For Immediate Release
Office of the Press Secretary
15 de enero de 2002
Declaraciones del Presidente Sobre el Comercio Internacional
Puerto de Nueva Orleáns
Nueva Orleáns, Louisiana
THE WHITE HOUSE
9:23 A.M. CST
EL PRESIDENTE: Muchísimas gracias a todos. Es maravilloso volver a
lo que llaman The Big Easy. (Aplauso.) Como quizá recuerden, yo me cri
en Texas, y pase ciertos periodos de calidad aquí en Nueva Orleáns.
(Aplauso.) Me había olvidado qué tan buena es la comida. Voy a tener que
hacer ejercicio durante una semana para quemar ese Baked Alaska que comí en
Antoine's. (Risas.)
No comí pretzels anoche durante la comida. (Risas.) Aprendí mi
lección - siempre se le debe hacer caso a la madre. La mía me dijo, mastica
tus pretzels antes de pasar. (Risas.) Pero gracias a todos por venir. Es
un lindo día en esta gran ciudad y en una sección importante de nuestra
economía, y esta es el Puerto de Nueva Orleáns. Quiero dar las gracias a
Gary LeGrange quien es el director ejecutivo de estas instalaciones.
Quiero dar las gracias al Secretario de Comercio Don Evans, quien está
viajando conmigo. Quiero dar las gracias al Presidente de la Junta de
Comisionados del Puerto de Nueva Orleáns. Quiero dar las gracias a Dave
Wagner. Quiero dar las gracias a Jim Campbell, quien es Presidente de la
Asociación Internacional de Estibadores Número 3,000. Quiero dar las
gracias a todos los dedicados estibadores que están aquí para ayudar a que
Estados Unidos crezca.
Quiero dar las gracias a mi amigo, el Gobernador del gran estado de
Louisiana.
¡Qué persona tan notable! (Aplauso.) Por eso es que lo adoran, Mike.
(Risas.) Sabe decir la verdad, habla explícitamente, y está haciendo una
gran labor a favor del pueblo de Louisiana. (Aplauso.)
Quiero dar las gracias al Congresista David Vitter quien está hoy
aquí. (Aplauso.) Quiero dar las gracias al Congresista John Cooksy quien
también está con nosotros. Gracias a ambos por venir. (Aplauso.)
Y quiero dar las gracias a todos por venir a saludarme. Es una gran
manera de concluir mi viaje por toda la región central de los Estados
Unidos. Lo inicié ayer en Moline, Illinois, en una fábrica que produce
equipo de cosecha para John Deere. Les dije que vendría a Nueva Orleáns, y
les dije que iba a ir al lugar desde donde se embarca mucho del equipo que
fabrican cuando lo venden en el extranjero.
Y luego fui a ver a unos agricultores en Missouri. Y les dije que
vendría a Nueva Orleáns en Louisiana, que embarca mucho de los productos
que ellos cultivan. La razón por la cual estoy aquí es que quiero que
Estados Unidos entienda cómo funciona nuestra economía. Queremos que todos
aquellos que quieran encontrar trabajo puedan encontrar trabajo. Todos los
que quieran un trabajo deberían poder mantener a sus familias. Me preocupa
la pérdida de puestos de trabajo.
Nuestra economía está interconectada. Lo que pasa en Moline, Illinois
y en Missouri afecta a la gente que trabaja aquí en Nueva Orleáns, en el
puerto. Y, por lo tanto, la buena política pública lo reconoce. Y la
buena política pública pregunta: ¿Cómo nos aseguramos que lo que afecte a
uno afecte al otro de manera positiva? ¿Cómo nos aseguramos que la gente
pueda encontrar trabajo al comenzar el año 2002?
La mejor manera de asegurarnos que nuestra economía se recupere del
ataque - considero que una de las cosas más importantes que puedo hacer es
asegurarme que no nos ataquen nuevamente. (Aplauso.) Sufrimos mucho el 11
del septiembre, y uno de las cosas de las que padecimos fue falta de
confianza en el futuro. Pero con el paso de los días, el pueblo
estadounidense está confiando más y más en nuestra habilidad de protegernos
y en la habilidad de nuestro gobierno de reaccionar de manera positiva para
asegurarnos que las familias estén a salvo en los Estados Unidos.
Entiendo muy bien que el enemigo aún está escondido por allí y que al
enemigo aún le gustaría atacarnos. Pero Estados Unidos ha cambiado desde
el 11 de septiembre. Estamos más alerta ahora. Tenemos un Servicio de
Guardacostas que ahora patrulla activamente las costas, tratando de
asegurarse que nadie venga a hacernos daño. Tenemos un FBI --
su función principal ahora es prevenir más ataques. Compartimos
inteligencia de mejor manera por todo el mundo para asegurarnos que
encontremos a la gente antes que venga a nuestro país.
Estamos bajo gran alerta. Estoy tan orgulloso de los oficiales que
velan por el cumplimiento de la ley por todo Estados Unidos quienes están
trabajando sin parar -- (aplauso) -- quienes están trabajando sin parar
para asegurarse que estemos a salvo.
Este es un país fuerte. Es un país alerta. Y es un país paciente
cuando se trata de lograr el objetivo final, que es mantener a Estados
Unidos a salvo al encontrar a los terroristas donde viven y llevarlos ante
la justicia. (Aplauso.)
Y eso es exactamente lo que está pasando en el primer teatro en la
guerra contra el
terror. He dado rienda suelta a una poderosas fuerzas armadas, y las
poderosas fuerzas armadas de los Estados Unidos -- (aplauso) - nos están
enorgulleciendo. (Aplauso.)
A aquellos de ustedes que portan nuestro uniforme, quiero dar las
gracias. A aquellos de ustedes que tienen familias - los familiares de
aquellos que portan el uniforme -- (aplauso) - espero que estén tan
orgullosos de ellos como yo lo estoy.
Establecimos un objetivo claro - varios objetivos claros. Uno de
ellos era que si alguien protege a algún terrorista, si alguien esconde a
algún terrorista, si alguien alimenta a algún
terrorista, es culpable. (Aplauso.) Esa es la doctrina. El objetivo era
asegurarse que el Talibán ya no protegiera a al-Qaida. El Talibán ya no
está al mando en Afganistán. (Aplauso.) Cumplimos con ese objetivo. Y al
hacerlo, liberamos a un grupo de gente que había sido aterrorizada.
Liberamos a mujeres y niños. Estoy tan orgulloso de las fuerzas armadas de
los Estados Unidos. (Aplauso.)
Me da tanta alegría - tanta alegría - saber que no sólo estamos en pos
del objetivo, y este es llevar a los asesinos ante la justicia, sino que
esta gran nación está liberando a gente y alimentando a gente. No sólo
somos una nación fuerte, sino que somos una nación compasiva. Y el mundo
ha visto la grandeza de los Estados Unidos a medida que vamos en pos de
nuestro objetivo.
Estamos avanzando contra al-Qaida. Los estamos acorralando, un hombre
a la vez. (Aplauso.) Simplemente quiero decirles que soy paciente y sus
fuerzas armadas son pacientes; que no me importa cuánto se demore, que no
me importa dónde se escondan, vamos tras de ellos. (Aplauso.) Estamos
tras de ellos, y seguiremos en pos de ellos hasta que sean llevados ante la
justicia.
Oh, sé que hay quienes están diciendo, cielos, desearía que esto
hubiera concluido ayer. Pero así no es cómo va a funcionar esto. Ven, son
gente que manda a sus jóvenes en misiones suicidas y ellos mismos se
esconden en cuevas. Ese es el tipo de gente con la que estamos lidiando.
Pero no van a haber suficientes cuevas en el mundo para esconderlos.
(Aplauso.)
Quizá algunos se cansen, quizá algunos en nuestra coalición se cansen
de este esfuerzo, algunos en el país se cansen. Pero les puedo asegurar,
yo no. Porque veo este como un momento, un momento decisivo en nuestra
historia, un momento en que debemos defender la libertad, un momento en que
debemos defender la misma civilización, un momento en que esta gran nación-
en que esta gran nación debe guiar al mundo -- debe guiar al mundo - para
asegurarnos que nuestros hijos y nuestros nietos puedan crecer en una
sociedad pacífica y segura. (Aplauso.)
Para asegurarme que la gente pueda encontrar trabajo, más nos vale que
nos aseguremos de educar a la gente de nuestro país. Tuve el verdadero
privilegio la semana pasada de viajar por el país promoviendo un buen
proyecto de ley de la educación, un proyecto de ley que va a garantizar que
cada niño sea educado y que ningún niño se quede atrás.
Una de las cosas que valoro realmente, realmente, sobre el Gobernador
Foster es que entiende que más nos vale que hagamos que la gente rinda
cuentas en la educación; de otra manera, algunos van a ser dejados atrás.
Estoy realmente orgulloso de las reformas educativas que Mike Foster ha
llevado a cabo. (Aplauso.)
Creo firmemente que todos los niños en Estados Unidos pueden
aprender. Lo creo. Y considero que nuestros sistemas de escuelas públicas
pueden enseñar a cada niño en los Estados Unidos a leer y escribir y a
sumar y restar.
Y llevé ese mensaje a Washington y colaboré con tanto republicanos
como demócratas para lograr la aprobación de un buen proyecto de ley que
establece altas normas; que dice, si acepta dinero, necesita mostrarnos si
los niños pueden o no leer y escribir y sumar y restar; un buen proyecto de
ley que se concentra en asegurarse que todos los niños sepan leer y
escribir; un proyecto de ley que ayuda a los maestros a enseñar a leer
utilizando un plan de estudios que funciona; y un proyecto de ley que dice
que la buena gente de Louisiana puede dirigir sus escuelas mejor que los
burócratas en Washington, D.C. (Aplauso.)
Y uno de mis compañeros de viaje era Ted Kennedy, el Senador de
Massachusetts. He dicho cosas buenas sobre él. (Risas.) Casi se cae.
(Risas.) También los muchachos de Crawford Coffee Shop. (Risas.) Pero lo
dije porque se esforzó mucho por lograr un buen proyecto de ley; colaboró
con un gobierno republicano para lograr una buena reforma educativa.
Mostramos lo que puede pasar en Washington cuando se pone los partidos
políticos de lado y se concentra en lo que es lo mejor para los Estados
Unidos de Norteamérica. (Aplauso.)
Y eso es lo que va a pasar con este asunto del comercio. Una de las
razones por las cuales estoy viajando por la espina dorsal de los Estados
Unidos y el gran Mississippi es porque quiero recordar a nuestros
conciudadanos cuán importante es el comercio. Es importante para estos
trabajadores que realicemos operaciones comerciales. La gente que carga
estos barcos los carga porque estamos realizando operaciones comerciales
por todo el mundo. Estos agricultores que venden productos pueden vender
más si realizamos operaciones comerciales. Y si los agricultores venden
más de su producto, podemos vender más de la maquinaria fabricada en
Moline, Illinois, para que la buena gente de allá, los trabajadores de UAW,
puedan trabajar.
Me preocupan los puestos de trabajo. Y considero que si realizamos más
operaciones comerciales, habrá más puestos disponibles para los dedicados
estadounidenses. (Aplauso.) Hay quienes juegan a la política con el
asunto del comercio. Quieren paralizar el comercio. Quisiera recordarle a
la gente, aquellos que paralizan el comercio no son confiados. Son confían
en el trabajador estadounidense; no confían en el empresario
estadounidense; no confían en los productos estadounidenses.
Yo soy precisamente lo opuesto. Sé que tenemos los mejores
trabajadores del mundo; sé que podemos ver los mejores productos del
mundo. Y por lo tanto, debemos contar con un comercio libre y equitativo.
Y por lo tanto, deberíamos tener comercio libre y equitativo por todo el
mundo. (Aplauso.) No soy el único piensa de esta manera. Algunos de los
estibadores que conocí al entrar dijeron, necesitamos comercio para poder
seguir trabajando. Recibí una simpática carta de su alcalde. Dijo, saben,
que siente no poder reunirse conmigo porque está en una misión de
intercambio comercial en la Ciudad de México. Sin embargo, quiero que sepa
que respaldo plenamente sus esfuerzos por pasar leyes que dan a su gobierno
el poder de negociar acuerdos comerciales expeditamente. (Aplauso.)
Este no es un asunto republicano, este no es un asunto demócrata. El
intercambio comercial es un asunto de trabajo. Y el Senado de los Estados
Unidos necesita oír las voces de la gente trabajadora y mandarme un
proyecto de ley que pueda firmar. (Aplauso.)
¿Y saben qué más necesita hacer el Senado de los Estados Unidos?
Necesita aprobar un proyecto de ley de energía. (Aplauso.) Una de las
cosas grandiosas sobre nuestro sector agrícola es que cultivamos
suficientes alimentos para alimentar a los Estados Unidos. Y, por lo
tanto, estamos seguros en cuanto a alimentos. Cielos, odiaría ser
Presidente de un país que tiene que importar mucha comida. Querría decir
que uno depende de los agricultores de otro para alimentar a su pueblo.
Cultivamos mucha comida. Podemos alimentar a nuestro pueblo.
Cultivamos suficiente que lo podemos poner es los barcos acá y enviarla a
la gente por todo el mundo, y deberíamos también alimentar al mundo. Pero
ese no es el caso con la energía. Recibimos mucha energía, más de 50 por
ciento de ella, de otras partes del mundo. A veces nos quieren, a veces
no. (Risas.) Y es en esas épocas en que no nos quieren que me pongo
nervioso como Presidente del país. (Risas.) Es de nuestro interés nacional
tener un plan nacional de energía. Es del interés de Louisiana tener un
plan nacional de energía; es del interés de Estados Unidos tener un plan
nacional de energía. (Aplauso.)
Un plan nacional de energía nos ayudará a conservar más y producir más.
Nos hará menos dependientes de las fuentes extranjeras de energía. Y nos
ayudará a crear más puestos. La gente de Louisiana entiende que la energía
equivale a puestos. También lo entiende mucha otra gente en los Estados
Unidos. Este proyecto de ley está atracado en el Senado de los Estados
Unidos. Es hora que se concentren en crear puestos en los Estados Unidos y
me produzcan un proyecto de ley de energía por el bien del pueblo
estadounidenses.
(Aplauso.)
La buena noticia es, considero que tenemos un Senador de los Estados
Unidos - sé que tenemos uno de Louisiana - que lo entiende -- John Breaux
lo entiende. (Aplauso.) Entiende puestos de trabajo. Y agradecí que me
respaldara en el recorte fiscal.
Y esa es otra ley buena que fue salió de Washington, y llegó justo en
el momento oportuno,
justo en el momento oportuno. Ven, nuestra economía comenzó a perder
fuerza en marzo de 2001. Y cuando una economía pierde fuerza, una de los
mejores remedios es dejar que la gente retenga más de su propio dinero; es
tomar menos del dinero de la gente trabajadora. (Aplauso.)
Cuando un estibador puede retener más de su propio dinero, su familia
tiene más dinero que gastar. Y a medida que gasta ese dinero, obviamente
alguien tiene que producir el producto para que ellos lo compren. Y al
producir el producto, eso crea puestos. Y para impulsar la economía, una
de las maneras buenas de hacerlo es la desgravación fiscal. Aprobamos una
desgravación fiscal significativa que dice que finalmente nuestro gobierno
confía en la gente más de su propio dinero para que la gente pueda tomar
las decisiones correctas a favor de sus familias.
Saben, hay algunos en Washington, sin embargo, que parecen estar
indicando que para salir de la recesión, se debería subir los impuestos.
AUDIENCIA: ¡Noooo!
EL PRESIDENTE: No sé cuál texto de economía han estado leyendo --
(risas) - pero no es el que la mayoría de los estadounidenses han leído.
Ellos entienden que la desgravación fiscal es la mejor manera de propiciar
la recuperación económica en los Estados Unidos. (Aplauso.)
Ahora, podemos ayudar, y deberíamos ayudar, a aquellos trabajadores
que perdieron sus puestos como resultado del ataque del 11 de septiembre.
Deberíamos colaborar para extender el desempleo - las prestaciones del
seguro contra el desempleo. Deberíamos ayudar a pagar la atención de la
salud de los trabajadores que han sido cesados. Es algo que deberíamos
hacer. Pero la mayoría de los estadounidenses no quiere un cheque de
desempleo, quiere un sueldo. Y debemos determinar maneras de aumentar el
número de puestos.
Un plan de energía creará puestos, un proyecto de ley de comercio
creará puestos. Y necesitamos un plan de incentivos que dice, seamos
inteligentes, alentemos a los empresarios y a la gente a que compre equipo
y aceleremos la desgravación fiscal para que crezca esta economía, para que
la gente que quiere trabajar pueda encontrar trabajo. No hay razón por la
cual no podemos colaborar para aprobar un buen proyecto de ley a favor del
pueblo estadounidense. (Aplauso.)
Me gusta mucho mi trabajo. Es un honor inmenso vivir en la Casa
Blanca. Y lo que quiero reportar es que Laura está haciendo una fabulosa
labor. Qué Primera Dama tan, tan maravillosa. (Aplauso.) Está contenta,
y eso es realmente importante. (Risas.) Y es un honor representarlos en
Washington. Pero realmente me gusta también viajar por el país. Me gusta
salir. Me gusta dar vueltas, porque es, primero, me recuerda de la
verdadera fuerza de Estados Unidos.
Y la verdadera fuerza de nuestro país no está en nuestra capital.
Tenemos un sistema maravilloso; sin lugar a duda. Tenemos una Constitución
fantástica. Pero la verdadera fuerza de Estados Unidos realmente es el
pueblo estadounidense - es el pueblo estadounidense. Esa es la verdadera
fuerza. Y la verdadera fuerza son los ciudadanos estadounidenses, la gente
de buen corazón. (Aplauso.)
El enemigo no entendía a nuestro país. Saben, pensaron que éramos tan
materialistas, que éramos blandos. Pensaron que nos importamos nosotros
mismos más que nos importa algo más grande que nosotros. Pero estaban
equivocados. No entendían el carácter de los Estados Unidos. No sabían
qué tan fuertes podemos ser -- no sabían qué tan fuertes podíamos ser al
decidir ser fuertes. Pensamos que seríamos impacientes, y estaban
equivocados. Pensaron que nos cansaríamos rápidamente. No nos entienden.
Mucha gente dice, bueno, qué puedo hacer para ayudar a luchar la
guerra contra el terror. Bueno, primero, esté alerta. Si ve que pasa algo
que es atípico, repórtelo a las agencias que velan por el cumplimiento de
la ley. Déjenlas saber. Pero lo otro es, es que para luchar contra el
mal, creo que una manera que pueden hacerlo es lucharlo con el bien, los
actos de bondad y decencia. Para luchar contra los malvados y no dejar que
su estilo de vida perviva, una cosa que los estadounidenses pueden hacer es
amar a sus semejantes. (Aplauso.)
Quiero no sólo darle rienda suelta a nuestras fuerzas militares y al
poder de nuestras fuerzas militares. También quiero contribuir a darle
rienda suelta a la compasión del pueblo estadounidense. En soldado en
guerra contra el terror es alguien que es tutor de un niño. O alguien que
cruza la calle a casa de un vecino que no puede salir, y dice, ¿cómo le
puedo alegrar el día?, ¿qué puedo hacer para amarlo?
Un soldado en la guerra contra el terror es una mamá o un papá que
rodea - que abraza a sus hijos diariamente y que le dice al niño, te amo
más que nada en la vida. Alguien que quiere luchar contra el mal con
bondad es alguien que quiere participar en su sistema escolar y alaba a un
maestro, o contribuye a la educación. Alguien que va a la iglesia o a la
sinagoga o a la mezquita y dice, ¿cómo podemos formar un programa basado en
la fe para ayudar a cambiar la vida de las personas al cambiar sus
corazones?
El enemigo ha despertado a una poderosa nación. Han hecho que nos
enfademos, pero también han hecho que tengamos esperanza - porque
entendemos plenamente que la verdadera fuerza de nuestro país radica en los
corazones y en las almas de un maravilloso, fantástico grupo de gente.
Es un honor para mí ser su Presidente. Y es un honor para mí estar
aquí en Nueva Orleáns. Que Dios los bendiga a todos, y que Dios bendiga a
los Estados Unidos. Muchísimas gracias. (Aplauso.) Gracias a todos.
END 9:44 A.M.
CST
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