Debido a la permanente acción militar en Irak y la continua
amenaza terrorista que se cierne sobre el país, los ciudadanos
estadounidenses están experimentando muchas emociones fuertes.
Para la mayoría de las personas, los sentimientos intensos de
ansiedad, tristeza, aflicción y cólera son saludables
y convenientes. Sin embargo, algunas personas pueden tener reacciones
más profundas y debilitantes hacia la guerra. Éste podría
ser el caso particular de aquellas personas que padecen de enfermedades
mentales graves, tales como esquizofrenia, enfermedad bipolar, depresión,
problemas de abuso de drogas, ansiedad o trastornos por estrés
postraumático (PTSD).
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Recursos para Cómo Enfrentar Un Desastre
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Es importante recordar que las personas reaccionan a los traumas de distintas
maneras y que cada una de ellas tiene su propio nivel de tolerancia a los
sentimientos difíciles. Al enfrentar una crisis, una persona que
sufre de alguna enfermedad mental podría experimentar los síntomas
de su trastorno o ver surgir nuevos síntomas.
Algunos consumidores que han pasado por esta situación señalan
que se presentan señales de advertencia. A continuación enumeramos
algunas señales comunes de una recaída inminente:
- Interrupción de las actividades de rutina, tales como
asistir al colegio o participar en actividades familiares
- Alteración
de las horas de sueño o de los hábitos
alimenticios, descuido de la apariencia, dificultades de coordinación,
pequeñas
lagunas mentales de hechos recientes
- Cambios en el estado de ánimo,
sentimiento de falta de autocontrol o de agitación excesiva,
pensamientos suicidas o violentos
- Asumir actitudes que hacen pensar
a los demás que está desconectado
de la realidad
- Oír o ver cosas que otros no oyen o ven
- Incapacidad para apartar
una idea, pensamiento o frase de la mente
- Problemas para pensar o
expresarse con claridad
- Decisión de no seguir tomando los medicamentos
o de seguir el plan de tratamiento (faltar a las consultas, etc.)
- Incapacidad
para disfrutar de aquellas cosas que usualmente son agradables
- Incapacidad
para tomar incluso decisiones de rutina
Varias personas pueden tener señales de advertencia diferentes,
por lo que debe estar atento a todo aquello que no le parezca normal en
su persona. Si las personas que lo rodean notan algún cambio, escuche
lo que tengan que decirle. Es posible que usted no se haya dado cuenta en
absoluto de algún cambio en su comportamiento. Asegúrese de
informar a su médico o equipo de tratamiento acerca de todo cambio,
especialmente cualquier conversación o pensamiento de suicidarse
o de lesiones auto infligidas.
Aun en épocas inciertas como las que estamos viviendo actualmente,
usted debe asumir un papel activo en el control de su enfermedad. Continúe
con el plan de tratamiento que ha desarrollado con su médico o equipo
de tratamiento.
- Tome sus medicinas según lo prescrito por su médico
- No
deje de asistir a sus terapias
- Evite el consumo de alcohol
- No consuma drogas ilegales o cualquier otra
droga que su médico
no le haya recetado específicamente
- Escriba un diario
- Sométase a los análisis de laboratorio
y pruebas psicológicas
que su médico le haya indicado
- Manténgase en
permanente contacto con un grupo de apoyo o forme parte
de uno
- Informe a su equipo de tratamiento cualquier signo de recaída
Para superar la crisis actual, recurra a las personas y herramientas que
se encuentran a su disposición:
- Recurra a familiares y amigos. No tenga miedo de solicitar
ayuda.
- Mantenga a su médico y equipo de tratamiento informados acerca
de cómo le está afectando la guerra.
- Póngase en contacto
con grupos de autoayuda y organizaciones de apoyo que se dedican a ayudar
a personas que padecen de enfermedades
mentales
graves y problemas asociados.
- Participe en grupos paritarios y
otros programas que puedan ayudarle a controlar mejor su enfermedad,
desde centros sociales hasta
oportunidades de vivienda, empleo y recreación.
- Busque la mayor cantidad
de información posible acerca de su
enfermedad y de lo que tiene que hacer para recuperarse.
- Use
la computadora para conseguir información sobre su enfermedad
y ponerse en contacto e intercambiar puntos de vista y
experiencias con otras personas que atraviesan por la misma situación.
- Manténgase
conectado con su espiritualidad, si eso le ayuda a sentirse mejor. Vea
con optimismo los retos que tiene por
delante.
Descubra qué es lo que le ayuda a sentirse mejor. El proceso de
recuperación, especialmente en tiempos de guerra y crisis, no es
fácil. Manténgase completamente involucrado en el proceso
prosiguiendo con su plan de tratamiento y buscando la ayuda que necesita,
cuando la necesite.
La Asociación Nacional de Salud Mental dispone de varios recursos
que lo ayudarán a usted y a otras personas a enfrentar la crisis
nacional por la que estamos atravesando, incluyendo hojas informativas sobre
trastornos por estrés postraumático, depresión, afrontar
la pérdida de un ser querido, ayudar a niños a enfrentar una
guerra y otros temas. Visite nuestro sitio web en www.nmha.org o llame al
número gratuito 800-969-NMHA (6642).
Para mayor información, póngase en contacto con la oficina local
de la Asociación de Salud Mental o con la Asociación Nacional
de Salud Mental llamando al 800-969-NMHA (6642) o en el sitio Web www.nmha.org.
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