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Office of the Press Secretary
27 de marzo de 2004
DISCURSO RADIAL DEL PRESIDENTE A LA NACIÓN
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Buenas días. Esta semana tuvimos buenas noticias sobre la propiedad de
vivienda en los Estados Unidos. La Oficina del Censo informó que en
febrero, la venta de casas nuevas aumentó a un ritmo anual de 1.16 millones
de viviendas - un aumento de 24 por ciento en comparación con el año
pasado.
Este último éxito tiene lugar después de uno de los años más impresionantes
en la historia de la vivienda de los Estados Unidos. En el 2003 se
vendieron más casas que nunca. El número de casas que se comenzaron a
construir el año pasado fue el más alto del pasado cuarto de siglo. El
valor en aumento de la propiedad residencial ha contribuido a hacer que la
riqueza de los hogares estadounidenses alcance un nuevo récord.
En nuestra economía en crecimiento, más estadounidenses tienen el dinero
necesario para comprar una casa nueva. Los ingresos aumentan. El índice de
desempleo se reduce. Las tasas hipotecarias están bajas. Y debido a los
recortes tributarios, los estadounidenses tienen más dinero para ahorrar,
gastar e invertir, y eso significa que millones de familias estadounidenses
se han mudado a su primera casa. La tasa de propiedad de vivienda de 68 por
ciento en nuestra nación es la más alta de la historia, y nuestro gobierno
está tomando medidas para hacer que la propiedad de vivienda sea una
realidad para más estadounidenses, particularmente los miembros de grupos
minoritarios y aquellos de bajos ingresos.
En junio del 2002, fijé un objetivo de aumentar en 5.5 millones el número
de propietarios que pertenecen a minorías en los Estados Unidos para fines
de esta década. Desde entonces, más de 1.5 millones de familias
minoritarias se han instalado en casas propias, y por primera vez, la
mayoría de los miembros de grupos minoritarios son dueños de sus hogares.
Estamos aumentando tales logros. Promulgué la Ley de Cuota Inicial para el
Sueño Americano, que ayudará a los estadounidenses de bajos ingresos a
contar con el pago inicial y los costos de cierre de su primera casa. Estoy
solicitando que el Congreso asigne 200 millones de dólares anuales a este
programa. Ese dinero adicional ayudaría anualmente a aproximadamente 40,000
familias de bajos ingresos a ser propietarias por primera vez. Y estoy
proponiendo que pongamos préstamos sin cuota inicial a la disposición de
los que compran casa por primera vez cuando sus hipotecas son garantizadas
por la Dirección Federal de Vivienda. Tan solo durante el primer año, esto
ayudará a aproximadamente 150,000 familias a comprar casa.
Otro impedimento para la propiedad de vivienda es el proceso, a menudo
complicado, de comprar una casa y conseguir un préstamo. Mí presupuesto
para el 2005 asignaría más del doble de los fondos del 2001 a los servicios
de asesoría sobre la vivienda. Una casa y una hipoteca representan un gran
compromiso personal, y queremos asegurarnos de que más estadounidenses lo
asuman con confianza.
Para hacer que la propiedad de vivienda esté al alcance de más de nuestros
ciudadanos, he solicitado que el Congreso cree un crédito tributario para
fomentar la construcción de residencias económicas. Conforme con mi
propuesta, los constructores tendrán un incentivo para ofrecerles a las
familias de bajos ingresos 200,000 casas económicas adicionales durante los
próximos cinco años.
Finalmente, estamos alentando a los miembros de la industria de bienes
raíces y de financiamiento de hipotecas que se unan a nuestros esfuerzos de
abordar la disparidad en la propiedad de vivienda. Más de dos docenas de
empresas y organizaciones de importancia se han comprometido a otorgar más
préstamos a familias de bajos ingresos, financiar la construcción de más
viviendas económicas y ofrecer asesoría financiera a compradores
potenciales.
Estas políticas tendrán un impacto en las vidas de millones de
estadounidenses. Esta semana, conocí a Lori Benavidez, una madre soltera
que vive en Albuquerque, Nuevo México. El pasado noviembre, con la ayuda de
un programa federal para la propiedad de vivienda, se trasladó a su casa
nueva. Esto es lo que dice Lori: "Nunca pensé que llegaría el día en que
mis niñas y yo estaríamos sentadas en nuestra propia casa. Es un milagro".
Cada vez que una familia se instala en una casa nueva, un sueño se hace
realidad y muestra confianza en el futuro. Y esa confianza es acertada,
porque la economía de los Estados Unidos es fuerte y cobra aun más fuerza.
Gracias por escuchar.
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