Instrumento de Búsqueda Temas de Salud A-Z

Contenido
 Estudios de Radiación
 Estudio Sobre el Sitio Nuclear Hanford

This page in EnglishThis page in English

 

 Página Principal del NCEH
 ¿Qué es el NCEH?
 Programas
 Publicaciones
 Lo Básico
 Contactos
 Política de Confidencialidad

Línea telefónica en inglés
gratuita para información y
faxes sobre intoxicación
por plomo en niños,
inspecciones de cruceros,
medidas de colesterol, y
una lista de nuestras
publicaciones:
NCEH Health Line
1-888-232-6789

CDC en Español | Índice | CDC Home

NCEH en Español | NCEH Home

         

Informe Final del Borrador del HTDS,
Resumen de los Resultados Preliminares 

Mayo de 1999

Resultados Preliminares
Antecedentes
Cómo se Realizó el Estudio
Evaluación de Mortalidad Entre la Población del Estudio HTDS
Para Más Información
Resultados Preliminares  

El 28 de enero de 1999 los Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) publicaron el Informe Final del Borrador del Estudio de las Enfermedades de la Tiroides en Hanford (HTDS) realizado por el Centro de Investigaciones del Cáncer Fred Hutchinson en Seattle, Washington, y financiado por los CDC. Este estudio de nueve años evaluó si los incidentes de enfermedades en la tiroides estaban relacionados o no con los diferentes niveles de dosis de radiación estimada en un grupo de 3,441 personas que estuvieron expuestas, durante su niñez, al yodo radioactivo (I-131) que fue liberado del Sitio Nuclear Hanford en las décadas 40 y 50. El estudio fue diseñado para investigar los posibles efectos en la salud como consecuencia de las exposiciones al I-131 aunque también otros radionúclidos fueron liberados de Hanford. El I-131 fue el principal radionúclido liberado de esa instalación y se concentra en la glándula de la tiroides cuando se respira o ingiere. Por esa razón, la enfermedad de la tiroides era el efecto en la salud más probable entre la población afectada.

Si bien se dieron algunos casos de enfermedades a la tiroides entre las personas que participaron en el estudio, los resultados iniciales no mostraron una relación entre los cálculos de dosis a la tiroides por I-131 y la cantidad de enfermedades de la tiroides entre las personas del estudio.

Con base en los resultados iniciales del estudio presentados en el Borrador del Informe Final, quienes recibieron una mayor dosis estimada de radiación aparentemente no mostraron una mayor propensión a enfermarse de la tiroides que quienes recibieron dosis menores. (Si los participantes en el estudio que recibieron una mayor dosis hubieran mostrado una mayor propensión a enfermarse de la tiroides, eso hubiera hecho evidente una relación entre la exposición y la enfermedad de la tiroides).

Estos resultados preliminares no significan que las personas que vivieron en la zona de Hanford en las décadas de los 40 y 50 no estuvieron expuestas al I-131 ni a otros radionúclidos, o que esas exposiciones no tuvieron un efecto en su salud. Aunque no se encontró una relación entre la dosis estimada de radiación de I-131 y la cantidad de enfermedades de la tiroides en el HTDS entre la población estudiada, los resultados del estudio no comprueban que no existe una relación entre el I-131 y la enfermedad de la tiroides. Es posible que algunas personas entre la población total que estuvieron expuestas a la radiación de Hanford desarrollaron una enfermedad de la tiroides como resultado de la exposición.

Los estudios epidemiológicos están diseñados para examinar poblaciones grandes, y mediante el análisis de los niveles de exposición y las tasas de enfermedad, establecer una asociación entre la exposición y el riesgo de enfermedad entre la población en general. No es posible, con ningún estudio epidemiológico, determinar si la enfermedad de la tiroides en una persona en particular está o no relacionada con la exposición de radiación de Hanford.



LA TOTALIDAD DEL BORRADOR DEL TEXTO DEL INFORME FINAL DEL HTDS
Y LOS MATERIALES CON INFORMACIÓN PUBLICA RESUMIDA PUEDEN ENCONTRARSE EN LA RED EN:
 
WWW.FHCRC.ORG/SCIENCE/PHS/HTDS
Y EN
WWW.CDC.GOV/NCEH/RADIATION


Antecedentes

El Congreso ordenó el HTDS en 1988 después de que el Departamento de Energía de Estados Unidos publicara documentos en los que mostraba que grandes cantidades de I-131 habían sido liberadas al aire en Hanford, principalmente a finales de la década de los 40 y principios de la década de los 50. Muchos residentes del área estaban preocupados de que su salud se hubiera visto afectada por la radiación de Hanford. Las enfermedades de la tiroides (una pequeña glándula en la base del cuello que ayuda a regular el crecimiento y el metabolismo) eran de especial preocupación porque el yodo radioactivo inhalado o ingerido por una persona se concentra en su tiroides.
 

Cómo se Realizó el Estudio            

El Estudio de las Enfermedades de la Tiroides en Hanford se basó en un grupo o cohorte de 5,199 personas nacidas entre 1940 y 1946 de madres que vivieron en cualquiera de los siete condados del estado de Washington: Benton, Franklin, Adams, Walla Walla, Okanogan, Ferry y Stevens. Empezando con las actas de nacimiento de este grupo, el equipo investigador trató de encontrar al mayor número de personas posibles. Un total de 4,875 personas (el 94%) fueron localizadas. A quienes fueron localizados se les invitó a participar en el estudio. Gracias a los esfuerzos realizados 3,441 personas asistieron a las presentaciones especiales sobre el HTDS entre 1992 y 1997, y ofrecieron información que pudo utilizarse para determinar su dosis estimada de radiación en la tiroides. En las presentaciones del estudio los participantes fueron sometidos a exámenes detallados de su tiroides por parte de médicos experimentados en el diagnóstico de enfermedades de la tiroides. También se les preguntó si habían sufrido alguna enfermedad de la tiroides en el pasado. Los expedientes médicos pertinentes fueron obtenidos cuando era posible para documentar y aclarar diagnósticos anteriores.

Se calculó la dosis de radiación a la tiroides para quienes participaron en el estudio con base a la información sobre el lugar en el que vivieron y otros factores como su consumo de leche. Con esta información, el estudio calculó la dosis de radiación a la tiroides usando modelos matemáticos desarrollados por el Proyecto de Reconstrucción Ambiental de Dosis en Hanford (HEDR). Este fue un proyecto de investigación separado que analizó los escapes de material radiactivo de Hanford, y calculó las dosis de radiación a la que las personas pudieran haber resultado expuestas. Las dosis fueron calculadas en función del periodo de tiempo entre diciembre de 1944 y finales de 1957 que vivieron las personas dentro de la región llamada Zona de Estudio del HEDR durante cualquier lapso dentro de ese periodo. La zona de estudio del HEDR es de aproximadamente 195 mil kilómetros cuadrados alrededor de Hanford. Los resultados del proyecto del HEDR indicaron que las personas que vivieron en los condados de Benton, Franklin y Adams durante 1944 (el año en el que ocurrieron los mayores escapes de yodo radioactivo en Hanford) probablemente fueron las que recibieron la mayor dosis de yodo.

De las 3,441 personas que participaron en el HTDS, se calculó la estimación de dosis de 3,193 (o el 93%). El rango de estimaciones de dosis varió de entre prácticamente cero y un máximo de más de 2,800 mGy (280 rad). (mGy y rad son unidades de dosis de radiación). La dosis promedio estimada entre quienes participaron en el HTDS fue de 186 mGy (18.6 rad). Aproximadamente la mitad de estos 3,193 participantes tenían dosis superiores a los 100 mGy (10 rad)m y sólo un 1% tenía dosis superiores a los 1000 mGy (100 rad). El resto de los 248 participantes en el HTDS cuyas dosis no fueron estimadas, nunca vivieron dentro de la zona de estudio del HEDR entre diciembre de 1944 y finales de 1957. Como consecuencia, los investigadores no pudieron calcular la dosis en la tiroides para ellos. Aunque esto no elimina la posibilidad de que hayan sido expuestos al yodo radiactivo de Hanford, se estima que sus dosis son demasiado bajas.

Nueve categorías de enfermedades de la tiroides fueron estudiadas en el HTDS. Algunas personas fueron diagnosticadas con más de una de estas enfermedades (por ejemplo adenoma y nódulos tiroidales) y están incluidas en categorías múltiples de enfermedades. Se encontraron 19 casos confirmados de cáncer de la tiroides (0.6%) entre los 3,441 participantes del estudio. En el grupo de las 248 personas que nunca vivieron dentro de la zona de estudio del HEDR entre diciembre de 1944 y finales de 1957 estaban 5 de los 19 participantes con cáncer de la tiroides. Doscientos cuarenta y nueve participantes (7.2%) tenían diagnósticos confirmados de nódulos en la tiroides benignos (no cancerosos). Se encontraron 267 (7.8%) y 648 (18.8%) diagnósticos confirmados de hipotiroidismo (tiroides menos activa de lo normal) y de tiroiditis auto inmune (una reacción no adecuada del sistema inmunológico) respectivamente. Treinta y cuatro (1.0%) tenían diagnósticos confirmados de la enfermedad de Graves (una enfermedad auto inmune que provoca una tiroides más activa de lo normal). Sin embargo, ninguna de estas enfermedades aparentemente fue más común entre las personas expuestas a una mayor dosis de radiación que entre las personas expuestas a una menor radiación. Si hubiera una relación entre la dosis de radiación y la enfermedad de la tiroides, es lógico pensar que la enfermedad de la tiroides sería más común entre las personas que sufrieron una mayor dosis de exposición a la radiación.

Además de las enfermedades de la tiroides, el estudio evaluó si otras tres medidas obtenidas tenían una relación con los niveles de radiación del I-131 de Hanford: hiperparatiroidismo (una enfermedad de las paratiroides, las glándulas situadas junto a la tiroides); resultados de un examen de ultrasonido a la tiroides; y resultados de los exámenes de sangre relacionados con las funciones de la tiroides y de la paratirodes.

Hubo indicios de que la proporción de individuos con pequeñas anormalidades focales en la tiroides (individuales) descubiertas sólo mediante ultrasonido aumentó ligeramente en quienes recibieron dosis mayores. Sin embargo, este incremento no tuvo relevancia estadística, lo que significa que pudo ser el resultado de mera suerte. Pequeñas anormalidades de este tipo, que pueden ser detectadas mediante ultrasonido pero no durante un examen médico regular, son muy comunes entre el público en general.

Se considera en general que la mayoría de éstas anormalidades no indican enfermedades de la tiroides.

Los resultados preliminares del estudio indican que el hiperparatiroidismo no era más común entre las personas con dosis mayores de radiación de Hanford que entre las personas con dosis muy pequeñas. El hiperparatiroidismo fue evaluado usando una medida de calcio en la sangre. El estudio ofreció evidencias de que el nivel de calcio en la sangre (calcio en el suero sanguíneo) era ligeramente menor en las personas que habían estado expuestas a una mayor dosis de radiación en Hanford, pero no hubo ningún incremento en la proporción de personas con niveles inferiores a lo normal de calcio en relación con la dosis de radiación a la tiroides. El nivel de calcio en el suero sanguíneo estaba dentro de lo normal inclusive entre las personas del estudio con dosis mayores.



PARTICIPACIÓN DEL PUBLICO Y REVISIÓN DE EXPERTOS

Desde el principio del estudio, los científicos en el FHCRC y de los CDC incluyeron en forma activa a otros científicos y al público en cada paso del estudio. Esto empezó con una serie de reuniones públicas en 1990 para informar al público y a los científicos interesados sobre el diseño del estudio. Las copias del protocolo del estudio  --que delineaba los planes para llevar a cabo el estudio— fueron distribuidas a varios expertos y también fueron puestas a disposición del público mediante las bibliotecas de la zona. Muchas de las recomendaciones hechas durante ese proceso fueron incluidas en el protocolo final del estudio. La primera reunión del Comité federal de Asesoría  para el HTDS se realizó en 1991. El comité estuvo compuesto por ocho miembros que representaban a los expertos científicos, grupos ambientalistas, el público y las tribus de indios americanos. Un consultante de la Coalición de “Downwinders” de Hanford se sumó al grupo poco después (Downwinders es un término que se refiere a las personas que vivían “down wind”, o en la dirección en la que el viento acarreó los contaminantes radiactivos). El estudio no comenzó hasta que este Comité de Asesoría para el HTDS, otro comité en el FHCRC encargado de proteger los derechos de quienes participaron en el estudio de investigación y la Oficina federal de Administración y Presupuesto aprobaran el protocolo del estudio.

El Comité federal de Asesoría  para el HTDS se reunió periódicamente durante el tiempo que duró el estudio, haciendo recomendaciones a los CDC respecto al plan de investigación y la realización del estudio. En 1997, el Comité federal de Asesoría  para el HTDS revisó y aprobó el Plan de Análisis escrito del HTDS, un documento detallado que describe cómo sería analizado el estudio. En febrero de 1998, el Comité federal de Asesoría  para el HTDS revisó y aprobó un Plan escrito de Comunicaciones para el HTDS, que describe la forma en la que serían hechos públicos los primeros resultados disponibles del estudio. Debido al gran interés público en los resultados, los CDC y el FHCRC decidieron en forma conjunta permitir que el público tuviera acceso al Informe Final del Borrador al mismo tiempo que se llevara a cabo el proceso de revisión de los expertos y antes de que los CDC o alguien más realizara las revisiones.

El Comité de Evaluación de Estudios de Radiación de los CDC de la Academia Nacional de Ciencias (NAS) también revisó el Informe del Estudio Piloto del HTDS y del Plan de Análisis del HTDS. En la actualidad, el NAS está realizando la revisión del Borrador del Informe Final del HTDS por pare de científicos. Los resultados de su revisión podrían estar disponibles para finales del verano de 1999. Las correcciones y aclaraciones sugeridas por quienes hagan la revisión serán incorporadas en el Informe Final del HTDS.

 

Evaluación de Mortalidad Entre la Población del Estudio HTDS  

De las 5,199 personas identificadas originalmente para ser incluidas en el estudio, se determinó que 541 habían muerto. Para tratar de determinar si el excluir a estas personas del estudio afectaría o influenciaría de alguna forma los resultados, se realizó una investigación para ver si estas muertes pudieran estar relacionadas con el cáncer de la tiroides u otra enfermedad de la tiroides. Se obtuvo información de los certificados de defunción para 502 de las 541 personas muertas. Un análisis de las causas de muerte no reveló indicios de que las enfermedades de la tiroides o el cáncer de la tiroides hayan sido responsables por ninguna de estas muertes. Sin embargo, es posible que algunas personas hayan estado enfermas de la tiroides cuando murieron. Estos casos de enfermedades de la tiroides no hubieran sido identificados mediante el análisis de las actas de defunción. En general la tasa de muerte en el grupo incluido en el estudio HTDS era un poco mayor que lo que se hubiera pensado con base en las tasas de mortalidad en el estado de Washington durante ese mismo periodo. Además, se presentó un aumento en las muertes relacionadas con los defectos congénitos, complicaciones de embarazo y parto, y nacimientos prematuros. Los resultados preliminares del HTDS indican que el incremento en la mortalidad era obvio desde antes de que comenzaran los escapes de radiación de Hanford y que continuaron aún después de que comenzaron las operaciones en Hanford. Las razones por las cuales se dieron estas tasas mayores de muerte se desconocen. El HTDS no fue diseñado para evaluar la mortalidad en la población que vivió cerca de Hanford. Como consecuencia, la cantidad de información que puede obtenerse de este estudio con respecto a la mortalidad, es limitada. Sin embargo, la Agencia para el Registro de Sustancias Tóxicas y Enfermedades (ATSDR) está realizando un estudio sobre las muertes de niños y fetos en ocho condados del estado de Washington ocurridas entre 1940 y 1952. Se espera que los resultados sean conocidos a finales de la primavera. Si bien los condados incluidos en el estudio de la ATSDR son diferentes a los del HTDS, el estudio podrá dar información adicional sobre las tasas de mortalidad infantil, muertes de fetos y nacimientos prematuros por zona geográfica.



Para Más Información
Visite las páginas electrónicas del HTDS en

www.fhcrs.org/science/phs/htds y www.cdc.gov/nceh/radiation

O Póngase en Contacto con:

Centers for Disease Control and Prevention
4770 Buford Highway, NE
Mail Stop F-35

Atlanta, GA 30341-3714
Attn: HTDS

Teléfono (servicio en inglés): (770) 488-7546

Envíenos sus Comentarios

Las personas que deseen ofrecer comentarios por escrito sobre el Informe Final del Borrador del  Estudio de las Enfermedades de la Tiroides en Hanford pueden y deben hacerlo enviando una carta a: 

Centers for Disease Control and Prevention
Radiation Studies Branch (attn: HTDS) MS-F-35
4770 Buford Highway; Atlanta, GA 30341


Preguntas y peticiones específicas para información adicional serán manejadas en forma individual, ya sea por teléfono (770-488-7040 en inglés) o mediante una respuesta escrita. Todos los comentarios serán tomados en cuenta durante la preparación del informe final, que posiblemente estará disponible para finales de 1999.

 

Temas de CDC:
Medios de Comunicación
Inmunización
Encuesta Sobre Nuestro Servicio 
Más Información del NCEH:
Información Para el Visitante al NCEH
Programa de Salubridad de Embarcaciones
Enlaces Espaciales:
Hojas de Información
Suscríbase
Bromas y Rumores 
   
 
 Asma
 Ciencias de Laboratorio
 Cruceros, Programa de Salubridad de Cruceros
 Estudios de Radiación
 Oficina de Salud Global
 Riesgos Ambientales y Efectos en la Salud (EHHE)
 Servicios de Emergencia y Salud Ambiental (EEHS)

Página Principal del NCEH | Programas | Publicaciones
Contactos | Política de Confidencialidad | ¿Qué es el NCEH? 
 
Página Principal del CDC | Búsqueda del CDC | Índice

Esta página fue revisada en 11/09/02

Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades
Centro Nacional de Salud Ambiental