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Office of the Press Secretary
3 de mayo de 2003
DISCURSO RADIAL DEL PRESIDENTE A LA NACIÓN
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Buenos Días. Este jueves visité al USS Abraham Lincoln, actualmente
en vías de regresar a casa después del mayor despliegue de portaviones en
la historia reciente. Les dí buenas noticias a los hombres y las mujeres
que lucharon por la causa de la libertad. Su misión está cumplida y las
principales operaciones de combate en Irak han terminado. Nuestra
coalición actualmente se encuentra estableciendo la seguridad y
reconstruyendo a ese país. Los Estados Unidos y nuestros aliados hemos
prevalecido.
La Operación Libertad de Irak fue realizada con una combinación de
precisión, rapidez y valentía que el enemigo no esperaba, y que el mundo no
había visto antes. Desde bases lejanas y desde barcos en alta mar,
enviamos aviones y cohetes que podían destruir una división entera del
enemigo, o dar contra un edificio o búnker. Infantes de marina y soldados
descendieron sobre Bagdad a través de 350 millas de terreno hostíl, en uno
de los avances masivos de armas pesadas más veloces en la historia. El
mundo ha visto el poder de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
En esta victoria, Estados Unidos recibió ayuda valiosa de nuestros
aliados. Este fin de semana estoy recibiendo en mi rancho en Crawford al
Primer Ministro Australiano, John Howard. El Primer Ministro Howard ha
sido un fuerte aliado en la guerra contra el terror, y las fuerzas
australianas han desempeñado un papel importante en la liberación de Irak.
Fuerzas Especiales de Australia entraron a Irak con sus contrapartes
estadounidenses y británicos al inicio de la Operación Libertad de Irak.
Ayudaron a capturar sitios en Irak occidental que podrían haber sido usados
para lanzar proyectiles Scud, y perturbaron movimientos de tropas y puestos
de comando, abriendo el camino para que unidades del Ejército y de la
Infantería de Marina pudieran llegar a Bagdad.
Pilotos de caza australianos de aviones FA/18 realizaron bombardeos
profundos en Irak. La marina australiana colaboró con fuerzas británicas
para tomar control de la Peninsula Faw. Buzos submarinos australianos
limpiaron minas en el puerto de Umm Qasr, abriendo las vías marítimas para
la entrega de ayuda humanitaria. Y aviones de transporte australianos
entregaron abastecimientos y equipos de emergencia a hospitales Iraquíes.
En total, unos 2,000 miembros de las fuerzas armadas de
Australia contribuyeron a la destrucción del régimen de Saddam Hussein y la
liberación del pueblo iraquí. Todos los Australianos pueden estar
orgullosos del magnífico desempeño de las fuerzas aéreas, navales y
especiales de Australia en la Operación Libertad de Irak. Y Estados Unidos
está sumamente agradecido por sus importantes contribuciones.
Nuestra coalición todavía tiene mucho trabajo que hacer en Irak.
Estamos trayendo el órden a regiones de ese país que siguen siendo
peligrosas. Estamos persiguiendo y encontrando a líderes del viejo régimen
quienes tendrán que rendir cuentas por sus crímenes. Hemos comenzado la
búsqueda de armas químicas y biológicas ocultas, en centenas de lugares.
Estamos ayudando a reconstruir a Irak en lugares donde el dictador
construyó palacios para él mismo en sitios de hospitales y escuelas para el
pueblo. Y apoyaremos a los nuevos líderes de Irak mientras establecen un
gobierno de, por, y para el pueblo iraquí. La transición de dictadura a
democracia es difícil, y tomará tiempo, pero vale cualquier esfuerzo.
Nuestra coalición permanecerá hasta que terminemos nuestra labor. Luego
nos iremos - y dejaremos atrás un Irak libre.
La Batalla de Irak es una victoria en una guerra contra el terror que
continua. Al-Qaida está herida, no destruida. Las celdas dispersas de la
red de terroristas siguen operando en muchos países, y sabemos de
inteligencia diaria que siguen conspirando contra pueblos libres. La
proliferación de armas mortales continua siendo un grave peligro. Los
enemigos de la libertad no están ociosos, ni lo estamos nosotros. Nuestro
gobierno ha tomado medidas sin precedentes para defender nuestro territorio
nacional - y, más importante, seguiremos persiguiendo al enemigo antes de
que pueda atacar.
Ningún acto de los terroristas cambiará nuestro propósito, ni hará
flaquear nuestra resolución, ni alterará sus destinos. Su causa está
perdida. Las naciones libres seguirán adelante hacia la victoria.
Gracias por escuchar.
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