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Office of the Press Secretary
6 de noviembre de 2003
DECLARACIONES DEL PRESIDENTE EN EL XX ANIVERSARIO DE LA NATIONAL ENDOWMENT FOR DEMOCRACIA
United States Chamber of Commerce
Washington, D.C.
11:05 A.M. EST
EL PRESIDENTE: Muchísimas gracias a todos. Sírvanse tomar asiento.
Gracias por la cálida bienvenida y gracias por invitarme a acompañarlos en
este, el vigésimo aniversario de la Fundación Nacional a Favor de la
Democracia (National Endowment for Democracy). El personal y los directores
de esta organización han visto mucha historia durante los dos decenios
pasados, han sido parte de dicha historia. Al expresarse a favor de la
libertad y representarla, han elevado la esperanza de la gente en todo el
mundo y han sido de mucha honra para los Estados Unidos.
Aprecio a Vin por la corta presentación. Soy un hombre a quien le
gustan las presentaciones cortas. Y no me defraudó. Pero lo que es más
importante aún, aprecio la invitación. Aprecio a los miembros del Congreso
que están aquí, los Senadores de ambos partidos políticos, miembros de la
Cámara de Representantes de ambos partidos políticos. Aprecio a los
embajadores que están presentes. Aprecio a los invitados que han venido.
Aprecio el espíritu no partisano de la National Endowment for Democracy. Me
complace que republicanos y demócratas e independientes estén colaborando
para promover la libertad humana.
Las raíces de nuestra democracia se remontan a Inglaterra y su
Parlamento. y, también las raíces de esta organización. En junio de 1982,
el Presidente Ronald Reagan habló en el palacio de Westminster y declaró
que había llegado el momento decisivo de la historia. Sostuvo que el
comunismo soviético había fracasado precisamente porque no respetaba a su
propia gente: su creatividad, su genialidad y sus derechos.
El Presidente Reagan dijo que se estaba acabando la era de la tiranía
soviética, la libertad tenía un impulso que no podía ser detenido. Le dio
el siguiente encargo a esta organización: que le dé más impulso a la
libertad por todo el mundo. Su encargo era importante hace 20 años; es
igualmente importante hoy. (Aplausos.)
Muchos críticos no tomaron el discurso del Presidente en serio. Según
un editorial en esa época, "Parece difícil ser un europeo sofisticado y
también un admirador de Ronald Reagan." (Risas.) Algunos observadores de
ambos lados del Atlántico calificaron el discurso de simplista e ingenuo y
hasta peligroso. De hecho, las palabras de Ronald Reagan eran valientes y
optimistas y totalmente correctas. (Aplausos.)
El gran movimiento democrático que el Presidente Reagan describió ya
estaba bien encaminado. A comienzos de la década de 1970, había unas 40
democracias en el mundo. A mediados de la década, Portugal y España y
Grecia habían celebrado elecciones libres. Pronto había democracias nuevas
en América Latina y las instituciones libres se diseminaban en Corea, en
Taiwán y Asia Oriental. Esta misma semana en 1989, hubo protestas en Berlín
Oriental y en Leipzig. Para fines de ese año, cada dictadura comunista en
Centroamérica* había caído. Al cabo de un año, el gobierno de Sudáfrica
liberó a Nelson Mandela. Cuatro años más tarde, fue elegido Presidente de
su país, ascendiendo, como Walesa y Havel, de prisionero del gobierno a
jefe del gobierno.
Al concluir el siglo XX, había unas 120 democracias en el mundo -- y
les puedo asegurar que más están en camino. (Aplausos.) A Ronald Reagan le
daría gusto y no lo sorprendería.
Hemos sido testigos, en poco más de una generación, del adelanto más
rápido de la libertad en la historia de 2,500 años de la democracia. Los
historiadores del futuro ofrecerán sus propias explicaciones sobre por qu
sucedió esto. Sin embargo, ya conocemos algunas de las razones que citarán.
No es ningún accidente que el aumento de tantas democracias tenga lugar a
la vez que la nación de mayor influencia en el mundo es una democracia.
Estados Unidos hizo compromisos militares y morales en Europa y Asia
que protegieron a las naciones libres de la agresión y crearon las
condiciones en las cuales las democracias pueden florecer. Al
proporcionarles seguridad a naciones enteras, también les ofrecimos
inspiración a los pueblos oprimidos. En las prisiones, en las reuniones
sindicales prohibidas, en las iglesias clandestinas, los hombres y mujeres
sabían que todo el mundo no compartía su propia pesadilla. Sabían de por lo
menos un lugar - un país brillante y lleno de esperanza - donde la libertad
era valorada y protegida. Y rezaron que Estados Unidos no se olvidase de
ellos ni se olvidase la misión de promover la libertad en todo el mundo.
Los historiadores notarán que en muchas naciones, el desarrollo de
los mercados y la libre empresa ayudó a crear una clase media que tenía la
confianza suficiente para exigir sus propios derechos. Señalarán el papel
de la tecnología en frustrar la censura y el control central -- y se
maravillarán del poder de las comunicaciones instantáneas para diseminar la
verdad, las noticias y la valentía a través de las fronteras.
Los historiadores reflexionarán en el futuro sobre un hecho
extraordinario, innegable: Con el tiempo, las naciones libres se
fortalecieron y las dictaduras se debilitaron. A mediados del siglo XX,
algunos se imaginaban que la planificación central y la regimentación
social eran una vía rápida a la fuerza nacional. En realidad, la
prosperidad y la vitalidad social y los adelantos tecnológicos de un pueblo
son directamente determinados por la magnitud de su libertad. La libertad
honra y desencadena la creatividad humana -- y la creatividad determina la
fuerza y riqueza de las naciones. La libertad es tanto el plan del Cielo
para la humanidad como la mejor esperanza de progreso aquí en la Tierra.
El progreso de la libertad es una tendencia muy poderosa. Sin
embargo, también sabemos que si no es defendida, la libertad puede
perderse. El éxito de la libertad no se determina por alguna dialéctica de
la historia. Por definición, el éxito de la libertad recae en las
decisiones y la valentía de los pueblos libres y en su voluntad de
sacrificio. En las trincheras de la Primera Guerra Mundial, durante una
guerra de dos frentes en los años 1940, las difíciles batallas de Corea y
Vietnam, y en las misiones de rescate y liberación en casi todos los
continentes, los estadounidenses han mostrado con creces nuestra voluntad
de sacrificarnos por la libertad.
Los sacrificios de los estadounidenses no siempre han sido
reconocidos ni apreciados, sin embargo, han valido la pena. Porque nosotros
y nuestros aliados fuimos firmes, Alemania y Japón son naciones
democráticas que ya no amenazan al mundo. Un impase nuclear mundial con la
Unión Soviética terminó pacíficamente - como lo hizo la Unión Soviética.
Las naciones de Europa están pasando a la unidad, no dividiéndose en campos
armados ni descendiendo en el genocidio. Cada nación ha aprendido, o
debería haber aprendido, una lección importante: Vale la pena luchar por la
libertad, morir por ella y defenderla -- y la promoción de la libertad
lleva a la paz. (Aplausos.)
Y ahora debemos aplicar esa lección a nuestra época. Hemos llegado a
otro punto decisivo -- y la determinación que mostramos determinará la
próxima etapa del movimiento democrático mundial.
Nuestro compromiso a la democracia se pone a prueba en países como
Cuba y Birmania y Corea del Norte y Zimbabwe - bases de la opresión en
nuestro mundo. La gente en dichas naciones vive en el cautiverio y temor y
silencio. Sin embargo, dichos regímenes no pueden detener la libertad para
siempre - y algún día, desde las prisiones y las celdas de las prisiones, y
desde el exilio, los líderes de las nuevas democracias llegarán.
(Aplausos.) El comunismo y el militarismo y el gobierno por los
voluntariosos y corruptos son reliquias de una era que pasa. Y estaremos
del lado de los oprimidos hasta el día en que su libertad llegue
finalmente. (Aplausos.)
Nuestro compromiso a la democracia es puesto a prueba a China. Esa
nación ahora tiene un pedacito, un fragmento de libertad. Sin embargo, el
pueblo de China eventualmente deseará su libertad pura e íntegra. China ha
descubierto que la libertad económica lleva a la riqueza nacional. Los
líderes de China también descubrirán que la libertad es indivisible - que
la libertad social y religiosa también es esencial para la grandeza y
dignidad nacional. Eventualmente, los hombres y mujeres a quienes se
permita controlar su propia riqueza insistirán en controlar sus propias
vidas y su propio país.
Nuestro compromiso a la democracia también se pone a prueba en el
Medio Oriente, que es mi foco de atención actual, y debe ser el foco de
atención de la política estadounidense durante los decenios venideros. En
muchas naciones del Medio Oriente -- países de gran importancia estratégica
- la democracia aún no se ha arraigado. Y surgen las preguntas: ¿Están los
pueblos del Medio Oriente de cierta manera fuera del alcance de la
libertad? ¿Están condenados millones de hombres y mujeres y niños por la
historia o la cultura a vivir en el despotismo? ¿Están solos y nunca
conocerán la libertad, y nunca tendrán poder de decisión sobre el asunto?
Yo, por lo pronto, no lo creo. Considero que cada persona tiene la
habilidad y el derecho de ser libre. (Aplausos.)
Algunos escépticos de la democracia aseguran que las tradiciones del
mahometismo son poco acogedoras del gobierno representativo. Esta
"condescendencia cultural", como la denominó Ronald Reagan, tiene una larga
historia. Después de la capitulación de los japoneses 1945, un tal experto
sobre Japón aseguró que la democracia en dicho antiguo imperio "nunca
funcionaría". Otro observador declaró que las posibilidades de democracia
en la Alemania posterior a Hitler son, y cito, "indefinidas en el mejor de
los casos" - hizo esa afirmación en 1957. Hace 74 años, The Sunday London
Times declaró que nueve décimos de la población de India eran "analfabetos
a quienes no les importaba la política para nada". Sin embargo, cuando la
democracia india corrió peligro en la década de 1970, el pueblo indio
mostró su compromiso a la libertad en el referéndum nacional que salvó su
tipo de gobierno.
Una y otra vez, los observadores han cuestionado si este país, o este
pueblo o este grupo están "listos" para la democracia - como si la libertad
fuese un premio que uno gana por cumplir con nuestros propios estándares
occidentales de progreso. De hecho, la labor diaria de la propia democracia
es el camino al progreso. Enseña la cooperación, el libre intercambio de
ideas y la resolución pacífica de diferencias. Como están mostrando los
hombres y las mujeres de Bangladesh a Botswana a Mongolia, es el ejercicio
de la democracia lo que hace que nuestra nación esté lista para la
democracia y cada nación puede comenzar a andar en dicha dirección.
Debería estar claro para todos que el mahometismo - la religión de un
quinto de la humanidad - es congruente con el gobierno democrático. El
progreso democrático se encuentra en muchos países predominantemente
musulmanes -- en Turquía e Indonesia, y Senegal y Albania, Níger y Sierra
Leona. Los hombres y mujeres musulmanes son buenos ciudadanos de India y
Sudáfrica, de las naciones de Europa Occidental y de los Estados Unidos de
Norteamérica.
Más de la mitad de todos los musulmanes del mundo viven en libertad
bajo los gobiernos constituidos democráticamente. Tienen éxito en
sociedades democráticas; no a pesar de ellas, sino debido a ellas. Una
religión que exige la responsabilidad moral individual y fomenta el
encuentro entre el individuo y Dios, es plenamente congruente con los
derechos y las responsabilidades del autogobierno.
Sin embargo, hoy existe un gran desafío en el Medio Oriente. Como
dijo un informe reciente por eruditos árabes, la ola mundial de democracia
ha -- y cito -- "apenas llegado a los estados árabes". Continúan: "Este
déficit de libertad menoscaba el desarrollo humano y es una de las
manifestaciones más dolorosas del desarrollo político atrasado". El déficit
de libertad que describen tiene consecuencias terribles, para la gente del
Medio Oriente y para el mundo. En muchos países del Medio Oriente, la
pobreza es mucha y se está diseminando, las mujeres carecen de derechos y
se les deniega la enseñanza. Sociedades enteras permanecen paralizadas
mientras el mundo progresa. Estos no son los fracasos de una cultura o una
religión. Estos son los fracasos de las doctrinas políticas y económicas.
Al pasar la era colonial, el Medio Oriente vio la creación de muchas
dictaduras militares. Algunos gobernantes adoptaron dogmas de socialismo,
tomaron control total de los partidos políticos y los medios y las
universidades. Se aliaron al bloque soviético y al terrorismo
internacional. Los dictadores en Iraq y Siria prometieron la restauración
del honor nacional, un regreso a la gloria antigua. En vez, han dejado un
legado de tortura, opresión, miseria y ruina.
Otros hombres y grupos de hombres han adquirido más influencia en el
Medio Oriente y más allá por medio de una ideología de terror teocrático.
Detrás de su idioma de religión está la ambición del poder político
absoluto. Conspiradores gobernantes como el Talibán muestran su versión de
la piedad religiosa en flagelaciones públicas de mujeres, supresión
despiadada de cualquier diferencia o disensión y apoyo a los terroristas
que se arman y capacitan para asesinar a los inocentes. El Talibán prometió
pureza religiosa y orgullo nacional. En vez, al sistemáticamente destruir a
una sociedad orgullosa y operante, dejaron detrás el sufrimiento y la
hambruna.
Muchos gobiernos del Medio Oriente ahora entienden que las dictaduras
militares y los gobiernos teocráticos son un camino derecho, plano a
ninguna parte. Pero algunos gobiernos aún se aferran a los antiguos hábitos
del control central. Hay gobiernos que aún temen y reprimen el pensamiento
y la creatividad independiente, y la empresa privada - las cualidades
humanas que llevan a. sociedades fuertes y exitosas. Aún cuando estas
naciones tienen vastos recursos naturales, no respetan ni desarrollan sus
grandes recursos: el talento y la energía de los hombres y las mujeres que
trabajan y viven en libertad.
En vez de concentrarse en los errores pasados y echarles la culpa a
otros, los gobiernos del Medio Oriente necesitan enfrentar problemas reales
y servir los verdaderos intereses de sus naciones. Todos los pueblos buenos
y capaces del Medio Oriente merecen el liderazgo responsable. Durante
demasiado tiempo, muchas personas en esa región han sido víctimas y
súbditos; merecen ser ciudadanos activos.
Los gobiernos en todo el Medio Oriente y Norte de África están
comenzando a ver la necesidad de cambio. Marruecos tiene un parlamento
nuevo y diverso; el Rey Mohamed lo ha instado a extender sus derechos a las
mujeres. Es así como Su Majestad explicó sus reformas al parlamento:
"¿Cómo puede progresar una sociedad mientras que las mujeres, que
representan la mitad de la nación, ven violados sus derechos y sufren como
resultado de la injusticia, violencia, y marginalización, a pesar de la
dignidad y la justicia que les otorga nuestra gloriosa religión?" El Rey de
Marruecos está en lo correcto: El futuro de las naciones musulmanas será
mejor para todos con la plena participación de las mujeres. (Aplausos.)
El año pasado en Bahrein, los ciudadanos eligieron a su propio
parlamento por primera vez en casi tres décadas. Omán ha extendido el voto
a todos los ciudadanos adultos; Qatar tiene una nueva constitución; Yemen
tiene un sistema político de partidos múltiples; Kuwait tiene una asamblea
nacional elegida directamente; y Jordania celebró elecciones históricas
este verano. Las encuestas recientes en países árabes divulgan amplio
respaldo del pluralismo político, el dominio de la ley y la libertad de
expresión. Estos son los indicios de la democracia en el Medio Oriente y
conllevan la promesa de mayores cambios venideros.
Al suceder cambios en la región del Medio Oriente, aquellos en el
poder se preguntan a sí mismos: ¿Serán recordados por resistir las reformas
o por liderarlas? En Irán, la exigencia de democracia es fuerte y extensa,
como lo vimos el mes pasado cuando miles se congregaron para recibir a
Shirin Ebadi, el ganador del Premio Nóbel a la Paz. El régimen en Teherán
debe prestarles atención a las exigencias del pueblo iraní o perderán su
última pretensión de legitimidad. (Aplausos.)
Para el pueblo palestino, el único camino a la independencia y la
dignidad y el progreso es el camino de la democracia. (Aplausos.) Y los
líderes palestinos que bloquean y menoscaban las reformas democráticas y
alimentan el odio y fomentan la violencia no son líderes para nada. Son los
principales obstáculos a la paz y el éxito del pueblo palestino.
El gobierno de Arabia Saudita está tomando los primeros pasos hacia
la reforma, entre ellos un plan para la introducción gradual de elecciones.
Al dar a los sauditas un papel mayor en su propia sociedad, el gobierno de
Arabia Saudita puede demostrar verdadero liderazgo en la región.
La gran y orgullosa nación de Egipto ha mostrado el camino a la paz
en el Medio Oriente, y ahora debe mostrar el camino a la democracia en el
Medio Oriente. (Aplausos.) Los defensores de la democracia en la región
entienden que la democracia no es perfecta, no es el camino a la utopía,
sino que solamente es el camino al éxito y la dignidad nacional.
Al observar y fomentar las reformas en la región, tenemos en mente
que la modernización no es lo mismo que la occidentalización. Los gobiernos
representativos en el Medio Oriente reflejarán solamente sus propias
culturas. No lucirán como nosotros ni deberán hacerlo. Las naciones
democráticas pueden ser monarquías constitucionales, repúblicas federales o
sistemas parlamentarios. Y las democracias que funcionan siempre necesitan
tiempo para desarrollarse, así como lo necesitó la nuestra. Hemos
emprendido una travesía de 200 años hacia la inclusión y la justicia -- y
esto nos hace pacientes y comprensivos mientras otras naciones se
encuentran en otras etapas de esta travesía.
Sin embargo, existen principios esenciales comunes a cada sociedad
exitosa, en todas las culturas. Las sociedades exitosas limitan el poder
del estado y el poder de las fuerzas armadas, para que los gobiernos puedan
responder a la voluntad del pueblo y no la voluntad de una elite. Las
sociedades exitosas protegen la libertad con el dominio de la ley
congruente e imparcial, en vez de aplicar selectamente. aplicar
selectamente la ley para castigar a los opositores políticos. Las
sociedades exitosas dan lugar a las instituciones cívicas saludables, los
partidos políticos y los sindicatos laborales y diarios independientes y
medios de difusión. Las sociedades exitosas garantizan la libertad
religiosa - el derecho a servir y honrar a Dios sin temer la persecución.
Las sociedades exitosas privatizan sus economías y protegen los derechos de
propiedad. Prohíben y castigan la corrupción oficial, e invierten en la
salud y educación de sus pueblos. Reconocen los derechos de las mujeres. Y
en vez de dirigir el odio y el resentimiento contra otros, las sociedades
exitosas apelan a las esperanzas de su propio pueblo. (Aplausos.)
Estos principios vitales están siendo aplicados en las naciones de
Afganistán e Iraq. Con el liderazgo estable del Presidente Karzai, el
pueblo de Afganistán está montando un gobierno moderno y pacífico. El mes
entrante, 500 delegados se congregarán en una asamblea nacional en Kabul
para aprobar una nueva constitución afgana. El borrador propuesto
establecería un parlamento bicameral, programaría elecciones nacionales el
próximo año y reconocería la identidad musulmana de Afganistán, a la vez
que protegería los derechos de todos sus ciudadanos. Afganistán enfrenta
continuos desafíos económicos y de seguridad - enfrentará dichos desafíos
como democracia libre y estable. (Aplausos.)
En Iraq, la Autoridad Provisional de la Coalición y el Consejo de
Gobierno de Iraq también están trabajando juntos para forjar una democracia
-- y después de tres décadas de tiranía, esta labor no es fácil. El antiguo
dictador dominó por terrorismo y traición, y dejó hábitos profundamente
arraigados de temor y desconfianza. Los restos de su régimen, unidos por
terroristas extranjeros, continuarán su batalla contra el orden y contra la
civilización. Nuestra coalición está respondiendo a los ataques recientes
con redadas precisas guiadas por los datos de inteligencia proporcionados
por los propios iraquíes. Y estamos trabajando estrechamente con los
ciudadanos iraquíes mientras preparan una constitución, mientras proceden
hacia las elecciones libres y asumen cada vez más responsabilidad por sus
propios asuntos. Como en la defensa de Grecia en 1947, y más adelante en el
puente aéreo de Berlín, la fuerza y la voluntad de los pueblos libres están
siendo puestas a prueba ahora ante un mundo que observa. Y pasaremos dicha
prueba. (Aplausos.)
Proteger la democracia en Iraq es la labor de muchas manos. Las
fuerzas estadounidense y de la coalición están sacrificándose por la paz de
Iraq y por la seguridad de las naciones libres. Los trabajadores de ayuda
de muchos países enfrentan peligros por ayudar al pueblo iraquí. La
National Endowment for Democracy está promoviendo los derechos de la mujer
y la capacitación de los periodistas iraquíes, y enseñando las aptitudes de
la participación política. Los propios iraquíes - la policía y la guardia
fronteriza y los funcionarios locales - están uniéndose en la tarea y están
compartiendo el sacrificio.
Esta es una empresa masiva y difícil, merecedora de nuestros
esfuerzos, merecedora de nuestros sacrificios, porque conocemos los
riesgos. El fracaso de la democracia iraquí alentaría a los terroristas en
todo el mundo, aumentaría los peligros para el pueblo estadounidense y
destruiría las esperanzas de millones en la región. La democracia iraqu
tendrá éxito -- y ese éxito propagará la noticia, de Damasco a Teherán -
que la libertad puede ser el futuro de cada nación. (Aplausos.) La creación
de un Iraq libre en el centro del Medio Oriente será un momento crítico en
la revolución democrática mundial. (Aplausos.)
Sesenta años de naciones occidentales que excusaban y acomodaban la
falta de libertad en el Medio Oriente no hicieron nada por darnos seguridad
-- porque a largo plazo, la estabilidad no puede compararse al costo de la
libertad. Siempre que el Medio Oriente siga siendo un lugar donde la
libertad no prospera, seguirá siendo un lugar de ausencia de progreso,
resentimiento y violencia, listos para ser exportados. Y con la
diseminación de armas que pueden resultar en daños catastróficos para
nuestro país y nuestros amigos, sería imprudente aceptar el status quo.
(Aplausos.)
Por lo tanto, Estados Unidos ha adoptado una nueva política, una
estrategia avanzada de libertad en el Medio Oriente. Esta estrategia
requiere la misma persistencia y energía e idealismo que hemos mostrado
anteriormente. Y producirá los mismos resultados. Como en Europa, como en
Asia, como en todas las regiones del mundo, la promoción de la libertad
lleva a la paz. (Aplausos.)
La promoción de la libertad es el llamado de nuestros tiempos; es el
llamado de nuestro país. Desde los Catorce Puntos hasta las Cuatro
Libertades y el Discurso de Westminster, Estados Unidos ha puesto nuestro
poder al servicio de los principios. Creemos que la libertad es el designio
de la naturaleza; creemos que la libertad es la dirección de la historia.
Creemos que la realización y excelencia humana resultan del ejercicio
responsable de la libertad. Y creemos que la libertad - la libertad que
valoramos - no es sólo para nosotros; es el derecho y la capacidad de toda
la humanidad. (Aplausos.)
Dedicarse a la diseminación de la libertad puede ser difícil. Sin
embargo, Estados Unidos ha logrado tareas difíciles anteriormente. Nuestra
nación es fuerte; somos fuertes de corazón. Y no estamos solos. La libertad
está encontrando aliados en todo país; la libertad está encontrando aliados
en toda cultura. Y al enfrentar el terrorismo y la violencia del mundo,
podemos tener la certeza de que el autor de la libertad no es indiferente
al destino de libertad.
Con todas las pruebas y los desafíos de nuestra época, esta es, por
encima de todo, la época de la libertad. Cada uno de ustedes en esta
fundación está plenamente comprometido a esta gran causa de la libertad. Y
se los agradezco. Que Dios los bendiga su trabajo. Y que Dios continúe
bendiciendo a los Estados Unidos. (Aplausos.)
END 11:37 A.M. EST
* Europa Central
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