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El llanto de un bebé podría desencadenar abusos por parte de algunos padres

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Por Serena Gordon Reportera de HealthDay

Traducido del inglés: Viernes, 8 de octubre, 2004

VIERNES 8 de octubre (HealthDayNews/HispaniCare) -- Como cualquier padre que está siempre atento al significado del llanto de su bebé puede decirle, escucharlo hora tras hora puede resultar frustrante. Mientras que el llanto recibe la comprensión de la mayoría de los padres, puede provocar la ira y el abuso en otros.

Cerca del 6 por ciento de los padres de niños de 6 meses de nacidos admitieron haber cortado la respiración, dado una palmada o sacudido a su bebé al menos una vez debido al llanto, de acuerdo con un estudio que aparece en la edición del 9 de octubre de The Lancet.

El estudio además encontró que la duración del llanto no estaba directamente relacionada con el abuso, pero la percepción de los padres sobre el llanto si lo estaba.

"El llanto excesivo parece ser menos relevante que la percepción de los padres sobre el llanto y su incapacidad para manejarlo correctamente", afirmó Pauline Verloove-Vanhorick, coautora del estudio y científica principal en funciones de salud preventiva de la Organización Holandesa para la Investigación Científica Aplicada en Leiden. "Además, el tratamiento debería concentrarse no sólo en el llanto del bebé, sino también en la capacidad de los padres para controlarse a si mismos".

"Los padres necesitan saber que los bebés lloran mucho, y que es un comportamiento normal a esa edad. Si se sienten ansiosos al respecto o sienten que no pueden manejar la situación, deben buscar ayuda", reiteró Verloove-Vanhorick.

En un editorial que acompaña al artículo, Clare Sheridan y Nancy Wolfe, de la división de Pediatría Forense del Hospital Infantil de la Universidad de Loma Linda en California, señalaron que es importante no malinterpretar este estudio por culpar al llanto del bebé como detonante del abuso.

"Es la respuesta anormal de los padres o cuidadores al llanto del bebé lo que conduce al abuso. Necesitamos estudiar, responsabilizar y ofrecer tratamiento psicológico a los cuidadores, y no culpar a los bebés como agentes de su propio maltrato", apuntaron. Añadieron que es normal que los bebés lloren al menos de dos a tres horas por día, y que hasta uno de cada tres niños puede llorar mucho más que eso.

Los padres de más de 3,000 bebés entre uno y seis meses de edad llenaron un cuestionario anónimo con relación a las acciones que llevaban a cabo para lograr que sus bebés dejaran de llorar. Todos los padres vivían en Holanda.

Los investigadores encontraron que el 5.6 por ciento de los padres había cortado la respiración, dado una palmada o sacudido a su bebé de 6 meses de nacido en respuesta al llanto del niño. Casi el 4 por ciento de los padres con bebés de 3 meses de nacido había admitido hacer lo mismo, mientras que sólo el 2.2 por ciento de los padres con bebés de un mes de nacido lo había hecho.

Entre estos padres, cortar la respiración fue la respuesta más frecuente para los bebés de un mes de nacido, ya que el 1.1 por ciento de los padres admitieron ese comportamiento. Para los bebés de 3 meses de nacido, los padres que maltrataban estaban divididos por igual entre cortar la respiración, dar palmadas o sacudir al bebé. Los padres que abusaban de los niños de 6 meses tenían casi más del doble de probabilidades de sacudirlos que de cortarles la respiración o darles palmadas.

De acuerdo con el estudio, los padres que percibían que el llanto de su bebé era excesivo, aquellos desempleados o que trabajaban a medio tiempo, y aquellos que venían de áreas no industrializadas eran más propensos a maltratar a sus bebés.

Las autoras del estudio indicaron que la extensión de este problema puede ser subestimada en este estudio debido a que fue basado en un auto informe de los padres sobre sí mismos.

El Dr. Adam Aponte, director de pediatría y cuidado ambulatorio del Hospital North General de Nueva York, declaró que no estaba sorprendido con los hallazgos del estudio, y estuvo de acuerdo con las sugerencias de las autoras sobre que los médicos necesitan indagar cómo los padres están sobrellevando el estrés de tener un recién nacido, y que necesitan informarles el tipo de comportamiento que pueden esperar de su bebé.

"Los pediatras necesitan tomar algo de tiempo cuando el recién nacido va a consulta para preguntarle a la madre, '¿Qué tal le está yendo?'", indicó Aponte. "Parte de lo que necesitamos hacer es tratar de entender la dinámica del hogar e intentar ayudar a los padres a desarrollar destrezas de enfrentamiento. Si intuimos que hay una madre abrumada con su recién nacido, tratamos de conseguirle ayuda, a veces a través de visitas de enfermeras a la casa".

"Los médicos pueden ofrecer a los padres comprensión y orientación sobre el cuidado diario, incluyendo descanso suficiente para el bebé y para ellos mismos, regularidad en el cuidado, y la información de que dos o tres horas de llanto es normal en los pequeños bebés", explicó Verloove-Vanhorick. "Si los padres están mostrando una respuesta anormal hacia el comportamiento 'normal' del llanto del bebé, y especialmente si están en una posición social que podría poner cierta presión en la situación familiar, se podría ofrecer algún tipo de tratamiento psicológico".

Más Información

Para más sugerencias sobre cómo ayudar a prevenir el abuso infantil, visite Prevent Child Abuse America. Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare


HealthDay

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