For Immediate Release
Office of the Press Secretary
28 de abril de 2003
DECLARACIONES DEL PRESIDENTE ACERCA DE LA OPERACIÓN LIBERTAD IRAQUÍ
Ford Community and Performing Arts Center
Dearborn, Michigan
1:46 P.M. EDT
EL PRESIDENTE: Gracias por esa cálida bienvenida; me complace estar
aquí. Siento no haber estado aquí hace varias semanas cuando se derrumbó
la estatua. (Aplausos.) Tengo entendido que tuvieron una gran fiesta. No
se los reprocho. Muchas personas en el área de Detroit esperaban ese gran
día desde hace años.
Muchos iraquíes estadounidenses conocen los horrores del régimen de
Saddam Hussein en carne propia. También conocen los gozos de la libertad
que han encontrado aquí en los Estados Unidos. (Aplausos.) Son prueba
viviente de que el pueblo de Iraq ama la libertad; prueba viviente de que
el pueblo de Iraq puede prosperar en la democracia. (Aplausos.) La gente
que vive en Iraq merece esa misma libertad que ustedes y yo disfrutamos
aquí en los Estados Unidos. (Aplausos.) Y después de años de tiranía y
tortura, esa libertad ha llegado finalmente. (Aplausos.)
Tengo confianza en el futuro de un Iraq libre. El pueblo iraquí es
plenamente capaz del gobierno autónomo. Todos los días, los iraquíes se
encaminan hacia la democracia y abrazan las responsabilidades de la
ciudadanía activa. Todos los días, la vida mejora en Iraq
a medida que las tropas de la coalición se esfuerzan por proteger las zonas
inseguras y llevar alimentos y atención médica a aquéllos que están
necesitados.
Estados Unidos prometió librar a Iraq de un régimen opresivo y
cumplimos con nuestra palabra. (Aplausos.) Estados Unidos ahora promete
ayudar a los iraquíes a forjar una nación próspera y pacífica, y
cumpliremos nuevamente con nuestra palabra. (Aplausos.)
Sr. Alcalde, gracias. Aprecio que me vuelva a saludar en Dearborn.
Aprecio su liderazgo. Si tienen cualquier problema con la basura o los
baches, llamen al alcalde. (Risas.)
Quiero darles las gracias a los miembros de la delegación al Congreso
que nos acompañan aquí hoy. Gracias a todos por asistir. Michigan está
bien representado en los pasillos del Congreso de los Estados Unidos .
(Aplausos.) Quiero darles las gracias a las personas del gobierno estatal
y los gobiernos locales que nos acompañan hoy. Aprecio muchísimo a los
funcionarios ejecutivos principales presentes de las importantes compañías
de manufactura de autos que están radicadas aquí en Detroit: Rick Wagoner,
Bill Ford y Deter Zetsche.
Gracias a todos por asistir. Espero con interés tratar asuntos con ustedes
más adelante.
(Aplausos.)
Justo antes de venir aquí tuve la oportunidad de reunirme con hombres
y mujeres extraordinarios, nuestros conciudadanos que conocían las
crueldades del antiguo Iraq. Y como yo, están profundamente comprometidos
a la promesa de un nuevo Iraq.
Hablé con Najda Egaily, una musulmana sunita de Basra que se trasladó
a los Estados Unidos hace cinco años. Najda descubrió el precio de la
disensión en Iraq en 1988, cuando se mató a su cuñado después de que se
riera de una broma sobre Saddam en una casa que estaba intervenida.
En Iraq, dice Najda, nunca podíamos hablar con nadie sobre Saddam
Hussein - teníamos que asegurarnos de que las ventanas estuviese cerradas.
(Aplausos.) Las ventanas ahora están abiertas en Iraq. (Aplausos.) Najda
y sus amigos nunca se olvidarán de cuando vieron las imágenes de la
liberación de Bagdad. Esto es lo que dijo: Nos llamamos unos a los otros
y estábamos gritando; nunca pensamos que Saddam Hussein ya no estuviera.
MIEMBRO DEL PÚBLICO: Ya no está. (Aplausos.)
EL PRESIDENTE: Como Najda, muchos iraquíes -- muchos iraquíes -
temían al dictador, al tirano que nunca se iría. Tiene razón: Ya no está.
(Aplausos.)
MIEMBROS DEL PÚBLICO: ¡EE.UU.! ¡EE.UU.!
MIEMBRO DEL PÚBLICO: (Inaudible) de regreso en (inaudible).
(Aplausos.)
MIEMBRO DEL PÚBLICO: Debido a usted, Sr. Presidente, también usted
puede.
MIEMBRO DEL PÚBLICO: (Inaudible).
EL PRESIDENTE: Nos encanta la libre expresión en los Estados Unidos.
(Risas y aplausos.)
Hablé con Tarik Daoud, un católico de Basra que ahora vive en
Bloomfield Hills. (Aplausos.) Cuando cayó el régimen del dictador, esto
es lo que dijo Tariq. Dijo: Estoy más esperanzado hoy de lo que he estado
desde 1958. Necesitamos tomar a los niñitos de Iraq y tomarlos de las
manos y realmente enseñarles de qué se trata la libertad. Dice: La nueva
generación realmente podría hacer que la democracia funcionase.
Tiene razón en estar optimista. Desde el inicio de este conflicto
hemos visto a los valientes ciudadanos de Iraq tomar parte en su propia
liberación. Los iraquíes han advertido a nuestros soldados respecto a las
minas terrestres y los escondites del arsenales militares del enemigo.
Anteriormente este mes, los iraquíes ayudaron a los infantes de marina
a ubicar a siete prisioneros de guerra estadounidenses, quienes fueron
rescatados del norte de Iraq. (Aplausos.) Un valiente hombre iraquí dio a
los infantes de marina mapas detallados de un hospital en An Nasiriyah, que
condujo al rescate de la soldado estadounidense Jessica Lynch.
(Aplausos.)
Los ciudadanos iraquíes ahora colaboran estrechamente con nuestros
soldados para restaurar el orden en sus ciudades y mejorar las vidas en su
país. En Basra, cientos de voluntarios policiales se han unido a las
fuerzas de la coalición para patrullar las calles. En Bagdad, más de miles
ciudadanos están haciendo patrullas conjuntas con las tropas de la
coalición. Y los residentes también están colaborando con las tropas de la
coalición para recolectar de los vecindarios las municiones que no han
explotado y reparar el sistema de teléfonos. La gente está esforzándose
por mejorar las vidas de los ciudadanos promedio en Iraq. (Aplausos.)
Quiero que escuchen lo que dijo un ingeniero iraquí que estaba
trabajando con los ingenieros del ejército de Estados Unidos para
reestablecer la electricidad en Bagdad. Dijo: Nos complace mucho trabajar
con los estadounidenses para tener electricidad para las instalaciones.
Los estadounidenses están trabajando para ayudarnos. (Aplausos.) Los
iraquíes estadounidenses, entre ellos algunos de Michigan, están
reestableciendo relaciones entre nuestras tropas y los civiles iraquíes.
Los miembros de las fuerzas iraquíes libres están desempeñándose como
intérpretes de nuestras tropas y están entregando ayuda humanitaria a los
ciudadanos.
Uno de estos voluntarios, un iraquí estadounidense que huyó del
régimen de Saddam Hussein en 1991, regresó a su patria recientemente con la
101era División Aérea. Hace unas semanas, cuando vio la muchedumbre de
iraquíes que vitoreaban en bienvenida a las tropas de la coalición en
Hillah, sollozó. Dijo que la gente apenas podía creer lo que sucedía y les
dijo: Créanlo, viene la liberación. (Aplausos.)
Sí, había algunas personas en nuestro país que dudaban que el pueblo
iraquí deseara la libertad o simplemente no podían imaginarse que serían
bienvenidos... que les darían la bienvenida a una fuerza de liberación.
Estaban equivocados y sabemos por qué. El deseo por la libertad no es
propiedad de una cultura; es la esperanza universal de los seres humanos de
todas las culturas. (Aplausos.)
Sea uno sunita o chía o curdo o caldeo o asirio o turcomano o
cristiano o judío o musulmán... (aplausos)... sin importar su credo, la
libertad es un regalo de Dios a cada persona en cada nación. (Aplausos.)
Al establecerse la libertad en Iraq, el pueblo iraquí escogerá sus propios
líderes y a su propio gobierno. Estados Unidos no tiene ninguna intención
de imponer nuestra forma de gobierno ni nuestra cultura. Sin embargo, nos
aseguraremos de que todos los iraquíes tengan una voz en el nuevo gobierno
y los derechos de todos los ciudadanos sean protegidos. (Aplausos.)
En la ciudad de An Nasiriyah, donde los iraquíes libres recientemente
se reunieron para hablar sobre el futuro político de su país, emitieron una
declaración que comenzaba con las siguientes palabras: Iraq debe ser
libre. (Aplausos.)
MIEMBRO DEL PÚBLICO: ¡EE.UU.! ¡EE.UU.! ¡EE.UU.! (Aplausos.)
EL PRESIDENTE: Esa declaración histórica expresa el compromiso del
pueblo iraquí y sus amigos, el pueblo estadounidense. Se acabaron los días
de represión de cualquier fuente. Iraq será democrático. (Aplausos.)
La tarea de forjar un Iraq nuevo tomará tiempo. La nación se está
recuperando no sólo de semanas de conflicto, sino de decenios de dominio
totalitario.
En una nación donde el dictador se obsequiaba a sí mismo palacios con
caños de oro y piletas grandiosas, cuatro de cada diez ciudadanos ni
siquiera tenían agua potable para tomar. Mientras que el antiguo régimen
exportaba leche y dátiles, y maíz y granos para su propio beneficio, más de
medio millón de niños iraquíes estaban mal nutridos. Mientras Saddam
Hussein dejaba que medicamentos y equipos médicos valuados en más de $200
millones permanecieran en almacenes, uno de cada ocho niños iraquíes moría
antes de llegar a los cinco años. Y mientras que el dictador gastaba miles
de millones en armas, entre ellos AK-47 enchapados en oro, casi un cuarto
de los niños iraquíes nacía con pesos insuficientes. El régimen de Saddam
Hussein empobreció al pueblo de Iraq en todas las maneras posibles.
Actualmente, Iraq tiene tan sólo la mitad de los hospitales que tenía
en 1990. Setenta por ciento de sus escuelas están en la miseria y
superpobladas. Una cuarta parte de los niños iraquíes no van a la escuela
para nada. Bajo el régimen de Saddam, el pueblo iraquí no tenía un sistema
eléctrico del cual podía depender. Estos problemas asolaban a Iraq mucho
antes del conflicto reciente. Estamos ayudando al pueblo de Iraq a abordar
estos desafíos y permaneceremos de su lado mientras abaten el legado del
dictador. (Aplausos.)
Ahora mismo, hay ingenieros en el terreno trabajan con los expertos
iraquíes para reestablecer la electricidad y reparar las averiadas cañerías
de agua en Bagdad y en otras ciudades. Estamos colaborando con la Cruz
Roja Internacional, las Sociedades de Medialuna Roja, los Cuerpos Médicos
Internacionales y otras agencias de ayuda para ayudar a los hospitales
iraquíes a obtener agua potable y provisiones médicas y electricidad
fiable. Nuestra coalición está cooperando con las Naciones Unidas para
ayudar a reiniciar el sistema de distribución de raciones que ofrece
alimentos a miles de lugares de Iraq. Y las instalaciones médicas de la
coalición han tratado a los iraquíes de todo, desde fracturas y quemaduras
hasta los síntomas de la apoplejía.
Un hombre iraquí a quien se le brindó ayuda médica con su esposa y su
hermana a bordo del buque Comfort, dijo: Nos tratan como familia. Hay
bebés en Iraq que no son cuidados por su madres tan bien como los
enfermeros que nos han cuidado.
Ya estamos viendo logros importantes en Iraq. No hace tanto tiempo
que cayó la estatua y ahora estamos viendo logros. (Aplausos.)
Las líneas ferroviarias están volviendo a funcionar y la estaciones de
bomberos están respondiendo llamadas. El petróleo - el petróleo iraquí,
propiedad del pueblo de Iraq - fluye nuevamente para aprovisionar de
combustible a las plantas energéticas de Iraq. En Hillah, más de 80 por
ciento de la ciudad ahora tienen agua corriente. Los residentes de la
ciudad pueden comprar comidas y granos y frutas y vegetales en las tiendas
locales. La alcaldía, el consejo municipal han sido reestablecidos.
En Basra, donde más de la mitad de las instalaciones de tratamiento de
agua no funcionaban antes del conflicto - más de la mitad no funcionaban -
el abastecimiento de agua ahora llega a 90 por ciento de la ciudad. El
opulento palacio presidencial en Basra ahora servirá una causa nueva y
noble. Estamos establecido una unidad de purificación de agua allí que
pondrá cientos de miles de litros de agua potable a la disposición de los
residentes de la ciudad de Basra. (Aplausos.)
Día a día, hora a hora, la vida en Iraq mejora para los ciudadanos.
(Aplausos.) Sin embargo, queda mucho trabajo por hacer. Les he pedido a
Jay Garner y a su equipo que ayuden a Iraq a lograr objetivos específicos a
largo plazo. Y están haciendo una labor excelente. El Congreso
recientemente asignó $2,500 - casi $2,500 millones para la ayuda y
reconstrucción de Iraq. Con ese dinero, estamos renovando Iraq con la
ayuda de los expertos de nuestro gobierno, de la industria privada, de la
comunidad internacional y, lo más importante, de dentro de Iraq.
(Aplausos.)
Estamos enviando equipos a todo Iraq para evaluar las necesidades
críticas del pueblo iraquí. Estamos removiendo minas terrestres. Estamos
colaborando con los iraquíes para recuperar artefactos, para encontrar a
los rufianes que hicieron saquearon el Museo Nacional de Antigüedades en
Bagdad. (Aplausos.) Como muchos de ustedes aquí, deploro los actos de los
ciudadanos que saquearon ese museo. Y colaboraremos con los ciudadanos
iraquíes para determinar quiénes eran y llevarlos ante la justicia.
(Aplausos.)
Nos dedicamos a lograr un Iraq libre donde, por primera vez en la
historia, la electricidad en confiable y ampliamente disponible. Uno de
nuestros objetivos es asegurarnos de que todos en Iraq tengan
electricidad. Ya funcionan en Iraq 17 plantas energéticas importantes.
Nuestros ingenieros están reuniéndose con los ingenieros iraquíes. Estamos
visitando las plantas energéticas en todo el país y determinando cuáles
necesitan arreglos, cuáles necesitan ser modernizadas y cuáles son
obsoletas, planta por planta. Más iraquíes reciben la electricidad que
necesitan.
Nos dedicamos a hacer que el agua potable de Iraq sea potable y
fiable. Los ingenieros de sanidad del agua de Estados Unidos e Iraq están
inspeccionando las plantas de tratamiento en todo el país para asegurarse
de que tengan las suficientes sustancias químicas de purificación y
electricidad para producir agua potable.
Nos dedicamos a darle acceso a cada iraquí a vacunas y tratamiento de
emergencia, y darles a los niños enfermos y las mujeres embarazadas la
atención médica que necesitan. Los médicos y enfermeros iraquíes y otro
personal médico están regresando a trabajar. En todo el país,
especialistas médicos de muchos países identifican las necesidades de los
hospitales iraquíes, desde equipos y arreglos hasta agua y medicamentos.
Nos dedicamos a mejorar las escuelas iraquíes al financiar una campaña
de regreso a las escuelas que ayudará a capacitar y reclutar maestros
iraquíes, proporcionar útiles y equipo y hacer que los niños en todo Iraq
regresen a escuelas limpias y seguras. (Aplausos.)
Y al hacerlo, nos asegurarnos de que las escuelas ya no sean usadas
como arsenales y búnkeres militares y de que los maestros promuevan la
lectura en vez de la propaganda del régimen. (Aplausos.) Y ya que Iraq es
ahora libre, las sanciones económicas ya no tienen sentido. (Aplausos.)
Es hora que las Naciones Unidas suspenda las sanciones para que los
iraquíes puedan usar algunos recursos para forjar su propia prosperidad.
(Aplausos.)
Como muchas otras generaciones de inmigrantes, los iraquíes
estadounidenses han abrazado y enriquecido a este gran país, sin olvidarse
nunca del país de su nacimiento. La liberación de Iraq se anticipa desde
hace mucho tiempo, pero nunca perdieron la fe. Conocían el gran dolor de
Iraq. También conocían la gran promesa de Iraq y compartían la esperanza
del pueblo iraquí.
Tanto ustedes como yo sabemos que Iraq puede hacer realidad dichas
esperanzas. Iraq puede ser un ejemplo de paz y prosperidad y libertad para
todo el Medio Oriente. (Aplausos.) Será una travesía dura, pero en cada
paso, Iraq tendrá un amigo estable en el pueblo estadounidense.
(Aplausos.)
Que Dios continúe bendiciendo los Estados Unidos de Norteamérica y
viva Iraq libre. (Aplausos.)
END 2:10 P.M. EDT
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