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Las vidas marcadas de dos niñas traviesas

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Por Serena Gordon Reportera de HealthDay

Traducido del inglés: Miércoles, 6 de octubre, 2004

MIÉRCOLES 6 de octubre (HealthDayNews/HispaniCare) -- Imagínese que acuesta a sus hijas sanas una noche y las encuentra llenas de manchas rojas a la mañana siguiente. ¿Qué misteriosa enfermedad podría aparecer tan rápidamente? ¿Qué dolencia produce erupciones en la piel que no rascan y no tienen ningún otro síntoma?

Se trata de "fingidicela", una enfermedad que se parece muchísimo a la varicela, especialmente antes de tomar la primera taza de café del día.

La causa de la fingidicela es un marcador rojo combinado con la imaginación de dos niñas pequeñas.

Los primeros casos documentados de esta enfermedad aparecieron en Indianápolis, Indiana, en el hogar de Gordon y Darla Berry. Esta última se despertó una mañana y encontró a sus hijas, Amelia de 7 años y Joanna de 3, cubiertas de puntos rojos. La erupción era más evidente en las partes expuestas del cuerpo, como la cara y el cuello. Las niñas no parecían enfermas y no presentaban ningún otro síntoma aparte de la mencionada erupción.

"En cambio, la erupción vino acompañada de cuchicheos, risita nerviosa descontrolada y elusión de la mirada paterna", describió el padre, Gordon Berry, en una carta que apareció publicada en la edición del 6 de octubre del Journal of the American Medical Association.

Joanna explicó la razón de su desconcertante trastorno, "¡tengo naricela"!

Finalmente, bajo la amenaza de no poder ver televisión, las niñas confesaron que habían inventado su enfermedad para sorprender a una tía que venía de visita. Su inspiración fue un personaje de la televisión que se había contagiado de varicela. La idea era permanecer en cama hasta que la tía llegara y descubriera la misteriosa erupción.

Pero les ganó la euforia infantil. Joanna no pudo contener su emoción y tuvo que mostrarle su enfermedad a papá y mamá, que muy pronto descubrieron cuál era la naturaleza de su mal.

Aún así, Berry confesó que "en la penumbra de la mañana, no nos resultó tan claro a primera vista que las marcas fueran falsas. Su risita nerviosa fue lo que terminó delatándolas".

"Fueron tratadas rápidamente con un baño caliente y su recuperación fue total y sin contratiempos", escribió Berry.

En cuanto a las consecuencias a largo plazo, Berry dijo que "me asusta pensar en el tipo de estratagemas más elaboradas que saldrán en su adolescencia".

Alan Hilfer, psicólogo pediatra del Centro Médico Maimonides de Nueva York, aseguró que es muy común que los niños simulen estar enfermos.

"Mis hijos aprendieron muy pronto a poner un termómetro cerca de la calefacción", comentó en tono jocoso y añadió que "estas enfermedades parecen ocurrir particularmente cuando están menos preparados de lo que deberían estar".

Los niños pequeños, afirmó, pueden experimentar ansiedad por la anticipación, especialmente por las cosas que suceden en la escuela. Los niños pueden sentir mariposas en el estómago y quejarse de dolor de estómago.

"Los dolores de estómago son muy comunes cuando los niños están nerviosos, Pueden sentir una ligera punzada y exagerarla. Generalmente, cuando se enfrentan a la situación que los pone nerviosos, comienzan a sentirse bien", aseguró.

Pero si la sensación continúa durante varios días o semanas, explicó que era el momento para investigar más a fondo. Primero, pídale a su pediatra que descarte una causa física de la incomodidad. Si no hay una causa física y su hijo está experimentando incomodidades en más de una circunstancia, Hilfer afirmó que era el momento de averiguar qué está causándole estrés al niño. ¿Serán las tareas? ¿Los compañeros de la escuela? ¿Problemas familiares? Si usted no puede averiguarlo por sí mismo, agregó que una intervención profesional podría ser necesaria.

Afortunadamente, ese no era el caso de las niñas Berry. Darla Berry le tomó unas fotos a las niñas luciendo su fingicela. A Gordon Berry le pareció que podría divertirse un poco sorprendiendo a su amigo, el Dr. William Cordell del departamento de Medicina de Emergencia de la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana, mostrándole las fotos.

"A primera vista, pensé que podía ser varicela, pero al examinar las fotos más de cerca, la erupción no presentaba las clásicas vesículas [ampollitas] de esa enfermedad", relató Cordell. "Además, las niñas se veían muy contentas en la foto".

Berry le aclaró todo rápidamente a Cordell y le explicó la broma de las niñas. Decidieron que sería algo interesante para añadir a la literatura médica y envió el informe sobre su caso a la publicación. Cordell fue el coautor de la carta.

Hablando en serio, Cordell advirtió que la varicela es responsable todavía de cerca de 11,000 hospitalizaciones, 100 muertes e innumerables horas de sufrimiento infantil cada año. La vacuna para la varicela apareció a mediados de los 90.

"Lamentablemente, la mayoría de las enfermedades no resultan siendo una broma como la fingicela organizada por las hermanas Berry. No deberíamos ser complacientes respecto a la prevención de las enfermedades siempre que sea posible", concluyó.

Más Información

Para obtener más información sobre la verdadera varicela, visite los U.S. Centers for Disease Control and Prevention. Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare


HealthDay

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