For Immediate Release
Office of the Press Secretary
19 de marzo de 2003
El Presidente se Dirige a la Nación
The Oval Office
10:16 P.M. EST
EL PRESIDENTE: Mis conciudadanos, en este momento, las fuerzas
estadounidenses y de la coalición se encuentran en las etapas iniciales de
las operaciones militares para desarmar a Iraq, liberar a su pueblo y
defender al mundo de grave peligro.
Por órdenes mías, las fuerzas de la coalición han comenzado a atacar
blancos seleccionados de importancia militar para socavar la capacidad de
Saddam Hussein de librar la guerra. Estas son las etapas iniciales de lo
que será una campaña extensa y concertada. Más de 35
países dan apoyo crucial, desde el uso de las bases navales y aéreas, la
ayuda con datos de inteligencia y logística, hasta el despliegue de
unidades de combate. Cada nación en esta coalición ha optado por asumir el
deber y compartir el honor de servir en nuestra defensa común.
A todos los hombres y las mujeres de las fuerzas armadas de los
Estados Unidos actualmente en el Medio Oriente, la paz de un mundo en
conflicto y las esperanzas de un pueblo oprimido dependen de ustedes ahora.
Esa confianza está bien puesta.
Lo enemigos a quienes se enfrentan llegarán a conocer su destreza y
valor. El pueblo que liberen será testigo del espíritu honorable y decente
de las fuerzas armadas estadounidenses. En este conflicto, Estados Unidos
enfrenta a un enemigo que no tiene respeto alguno por las convenciones de
guerra o las reglas de la moral. Saddam Hussein ha colocado tropas y
equipo iraquíes en zonas civiles en un intento por usar hombres, mujeres y
niños inocentes como escudos para sus propias fuerzas armadas: una
atrocidad final contra su pueblo.
Quiero que los estadounidenses y todo el mundo sepan que las fuerzas
de la coalición harán todo lo posible por evitar daños a los civiles
inocentes. Una campaña en el duro terreno de una nación tan extensa como
California podría ser más larga y difícil que lo que algunos predicen. Y
ayudar a los iraquíes a lograr un país unido, estable y libre requerirá
nuestro compromiso sostenido.
Vamos a Iraq con respeto por sus ciudadanos, por la gran civilización
y por los credos religiosos que practican. No tenemos ambiciones en Iraq,
excepto eliminar la amenaza y devolverle el control de ese país a su propio
pueblo.
Sé que las familias de nuestras fuerzas armadas están orando por que
todos aquellos que prestan servicio regresen sanos y salvos, y pronto.
Millones de estadounidenses rezan con ustedes por la seguridad de sus seres
queridos y por la protección de los inocentes. Por su sacrificio, ustedes
cuentan con la gratitud y el respeto del pueblo estadounidense. Y deben
saber que nuestras fuerzas regresarán a casa tan pronto como concluyan su
labor.
Nuestra nación entra en este conflicto de manera reacia. Sin embargo,
nuestro propósito es firme. El pueblo de los Estados Unidos y nuestros
amigos y aliados no vivirán a la merced de un régimen al margen de la ley
que amenaza la paz con armas de asesinato en masa. Enfrentaremos esa
amenaza ahora, con nuestro Ejército, Fuerza Aérea, Armada, Servicio de
Guardacostas e Infantería de Marina, para que luego no tengamos que
enfrentarla con ejércitos de bomberos, policías y médicos en las calles de
nuestras ciudades.
Ahora que se ha presentado ese conflicto, la única manera de limitar
su duración es aplicar la fuerza decisiva. Y les aseguro que esta no será
una campaña de medidas a medias, y no aceptaremos otro resultado que la
victoria.
Mis conciudadanos, los peligros para nuestro país y el mundo serán
superados. Nos sobrepondremos estos tiempos de peligro y cumpliremos con
la obra de la paz. Defenderemos nuestra libertad. Llevaremos la libertad
a otros y prevaleceremos.
Que Dios bendiga a nuestro país y a todos los que lo defienden.
END 10:20 P.M.
EST
|