La violencia contra las
mujeres no es discriminatoria. Las víctimas son personas de todas las razas, edades y
condiciones económicas. Una de cada cuatro mujeres estadounidenses denuncia haber sido
violada y/o agredida físicamente por su esposo o ex-esposo, pareja, o alguna persona con
la que mantiene citas románticas. Por otro lado, según diversos estudios se calcula que
aproximadamente un millón de mujeres son acosadas anualmente en los Estados Unidos. La
violencia puede adoptar diversas formas, incluyendo la violencia doméstica, la violencia
de pareja, las agresiones y abusos sexuales, violaciones, incestos, actos de violencia
asociados a citas románticas, y abusos de ancianas. En los Estados Unidos, la violencia contra las mujeres constituye
un grave problema social y de salud pública. Es una de las principales causas de las
lesiones que padecen las mujeres estadounidenses de edades comprendidas entre los 15 y los
54 años. Los actos de violencia contra las mujeres traen consecuencias devastadoras y
costos enormes para las víctimas, sus familias, sus comunidades y la sociedad.
Las mujeres víctimas de abusos,
agresiones, acosos o violaciones no son las únicas víctimas que se ven profundamente
afectadas por estos delitos. Los hijos, la familia y los amigos de las víctimas también
sufren al presenciar los actos de violencia, al escuchar los gritos o al contemplar los
signos físicos y secuelas emocionales producidos por los abusos.
De los más de 300.000 casos de violaciones
a mujeres que se registran anualmente, aproximadamente la mitad de las agresiones son
cometidas por un amigo o conocido de la víctima. En los casos de abusos e incestos a
ancianas, el agresor suele ser un miembro de su familia.
Son demasiados los casos en que estos
delitos nunca llegan a denunciarse. Las mujeres que mantienen relaciones abusivas, que han
sido víctimas de violaciones o agresiones, o que padecen alguna forma de abuso contra
ancianos, suelen sentirse demasiado avergonzadas o asustadas para denunciar el incidente.
Aproximadamente la mitad de los casos de violación a mujeres, tanto consumadas como
frustradas, nunca llegan a denunciarse ante la policía. La violencia contra las mujeres
constituye un delito, independientemente de quien haya sido el agresor.
La violencia contra la mujer es siempre
condenable; no importa si el agresor es alguna de las personas con las que mantiene citas
románticas, su esposo o ex-esposo, su novio o novia, un miembro de su familia, un
conocido, o un extraño. En ninguno de estos, ni otros casos, es culpa suya. Usted no
provocó el abuso, como tampoco es responsable del comportamiento violento de otras
personas.
Si usted o alguien a quien conoce ha sido
víctima de abusos sexuales, físicos o emocionales, solicite ayuda a otros miembros de su
familia o amigos, o recurra a las organizaciones de su comunidad. Busque apoyo o
asesoramiento. Consulte a un médico, especialmente si le han producido lesiones físicas.
Aprenda a reducir el riesgo de convertirse en víctima de una agresión o abuso sexual,
antes de que se encuentre en una situación incómoda o peligrosa.
El Centro Nacional de Información sobre la
Salud de la Mujer ha creado esta página web sobre la Violencia contra la Mujer con el fin
de proporcionar recursos e información a las mujeres víctimas de abusos y a sus seres
queridos, para que puedan solicitar ayuda. La siguiente lista incluye recursos generales
disponibles para casos de violencia contra la mujer. Las otras categorías incluidas en la
sección de Violencia contra la Mujer le proporcionarán información más específica.
Si ha sido víctima de actos
de violencia por parte de alguien a quien conoce o ama, o se está recuperando de alguna
agresión cometida por un extraño, sepa que no está sola. Para obtener ayuda y apoyo
inmediatamente, llame a la
Línea Directa
Nacional Contra la Violencia Doméstica al número
1-800-799-SAFE (7233), ó al número
1-800-787-3224 (TTY)
Última actualización del texto: agosto de 2003 |