LUNES 4 de octubre (HealthDayNews/HispaniCare) -- Un estudio publicado en la edición de octubre de Behavioral Neuroscience afirma que un enlace biológico entre el estrés y la agresión puede ayudar a explicar por qué los seres humanos pueden enfurecerse y violentarse.

Neurocientíficos del comportamiento en los Países Bajos y en Hungría hallaron que las ratas presentan un circuito rápido, mutuo y de refuerzo positivo entre el centro de control de la agresión en sus cerebros y las hormonas del estrés. La neuropsicología de las ratas es similar a la de los humanos.

En experimentos con 53 ratas macho, los investigadores determinaron si estimular los mecanismos de agresión en las ratas aumentaba los niveles de hormonas del estrés en la sangre. Los investigadores también comprobaron si los altos niveles de esta hormona conllevaban una respuesta en el mecanismo de la agresión del cerebro.

Los resultados indicaron un circuito de refuerzo de acción rápida entre la hormona del estrés y el mecanismo de agresión. Esto sugiere que el estrés y la agresión pueden reforzarse mutuamente y puede explicar por qué, por ejemplo, el estrés en los embotellamientos de tránsito puede llevar a la furia al volante en los seres humanos.

"Es bien sabido que estas hormonas del estrés, en parte por movilizar las reservas de energía, preparan la fisiología del cuerpo para el combate o la huida durante el estrés. Ahora parece que las mismas hormonas 'le responden' al cerebro para facilitar el combate", afirmó en una declaración preparada Menno Kruk del Centro para la Investigación sobre Medicamentos de Leiden/Ámsterdam.

Los hallazgos podrían ayudar a los investigadores a encontrar maneras de prevenir la violencia patológica en los seres humanos.

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El National Youth Violence Prevention Resource Center tiene consejos sobre el manejo de la ira en los adolescentes.Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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