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Cáncer de las vías biliares extrahepáticas (PDQ®): Tratamiento
Versión PacienteVersión Profesional De SaludIn EnglishActualizado: 06/21/2004




Información general sobre el cáncer del conducto biliar extrahepático






Estadios del cáncer del conducto biliar extrahepático






Cáncer recurrente del conducto biliar extrahepático






Aspectos generales de las opciones de tratamiento






Opciones de tratamiento para el cáncer del conducto biliar extrahepático






Modificaciones a este sumario (06/21/2004)






Para mayor información






Descripción del PDQ



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Información general sobre el cáncer del conducto biliar extrahepático

Puntos importantes de esta sección


El cáncer del conducto biliar extrahepático es una enfermedad inusual en la cual se forman células malignas (cancerosas) en la sección del conducto biliar fuera del hígado.

Una red de conductos biliares (tubos) conecta el hígado y la vesícula al intestino delgado. Esta red se inicia en el hígado donde muchos conductos pequeños recogen bilis, un líquido elaborado por el hígado para la descomposición de las grasas durante la digestión. Los conductos pequeños se juntan para formar los conductos biliares hepáticos derecho e izquierdo, que salen del hígado. Los dos conductos se unen fuera del hígado para convertirse en el conducto hepático común. La sección del conducto hepático común que está fuera del hígado se denomina el conducto biliar extrahepático. Al conducto biliar extrahepático se une un conducto que se origina en la vesícula (en donde se almacena la bilis) y forman el conducto biliar común. Desde la vesícula se libera bilis a través del conducto biliar común hacia el intestino delgado durante la digestión de alimentos.

La colitis o ciertas enfermedades hepáticas afectan el riesgo de padecer cáncer del conducto biliar extrahepático.

Los factores de riesgo comprenden algunas de las siguientes enfermedades:

  • Colangitis esclerosante primaria.
  • Colitis ulcerativa crónica.
  • Quistes colecoidales.
  • Infección con un parásito trematodo hepático chino.

Signos posibles de cáncer del conducto biliar extrahepático son la ictericia y el dolor.

Estos y otros síntomas pueden ser ocasionados por el cáncer del conducto biliar extrahepático o por otras afecciones. Se debe consultar a un médico ante cualquiera de los siguientes problemas:

  • Ictericia (tonalidad amarilla de la piel o la zona blanca de los ojos).
  • Dolor en el abdomen.
  • Fiebre.
  • Comezón en la piel.

Se utilizan pruebas que examinan el conducto biliar y el hígado para detectar (encontrar) y diagnosticar el cáncer del conducto biliar extrahepático.

Se pueden utilizar las siguientes pruebas y procedimientos:

  • Examen físico y antecedentes: Examen del cuerpo para verificar los signos generales de salud, como identificación de signos de enfermedad, tales como nódulos o cualquier otro aspecto inusual. También se toman los datos sobre los hábitos en relación con la salud, las enfermedades y los tratamientos anteriores del paciente.


  • Ecografía: Procedimiento en el cual se rebotan ondas sonoras de alta energía (ultrasónicas) en tejidos u órganos internos y producen ecos. Los ecos forman una fotografía de los tejidos corporales denominada sonograma.


  • Exploración por TC (exploración por TAC): Procedimiento mediante el cual se toma una serie de fotografías detalladas de áreas internas del cuerpo, desde ángulos diferentes. Las imágenes son creadas por una computadora conectada a una máquina de rayos X. Suele inyectarse una tinción en una vena o solicitarse al paciente que la ingiera a fin de que los órganos o los tejidos se vean más claramente. Este procedimiento se denomina también tomografía computada, tomografía computadorizada o tomografía axial computarizada. En una exploración por TC en espiral o helicoidal se toman fotografías detalladas de áreas internas del cuerpo con una máquina de rayos X que explora el cuerpo con una trayectoria en espiral.


  • IRM (imágenes por resonancia magnética): Procedimiento que utiliza un imán, ondas de radio y una computadora para crear fotografías detallas de áreas internas del cuerpo. Este procedimiento se denomina también imágenes por resonancia magnética nuclear (IRMN).


  • CPRE (Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica): Procedimiento utilizado para tomar radiografías de los conductos que transportan bilis desde el hígado a la vesícula biliar y desde la vesícula biliar al intestino delgado. En algunas ocasiones el cáncer de la vesícula biliar reduce la apertura de estos conductos y bloquea o demora el flujo de bilis, con lo cual se produce ictericia. Se introduce un endoscopio (una sonda delgada, iluminada) por la boca, el esófago y el estómago hasta la primera parte del intestino delgado. Luego se inserta un catéter (una sonda más pequeña) a través del endoscopio en los conductos pancreáticos. Se inyecta una tinción en el catéter hacia los conductos y se toma una radiografía. Si los conductos están bloqueados por un tumor, puede insertarse una sonda delgada en el conducto para el desbloqueo. Se puede dejar colocada esta sonda (o implante) a fin de conservar la apertura del conducto. También se toman muestras de tejidos.


  • CTP (colangiografía transhepática percutánea): Procedimiento utilizado para tomar una radiografía del hígado y de los conductos biliares. Se inserta una aguja fina a través de la piel por debajo de las costillas, en el hígado. Se inyecta tinción en el hígado o los conductos biliares y se toma una radiografía. Si se determina que existe un bloqueo, suele dejarse una sonda delgada, flexible, llamada implante, en el hígado para drenar la bilis al intestino delgado o a una bolsa recolectora fuera del cuerpo.


  • Biopsia: Se extirpan células o tejidos para estudio bajo un microscopio a fin de determinar la presencia de signos de cáncer. La muestra se puede tomar con una aguja fina que se inserta en el conducto durante una radiografía o una ecografía. Esto se denomina biopsia por punción o biopsia por aspiración con aguja fina. La biopsia se realiza habitualmente una CTP o una CPRE. El tejido se extrae también durante una cirugía.


  • Pruebas de la función hepática: Procedimiento en el cual se analiza una muestra de sangre para medir las cantidades de ciertas sustancias que el hígado libera a la sangre. Una cantidad más alta que la normal de una sustancia puede ser un signo de enfermedad hepática que es producida por el cáncer de la vesícula biliar.


Ciertos factores afectan el pronóstico (posibilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento.

El pronóstico (posibilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento dependen de lo siguiente:

  • El estadio del cáncer (si afecta sólo el conducto biliar o si se ha diseminado a otros lugares en el cuerpo).
  • Si el tumor puede extirparse completamente en una cirugía.
  • Si el tumor está localizado en la sección superior o inferior del conducto.
  • Si el cáncer se ha diagnosticado recientemente o si ha reincidido (retornado).

Las opciones de tratamiento tal vez dependan también de los síntomas producidos por el tumor. El cáncer del conducto biliar extrahepático se encuentra habitualmente después de que se ha diseminado y es inusual que pueda extirparse completamente por cirugía. La terapia paliativa puede aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente.

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