La microempresa,
fundamento del desarrollo económico

Los pequeños negocios son los motores principales del desarrollo económico, el crecimiento de ingresos y la reducción de la pobreza en la mayor parte del mundo en desarrollo. Estos negocios construyen también comunidades estables, sociedad civil e igualdad de género. Sin embargo, una infraestructura inadecuada, servicios públicos débiles, mecanismos inadecuados de solución de diferencias y la falta de acceso a los mercados y al financiamiento convencional siguen siendo los principales impedimentos al crecimiento de los pequeños negocios.

Estados Unidos, las agencias de desarrollo multilaterales y muchos donantes de ayuda bilateral trabajan para mejorar esta situación mediante la creación de nuevos programas para ayudar a que las microempresas — negocios pequeños de propiedad local con hasta 10 empleados — contribuyan a industrias competitivas y dinámicas. En los últimos cinco años, el promedio de financiamiento anual de Estados Unidos para la microempresa ha sido de unos 155 millones de dólares. Este apoyo ha beneficiado a más de 3,7 millones de microempresas en todo el mundo, cuyas actividades incluyen la producción de mercancías para exportación, como calzado, muebles, cultivos agrícolas y otros alimentos; la provisión de servicios que van desde reparación de equipos hasta tecnología de la información; la comercialización de materia prima a los manufactureros; y el comercio de una amplia variedad de productos. A medida que estos negocios se amplían e integran a las economías formales de sus países, facultan a los pobres del mundo, crean ingresos más altos y más empleos, contribuyen al crecimiento económico y fortalecen las sociedades democráticas.

Me siento orgulloso de la función clave de Estados Unidos en promover la microempresa. Los objetivos de Estados Unidos son tres: mejorar el acceso a los servicios financieros para los pobres del mundo; apoyar el acceso a los servicios comerciales que atienden específicamente las limitaciones de los empresarios más pobres; y mejorar el ambiente para los negocios mediante reformas normativas, legales y de políticas. Nuestros esfuerzos son mundiales, desde Mali en Africa y Jordania en el Oriente Medio, hasta Azerbayán en Europa y Perú en América Latina. Nuestros éxitos serán universales, con los esfuerzos concertados de la comunidad internacional. Espero que ustedes se nos unan en actuar hacia esa meta.

En este número de Perspectivas Económicas, encontrarán las opiniones de funcionarios claves del gobierno y de principales expertos en el terreno de la microempresa con respecto al acceso al financiamiento y el desarrollo de empresas y sus implicaciones para la sociedad. Creo que estas cuestiones son más importantes que nunca en el siglo XXI porque la microempresa provee esperanza y herramientas concretas para que los más pobres del mundo mejoren sus vidas y hagan realidad la dignidad básica de la autosuficiencia.

Colin L. Powell
Secretario de Estado de Estados Unidos