El colesterol y las enfermedades del corazón (in English)
Nuevas pautas sobre el colesterol para pacientes de alto riesgo
14 de julio de 2004.– Los expertos del Programa Nacional de Educación sobre el Colesterol
(NCEP) dicen ahora que las personas con un alto riesgo de muerte por ataque al corazón o enfermedad cardiovascular necesitan tratamiento más intensivo para controlar el
colesterol.
El contenido esencial de las recomendaciones del grupo es que, cuando se trata del nivel de
lipoproteínas de baja densidad (LDL) o «colesterol malo», cuanto más bajo mejor. Las nuevas recomendaciones indican que casi todos los pacientes de alto riesgo con niveles de
colesterol LDL de 100 mg/dl o más deben comenzar a tomar medicamentos reductores del colesterol.
Las recomendaciones fueron enunciadas por un grupo de trabajo del Panel de Tratamiento de Adultos
III (ATP III) del NCEP. El Instituto Nacional de los Pulmones, el Corazón y la Sangre (NHLBI), el Colegio Americano de Cardiología (ACC) y la Asociación Americana del
Corazón (AHA) están de acuerdo con las nuevas recomendaciones.
Para leer más al respecto, vea el siguiente artículo de la Asociación Americana del Corazón: http://www.americanheart.org/presenter.jhtml?i
dentifier=3023191
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El colesterol elevado es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular. Muchos ensayos clínicos grandes han demostrado que
la disminución del colesterol en sangre reduce considerablemente el riesgo de padecer enfermedades del corazón.
¿Qué es el colesterol?
El colesterol es una sustancia grasa (un lípido) presente en todas las células del organismo. El organismo humano produce
naturalmente todo el colesterol que necesita para formar las membranas celulares y producir ciertas hormonas. El organismo obtiene colesterol adicional de alimentos de origen animal (carne, huevos y
productos lácteos). Aunque a menudo atribuimos la elevación del colesterol en sangre al colesterol que contienen los alimentos que comemos, el causante principal de ese aumento es
la grasa saturada. La materia grasa de los lácteos, la grasa de la carne roja y los aceites tropicales tales como el aceite de coco son algunos de los alimentos ricos en grasa saturada.
El colesterol llega a las células a través del torrente circulatorio, transportado
por vehículos especiales denominados «lipoproteínas». Dos de las lipoproteínas más importantes son las de baja y alta densidad (LDL y HDL, respectivamente).
¿Qué son las LDL y las HDL?
Las partículas de LDL transportan el colesterol a las células. Como los niveles
elevados de colesterol LDL están relacionados con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, a menudo se lo denomina «colesterol malo».
Cuando la sangre contiene demasiado colesterol LDL, éste comienza a acumularse sobre las paredes de las arterias formando un material
denominado «placa», e iniciando así el proceso de la enfermedad aterosclerótica. La elevación del colesterol LDL está generalmente vinculada a
una dieta alta en grasa saturada, colesterol o ambos. Algunas enfermedades, tales como el nivel bajo de la hormona tiroidea, también pueden producir niveles elevados de LDL.
Cuando la placa grasa se acumula hasta el punto de obstruir el flujo de sangre
en las arterias coronarias que transportan sangre rica en oxígeno al músculo cardíaco, puede producirse un ataque al corazón. Sin embargo, en la mayoría
de los casos las obstrucciones se forman repentinamente sobre placa que es tan sólo de grado leve o moderado. Del mismo modo, puede producirse un
accidente cerebrovascular cuando se acumula placa en las arterias del cuello.
El colesterol total en sangre es la suma del colesterol transportado en las
partículas de LDL, HDL y otras lipoproteínas. El colesterol se mide en miligramos por decilitro (mg/dl). Todos los adultos sanos deben realizarse un
control del colesterol total y del HDL por lo menos cada cinco años, para poder tener una idea aproximada de su riesgo cardiovascular. Ambos niveles
pueden determinarse mediante una muestra de sangre tomada sin necesidad de que el paciente ayune durante las 10 a 12 horas anteriores al análisis de sangre.
Cuando el colesterol total es elevado, el colesterol HDL es bajo o existen
otros factores de riesgo cardiovascular, el médico pedirá un perfil lipoprotéico completo, en cuyo caso el paciente deberá ayunar durante las 10 a 12 horas
anteriores al análisis. El perfil completo determinará el nivel del colesterol LDL, el lípido más importante para predecir el riesgo cardiovascular. En las
personas que padecen de una enfermedad del corazón u otra enfermedad aterosclerótica se realiza desde un principio un perfil lipoprotéico completo, y
el control de los lípidos debe realizarse por lo menos una vez por año. Algunos médicos prefieren realizar un perfil lipoprotéico completo a todos sus
pacientes, incluso a aquellos que no tienen un riesgo aparente de padecer enfermedades del corazón.
El colesterol transportado por las lipoproteínas de alta densidad a menudo se
denomina «colesterol bueno», porque los niveles elevados del colesterol HDL están relacionados con un menor riesgo cardiovascular. Se cree que las
partículas de HDL transportan el colesterol de las células al hígado, donde puede ser eliminado del organismo.
Un nivel bajo de colesterol HDL es considerado uno de los principales factores
de riesgo cardiovascular. El colesterol HDL bajo a menudo es una consecuencia de la inactividad física, la obesidad o el tabaquismo. También
es común que las personas que padecen de diabetes mellitus tipo 2 tengan niveles bajos de colesterol HDL. Los hombres en general tienen niveles más
bajos de colesterol HDL que las mujeres, porque el estrógeno aumenta el HDL.
La relación entre el colesterol total y el colesterol HDL también suministra
más información sobre el riesgo cardiovascular de una persona que sólo la cifra de colesterol total. La relación se calcula dividiendo el colesterol total por
el colesterol HDL. Una relación superior a 5 indica un mayor riesgo en las personas que no sufren de enfermedades del corazón. Las personas que
sufren de enfermedades del corazón no deben tener una relación superior a 4.
¿Qué son los triglicéridos?
Los triglicéridos son grasas que suministran energía a los músculos. Al igual
que el colesterol, son transportados a las células del organismo por las lipoproteínas en la sangre. Una dieta alta en grasas saturadas o carbohidratos puede elevar los niveles de triglicéridos.
Se ha demostrado la existencia de una relación entre los niveles elevados de
triglicéridos en sangre y un mayor riesgo cardiovascular, pero no todos los científicos concuerdan en que los niveles elevados de triglicéridos,
independientemente de otros factores, constituyen un factor de riesgo cardiovascular. Los triglicéridos elevados están relacionados con los niveles
bajos de colesterol HDL, la obesidad, la presión arterial alta y la diabetes, los cuales constituyen factores de riesgo cardiovascular. Los niveles muy
elevados de triglicéridos (más de 1000 mg/dl) pueden producir dolor abdominal y una enfermedad peligrosa del páncreas denominada «pancreatitis».
Los niveles de triglicéridos se miden al realizar el perfil lipoprotéico completo, un estudio que no se realiza a todos los pacientes.
Niveles de colesterol y triglicéridos * (mg/dl)
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Colesterol total
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Menos de 200
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Deseable
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200-239
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Limítrofe
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240 o más
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Alto
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Colesterol LDL
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Menos de 100
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Óptimo
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100-129
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Casi óptimo/ superior al óptimo
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130-159
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Limítrofe
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160-189
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Alto
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190 o más
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Muy alto
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Colesterol HDL
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Más de 40
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Deseable
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Triglicéridos
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Menos de 150
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Normal
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150-199
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Limítrofe
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200-499
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Alto
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500 o más
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Muy alto
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* En adultos sin antecedentes conocidos de enfermedad coronaria
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Adaptado de la publicación National Cholesterol Education Program of the National Institutes of
Health, Third Report of the Expert Panel on Detection, Evaluation, and Treatment of High Blood Cholesterol in Adults (Adult Treatment Panel III).
Análisis de colesterol
El análisis de lípidos debe ser realizado por personal médico capacitado y la
muestra de sangre debe ser enviada a un laboratorio acreditado para ser analizada. Los análisis que se realizan en las ferias de la salud y los centros
comerciales, y aquellos realizados con equipo de uso casero no siempre suministrarán resultados fiables. Sin embargo, cualquiera sea el método
utilizado, todos los resultados anormales deben ser estudiados por un médico.
Antes del análisis de lípidos, debe mantenerse el peso habitual y no deben
alterarse ni la actividad física ni la dieta acostumbrada, salvo en el caso del perfil lipoprotéico completo que requiere ayuno durante las 10 a 12 horas
previas. Es posible que deba postergarse el análisis si el paciente está resfriado o engripado o ha cambiado recientemente algún medicamento.
Además, el médico puede indicarle que no beba alcohol durante unos días antes del análisis.
Cómo mejorar los niveles de lípidos
Para bajar los niveles de colesterol LDL es esencial una dieta baja en grasas
saturadas y colesterol. En general se recomienda que todas las personas mayores de dos años de edad adopten una dieta en la que menos de un 30 %
de las calorías totales sean proporcionadas por grasas y entre un 8 y 10 % de las calorías totales sean proporcionadas por grasas saturadas. Los pacientes
que sufren de enfermedades del corazón o aquellos que no pueden reducir su colesterol LDL con estas restricciones deben limitar aún más su consumo de
grasas saturadas, a un máximo de un 7 % de las calorías totales. Una dieta para reducir el colesterol debe consistir principalmente en verduras y frutas;
panes integrales, cereales, arroz, legumbres y pastas; productos lácteos descremados o parcialmente descremados; y carne magra, carne de ave sin piel y pescado.
Otros cambios esenciales en el estilo de vida para reducir los niveles de LDL
son el aumento del nivel de actividad física y el control del peso. Toda persona físicamente inactiva debe consultar a un médico antes de comenzar un
programa de ejercicios. Los médicos pueden recomendar niveles sanos de esfuerzo y generalmente conocen a entrenadores que pueden ofrecer
programas de condicionamiento físico personalizados y dietistas que pueden ayudar al paciente a cambiar sus hábitos alimenticios o a rebajar de peso. Es
muy importante que estos cambios en el estilo de vida sean permanentes incluso si el médico le receta un medicamento reductor de lípidos para reducir el nivel de LDL.
Los cambios esenciales en el estilo de vida para aumentar un nivel bajo de
colesterol HDL son la reducción del peso excesivo, la deshabituación a la nicotina y un aumento de la actividad física.
Los pacientes con niveles elevados de triglicéridos deben controlar su peso
corporal, limitar su consumo de alcohol, comer una dieta baja en grasas saturadas y reducir su consumo de carbohidratos simples, porque el hígado
transforma en triglicéridos al exceso de calorías de carbohidratos.
Hay varios medicamentos muy eficaces y sanos para reducir los niveles de
colesterol LDL. Se han llevado a cabo grandes ensayos clínicos que han demostrado que los reductores de lípidos (denominados «estatinas») pueden
reducir el riesgo de sufrir un ataque al corazón o un accidente cerebrovascular y la necesidad de realizar una angioplastia o un bypass coronario. Las
estatinas benefician a pacientes de todas las edades, incluso a aquellos que tienen niveles normales de colesterol. Sin embargo, la decisión de recetar
medicamentos depende de una variedad de factores, entre ellos el nivel de colesterol y el riesgo general de padecer una enfermedad del corazón.
La reducción del nivel de colesterol no brinda protección absoluta contra las
enfermedades del corazón, pero los expertos médicos concuerdan en que es una de las maneras más importantes de reducir el riesgo.
Más información en este sitio Web:
Reductores del colesterol
Información de servicios médicos en el Instituto del Corazón en Texas
localizado en el Hospital Episcopal San Lucas
Información en español en otros sitios Web:
healthfinder® español www.healthfinder.gov/espanol
Última modificación: agosto 2004
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