Guía para padres sobre cómo sobrevivir a la
adolescencia
Usted es padre o madre. Ha sobrevivido a dar de comer a las 2 de la
madrugada, las rabietas de los niños pequeños y la etapa del "hoy no quiero ir a
la escuela". Entonces, ¿por qué la palabra "adolescencia" puede helarle el
corazón?
"Creo que como sociedad vemos a la pubertad y adolescencia como un período
medieval oscuro y amenazador en la vida de nuestros hijos", afirma la Dra. Mary
Soha, pediatra en Jacksonville, Florida. "Pero no tiene por qué ser así. La
pubertad puede ser una etapa hermosa, creativa y maravillosa, tanto para los
hijos como para los padres, si se maneja adecuadamente". Siga leyendo y
encontrará algunas ideas sobre cómo superar esta etapa.
Pubertad y adolescencia
En primer
lugar, hay que hacer una distinción (en cierto sentido, artificial) entre la
pubertad y la adolescencia. La mayoría de nosotros piensa en la pubertad como la
aparición de las características sexuales del adulto: el desarrollo de los
senos, la menstruación, el vello púbico y facial. Estos son, sin duda, las
señales más visibles de la adultez inminente, aunque los niños entre los 10 y
los 14 años (o incluso menores), pueden estar pasando por muchos cambios que
todavía no se perciben desde fuera. Estos son los cambios de la adolescencia.
Los niños de esta edad empiezan a ser más conscientes de la manera en la que los
demás, especialmente sus compañeros, los ven. Comienzan a separarse de mamá y
papá y a ser más independientes.
Los adolescentes empiezan a pensar de modo más
abstracto y racional. Están formando su escala de valores. "Tendemos a hablar de
las cosas negativas de la adolescencia, pero las cosas positivas que se producen
son increíbles. El desarrollo cerebral y emocional es asombroso. Aquí es dónde
deben intervenir los padres, en la parte más positiva", afirma la Dra.
Soha.