¿Qué es una caries?
"Ya he acabado con las radiografías de tus dientes", dice la ayudante del
dentista al regresar a la sala. "Ahora les echaremos un vistazo y veremos si
tienes alguna caries."
¿Caries?
Tanto si nunca has tenido caries como si es la segunda
que tienes este año, las caries son el resultado de lo mismo. Una caries aparece
cuando un diente se deteriora o se pica y con el correr del tiempo puede hacerse
más grande y profunda.
El interior de la boca es una fiesta constante para las bacterias y el lugar
de reunión de muchos tipos de bacterias. Pero que no te dé grima (asco) pensar
en que tienes todas estas bacterias en la boca, ¡es totalmente normal! Cuando
comes, estas bacterias transforman algunos azúcares de los alimentos en ácidos y
cuando los ácidos se juntan con las bacterias forman la placa. Esta placa
se une a otras compañeras como la mucosidad y otras partículas minúsculas de
comida para formar una sustancia muy pegajosa.
La placa se aferra a los dientes y permanece ahí hasta que los ácidos de la
placa atacan la capa más superficial de los dientes, llamada esmalte.
Después de que los ácidos se abren paso a través de ese escudo que forma el
esmalte, otras partes internas del diente pueden empezar a deteriorarse. Si
alguna vez has tenido dolor de muelas o has oído a algún adulto quejarse por ese
motivo, es porque la caries podría haber llegado al interior del diente, donde
se encuentran las terminaciones nerviosas. ¡Ay!
Cuando el dentista saca una radiografía y descubre una caries, generalmente
puede ayudarte a decirle "adiós" quitando la parte picada del diente con un
torno especial y rellenando luego el hueco con un material especial. Este
material puede ser una combinación de metales o un tipo de plástico, dependiendo
del diente que tiene la caries. No sentirás nada porque el dentista te pondrá
anestesia para adormecer la zona del diente afectado.
De cualquier forma, como no es muy divertido que te vacíen y empasten una
caries, la mejor manera de evitarlo es mantener los dientes en plena forma. Hay
que conseguir que la boca sea un lugar desagradable para la placa y para
conseguirlo debes:
Cepillarte los dientes con pasta de dientes que contenga flúor después de
cada comida. Si no puedes hacerlo, lávate los dientes al menos dos veces
al día, sobre todo antes de ir a dormir.
Cepillarte los dientes con movimientos circulares hacia arriba y hacia abajo
sin olvidarte de cepillar las encías para mantenerlas saludables.
Utilizar hilo dental al menos una vez al día, ya que elimina la placa más
pegajosa y la comida que queda atrapada entre los dientes.
Comer caramelos y tomar gaseosas con moderación, es decir en pocas cantidades
y de vez en cuando, ya que el azúcar es lo que le da más poder a la placa,
¿recuerdas?
Actualizado y revisado por: Kim
Rutherford, MD Fecha de revisión: septiembre de 2001 Revisión
original: Steve Dowshen, MD, y Neil Izenberg, MD
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