¿Qué necesitan los latinos en EE.UU. para la prevención del VIH?

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¿Corren riesgo los latinos?

El VIH sigue siendo una gran amenaza para la salud de los latinoamericanos en EEUU. Muchos de ellos se encuentran en desventaja debido al racismo, a las desigualdades económicas y a barreras lingüísticas. En EE.UU., los latinos (incluyendo los habitantes de Puerto Rico) se ven desproporcionadamente afectados por el VIH, ya que representan el 18% de todos los casos de SIDA aún cuando sólo son el 14% de la población.1

En el año 2001, la mayoría de los casos de SIDA entre latinos en EE.UU. la componían personas nacidas en la parte continental de EE.UU. (35%) y Puerto Rico (25%), seguidos por personas nacidas en México (13%), Centro o Sudamérica (8%) y Cuba (2%). Otro 18% lo componían latinos con un lugar de nacimiento desconocido (15%) o nacidos en otra parte (3%).2

¿Qué pone en riesgo a los latinos?

La comunidad latina de EE.UU. se compone de una mezcla de varias razas, grupos étnicos y culturas. Los latinos comparten con otros grupos étnicos algunos factores que aumentan su vulnerabilidad al VIH, por ejemplo la discriminación,3 la pobreza, la falta de información, el uso de drogas y alcohol y las actitudes negativas hacia los condones.

La incidencia de casos de SIDA y de conductas riesgosas entre los latinos en EE.UU. varía según la región del país. En el noreste y la costa occidental, donde viven muchos puertorriqueños, las tasas de incidencia entre latinos son hasta tres veces mayores que el promedio nacional.4 En esta región, el riesgo principal de transmisión es el uso de drogas inyectables, el cual se cree que es fomentado por la alta disponibilidad de heroína en la zona.5 A modo de comparación, en el oeste y suroeste de EE.UU, la mayoría de los casos ocurren entre hombres que tienen sexo con hombres (HSH), aunque en ciertas áreas también existen muchos casos entre los usuarios de drogas inyectables (UDI).

En el año 2000, el 47% de los casos de SIDA entre hombres latinos se atribuía al sexo con otros hombres, el 33% al uso de drogas inyectables y el 14% al sexo con mujeres. En el mismo año, el 65% de los casos de SIDA entre mujeres latinas se atribuían a las relaciones sexuales con hombres y el 32% al uso de drogas inyectables.1 Consecuentemente (y al igual que otros grupos), el sexo sin protección con un hombre VIH+ es el modo más común de infección tanto entre hombres como entre mujeres latinas, seguido por el uso de jeringas/agujas previamente usadas por una persona VIH+.

Las dinámicas del riesgo de VIH entre latinos inmigrantes y migrantes pueden ser más complejas que entre los latinos nacidos en EE.UU., ya que los primeros se están enfrentando con normas culturales conflictivas al mismo tiempo que intentan adaptarse a un país nuevo. Para algunos, el resultado es un mayor riesgo; para otros el riesgo disminuye. Los grados de aculturación, pobreza, desempleo, condiciones de trabajo para migrantes y conexión con valores latinos tradicionales pueden afectar al riesgo de contraer el VIH.6

¿Cuáles son los obstáculos a la prevención?

El actual ambiente social y político en EE.UU. plantea graves problemas para la prevención eficaz del VIH en comunidades latinas. La discriminación racial y étnica, las actitudes antiinmigrantes, las normas sobre pruebas obligatorias para inmigrantes y el miedo a ser deportado que sienten los inmigrantes indocumentados pueden impedir que muchos latinos conozcan y se beneficien de los recursos y servicios adecuados de prevención del VIH, incluyendo consejería y la prueba del VIH.

En las culturas latinas, tradicionalmente no se habla de las relaciones sexuales y la sexualidad. Para algunas mujeres latinas, este silencio sexual les prohibe informarse sobre el sexo o hablar del tema con los hombres, pues hacerlo podría levantar sospechas de promiscuidad. Esta prohibición cultural podría limitar su capacidad y confianza para insistir en que sus compañeros sexuales usen condón.7 El silencio sexual puede impedir que los HSH revelen su preferencia sexual, lo cual reduce su autoestima y aumenta su vergüenza.8 Parece que la falta de conversaciones con sus padres y de información sobre el sexo y los condones contribuye al número desproporcionado de embarazos accidentales, enfermedades de transmisión sexual y casos de VIH entre la juventud latina.9

El uso de drogas inyectables es uno de los principales factores de riesgo en la transmisión del VIH, sin embargo muchos UDI no tienen acceso a jeringas limpias ni a tratamiento de desintoxicación. El acceso se dificulta aun más para los UDI que son inmigrantes monolingües, quienes tal vez no usen los sitios de intercambio de jeringas u otros servicios debido a la falta de información o al miedo a ser reconocidos o deportados.

¿Cómo influye la cultura en la prevención?

El familismo es un compromiso tradicional latino con la familia y una forma principal de apoyo para los miembros de la familia. El familismo puede ser un incentivo poderoso que ayude a los hombres latinos heterosexuales a reducir el sexo sin protección con parejas casuales fuera de su relación principal. Sin embargo, para muchos HSH latinos, el familismo y la homofobia pueden crear conflictos porque la familia puede considerar que la homosexualidad es mala. Los HSH se ven obligados a separar su identidad sexual de su vida familiar, lo cual reduce la autoestima y aumenta la vergüenza que ellos sienten.8

El machismo puede llevar a los hombres a ver al sexo como una manera de comprobar su hombría. Esto puede significar que ellos son quienes decidan sobre la frecuencia y el tipo de sexo que se tenga, y que las mujeres tengan miedo a convertirse en víctimas de violencia o abandono si rechazan los avances sexuales de los hombres.7 El machismo también se puede usar como excusa para tener sexo sin protección.

¿Qué se está haciendo al respecto?

Prevention Point Philadelphia (Punto de Prevención), en colaboración con otras organizaciones de SIDA, operó un sitio de intercambio de jeringas usando una camioneta que visitaba “picaderos” de la ciudad (lugares clandestinos de inyección). La camioneta ofreció intercambio de jeringas, pruebas orales del VIH, referencias a servicios sociales y a programas de desintoxicación bilingües y atención médica. La camioneta alcanzó a muchos UDI hispanohablantes puertorriqueños sin hogar que asistían regularmente al picadero. Muchos de ellos nunca habían recibido atención médica preventiva o servicios sociales.10

En San Antonio, TX, una intervención se ofreció a mujeres mexicoamericanas anglohablantes que tenían alguna enfermedad transmitida sexualmente (ETS). La intervención pretendía ayudarlas a reconocer el riesgo que corrían de contraer el VIH y otras ETS, formular un plan para cambiar su conducta y luego desarrollar las habilidades necesarias para reducir estos riesgos. Se logró una reducción importante de las tasas de ETS después del programa.11

Hermanos de Luna y Sol (HLS) es una intervención continua para hombres latinos homo y bisexuales en el Centro de Salud del Vecindario de la Misión en San Francisco, CA. HLS ofrece reclutamiento, seis grupos de discusión estructurada y apoyo a largo plazo para mantener los cambios de conducta previamente logrados. En los grupos se habla de la historia compartida de opresión de los hombres latinos homosexuales, del apoyo social y de los temas comunitarios y emocionales en torno al sexo y la sexualidad. Los efectos del SIDA y de la transmisión del VIH se comentan en las dos sesiones finales. El programa ha logrado reclutar participantes e incrementar el uso de condones entre ellos.12

Mujeres Unidas y Activas es un programa comunitario de orientación, movilización y defensa de derechos creado por y para inmigrantes y refugiadas latinas en San Francisco, CA. Los componentes del programa incluyen reuniones informativas, círculos de amistad, talleres y defensa de derechos. Aunque el programa no se fundó con la idea de abordar el tema de las conductas de riesgo del VIH, las mujeres que asistieron hasta a nueve tipos de actividades aumentaron su confianza sobre la comunicación sexual, eran menos propensas a mantener las normas sexuales tradicionales y reportaron cambios en el poder para tomar decisiones.13

¿Qué queda por hacer?

Los latinos están preocupados por la epidemia del VIH y están motivados para aprender y para informar a sus hijos sobre la prevención.14 Debemos aprovechar esta voluntad brindando información y servicios en español o bilingües tales como las pruebas anónimas y confidenciales del VIH. Al incorporar mensajes de prevención del VIH a sus servicios generales de salud, los medios de comunicación en español y las organizaciones religiosas disminuirán el estigma y aumentarán el acceso a programas de prevención del VIH.

Como latinos y latinas, debemos tratar de romper el silencio en torno a la sexualidad en nuestras comunidades y de superar la homofobia. Podemos promover una sexualidad saludable por medio de conversar sobre las expectativas de los papeles de los géneros femenino y masculino, enseñar a los niños sobre la sexualidad y aceptar la diversidad sexual de nuestra propia comunidad.15 Los programas pueden crearse considerando los aspectos protectores de la cultura latina y resaltando nuestra capacidad de adaptación.16 También es necesario buscar soluciones a otros factores sociales mayores, como son la pobreza, el racismo y la homofobia, para reducir sus efectos sobre las conductas riesgosas.


¿Quién lo dice?

1. Centers for Disease Control and Prevention. HIV/AIDS Surveillance Report, Midyear Edition. 2001;13.
2. Centers for Disease Control and Prevention. HIV/AIDS Surveillance Report, Year End Edition. 2000;12.
3. Díaz RM, Ayala G. Social discrimination and health: the case of Latino gay men and HIV risk. National Gay and Lesbian Task Force.
4. Kaiser Family Foundation. Key Facts: Latinos and HIV/AIDS. November 2001.
5. Klevens RM, Díaz T, Fleming PL, Mays MA, Frey R. Trends in AIDS among Hispanics in the United States, 1991-1996. American Journal of Public Health. 1999;89:1104-1106.
6. Organista K, Carillo H, Ayala G. HIV prevention with Mexican migrants: review, critique and recommendations. In press.
7. Gómez CA, Marín BV. Gender, culture and power: barriers to HIV prevention strategies for women. The Journal of Sex Research. 1996;33:355-362.
8. Díaz RM. Latino Gay Men and HIV: Culture, Sexuality and Risk Behavior. New York: Routledge Press, 1998.
9. The National Campaign to Prevent Teen Pregnancy. Whatever Happened to Childhood? The Problem of Teen Pregnancy in the United States. 1997.
10. Porter J, Perez G. Taking it to the street: shooting gallery needle exchange site for drug injectors at highest risk for HIV. Presented at the International Conference on AIDS, Geneva, Switzerland; 1998. Abst #33402.
11. Shain RN, Piper JM, Newton ER et al. A randomized, controlled trial of a behavioral intervention to prevent sexually transmitted disease among minority women. New England Journal of Medicine. 1999;340:93-100.
12. Hermanos de Luna y Sol. www.caps.ucsf.edu/ projects/hlsindex.html. Contact: 415/552-1013 X296
13. Gómez CA , Hernandez M, Faigeles B. Sex in the New World: An Empowerment Model for HIV Prevention among Latina Immigrant Women. Health Education & Behavior. 1999;26:200-212.
14. Kaiser Family Foundation. Latinos’ View of the HIV/AIDS Epidemic at 20 Years. 2001.
15. Ortiz-Torres B, Serrano-Garcia I, Torres-Burgos N. Subverting culture: promoting HIV/AIDS prevention among Puerto Rican and Dominican women. American Journal of Community Psychology. 2000;28:859-881.
16. Raj A, Amaro H, Reed E. Culturally tailoring HIV/AIDS prevention programs: Why, when and how. In: Kazarian & Evans (Eds) Handbook of Cultural Health Psychology. San Diego: Academic Press, 2001; 195-239.


Preparado por Cynthia Gómez, PhD, CAPS

Octubre 2002. Hoja Informativa #17SR


Alentamos la reproducción de este documento; aunque, no se admite la venta de copias y UCSF deberá ser mencionada como fuente de esta información. Para obtener copias, llame por favor al National Prevention Information Network al 800/458-5231. Estas hojas informativas están disponibles en ingles. Cualquier comentario o pregunta acerca de esta hoja informativa puede ser electrónicamente dirigido al CAPSWeb@psg.ucsf.edu. ©Octubre 2002, University of California.


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