For Immediate Release
Office of the Press Secretary
7 de enero de 2003
DECLARACIONES DEL PRESIDENTE AL ECONOMIC CLUB OF CHICAGO
Sheraton Chicago
Chicago, Illinois
12:07 P.M. CST
EL PRESIDENTE: Muchísimas gracias a todos. Es un día ventoso allá
afuera, lo cual es... (risas)... un buen día para un orador con mucho
aliento. (Risas.) Es un honor para mí ser su invitado acá en el Economic
Club of Chicago (Club Económico de Chicago). Quiero darle las gracias a
Michael por la invitación. Me gustan las introducciones cortas; no me
decepcionó. (Risas.)
Durante 75 años, los dirigentes comerciales y empresarios en el club
han contribuido a hacer de Chicago una ciudad próspera y energética.
Entienden las preocupaciones que tienen los trabajadores y empleadores
estadounidenses... y creen, como yo, que debemos abordar esas
preocupaciones de manera sincera y energética.
Hoy en Washington se congrega un nuevo Congreso... y le pediré a los
miembros de ambos partidos que colaboren conmigo para proteger nuestro
futuro económico. No podemos estar satisfechos hasta que cada aspecto de
nuestra economía sea saludable y vigoroso. No descansaremos hasta que cada
negocio tenga una oportunidad de crecer y cada persona que desee trabajar
puedan encontrar trabajo. Entonces, hoy estoy anunciando un plan de
desarrollo y puestos para fortalecer la economía de los Estados Unidos:
propuestas específicas para darle más impulso a nuestra recuperación
económica.
Llegué hoy por avión con el Senador de Illinois, Peter Fitzgerald.
Aprecio su liderazgo; aprecio su amistad. Y mientras conversamos, el
Senado está debatiendo el proyecto de ley Fitzgerald que prorrogaría las
prestaciones de desempleo para aquellos que están buscando trabajo en los
Estados Unidos. Y, Peter, quiero darle las gracias por su liderazgo en
este asunto tan importante. (Aplausos.)
Y en ese mismo avión volaba conmigo Steve Friedman, el nuevo director
del National Economic Council (Concilio Económico Nacional). Es un honor
para mí que un dirigente económico tan respetado haya accedido a
incorporarse a mi administración. Aprecio el hecho que esté dispuesto a
tomarse un tiempo libre de su cómoda vida privada para servir a la patria.
Es un nuevo miembro sólido del gran equipo económico y quiero darle las
gracias por su voluntad de servir a los Estados Unidos. Gracias por
asistir, Steve. (Aplausos.)
También he nombrado a dos otras excelentes personas para que se unan a
este equipo. John Snow es la persona que he nombrado como Secretario de
Hacienda. Bill Donaldson es la persona que he nombrado como presidente del
Securities and Exchange Commission. Ocuparán puestos esenciales en mi
administración e insto al Congreso a que los confirmen rápidamente.
Al congregarse hoy el nuevo Congreso, nuestros deberes hacia esta
nación están claros. Tenemos la responsabilidad de hacerle frente a los
grandes peligros para nuestro país, dondequiera que se acumulen.
Continuaremos acorralando a los terroristas en todo el mundo. Célula por
célula, estamos desbaratando sus planes. Uno por uno, estamos mostrándoles
a estos asesinos inmisericordes el significado de la justicia.
También estamos confrontando el régimen al margen de la ley de Iraq
que se dedica a la violencia y a la decepción, y se está armando para
amenazar al mundo civilizado. Las exigencias del mundo están claras: Por
el bien de la paz, Saddam Hussein debe desarmarse de todas las armas de
destrucción masiva y probar que lo ha hecho. De optar por otro curso, en
nombre de la paz, Estados Unidos encabezará una coalición de aquellos
dispuestos a desarmar al régimen iraquí de armas de destrucción masiva y
liberar al pueblo iraquí. (Aplausos.)
Y estamos tratando también con Corea del Norte. Es un régimen que ha
expulsado a los inspectores internacionales y está tratando de desafiar al
mundo por medio de su programa de armas nucleares. Los Estados Unidos y
otros países confrontarán esta amenaza, también. En este caso, considero
que al colaborar con países en la región, la diplomacia funcionará. No
tenemos intenciones agresivas, ni disputa alguna con el pueblo de Corea del
Norte. Estamos interesados en la paz en la Península Coreana.
Al afrontar los peligros de nuestra época, diferentes circunstancias
requieren de diferentes estrategias. Sin embargo, nuestra determinación en
cada caso estará clara: No permitiremos que ningún régimen amenace la
libertad y la seguridad del pueblo estadounidense o nuestros aliados y
amigos en todo el mundo. (Aplausos.)
Incluso al confrontar estos peligros, deben saber que sé que tenemos
necesidades acá dentro del país, particularmente la necesidad de una
economía vigorosa y en crecimiento. Demasiados estadounidenses se
preguntan hoy sobre nuestra economía. Preguntan: ¿Cómo va la economía
realmente? Bueno, la economía estadounidense es la economía más fuerte y
resistente del mundo. A pesar de los choques terribles que ha recibido
nuestra nación, nuestra economía está creciendo... y el espíritu
empresarial de los Estados Unidos es fuerte.
Hemos alcanzado grandes logros durante los dos años pasados.
Recuerden, el verano del 2000, durante la campaña presidencial, el mercado
había comenzado a sufrir un declive sostenido. El crecimiento del empleo
comenzó a declinar. La economía había comenzado a perder fuerza. Cuando
asumí el cargo, las señales de recesión eran reales.
Entonces, colaboré con el Congreso de los Estados Unidos para reducir
los impuestos a la renta para todos los que los pagan... más de 100
millones de personas, familias y propiedades únicas recibieron reducciones
tributarias. Esta reducción tributaria fue la mayor de la generación y le
dio un impulso a la economía en el momento oportuno, lo cual garantizó que
la recesión fuera una de las más cortas y menos profundas en la historia
estadounidense moderna.
Los estadounidenses deberían poder contar con esas reducciones
tributarias al planificar sus futuros financieros. Entonces, continuaremos
empujando al Congreso a que haga permanentes estas reducciones tributarias,
incluso ponerle fin al impuesto sobre la sucesiones. (Aplausos.) Sabemos
que las reducciones de impuestos surtieron efecto y los estadounidenses
merecen saber que no se les quitarán sus reducciones tributarias.
(Aplausos.)
Enfrentamos una segunda prueba con los ataques del 11 de septiembre de
2001. Estos ataques causaron un sufrimiento terrible y una alteración
masiva de la economía. Se cancelaron vuelos. Muchos hoteles y tiendas
estaban vacíos. El intercambio bursátil se detuvo durante casi una semana.
Por lo que tomamos medidas: Abrimos las bolsas; ayudamos a la gente de la
Ciudad de Nueva York a recuperarse; ayudamos a las aerolíneas; ofrecimos
incentivos tributarios para la inversión comercial; y aprobamos el seguro
contra terrorismo para que los proyectos de construcción y bienes raíces
pudieran seguir adelante.
Y luego se puso a nuestra economía a prueba una tercera vez, cuando
los estadounidenses descubrieron serios abusos de confianza por algunos
dirigentes corporativos. Por lo que aprobamos reformas históricas para
garantizar la integridad corporativa, para castigar a los criminales y
defender los intereses de los trabajadores e inversores. La avaricia y la
mala conducta corporativas causan que personas inocentes pierdan sus
puestos, sus ahorros y, a menudo, su confianza en el sistema
estadounidense. Por el bien de la justicia y por el bien de todos los
negocios honrados en los Estados Unidos, me he comprometido a lo siguiente:
Los delitos corporativos serán investigados; serán procesados; y serán
sancionados. (Aplausos.)
Hemos afrontado las pruebas ante nosotros porque el pueblo
estadounidense se ha esforzado mucho durante épocas difíciles. Y ahora
nuestro país ha pasado a un segundo año de crecimiento económico. Nuestro
intercambio comercial con otros países está creciendo, suscitando los
precios más bajos que se derivan de las importaciones y los mejores puestos
de trabajo que se derivan de las importaciones. Más estadounidenses están
comprando y construyendo casas... un aspecto central del Sueño Americano.
La tasa de propiedad de vivienda ahora es de 68 por ciento, casi la más
alta de la historia. Las tasas bajas de interés han permitido que los
estadounidenses aprovechen el valor en aumento de sus casas. En 2002, las
refinanciaciones agregaron más de $100 mil millones a los bolsillos de los
estadounidenses, dinero que ayudó a renovar casas, pagar deudas o
matrículas, o comprar otros productos.
El índice más importante de nuestra fuerza económica es las aptitudes
y eficiencia en crecimiento del trabajador estadounidense. La
productividad de los trabajadores estadounidenses aumentó en un 5.6 por
ciento comparada a los cuatro últimos trimestres para los cuales tenemos
datos, el mejor aumento desde 1973. Al aumentar la productividad, también
lo hacen los sueldos y nuestro estándar de vida. En todo el país, los
ingresos están aumentando más rápido que la inflación.
Contamos con el sistema económico más productivo, creativo y
prometedor que jamás haya visto el mundo. (Aplausos.) Estados Unidos
establece el estándar para la investigación científica, aptitudes de
ingeniería e innovación médica. Nuestras empresas y universidades atraen
gente de talento de cada uno de los continentes. Los inversionistas de
todo el mundo saben que Estados Unidos es el lugar más seguro donde poner
su dinero. La gente de todo el mundo en busca una vida mejor aún sueña de
trabajar y vivir en los Estados Unidos de América. (Aplausos.)
Todas estas condiciones crean una plataforma para el crecimiento y la
prosperidad a largo plazo. Sin embargo, a pesar de los éxitos, ahora
tenemos más trabajo por hacer porque demasiados de nuestros ciudadanos que
desean trabajar no pueden encontrar un puesto. Y muchos empleadores
carecen de la confianza para invertir y crear puestos nuevos.
Podemos ayudar a garantizar mayores éxitos futuros con las políticas
que escojamos actualmente. Ahora, estas políticas deben reconocer que
nuestra economía de $10 billones es sostenida por el trabajo y el espíritu
empresarial del pueblo estadounidense. El gobierno gasta mucho dinero,
pero no construye fábricas, no invierte en compañías, ni realiza el trabajo
que hace que la economía marche. La función del gobierno no es dirigir ni
controlar la economía desde Washington, D.C., sino retirar las barreras que
están en el camino de un crecimiento económico más acelerado. Esa es
nuestra función. (Aplausos.)
Y esas barreras son obvias. Muchos puestos se pierden en los Estados
Unidos porque el
gobierno impone reglas irrazonables y muchos puestos se pierden porque la
cultura de demandas de este país impone costos irrazonables. (Aplausos.)
Continuaré exigiendo reformas legales y normativas. Pero hoy... hoy
deseo hablar sobre estas inquietudes: Los estadounidenses tienen una carga
tributaria pesada y deudas que pueden desacelerar los gastos de los
consumidores. Eso me preocupa. También me preocupa el hecho que nuestro
sistema tributario penaliza injustamente a algunas inversiones productivas.
Y me preocupan las personas que no tienen trabajo; necesitan nuestra
ayuda, tanto prestaciones a corto plazo como oportunidades a largo plazo.
Al confrontar directamente cada uno de estos desafíos, podemos preservar
los logros merecidos que ha alcanzado nuestra economía y avanzar hacia
mayor prosperidad.
Nuestro primer desafío es permitir que los estadounidenses retengan
más de su dinero para que puedan gastarlo y ahorrar e invertir... los
millones de decisiones individuales que apoyan al mercado, que apoyan a los
negocios y contribuyen a crear puestos.
Los gastos de los consumidores representan aproximadamente 70 por
ciento de nuestra economía. Han sido la fuerza que ha impulsado nuestra
recuperación. Sin embargo, existen muchas señales de advertencia que no
ignoraré y espero que el Congreso tampoco las ignore. Muchos
estadounidenses viven con deudas personales constantes y en crecimiento,
con cuentas de tarjetas crédito tan altas que no pueden pagar mucho más que
la cuota mensual mínima. Millones de ciudadanos se pasan todas sus vidas
adultas viviendo de cheque en cheque, sin tener nunca la oportunidad de
ahorrar para la educación de sus hijos o su propia jubilación. Los
estadounidenses actualmente están pagando aproximadamente un tercio de sus
ingresos en impuestos. Todo esto ejerce presión en los presupuestos
familiares y, por lo tanto, enturbia nuestro futuro económico.
Los estadounidenses que enfrentan estas luchas están por recibir
recortes tributarios en el 2004 y nuevamente en el 2006. Los republicanos
y los demócratas en el Congreso ya han aprobado estas reducciones en las
tasas. Y este es el momento de aplicar las reducciones en las tasas
tributarias, cuando pueden beneficiar más a los negocios estadounidenses.
(Aplausos.)
Por el bien de la vitalidad económica, le estoy pidiendo al Congreso
que haga que las reducciones en las tasas tributarias tengan vigencia este
año. (Aplausos.) Los recortes tributarios deben ser retroactivos al 1( de
enero. (Aplausos.) Tras ser aprobados, ordenaré al
Departamento de Hacienda que ajuste inmediatamente la cantidad de dinero
que se retiene para los impuestos a la renta, de manera que los
estadounidenses puedan retener más de sus cheques de pago ahora mismo.
(Aplausos.) Al acelerar las reducciones en los impuestos a la renta,
aceleraremos la recuperación económica y el ritmo de la creación de
puestos. Si los recortes tributarios son suficientemente buenos para los
estadounidenses dentro de tres años, son suficientemente buenos para los
estadounidenses hoy. (Aplausos.)
Un beneficiario adicional de este recorte tributario serán las
pequeñas empresas. Aproximadamente 30 millones de estadounidenses incluyen
ingresos de pequeñas empresas cuando presentan sus declaraciones
tributarias individuales al IRS. Los recortes tributarios más rápidos
ayudarán a aquellos negocios a expandirse más pronto, a contratar a gente
nueva más rápido y a forjar una base más sólida para la recuperación.
También sé que las familias de medianos ingresos necesitan de recortes
adicionales. Entonces, hoy le estoy pidiendo al Congreso que apure hasta
tres recortes tributarios prometidos en 2001... recortes tributarios que
ayudarán a las familias de medianos ingresos. En vez de reducir lentamente
la penalidad para las parejas casadas hasta el 2009, deberíamos hacerlo
ahora, para ayudar a 35 millones de parejas casadas. En vez de esperar
hasta el 2008 para pasar a más contribuyentes de la tasa tributaria de 15
por ciento a la tasa más baja de 10 por ciento, deberíamos cambiar eso
ahora y ayudar a 2 millones de trabajadores estadounidenses. Y en vez de
aumentar el crédito tributario por hijos gradualmente de $600 a $1,000 por
hijo para el año 2010, por el bien de 26 millones de familias, deberíamos
aumentarlo ahora. (Aplausos.)
Estos recortes tributarios resultarán en beneficios inmediatos para
los estadounidenses de medanos ingresos. Noventa y dos millones de
estadounidenses retendrán un promedio de
$1,083 más de su propio dinero. Una familia de cuatro con dos personas que
ganan un sueldo y $39,000 en ingresos recibirán más de $1,100 en recortes
tributarios... dinero real para ayudar a pagar las cuentas y propulsar la
economía. Y mientras antes lo haga el Congreso, antes llegará la ayuda.
(Aplausos.)
En conjunto, estos recortes tributarios pondrán $70 mil millones
adicionales a trabajar en la economía privada durante los próximos 18
meses. Y no hay mejor manera de ayudar a que nuestra economía crezca que
dejar más dinero en las manos de los hombres y las mujeres que lo han
ganado.
Nuestro segundo desafío es fomentar mayor inversión por las personas y
las pequeñas empresas... el tipo de inversión que forja riqueza personal y
ayuda a una compañía a expandirse y crea puestos nuevos.
Somos cada vez más una nación de dueños que invierten para la
jubilación y otros desafíos financieros de la vida. La mitad de los grupos
familiares estadounidenses son propietarios de acciones, ya sea
directamente o por medio de fondos de pensiones. Y tenemos una obligación
de asegurarnos, ahora más que nunca, que los inversionistas estadounidenses
sean tratados de manera justa.
Podemos comenzar por tratar a los inversionistas de manera justa y
equitativa en nuestras leyes tributarias. Tal como están las cosas, muchas
inversiones son gravadas no una vez, sino dos. Primero, el IRS impone
impuestos a los inversionistas que reciben utilidades como dividendos. El
resultado de esta doble imposición es que de todas las utilidades que gana
una compañía, los accionistas que reciben dividendos retienen tan poco como
40 centavos por cada dólar.
La doble imposición es mala para nuestra economía. La doble
imposición es incorrecta. La doble imposición es particularmente dura para
las personas jubiladas. Aproximadamente la mitad de todos los ingresos
derivados de los dividendos pertenecen a los ancianos de los Estados Unidos
y, a menudo, éstos cuentan con esos cheques para tener una fuente constante
de ingresos al jubilarse.
Es justo gravar las utilidades de una compañía. No es justa la doble
imposición al imponer tributos por las mismas utilidades a los accionistas.
Entonces, hoy, por el bien de nuestros ancianos y para apoyar la creación
general de capital, le estoy pidiendo al Congreso de los Estados Unidos que
elimine la doble imposición sobre los dividendos. (Aplausos.)
Los beneficios de esta desgravación fiscal serán sentidos por toda la
economía. Eliminar la doble imposición sobre los dividendos dejará a casi
35 millones de estadounidenses
con más de su propio dinero para gastar e invertir, lo cual promoverá los
ahorros y devolverá este año hasta $20 mil millones este año a la economía
privada.
Al poner fin a esta penalidad sobre las inversiones, solidificaremos
la confianza de los inversores. Ven, al ponerle fin a la doble imposición
de los dividendos, aumentaremos el rendimiento de las inversiones, lo cual
atraerá más dinero a las bolsas para proporcionar capital para construir
fábricas, para comprar equipos, para contratar a más personas.
También debemos fomentar las inversiones que ayudan a hacer que las
pequeñas empresas se hagan más grandes. Las pequeñas empresas crean una
mayoría de los puestos nuevos en los Estados Unidos y representan más de la
mitad de la producción de la economía. Actualmente, las leyes tributarias
permiten que las pequeñas firmas deduzcan como gastos hasta $25,000 en
equipos, tales como las computadoras o la maquinaria que puedan necesitar.
Le estoy pidiendo al Congreso que aumente ese límite a $75,000 y ajuste esa
cifra según la inflación. Este cambio, junto con reducciones más rápidas
de la tasa, beneficiará a más de 23 millones de dueños de pequeñas
empresas. Mi opinión es que esta economía puede prosperar solamente si
nuestras pequeñas empresas prosperan. Y les proporcionaremos todos los
incentivos para que crezcan y para creen más puestos de trabajo.
Un tercer desafío que enfrenta nuestro país es la necesidad de ayudar
a los trabajadores desempleados y prepararlos para los nuevos puestos de
una economía en crecimiento. La tasa de desempleo es de 6 por ciento
actualmente. Eso es bajo para una economía que sale de una recesión; es
más alto de lo que debería ser... y se calcula que la tasa de desempleo
aumente aún más a corto plazo.
Esta adversidad se concentra en ciertas regiones y en ciertas
industrias. El número de puestos de manufactura ha bajado durante 28 meses
seguidos. Saben a qué me refiero aquí en la región del Medio Oeste. Se
ven señales de recuperación acá. Sin embargo, muchas personas acá y en
todo el país aún buscan trabajo.
Una mujer en Arkansas cuenta un relato típico. Habló sobre el hecho
que su esposo fue cesado de su puesto es una fábrica local de acero. Y
tanto ella como su esposo han estado buscando trabajo durante hace bastante
tiempo. Esto es lo que dijeron: "Simplemente no hay nada que pueda
encontrar. Estamos tratando de ahorrar el poco dinero que tenemos y
trasladarnos a otra comunidad y buscar puestos allá". Hay que preocuparse
sobre ese tipo de relatos acá en los Estados Unidos. Al fomentar el
crecimiento a largo plazo, no nos olvidaremos de los hombres y las mujeres
que están esforzándose hoy.
Casi 70,000 trabajadores agotan sus prestaciones de desempleo todas
las semanas... y tenemos una obligación de ayudar a nuestros
conciudadanos. Por lo que le estoy pidiendo a este nuevo Congreso que
prorrogue las prestaciones de desempleo que se vencieron el 28 de
diciembre. Y las prestaciones que el Congreso apruebe deben ser
retroactivas, como el proyecto de ley Fitzgerald, de manera que las
personas que perdieron sus prestaciones el mes pasado pueda recibir sus
prestaciones completas. Ayudar a los trabajadores desempleados de los
Estados Unidos debe ser una prioridad para el nuevo Congreso... y parece
que lo va a ser.
Debemos ser más creativos cuando ayudamos a aquellos que tienen mayor
dificultad en encontrar trabajo. Para fomentar la innovación y más
opciones, y para ayudar a aquellos que no tienen trabajo a encontrar la
dignidad de un puesto nuevo, hoy estoy divulgando una nueva estrategia para
ayudar a los estadounidenses desempleados por medio de las Personal Re-
employment Accounts (Cuentas Personales de Reempleo). Con este nuevo
programa, los estadounidenses que enfrenten las mayores dificultades en
encontrar trabajo recibirán hasta $3,000 para usar en su búsqueda de
trabajo. Tendrán mucha flexibilidad sobre cómo usar ese dinero. Una
persona con una cuenta de reempleo podrá decidir si usar los fondos para
capacitación laboral o guardería o transporte o incluso para pagar los
costos de trasladarse a otra ciudad debido a un puesto nuevo. Si el
trabajador obtiene el puesto rápidamente, dentro de 13 semanas, podrá
retener el saldo en efectivo a manera de "prima de reempleo".
A medida que veamos nuevo crecimiento económico, necesitaremos
trabajadores muy capacitados para ocupar los puestos nuevos. Por lo que le
voy a pedir al Congreso que otorgue $3.6 mil millones a los estados para
financiar las cuentas de reempleo... suficiente dinero para ayudar a más de
un millón de hombres y mujeres desempleados en todos los Estados Unidos.
Para fortalecer esta economía en el futuro, debemos ayudar a estos
estadounidenses ahora.
Las propuestas para puestos y crecimiento que he descrito hoy son un
plan centrado para fomentar los gastos por los consumidores, promover el
crecimiento de las pequeñas empresas, aumentar la confianza en nuestras
bolsas y darle ayuda crucial a los ciudadanos desempleados. Con todo, este
conjunto de medidas de crecimiento reducirá los impuestos de los
estadounidenses en $98 mil millones este año y $670 mil millones durante la
próxima década. Propuse un plan audaz porque la necesidad de este plan es
urgente e insto al Congreso a tomar medidas rápidamente y a aprobar este
proyecto de ley. (Aplausos.)
Nuestra nación ha enfrentado dos años de problemas serios y
sostenidos. La recesión y la caída de la bolsa desaceleraron las ganancias
y redujeron los ingresos tributarios y crearon un déficit presupuestario.
Y durante esta época de guerra, les puedo asegurar que este gobierno está
gastando lo necesario para ganar la guerra. (Aplausos.) Pero el Congreso
también debe entender lo siguiente: El pueblo estadounidense merece y
espera disciplina en los gastos en Washington, D.C. (Aplausos.) Con
disciplina en los gastos y políticas a favor del crecimiento, haremos que
la economía crezca y ayudaremos a reducir este déficit.
Este conjunto de medidas de crecimiento y puestos es esencial a corto
plazo; es un estímulo impulso inmediato para la economía. Y estas
propuestas ayudarán a estimular las inversiones y volver a poner a más
personas a trabajar, lo cual queremos que suceda. Son esenciales para el
largo plazo, además... para sentar las bases para el crecimiento futuro y
la prosperidad futura. Ese crecimiento resultará en el beneficio adicional
de ingresos más altos para el gobierno... ingresos que mantendrán las tasas
de interés bajas a la vez que cumplirán con las obligaciones clave y
protegerán programas tales como Medicare y el Seguro Social.
Estamos afrontando los desafíos de Estados Unidos. Estamos
fortaleciendo nuestra economía y estamos llevando la batalla a nuestros
enemigos. Y no vamos a dejar nuestro trabajo a medio hacer. En los meses
venideros, confrontaremos cada amenaza a la seguridad del pueblo
estadounidense. Continuaremos para convertir nuestra recuperación en
crecimiento perdurable y oportunidades que lleguen a todos los rincones de
los Estados Unidos. Por medio de la valentía y el sentido empresarial del
pueblo estadounidense, esta gran nación prosperará. Y no tengo duda alguna
que esta nación prevalecerá.
Que Dios los bendiga a todos ustedes y que Dios los bendiga a los
Estados Unidos. (Aplausos.)
END 12:40 P.M. CST
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