En años recientes el terrorismo ha sido visto por los Estados Unidos principalmente como un tema internacional y de política exterior. Numerosos actos de terroristas que cuentan con patrocinio gubernamental y grupos con base en el extranjero han dado apoyo a esta idea. Mientras las políticas, ciudadanos e intereses de Estados Unidos son objetivos primordiales del terrorismo internacional -- de acuerdo al Departamento de Estado en el 2000, aproximadamente, el 47% de todos los incidentes terroristas mundiales fueron cometidos contra ciudadanos o propiedades de los Estados Unidos -- la gran mayoría de esos actos fueron cometidos en suelo extranjero. La percepción pública de los Estados Unidos acerca de que el terrorismo era principalmente un asunto en el extranjero fue cambiada dramáticamente por los ataques del 11 de septiembre del 2001.

El 30 de abril del 2001 el Departamento de Estado publicó su reporte Tendencias del Terrorismo Global (Tendencias 2000). En el 2000 las víctimas asociadas con el terrorismo mundial fueron mayores a las registradas en 1999.

El reporte indica que las muertes a causa de incidentes de terrorismo en todo el mundo se incrementaron de 233 en 1999 a 405 muertes en el 2000. El número de heridos se incrementó de 706 a 791. En términos de víctimas por región, Asia clasificó primero, África, segundo y el Medio Oriente en tercero. En términos de número de ataques por región, América Latina clasificó primero, Asia, segundo, y África tercero. En el 2000 el número de ataques terroristas decreció significativamente en Europa Occidental y ligeramente en el Medio Oriente y Eurasia.

Tanto la selección del objetivo como del tiempo por grupos terroristas pueden tener un impacto económico y político significativo sobre varias actividades, que van desde las actividades comerciales de Estados Unidos hasta el proceso de paz del Medio Oriente. Algunos analistas han expresado su preocupación de que los grupos islámicos radicales puedan aprovecharse de inestabilidades económicas y políticas en Arabia Saudita. Otras naciones como Argelia, Bahrein, Egipto, India, Jordán, Turquía y Pakistán son objetivos potenciales de dichos grupos. Es una preocupación inherente en Tendencias 2000 que la disminución de respaldo gubernamental al terrorismo ha movido al terrorismo hacia el este desde Libia, Siria y Líbano a Asia del Sur. El resultado: mayor enfoque político de los Estados Unidos en Usama Bin Laden y la alianza de grupos que operan fuera de Afganistán con el consentimiento del Taliban. Una fuerte área de enfoque se concentra en la habilidad de los terroristas para recaudar fondos a través de fuentes no gubernamentales, a menudo a través de contribuciones de beneficencia, secuestros y narcotráfico.

La destrucción del Centro Mundial de Comercio y los daños severos al Pentágono, junto con otros incidentes tales como las explosiones en contra de las Embajadas de los E.U. en África del Este, las cometidas en el Centro Mundial de Comercio en 1993 y las del centro cultural judío en Buenos Aires, pueden indicar un deseo de causar el mayor número de víctimas en blancos civiles, que generalmente cuentan con menor protección. Puede ser que el terrorismo patrocinado por gobiernos esté decreciendo significativamente debido a que (en una era de post-Guerra Fría) a los grupos les resulta mas difícil obtener patrocinio y los gobiernos rebeldes están menos deseosos de exponerse al riesgo de sanciones internacionales severas. En este ambiente, el acceso a fuentes privadas de financiamiento para actividades terroristas se vuelve crítico.

El terrorismo internacional es reconocido como una amenaza a la seguridad interna y externa de los Estados Unidos; también socava una amplia gama de metas en la política exterior de los E.U. El terrorismo erosiona la estabilidad internacional, un objetivo de suma importancia en la política exterior y económica de los Estados Unidos. Los grupos terroristas buscan frecuentemente desestabilizar o derrocar gobiernos, algunas veces gobiernos elegidos democráticamente - o amistosamente -, y tales grupos obtienen frecuentemente su apoyo por el descontento del pueblo que percibe la incapacidad del gobierno para proporcionarles paz, seguridad y prosperidad económica. Los esfuerzos de los gobiernos para incrementar el desarrollo económico y la estabilidad nacional o regional, pueden convertirse en objeto de ataques particularmente virulentos. Por esto, y debido a su declarada intención de derrocar regímenes seculares en países con una extensa población musulmana, los grupos extremistas islámicos fundamentalistas, y el apoyo de Irán a tales grupos, son vistos como una particular amenaza a los objetivos y metas de la política exterior de los Estados Unidos. (Vea una visión completa en Terrorismo, el futuro y la política exterior de los E.U.)

Existen 29 grupos actualmente designados por el Secretario de Estado como Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO, por sus siglas en inglés), de conformidad con la sección 219 del Acta de Inmigración y Nacionalización, enmendada por el Acta de Antiterrorismo y Pena de Muerte de 1996.

Las designaciones conllevan consecuencias legales:

• Es ilegal proveer de fondos u otro material de apoyo a una FTO designada.
• A los representantes y a ciertos miembros de una FTO designada les pueden ser negadas visas o ser excluidos de los Estados Unidos.
• Las instituciones financieras de los E.U. deben bloquear los fondos de las FTO designadas y deben reportar el bloqueo al Departamento del Tesoro de los E.U.

Organizaciones terroristas extranjeras del Medio Oriente