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En los Estados Unidos, las enfermedades y muertes relacionadas con el VIH han tenido un enorme impacto en los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres (MSM, por sus siglas en inglés). Aunque los estragos de la epidemia en los usuario de drogas inyectables (UDI) y los heterosexuales han aumentado en la última década, los MSM continúan representando la mayor parte de los casos de SIDA reportados cada año. Sólo en el 2000 se reportaron 13,562 casos de SIDA en MSM, en comparación con 8,531 en UDI y 6,530 en hombres y mujeres que contrajeron VIH por contacto heterosexual. En general, el número de MSM de todas las razas y grupos étnicos que viven con SIDA ha aumentado sin cesar, en parte como resultado del uso de una definición más amplia de los casos de SIDA a partir de 1993 así como, más recientemente, un período de supervivencia más prolongado. (Ver gráfica anterior: Número estimado de casos de MSM adultos y adolescentes que viven con SIDA por año, Estados Unidos)
Riesgo continuo en los MSM jóvenes Existe evidencia considerable que muestra la necesidad de realizar esfuerzos continuos en cada generación de hombres jóvenes homosexuales y bisexuales. No se puede suponer que los cambios positivos de actitud y conducta observados en los hombres de más edad se aplican también a los más jóvenes. Los datos recientes acerca de la preponderancia del VIH y de las conductas de riesgo sugieren que los hombres jóvenes homosexuales y bisexuales continúan exponiéndose a un riesgo considerable de contraer el VIH así como otras enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Estos datos destacan la necesidad de diseñar esfuerzos de prevención más efectivos para la población negra homosexual y bisexual. La participación de los líderes comunitarios y personalidades destacadas en los esfuerzos de prevención será fundamental para superar las barreras culturales que socavan las actividades de prevención, incluyendo la homofobia. Por ejemplo, sigue habiendo un gran rechazo a admitir las actividades homosexuales y bisexuales en las comunidades de origen africano e hispano.
Necesidad de combatir otras enfermedades de transmisión sexual Los estudios entre los MSM que reciben tratamiento en las clínicas para enfermedades de transmisión sexual muestran una alta preponderancia de infección por VIH, la cual oscila entre un 4% en Seattle a un máximo de casi 36% en Atlanta. (Véase el estudio de los CDC Encuesta nacional de preponderancia del VIH, Resumen de 1997, Tabla 1.) Algunos estudios han mostrado que la probabilidad de contraer y transmitir el VIH es de dos a cinco veces más elevada en las personas con ETS, y que un tratamiento agresivo de las ETS en una comunidad podría contribuir a reducir el número de nuevos casos de infección de VIH. Además de una atención y tratamiento tempranos de las ETS, es fundamental realizar esfuerzos para reducir las conductas que contribuyen a su propagación.
Los servicios de prevención deben alcanzar tanto a los infectados como a los no infectados La investigación ha demostrado que persisten las conductas de alto riesgo en algunas poblaciones de MSM, incluyendo aquellos infectados con el VIH. Debido a que los hombres homosexuales y bisexuales infectados con VIH están viviendo más y de manera más saludable, se deben hacer mayores esfuerzos para atenderlos por medio de intervenciones en materia de conducta que los ayuden a proteger su propia salud e impedir la transmisión del VIH a otros.
Para mayor información acerca de las actividades de prevención del VIH consulte las siguientes hojas de información en ingles? de los CDC:
Para mayor información, comuníquese con Líneas informativas nacionales sobre ETS y SIDA de los CDC: Red nacional de información sobre prevención de los CDC: Recursos en Internet:
Última Revisión: 11
de marzo de 2002 |