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Office of the Press Secretary
8 de febrero de 2003
DISCURSO RADIAL DEL PRESIDENTE A LA NACIÓN
Buenos Días. El miércoles pasado, el Secretario de Estado Powell
informó al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre los programas
de armas ilegales de Irak, sus intentos de esconder esas armas, y sus
vínculos con grupos terroristas.
Las violaciones de las Resoluciones del Consejo de Seguridad por
parte del régimen de Irak son evidentes, son peligrosas para Estados Unidos
y para el mundo, y continúan hasta este momento.
El régimen nunca ha admitido su vasta arsenal de mortales armas
biológicas y químicas. Al contrario, el régimen continúa con una campaña
complicada para ocultar sus materiales de armas, y para esconder o
intimidar a expertos y científicos claves. Este esfuerzo de decepción está
dirigido desde los más altos niveles del régimen iraquí, incluyendo a
Saddam Hussein, a su hijo, el vicepresidente de Irak, y el mero oficial
responsable de cooperar con los inspectores.
El régimen iraquí ha tratado activamente y en secreto de obtener
equipo necesario para producir armas químicas, biológicas y nucleares.
Testigos de primera mano nos han informado que Irak tiene por lo menos
siete fábricas móviles para la producción de agentes biológicos - equipos
montados en camiones y sobre rieles para evitar ser descubiertos.
El régimen de Irak ha adquirido y probado los medios para entregar
armas de destrucción masiva. Nunca ha rendido cuentas por las miles de
bombas y proyectiles capaces de entregar armas químicas. Está activamente
buscando componentes para proyectiles balísticos prohibidos. Y tenemos
fuentes que nos informan que recientemente Saddam Hussein autorizó a
comandantes de campo que usaran armas químicas - las mismas armas que el
dictador nos dice no poseer.
Uno de los más grandes peligros que enfrentamos es que las armas de
destrucción masiva puedan ser entregadas a terroristas que no pensarían dos
veces en usar esas armas. Saddam Hussein tiene vínculos de larga duración,
directos y continuos con redes de terrorismo. Miembros elevados de los
servicios de inteligencia de Irak se han reunido con al-Qaida por lo menos
ocho veces desde principios de los años 1990. Irak ha enviado a expertos
en fabricación de bombas y falsificación de documentos a trabajar con al-
Qaida. También Irak ha ofrecido entrenamiento a al-Qaida en armas químicas
y biológicas. Y un agente de al-Qaida fue enviado a Irak varias veces a
fines de los años 1990 para ayuda en adquirir venenos y gases.
También sabemos que Irak está dando asilo a una red de terrorismo
encabezada por un importante planificador terrorista de al-Qaida. Esta red
mantiene un campo de entrenamiento en venenos y explosivos en el noreste de
Irak - y se sabe que muchos de sus líderes están en Bagdad.
Esta es la situación que encontramos - 12 años después de que Saddam
Hussein aceptó desarmar, y más de 90 días después de que el Consejo de
Seguridad aprobó la Resolución 1441 por voto unánime. Saddam Hussein
estaba obligado a hacer una declaración completa de sus programas de armas.
No lo ha hecho. Saddam Hussein estaba obligado a cooperar plenamente en
el desarmamiento de su régimen. No lo ha hecho. A Saddam Hussein se le
dio una última oportunidad. La está desperdiciando.
Habiendo formulado sus demandas, el Consejo de Seguridad no debe
echarse atrás cuando estas demandas son desafiadas y burladas por un
dictador. Los Estados Unidos acogería y apoyaría una nueva resolución que
dejara en claro que el Consejo de Seguridad se mantiene detrás de sus
demandas anteriores. Pero las resoluciones significan poco sin resolución.
Y Estados Unidos, junto con una coalición creciente de naciones, tomará
cualquiera acción necesaria para defendernos y desarmar al régimen iraquí.
Gracias por escuchar.
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