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¡Saca la lengua y di Aaaaah!

¿Quieres saber cuánto utilizas la lengua? Intenta comerte un helado de cucurucho o cantar tu canción favorita sin utilizarla. Necesitas la lengua para masticar, tragar y cantar. ¡Y no digamos para hablar y saborear lo que comes!

Trabalenguas
¿Te ha dicho alguien alguna vez que la lengua es un músculo? Bueno, eso sólo es verdad a medias: en realidad, la lengua está formada por muchos grupos de músculos. Estos músculos están orientados en distintas direcciones para desempeñar todas las funciones que tiene la lengua.

La parte anterior de la lengua es muy flexible y puede moverse mucho, colaborando con los dientes para generar multitud de sonidos. Esta parte de la lengua también te permite comer, ayudándote a ir desplazando la comida por la boca mientras masticas. La lengua empuja la comida hacia los dientes de la parte posterior de la boca, o muelas, para que éstos la puedan triturar.

Los músculos que hay en la parte posterior de la lengua te ayudan a producir determinados sonidos, por ejemplo, las letras "k" y "g" sonora (como en la palabra golosina). Intenta pronunciar estas letras lentamente y notarás como la parte posterior de la lengua se acerca a la parte superior de la boca (el paladar) para producir esos sonidos.

La parte posterior de la lengua también es importante para comer. Una vez la comida está triturada y bien mezclada con la saliva, los músculos posteriores de la lengua se ponen manos a la obra. Al moverse, van empujando pequeños fragmentos de comida mezclada con saliva hacia el esófago, que es un tubo encargado de conducir el alimento de la garganta al estómago.

La lengua está bien sujeta
¿Te has preguntado alguna vez qué es lo qué impide que te tragues la lengua? Abre bien la boca delante de un espejo y mira lo que tiene debajo. Verás el frenillo, una membrana (una capa fina de tejido) que conecta la lengua con el fondo de la boca. De hecho, toda la base de la lengua está firmemente anclada en el fondo de la boca, ¡de modo que nunca te la podrías tragar, por mucho que lo intentaras!

Noticias sabrosas
¡No guardes todavía el espejo! Vuelve a mirarte la lengua, pero ahora observa atentamente la punta. Fíjate en lo rugosa que es y lo llena de bultitos que está -a diferencia de la parte inferior, que es mucho más lisa. Esto se debe a que la punta de la lengua está cubierta de una capa de bultitos llamados papilas.

Las papilas te ayudan a sujetar la comida y a ir desplazándola mientras masticas. Y contienen botones gustativos, para que puedas saborearlo todo, ¡de las manzanas a los calabacines! Nacemos aproximadamente con 10.000 papilas gustativas, pero a medida que vamos envejeciendo, algunas van muriendo. (¡Un anciano puede tener sólo 5.000 papilas gustativas!) Por eso algunos alimentos pueden saberte más fuertes a ti que a un adulto. Las papilas gustativas pueden detectar los sabores dulce, ácido, amargo y salado.

Sabores viajeros
Entonces ¿Cómo reconoces el sabor de los alimentos? Cada papila gustativa está formada por células gustativas, que tienen unos pelitos microscópicos sensibles llamados cilias. Estos pelitos envían mensajes al cerebro, que se encarga de interpretar las señales e identificar el sabor.

Identificar los sabores de los alimentos es la forma que tiene tu cerebro de indicarte qué es lo que te has metido en la boca, avisándote, en algunos casos, de que no te lo debes comer para mantenerte a salvo. ¿Has probado alguna vez una leche que tenía un sabor raro? Cuando la leche en mal estado entra en contacto con las papilas gustativas, éstas envían impulsos nerviosos al cerebro: "La leche está entrando - ¡y tiene un gusto raro!" Una vez el cerebro interpreta los impulsos nerviosos, reconoce el sabor como peligroso y te indica que no debes beber esa leche.

Algunas cosas, como las bebidas o los alimentos fríos, pueden hacer que los receptores gustativos de las papilas pierdan sensibilidad. Un polo hecho con tu zumo favorito no te sabrá tan dulce como el zumo recién exprimido. Si chupas un cubito de hielo antes de tomarte algo que no te gusta, no notarás lo mal que sabe.


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