For Immediate Release
Office of the Press Secretary
11 de mayo de 2002
Discurso Radial
Buenos Días.
La próxima semana la Cámara de Representantes de los Estados Unidos
tiene programado un debate sobre un plan de reforma de la asistencia social
que afectará las vidas de millones de Estadounidenses.
La última vez que el Congreso reformó la asistencia social, en 1996,
millones de Estadounidenses fueron encaminados hacia mejores vidas.
Debido a requisitos en cuanto al trabajo, y beneficios sujetos a límites de
tiempo, los casos de asistencia social han disminuido en más de la mitad.
Hoy en día, hay 5.4 millones de personas menos viviendo en la pobreza de
las que había en 1996, incluyendo a 2.8 millones de niños menos.
Sin embargo el verdadero éxito de la reforma de la asistencia social
no se encuentra en el número de casos que han sido eliminados, sino en el
número de vidas que han sido cambiadas. Yo he viajado por todo nuestro
país y he conocido a personas cuyas vidas se han visto mejoradas debido a
la reforma de la asistencia social. He escuchado historias inspiradoras de
esperanza y dignidad y de trabajo duro y logros personales.
Sin embargo, aún existen millones de Estadounidenses atrapados por la
dependencia, sin empleos y sin la dignidad que éstos traen. Y ahora el
Congreso debe tomar los próximos y necesarios pasos en la reforma de la
asistencia social.
Una reforma compasiva de la asistencia social deberá conducir a
familias fuertes. Matrimonios fuertes y familias estables hacen bien a los
niños - de modo que la familia estable debe ser un objetivo central de la
política de asistencia social. Bajo mi plan hasta 300 millones de dólares
al año se pondrían a disposición de los estados para apoyar buenos
programas privados y públicos que aconsejen a parejas que quieran lograrlo
sobre cómo construir un matrimonio saludable y respetuoso.
Una reforma compasiva de la asistencia social deberá permitir mayor
flexibilidad a los estados en el uso del dinero de la asistencia social.
Hoy en día, muchas personas no pueden obtener ayuda debido a reglamentos
confusos y conflictivos. Mi propuesta daría a los estados la libertad para
diseñar la manera en que los programas federales puedan operar en sus
estados. Esto permitiría a los estados ser más innovadores en proporcionar
mejor capacitación en el trabajo, programas de vivienda y nutrición, y
mejores servicios de guardería infantil para familias de bajos ingresos.
Más que nada, una reforma compasiva de la asistencia social debe
incitar a que más y más Estadounidenses encuentren la independencia de un
trabajo. Hoy en día, como promedio, los estados deben exigir que trabajen
sólo un cinco porciento de los adultos que reciben beneficios de asistencia
social. Yo estoy proponiendo que, dentro de cinco años, cada estado exija
que un setenta porciento de quienes reciben prestaciones sociales trabajen
o reciban capacitación para el trabajo, por lo menos 40 horas por semana.
Estos requisitos de trabajo deben aplicarse cuidadosa y
compasivamente. Ya que muchas personas que reciben prestaciones sociales
necesitan nuevas habilidades, mi plan permite a los estados combinar el
trabajo con hasta dos días por semana de educación y capacitación en el
trabajo. Nuestra propuesta permite tres meses a tiempo completo en un
programa de rehabilitación contra la drogadicción o de capacitación en el
empleo. Y las madres adolescentes pueden satisfacer sus requisitos de
trabajo asistiendo a la secundaria.
Un requisito de trabajo no es una multa - es el camino hacia la
independencia y el auto-respeto. Para ex-recipientes de asistencia social,
este camino ha conducido a una nueva y mejor vida. Cuando estuve en
Carolina del Norte a principios de año, conocí a Ella Currence - madre de
cuatro que había estado recibiendo asistencia social durante cuatro años.
Ella sabía que el cambio ser ía difícil - pero también sabía que el cambio
era lo mejor. Ella comenzó a participar en el programa estatal de Trabajar
Primero. Ha estado trabajando los últimos cinco años - y ha puesto su vida
en orden. Ella dice "Uno puede hacer lo que quiera con tal de echarle
ganas". Este es el espíritu y la confianza inspirados por el trabajo.
Todo el mundo en los Estados Unidos se beneficia de una reforma
compasiva de la asistencia social. Los que recibieron asistencia en el
pasado se llenan de nuevas esperanzas, y conocen la independencia y la
dignidad que dan un día de trabajo honrado. A medida que continúa nuestra
recuperación, los negocios necesitarán trabajadores más motivados y
capacitados. Buenas leyes de reforma de la asistencia social podrán
romper la dependencia y ayudar a la economía Estadounidense.
Mi administración ha trabajado muy de cerca con el Congreso en la
elaboración de la nueva legislación sobre asistencia social. Es un
excelente proyecto de ley que ofrecerá esperanza y promesa, dignidad y
oportunidad, a millones de Estadounidenses. Le pido a la Cámara que lo
apruebe y luego al Senado que tome acción sobre el mismo.
Gracias por escuchar.
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