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Office of the Press Secretary
25 de mayo de 2002
DISCURSO RADIAL DEL PRESIDENTE A LA NACIÓN
Buenos Días. Hoy me encuentro en San Petersburgo, Rusia, en medio de un
viaje de siete días a Europa. Estoy aquí para reafirmar nuestros estrechos
lazos con aliados importantes, para hablar sobre las próximas etapas de la
guerra contra el terror, y para abrir un nuevo capítulo en nuestras
relaciones con Rusia.
En el último siglo, los conflictos en Europa condujeron a la guerra y al
sufrimiento para los Estados Unidos. Hoy en día, Europa está creciendo en
la unión y en la paz, y eso beneficia a nuestro país. Las naciones de la
Unión Europea han contribuido considerablemente a la guerra contra el
terror. Y el volumen de nuestra relación de comercio e inversión anual es
casi dos trillones de dólares - ayudando a trabajadores, consumidores y
familias en ambos continentes.
Alemania, donde estuve de visita a principios de esta semana, ha surgido de
una historia turbulenta para convertirse en una fuerza para el bien. La
policía alemana y sus oficiales de inteligencia están ayudando en la guerra
contra el terror. Tropas alemanas han servido - y han muerto - en
Afganistán, al lado de las nuestras. Hablando en Berlín, agradecí al
pueblo alemán por su apoyo y sacrificio - y hablé sobre los retos que
todavía nos esperan.
Aquí en Rusia, el Presidente Putin y yo estamos dejando atrás las viejas
rivalidades entre nuestras dos naciones, con un nuevo tratado que reduce
nuestros arsenales nucleares a sus niveles más bajos en décadas. Luego de
años de preparación para la guerra, Rusia y los Estados Unidos están
forjando una amistad basada en intereses compartidos - la lucha contra el
terrorismo y la expansión de nuestra relación comercial. Después de siglos
de aislamiento y sospecha, Rusia está encontrando su lugar en la familia de
Europa - y esto es realmente histórico. La asociación entre los Estados
Unidos y Rusia seguirá creciendo, apoyada en una base de libertad y
valores - valores democráticos que mucho apreciamos. Las naciones libres
son naciones más pacíficas, y la expansión de la libertad fortalece a los
Estados Unidos.
En lo que queda de mi viaje, iré a Paris y luego a Normandía, Francia para
el Día de Conmemoración a los Caídos, para rendir homenaje a los soldados
que en 1944 dieron sus vidas para que los Estados Unidos, Francia y toda
Europa pudieran un día vivir en paz y libertad. Visitaré Roma para asistir
a una cumbre que fortalecerá los lazos entre la Alianza OTAN y Rusia. Esto
dará a todos nuestros países la oportunidad de ir hacia delante en cuanto a
nuestros retos comunes, y comenzar a crear lazos que podrán crecer cada vez
más en el futuro. Me reuniré con el Santo Padre, cuyo mensaje de paz y
justicia social tiene especial urgencia en estos momentos.
En dos guerras mundiales, el Nuevo Mundo acudió en auxilio del Viejo Mundo,
y los Estados Unidos se convirtió en una potencia Europea. Ahora este
continente está más cerca que nunca en su historia a ser unido, libre y en
paz. Debemos terminar esta labor, invitando a una nueva Rusia a ser
nuestro socio pleno. Y, juntos, debemos enfrentar los retos del mundo más
allá de Europa y los Estados Unidos - el terrorismo, la pobreza y los
regímenes malvados que buscan armas de destrucción. Europa y los Estados
Unidos comparten peligros comunes y valores comunes. Tenemos la
oportunidad, y el deber, de crear un mundo que sea más seguro y mejor.
Gracias por escuchar.
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