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Office of the Press Secretary
4 de abril de 2002
DECLARACIONES DEL PRESIDENTE SOBRE LA AUTORIDAD DE PROMOCIÓN DEL COMERCIO
Sala Benjamin Franklin
Departamento de Estado
1:15 P.M. EST
EL PRESIDENTE: Bueno, gracias, Sr. Secretario. Me complace haberlo
visto antes que empacara sus maletas. (Risas.) Esta mañana, envié al
Secretario en una misión muy importante, una misión de paz. Y no cabe duda
que envié a un gran hombre a cumplir con esa misión. Estoy orgulloso de su
servicio a nuestro país, Colin, y gracias por invitarnos a este bello
salón.
Quiero agradecer a todos por venir, también. Valoro tantísimo la
oportunidad de hablar sobre los valores e intereses de los Estados Unidos y
el hecho que el comercio libre es en el interés de nuestro país y que el
comercio libre nos ayuda a aferrarnos a los valores que compartimos --
valores comunes. Valores que exigen el respeto de los derechos humanos y
valores que creen en el valor de cada persona y valores que respetan la
democracia y la libertad.
Creo firmemente en el comercio. Considero que el comercio no sólo es
en el interés del país, sino que el comercio es en el interés de aquellas
naciones que luchan contra la pobreza, que desean erradicar la pobreza.
Como mencionó Colin, estuve en Monterrey, México recientemente, estuvimos
en Monterrey, México.
Dije allá en Monterrey que este país nuestro proporcionará ayuda, nos
complace y nos enorgullece hacerlo. Pero la ayuda directa es poco
comparada con los beneficios del comercio. Y que no solo brindaríamos
ayuda directa, sino que a cambio esperaríamos que nuestros amigos adoptasen
los hábitos que fomentan la estabilidad y la paz y los derechos humanos. Y
no hay nada mejor para fomentar esos hábitos que el comercio.
Y el comercio es importante para los trabajadores estadounidenses
también. No se menciona en los debates sobre el comercio acá dentro del
país el hecho que muchas personas pueden encontrar trabajos mejores como
resultado de una política de comercio activo en los Estados Unidos.
Y entonces, estamos acá para hablar sobre una manera de asegurarnos
que nuestro país comercie y nuestro país colabore con otros países en el
mundo para comerciar. Para que eso pase, el Senado de los Estados Unidos
debe aprobar la autoridad de promoción del comercio.
Cada día que pasa sin la autoridad es otro día que perdemos
oportunidades de ayudar a nuestra economía, ayudar a nuestros trabajadores,
ayudar a nuestro país, para asociarnos con nuestros amigos por todo el
mundo. Si el Senado actúa para darme la autoridad de promoción del
comercio -- y espero que lo hagan -- la usaré para ampliar el comercio
y esforzarme por los puestos de trabajo mejor remunerados para los
trabajadores estadounidenses.
Y entonces hoy, urjo a los líderes del Senado a liderar, a actuar y a
poner ese proyecto de ley sobre mi escritorio.
Quiero agradecer al Secretario Don Evans, quien es el Secretario de
Comercio, por estar aquí. Es mi amigo cercano. Pasamos mucho tiempo de
calidad en Midland, Texas, juntos. Ahora está representando los intereses
comerciales de nuestro país. Y estoy orgulloso de la labor que realiza. Y
también quiero agradecer a John Walters por estar acá. John está a cargo
de asegurarse que la política sobre las drogas de Estados Unidos no sólo
sea clara, sino que funcione. Y esa política sobre las drogas dice que
colaboraremos con nuestros vecinos para interceptar drogas. Pero para que
una política sobre las drogas sea efectiva, todos nosotros en este país
debemos decir claramente a nuestros jóvenes que las drogas destruyen sus
esperanzas y oportunidades.
Quiero agradecer a los miembros del cuerpo diplomático que están aquí.
Particularmente, quiero agradecer al Primer Ministro de Perú.
Bienvenido. Es un placer volverlo a ver, señor, y gracias por venir.
He pasado mucho tiempo con miembros del cuerpo de embajadores. Por
ello, soy una mejor persona. Veo muchos rostros amistosos acá. Quiero
agradecer a todos por venir a respaldar esta iniciativa.
Ven, espero -- desearía que todos los miembros del Senado de los
Estados Unidos estuvieran aquí para ver los miembros del cuerpo diplomático
que se presentaron para esto. Están acá porque entienden la importancia
del comercio. Están acá porque entienden los beneficios del comercio para
su propia gente.
También quiero agradecer a los exportadores estadounidenses que están
acá, los líderes de negocios de Estados Unidos y la gente que entiende los
beneficios de liberalizar los mercados. Sé que muchos de ustedes se
esforzaron mucho por ayudar a promover el comercio por todo el mundo y por
ello estamos agradecidos. Y hemos logrado mucho este año, realmente lo
hemos logrado. Como mencionó Colin, ayudamos a lanzar una nueva ronda
mundial -- una ronda de negociaciones sobre el comercio mundial en Doha.
Ayudamos a traer a China y a Taiwán a la Organización Mundial del Comercio.
Y eso es bueno, es importante que se reconozca y dé la bienvenida a los
dos países, tanto la República de Taiwán como por supuesto China, a la
Organización Mundial del Comercio. Es positivo, es un acontecimiento
positivo para nuestro país.
Nos hemos esforzado mucho por tener un acuerdo de libre comercio con
Jordania y un acuerdo bilateral de comercio con Vietnam. Hemos reactivado
las negociaciones comerciales sobre la zona de libre comercio de las
Américas en la Ciudad de Québec, como señaló Colin. Consideré que esas
fueron conversaciones muy constructivas que tuvimos con sus líderes. Fue
mi oportunidad de -- mi primera oportunidad de conocerlos. Y fue --
algo interesante sobre la reunión, por cierto, es que cada país en nuestro
hemisferio, excepto uno, estaba representado. Le dimos la bienvenida a la
reunión a todos los países que tenían líderes elegidos democráticamente.
Una ausencia notable, añadiría: Cuba. Ellos no eligen a su líder
democráticamente.
Y el primer y más importante asunto sobre el cual conversamos, aparte
de preservar la democracia en nuestro hemisferio, fue el comercio -- cómo
fomentar más comercio libre. Y fue un acontecimiento positivo.
También estamos negociando acuerdos de libre comercio con Chile y
Singapur y entonces, estamos avanzando mucho. Pero tenemos que mantener el
ímpetu. Necesito el apoyo del Congreso en dos asuntos urgentes: la
autoridad de la promoción del comercio y la Ley de Preferencias
Arancelarias Andinas. Ambas aguardan la actuación del Senado. Ambas están
aguardando que el Senado tome una decisión. Y ambas son esenciales para la
economía de Estados Unidos.
La Autoridad de Promoción del Comercio, a veces los miembros del
Congreso y yo pensamos que la gente no le presta mucha atención al asunto,
realmente no entiende cómo funciona. La Autoridad de Promoción del
Comercio, da al poder ejecutivo el derecho de negociar acuerdos
comerciales. Pero el Congreso tiene la autoridad final de aprobar los
acuerdos. No es como que al otorgarme la autoridad repentinamente se
desligan del asunto; muy al contrario. Lo aprueban, se involucran en el
asunto. Tienen una oportunidad de ratificar, a favor o en contra, un
tratado.
Pero lo bueno sobre la autoridad es que me permite negociar, o que mi
gobierno negocie, y luego el Congreso puede votar sobre los términos, a
favor o en contra. Y eso es importante para los países representados en
este mundo. Les da la confianza de negociar un tratado con los Estados
Unidos sin que éste sea reglado por los numerosos expertos del Congreso,
sobre lo que es correcto o incorrecto sobre el comercio.
Es importante tener una plataforma para el comercio; y la autoridad la
proporciona. Cinco
presidentes anteriores a mí, republicanos y demócratas, han tenido esta
ventaja en las negociaciones comerciales -- cinco de ellos. Durante dos
décadas, la autoridad de promoción del comercio era un propósito bipartito.
No era un asunto político. Era un propósito, porque representaba nuestros
intereses nacionales de ampliar los mercados extranjeros. Durante esos
años se vieron muchos éxitos y durante los años 90, casi un cuarto de
nuestro crecimiento económico fue como resultado de las exportaciones.
Nuestros dos acuerdos comerciales principales, TLCAN y la Ronda de Uruguay,
han mejorado el estándar promedio de vida de los estadounidenses.
De igual importancia, TLCAN mejoró el estándar promedio de vida de
México y Canadá. Ven, la mejor política para los Estados Unidos es anhelar
que nuestro vecindario sea próspero. Un México próspero y energético es
bueno para Estados Unidos. Es de desear que a los vecinos de uno les vaya
bien. Es de desear que el vecindario de uno sea pacífico y próspero y
TLCAN contribuyó a lograrlo.
El otro aspecto que es interesante sobre el comercio es que la gente
piensa sobre el comercio y piensa, bueno, el comercio sólo es bueno para
las grandes compañías, sólo las compañías multinacionales se benefician del
comercio. No creo que eso sea cierto. Sé que ya que la función del
gobierno es crear un entorno en el cual los empresarios pueden tener éxito
y hacer sus sueños realidad, que el comercio genera oportunidades para los
empresarios. Y he aquí un ejemplo.
Excel Holdings es una compañía con sede en Leesburg, Virginia.
Tenemos al dueño acá, el cual estoy por nombrar acá pronto. Y puedo ver a
su esposa y dos -- un hijo y una hija, añadiré. Su trabajo -- déjenme
simplemente decir, el año pasado, firmaron un contrato de $35 millones con
un distribuidor mexicano. El producto de Excel tiene un objetivo
importante, ya que puede producir hasta 5,000 galones de agua potable
purificada al día.
Hoy, Excel tiene distribuidores en 13 países. El dueño, un hombre que
vino a Estados Unidos de Egipto, Hisham Fawzi, él está con nosotros.
Hisham, gracias por venir. He aquí un hombre que tenía un sueño, quería
establecer y ser dueño de su propia compañía. Ese es un aspecto importante
de la experiencia estadounidense, ser dueño de un negocio propio, tener una
buena idea y trabajar arduamente para hacer que esa buena idea funcione.
Su idea, obviamente, incluía a mercados por todo el mundo. Para que
su negocio tuviera éxito, necesitaba comercio en más mercados. Existen
miles de empresarios en los Estados Unidos que se benefician del comercio.
El comercio no es solamente para las mega-corporaciones de Estados Unidos.
El comercio es bueno para los agricultores y los rancheros y los
empresarios, como nuestro invitado aquí hoy. Quiero darle las gracias por
venir y las gracias por trabajar duro para hacer realidad el sueño
americano. Y buena suerte con su negocio. (Aplauso.)
En los ocho años desde que la Autoridad de Promoción del Comercio se
venció, hemos perdido muchas oportunidades en Estados Unidos. Y ha
costado -- y cuando uno pierde oportunidades, tiende a afectar al
trabajador promedio del país.
Existen más de 150 acuerdos regionales de libre comercio y acuerdos
arancelarios por todo el mundo; la Unión Europea es parte de 31 de ellos;
México es parte de 10; la mayor economía del mundo es parte de tres.
Mientras que esperábamos inactivamente, nuestros competidores han estado
trabajando y han estado firmando acuerdos. Mientras que hemos estado
retrazándonos, ellos han estado comerciando.
Escuchen, no les echo en cara a nuestros socios comerciales por lograr
adelantos. Es más, es de esperarse que nuestros socios comerciales se
esfuercen por lograr adelantos. Pero lo que necesitamos hacer es
participar nosotros en la competencia. Ven, cuando los estadounidenses
-- cuando las condiciones son equitativas, podemos competir. Somos buenos
en ello. Las personas temerosas construyen muros alrededor de los Estados
Unidos. Las personas confiadas se aseguran que no existan muros.
Y confío. Confío en los productos de Estados Unidos, confío en los
empresarios estadounidenses, confío en los trabajadores estadounidenses,
confío en los conocimientos estadounidenses, confío en los agricultores de
Estados Unidos, confío en los rancheros de
Estados Unidos. Y necesitamos ser un país que comercia. (Aplauso.)
Y presentaré acuerdos al Congreso, cuando tenga esta autoridad, que
serán en el interés superior de nuestro país. Y nos esmeraremos por
asegurarnos que tengamos acuerdos comerciales buenos que benefician tanto a
Estados Unidos como a nuestros socios comerciales. Y si al Congreso no le
gusta, pueden rechazarlo. Pero necesito la autoridad. Es en el interés
superior de nuestro país que tenga la autoridad.
Y también es en nuestro interés inspirar la confianza de los países
por todo el mundo, para que se den cuenta que hablamos en serio cuando
hablamos -- países en nuestro propio vecindario. Quiero decir, la
Autoridad de Promoción del Comercio nos ayudará a establecer el Tratado de
Libre Comercio de las Américas. Y eso va a ser en el interés de nuestro
país, en el interés de nuestro vecindario hacer eso también.
El otro asunto que es importante acerca del comercio para nuestro país
es entender que la gente que comercia con Estados Unidos se beneficia. El
comercio no es una calle de una sola vía. Es una relación positiva. Es
importante que los estadounidenses entiendan que por medio del comercio,
ayudamos a la gente y ayudamos a la gente pobre y ayudaremos a la gente a
salir de la pobreza.
Oigan, somos una nación compasiva. Hay mucha gente en nuestro país
que se interesa mucho en África y los países de África, que se interesa
mucho en América del Sur y América Central. Estos son países que son
excelentes países, trabajan duro, pero son países pobres.
Y si a uno le importa ayudar a la gente a ayudarse a sí misma, tenemos
que comerciar con el mundo en desarrollo. Y los hechos son fantásticos.
El comercio con las naciones africanas como resultado de AGOA ha sido por
valor de $1 mil millones en comercio nuevo. Es el inicio de lo que todos
esperamos es una prosperidad, un auge de prosperidad en regiones del mundo
que no han sido prósperas.
Oh, oigo lo mucho que se dice sobre los acuerdos sobre el trabajo y el
medio ambiente. Una nación próspera es más probable de encargarse de sus
trabajadores. Y es más probable, mucho más probable, que una nación
próspera tenga el dinero para la tecnología necesaria para proteger el
medio ambiente.
Y luego, por supuesto, el comercio crea los hábitos de la libertad. Si
usted acoge al comercio en su país, crea la noción de la libertad. Le da al
pueblo, a los consumidores, la oportunidad de pedir productos, lo cual es
parte de una sociedad libre. Crea una clase empresarial, la cual es parte
de una sociedad libre.
Y los hábitos de libertad empiezan a crear la expectativa de
democracia y exigen mejores instituciones democráticas. Las sociedades que
le abren sus fronteras al comercio son más abiertas a la democracia, dentro
de sus fronteras. Y para nosotros que nos preocupamos por los valores y
creemos en ellos, no sólo por los valores estadounidenses, sino los valores
universales que promueven la dignidad humana, el comercio es una buena
forma de hacerlo.
Es muchísimo más fácil fomentar la dignidad humana y los derechos
humanos mediante el comercio que mediante discursos. Y es muy importante
para nosotros recordar siempre que, como lo mencioné anteriormente, el
interés de nuestra nación es un vecindario pacífico.
De hecho, con todo el debido respeto a las naciones alrededor del
mundo, la mejor política extranjera comienza, con la seguridad que su
propio vecindario sea próspero, seguro y salvo. Y yo -- como lo dijo
Colin, recién hemos regresado -- o hace poco regresé de una reunión con
nuestros amigos de América del Centro y nuestros amigos de las naciones
andinas. Y hemos tenido un diálogo muy constructivo, pero, permítanme
decirles lo que oí.
Oí a excelentes dirigentes democráticamente elegidos a quines les
inquieta el hecho que el Congreso de Estados Unidos todavía no pueda
responder a su simple deseo de comerciar, su deseo de ampliar y extender la
Ley de Preferencias de Comercio Andino.
Es importante para estas naciones, y todo lo que hay que hacer es
preguntarle al Primer Ministro o a los embajadores de los cuatro países con
los que me reuní, pregúntenles los hechos. Esto es lo que le pido al Senado
que haga. ¿Qué es lo que la Ley de Preferencias de Comercio Andino
significa para las naciones que protegen y defienden la democracia y, al
mismo tiempo combaten a los narcotraficantes? En este instante, el comercio
no sólo es importante para sus economías, es importante para su seguridad.
Es importante que a estas naciones se les dé acceso al mercado para que
puedan desarrollar otros productos que no sean coca, que los trabajadores
en sus países no sean propensos a necesitar trabajar en la industria de los
narcóticos.
Si tomamos en serio la lucha contra los narcóticos, no solo trabajamos
para reducir la demanda, como John Walters va a hacer, sino que tendremos
que trabajar de una manera constructiva, de una manera real, con las
naciones andinas. Y esto significa no sólo dedicarnos a la interdicción,
sino significa ayudar a estas naciones mediante el comercio y desarrollar
los productos sustitutos, productos que pueden sustituir el dólar rápido de
los narcóticos.
Tengo la esperanza que el Congreso lo entienda así. Espero que el
Congreso comprenda que la Ley de Preferencias de Comercio Andino es un
aspecto crucial para asegurarnos que nuestro hemisferio sea democrático y
libre y estable y seguro. El Senado de Estados Unidos necesita afirmar el
liderazgo de Estados Unidos en el comercio y considerar ambas medidas de
las que he hablado hoy, La Autoridad de Promoción del Comercio y la Ley de
Preferencias de Comercio Andino, para el 22 de abril.
Ahora, he hablado lo suficiente con los miembros del Senado, así como
lo ha hecho mi personal, para saber que hay suficientes republicanos y
demócratas para aprobar ambos proyectos de ley. Y por lo tanto la hora del
retrazo se acabó. Me gustaría ver un debate el 22 de abril y ver que se
aprueben. Estos proyectos de ley son buenos para Estados Unidos, estos
proyectos de ley son buenos para nuestros amigos. La hora del retrazo debe
acabar.
Y al aprobar estas medidas y otras medidas tales como el sistema
generalizado de preferencias y un proyecto de ley de comercio africano
mejorado, seremos francos con nuestros amigos en el mundo, al reconocer que
trabajamos juntos y cuando comerciamos, todo el mundo puede ser más
próspero. Tenemos que aprovechar el momento.
Como saben, luchamos contra un terrorismo increíble. Y lo haremos.
No tienen que preocuparse sobre este gobierno. Estamos determinados y
vamos a ganar contra el terrorismo. Y también tenemos que combatir la
pobreza y la desesperación y la desesperanza. Y una manera de hacerlo es
fomentar el comercio.
Quiero agradecer a todos por darme una oportunidad de venir y
compartir mis pensamientos. Que Dios bendiga no sólo a los Estados Unidos,
sino a todas las naciones del mundo.
(Aplauso.)
END 1:39 P.M. EST
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