opiniones de los demás. Ser responsable de lo que uno dice y hace.

Desde luego, asumir nuestra responsabilidad implica ser un ciudadano pleno en una democracia libre, esto es, contribuir a la comunidad, hacer trabajo voluntario para ayudar a los que lo necesitan, colaborar para hacer de nuestro vecindario y colonia un mejor lugar para vivir, trabajar y alcanzar nuestras metas.

Las naciones de nuestro hemisferio reafirmaron su compromiso con la democracia en septiembre de 2001, cuando decidieron adoptar la Carta de la Democracia Interamericana. Mi Secretaría está trabajando con la Organización de los Estados Americanos y organizaciones asociadas con el objeto de promover la educación cívica en las escuelas de Latinoamérica.

El programa, llamado Civitas Latinoamérica, también ayuda a nuestros niños en los Estados Unidos a aprender más acerca de la manera de cómo opera la democracia a través de estudiar la experiencia de los países latinoamericanos. Este es una ejemplo más de cómo una labor conjunta nos beneficia a todos.

Podría seguir dándoles otros ejemplos, pero creo que estos bastan para ofrecerles una idea de las cosas que hacemos para garantizar que todos los niños reciban una educación y ninguno se quede afuera. Sé bien que muchos de ustedes tienen también proyectos originales dedicados a mejorar la educación.

Aquí mismo, en México, se emplea la tecnología satelital para llevar servicios educativos a regiones remotas, con lo cual se ha ampliado su cobertura. Sé que muchas comunidades en los Estados Unidos también se benefician de estas transmisiones.

También, el Portal Educativo de las Américas de la OEA - el cual proporciona capacitación en línea para profesores a lo largo del hemisferio - es una iniciativa novedosa y de gran cobertura patrocinado por los Estados Unidos que formará un enlace con la red EDUSAT de México.

Chile ha echado a andar un programa destinado a mejorar la calidad de la educación en escuelas rurales de bajo rendimiento, aquellas que necesitan de ayuda extra. Al contar con una evaluación del desempeño de los estudiantes, Chile está en posibilidades de poner particular atención en las escuelas que más lo requieren.

Nicaragua puso en marcha una iniciativa llamada Escuelas Modelo, para aumentar el acceso a una educación primaria de mayor calidad, mediante la promoción de técnicas modernas de enseñanza y que requiere del apoyo de las comunidades.

Un programa en El Salvador está dedicado a buscar niños especialmente dotados en las escuelas de todos los niveles de ingreso económico y en todas partes, y se ofrece a los estudiantes la asesoría que necesiten en las universidades del país durante los fines de semana.

Estos son sólo algunos ejemplos. Sin duda hay más. Podemos aprender mucho unos de los otros. Les agradezco esta oportunidad de sentarme con ustedes y escuchar sus ideas, y conocer su compromiso con la educación.

Trabajando juntos, podremos hacer una gran diferencia en el hemisferio, con un mejor futuro para nuestros hijos y nosotros mismos.

Los pueblos de nuestras naciones nos han otorgado la confianza y la responsabilidad de llevar adelante la región en términos de la educación. Por la confianza que han depositado en nosotros, no podemos fallar.

Muchas gracias a todos ustedes.

Que Dios bendiga a todos ustedes, y que Dios bendiga a las Américas.



Ciudad de México, México
12 de agosto de 2003




U.S. Stresses Importance of Education in Americas

Rod Paige, U.S. Secretary of Education
Third Inter-American Education Ministerial
Mexico City, Mexico

Thank you, Mr. Chairman. My fellow ministers, distinguished delegates and guests.

It is a pleasure to be back in Mexico City, the site of my first international trip as Secretary of Education. I am so pleased to have the opportunity to return. I thank President Fox and the people of this great city for their gracious hospitality.

This is my first opportunity to meet many of you since the last Ministerial was soon after the September 11th attacks on the United States. So I welcome this chance to meet many of you and to share our work and progress.

As Secretary Tamez's fine remarks made clear yesterday, we have much to talk about. Our countries share common challenges in this new century. Because we are a Hemisphere that is not only rich in diversity but also ideas, we are all rising to those challenges we face.

President Fox said yesterday morning that he is emphasizing equity, quality, and evaluation. Providing a certified quality education to every child in the Hemisphere is one of our greatest challenges. And that's a big job. But it will be accomplished. Accomplished in order to provide a brighter future for our children and for future generations of children.

Our countries' Presidents acknowledged the importance of our work during the Quebec Summit of the Americas in 2001. In their Plan of Action they wrote: "Recognizing that education is the key to strengthening democratic institutions, promoting the development of human potential, equality and understanding among our peoples... it is essential that quality education is available to all."

This has also been rightly reinforced in the Inter-American Democratic Charter.

Like I said, this is no small task. We in the United States are struggling with this issue as well. Fortunate for us, our leader, President Bush, came into office with a plan. He has made it our number one goal to ensure that every child in our schools is educated, with no child left behind. Not just some, but all children, regardless of family income, ethnicity, language or disability. Every single child.

President Bush said at the Quebec Summit: "We're committed to making education a centerpiece of our economic agenda, because learning and literacy are the foundations for development and democracy."

We want all of our schools to be places of high expectations and high standards. And I'd like to take a few minutes to tell you a little about what we're doing to achieve this goal.

When President Bush took office, he knew the United States faced urgent education challenges: despite increased spending on education in recent decades, student achievement has remained flat. Most important, there was a huge achievement gap between disadvantaged students and their better-off peers.

Our 2000 National Assessment of Education Progress on reading showed that 2/3 of our fourth-graders couldn't read proficiently. Sadly, most of those were minority children and those living in poverty. In that same year, the assessment for math showed that 75% of our fourth and eighth graders performed below a level considered proficient.

When President Bush took office, he said this is unacceptable. Education is a civil right, just like the right to vote or be treated equally. So he proposed (and our Congress passed) the No Child Left Behind Act of 2001; historic reforms that are transforming education in the United States. This law's primary goal is to close the achievement gap. It's stated right on the cover of the law. And the way our new No Child Left Behind law accomplishes that is by insisting on accountability.

We are insisting that teachers know deeply the subjects they teach. Unfortunately today, many educators in our country are teaching subjects for which they are not qualified. A physics teacher may be teaching math. A physical education teacher may be teaching social studies. Now, I respect physical education teachers. In fact, I coached sports and taught physical education in college once myself. But that teacher should not be teaching history unless he or she knows the content deeply.

Our new education law insists that parents have options if their children aren't learning. When a school is not succeeding, we help that school. But if schools do not improve, then parents have options. They can choose one-on-one tutoring, after-school help, or they can enroll their children in a higher-performing school.

Our new education reforms require a whole new focus. It's all about what's best for the child, and what will help the child learn, not the system. For that reason, No Child Left Behind insists that schools use instruction methods that work. For the first time ever in the United States, we are applying the same rigorous standards to education research as are applied to medical research, and other fields where lives are at stake.

We are also insisting that children in our schools learn early the fundamental skill upon which all others are based: Reading. President Bush has set the goal that every child learns to read by third grade. No excuses. And he made sure we got the funding and the support to get the job done. He knows what you and I know: Reading is the foundation of all learning. And so we are working to ensure that every child in our schools learns to read early.

We now have excellent research that shows us how children learn to read, and what teaching methods work best. We are insisting that programs that receive federal funds use those methods. We are asking a lot of our schools and of our states that are working hard to implement these new education reforms. But President Bush is making sure there's support and resources to get the job done.

Despite all of the priorities competing for our tax dollars, President Bush has continued to invest historic levels of funding in education, targeted to areas of greatest need. His latest budget calls for an increase in education funding of over 25% compared to when he first took office. Still, we know that money alone is not the only solution.

We are focused on the result of this investment. In education, the result that matters is student learning. This law insists on accountability for results through frequent assessment. For the first time in the history of our country, all fifty states have plans in place to show how they will be accountable for student achievement. Each state will test all students every year, in third grade through eighth grade, so that we know whether our students are making progress. And we expect all students to make progress, not just some groups.

Tests that are aligned with high standards, clear objectives, and a rigorous curriculum are our best tool for identifying where students and schools are succeeding. Tests are also the best way to identify who needs help - and where we need to focus more resources.

We also face the challenge of serving students who live in areas where schools are few and far between. Forty-three percent of our public schools -- that teach one-third of all our nation's school children -- are in rural areas. As we focus on addressing our challenges at home, we also seek to learn from and work with our partners in the Hemisphere and around the world. As you know, last September, President Bush announced the intention of the United States to rejoin UNESCO and help in its mission to advance human rights, tolerance and learning. Since then, the Department of Education has assumed a broader international role, working with partners in other countries on initiatives of common benefit, and providing leadership on education issues in appropriate international forums and settings.

We are also working to do a better job in our schools teaching international languages and helping children in primary and secondary schools learn about other cultures and traditions outside our borders. In our world today, fluency in languages other than our own is more important than ever. There is a lot we can do together to improve education in the Americas.

To help increase the number of highly-qualified teachers throughout the Hemisphere, President Bush launched a $20 million public-private partnership initiative to establish regional Centers of Excellence for Teacher Training. The first three centers (located in Peru, Jamaica, and Honduras) are already open. It's expected that, by the end of 2004, these centers will have prepared 4,000 teachers for the classroom. The United States participates in teacher exchange activities with countries in the region, and our country benefits from the teachers we receive, who often teach in our dual-language immersion programs for English language learners and in our regular foreign language classrooms. Teachers from other countries bring with them, not only the richness of their language and culture, but a wealth of methods that strengthen the way we teach the five million children in our public schools whose first language is not English.

We also recognize that our schools have an important role to play in shaping our children today into the citizens they will become tomorrow. Just as important as mastery of reading, math and science is the mastery of the self. Students need to learn good values to become good citizens of the world; values like love your neighbor like you'd like to be loved yourself. Don't lie, cheat or steal. Give an honest day's work for an honest day's pay. Respect others and respect their opinions. And take responsibility for what you say and do.

And part of taking responsibility is fully participating as a citizen in a free democracy; giving back to the community, volunteering to help others, working to make neighborhoods a better place for everyone to live and work and pursue their dreams.

The nations of our Hemisphere reaffirmed their commitment to democracy in September 2001, when they adopted the Inter-American Democratic Charter. My department is working with the Organization of American States and partner organizations to promote civics education in schools throughout Latin America. The program, called "CIVITAS Latin America," also helps our children in the United States to learn more about how democracies work, by studying the experiences of countries of Latin America. It is another example of how our work together benefits us all.

I could go on, but I think these are good examples of some of the things we are doing to ensure that every child is educated and no child is left behind. I know many of you have innovative projects underway to improve education as well. Right here in this country, Mexico uses satellite technology to deliver educational services to remote areas and to otherwise expand access. I understand that many communities in the United States also benefit from access to these broadcasts.

In addition, the OAS Education Portal of the Americas, which provides online teacher training throughout the Hemisphere, is a new and far-reaching U.S.-sponsored initiative which will now link up with Mexico's EDUSAT.

Chile has inaugurated a program to provide assistance to lower performing schools in the country -- the ones that most need the extra help and support. By assessing the achievement of students, Chile is able to direct special attention to the schools that most need it.

Nicaragua created a Model Schools initiative to improve access to high-quality primary education by promoting modern teaching methods and community support for schools.

A program in El Salvador identifies extremely gifted children in schools at every income level, in every neighborhood, and provides extra tutoring at universities over the weekends for these students.

These are just a few programs. I know there are more. We can learn from others efforts. And I'm grateful for this opportunity to sit and listen to your ideas. Working together, we can make a huge difference for the Hemisphere, for our children and our common future. The peoples of our various nations have entrusted us with the responsibility of leading the region to higher ground educationally. On this great trust, we cannot fail.

Thank you very much. God bless all of you and God bless the Americas.



Mexico City, Mexico
August 12, 2003