For Immediate Release
Office of the Press Secretary
4 de febrero de 2002
El Mensaje del Presidente Acerca del Presupuesto
Al Congreso de los Estados Unidos: Los estadounidenses nunca se olvidarán
de los homicidas eventos del 11 de septiembre de 2001. Son para nosotros lo
que Pearl Harbor fue para una generación anterior de estadounidenses: un
agravio terrible y una llamada a la acción. Con valentía, unidad y
determinación, afrontamos los retos del 2001. El presupuesto para el 2003
reconoce las nuevas realidades que confronta nuestra nación y financia la
guerra contra el terrorismo y la defensa de nuestro territorio nacional.
El presupuesto para el 2003 es mucho más que una tabulación de cifras. Es
un plan para luchar una guerra que no buscamos, pero una guerra que estamos
determinados a ganar.
En esta guerra, nuestra primera prioridad debe ser la seguridad de nuestro
territorio nacional. Mi presupuesto brinda los recursos para combatir el
terrorismo dentro del país, para proteger a nuestro pueblo y para preservar
nuestras garantías constitucionales. Nuestra nueva Oficina de Seguridad del
Territorio Nacional coordinará los esfuerzos del gobierno federal, los 50
estados, los territorios, el District of Columbia y cientos de gobiernos
locales, todo para producir un plan integral y de largo alcance para
proteger a los Estados Unidos de un ataque terrorista.
Luego, las fuerzas militares de los Estados Unidos, las cuales han luchado
de manera tan valiente y decisiva en Afganistán, deben ser fortalecidas aún
más de manera que podamos actuar aún más eficientemente para encontrar,
perseguir y destruir a nuestros enemigos. El Presupuesto para el 2003
solicita el mayor aumento en gastos de defensa de los últimos 20 años para
pagar el costo de la guerra y el precio de transformar nuestras fuerzas
militares de la Guerra Fría en nuevas fuerza de lucha del Siglo XXI.
Tenemos prioridades dentro del país también: por encima de todo,
reestablecer la salud de nuestra economía. Nuestra economía había
comenzando a debilitarse más de un año antes del 11 de septiembre, pero el
ataque terrorista fue otro golpe severo. Este presupuesto promueve un plan
bipartito de recuperación económica que proporciona mucho más que mayores
beneficios de desempleo: es un plan para acelerar el retorno del sólido
crecimiento económico, para generar puestos de trabajo y para dar a los
estadounidenses desempleados la dignidad y la seguridad de un cheque de
sueldo, en vez de un cheque de desempleo.
El plan también propone mantener tasas bajas de impuestos, comercio más
libre, control en los gastos del gobierno, reformas normativas y de
responsabilidad extracontractual, promover una política sólida de energía y
financiar prioridades claves en de educación, salud y programas sociales
compasivos.
En un plan audaz, a la par de una programa audaz de reformas
gubernamentales. Desde el inicio de mi gobierno, he requerido mejor
administración en el gobierno federal. Ahora, con todas las nuevas
exigencias en nuestros recursos, la mejor administración es más necesaria
que nunca. Así como Que Ningún Niño se Quede Atrás de 2001 pide que cada
escuela local cuantifique la educación de nuestros niños, debemos
cuantificar el rendimiento y exigir resultados en los programas del
gobierno federal.
Cuando los programas gubernamentales tengan éxito, sus esfuerzos deben ser
reforzados y el presupuesto para el 2003 proporciona recursos para hacerlo.
Y cuando las medidas objetivas dejan traslucir que ciertos programas del
gobierno no están siendo exitosos, aquellos programas deben ser
reinventados, reorientados o retirados.
Al recortar los programas sin éxito y moderar el aumento de gastos en el
resto del gobierno, podemos costear sin problema la lucha contra el
terrorismo, tomar medidas para reestablecer el crecimiento económico y
ofrecer aumentos sustanciales en gastos para un mejor rendimiento en las
escuelas con niños de pocos ingresos, los programas ambientales clave, la
atención a la salud, la investigación científica y tecnológica y muchas
otras áreas.
Estamos viviendo tiempos extraordinarios, pero Estados Unidos es un país
extraordinario.
Los estadounidenses se han puesto a la altura de cada reto que hayan
enfrentado en el pasado y nuevamente se ponen a la altura de los retos de
la actualidad. Y una vez más, prevaleceremos.
George W. Bush
|